Las lenguas baltoeslavas son un conjunto de lenguas indoeuropeas que ocupan una amplia densidad de la Europa oriental, las cuales presentan numerosas afinidades.
Grupo lingüístico unitario, del que procederían los grupos eslavos y los baltos; según la doctrina dominante, la unidad originaria se mantuvo durante un largo periodo, llamado baltoeuropeo, mucho más allá de la diferenciación de las demás ramas indoeuropeas, hasta finales del tercer milenio (J. Rozwadowski) o el segundo A.C. (A. Vaillant). El grupo hablaba una lengua común, el baltoeuropeo, no documentada. Pero la hipótesis se funda sobre las numerosísimas semejanzas entre las lenguas eslavas y las bálticas, parentesco mucho más acusado que el que existe entre los demás grupos indoeuropeos; abarca todo el sistema lingüístico: acentuación y fonética, morfología, etimología, sintaxis.
Baltia o Basilia nombre de una isla legendaria de la mitología romana, que se suponía ubicada en la Europa del Norte. Es mencionada por el historiador Jenofonte, concordante con la Naturalis Historia de Plinio el Viejo. El Mar Báltico podía ser llamado con el nombre de esta isla.
Aparte de las imprecisas referencias de Ptolomeo a las tribus de los slavanoi y los soubenoi, la primera vez que se habla de los eslavos usando este nombre es en el siglo VI d.C. La palabra se escribe de diferentes maneras: en griego medieval se habla de sklabenoi, sklauenoi o sklabinoi, y en latín, de sclaueni, sclauini o sthlaueni. En el siglo IX, un documento en antiguo eslavo eclesiástico habla de los slověne para describir los eslavos de los alrededores de Tesalónica. Hay otros testimonios tempranos de la palabra en ruso antiguo (slověně, para referirse a un grupo de eslavos orientales establecidos cerca de Novgorod, y slovutich, «río Dniéper» ) y en croata (Slavonic, un río).
La palabra eslavo se suele relacionar con las formas eslavas Slava, 'gloria', 'fama', o Slovo, 'palabra, conversación' (ambas similares a la forma slušati, 'sentir', proveniente de una hipotética raíz indoeuropea * ḱlew-). Así pues, slověne querría decir «las personas que hablan (la misma lengua)», es decir, las personas que se entienden entre ellas, en oposición a la palabra eslava que designa a los extranjeros, nemtsi, que quiere decir «que no sabe hablar» (de la forma eslava Nemi, ' mudo', 'callado', 'que no habla'). Por ejemplo, y de una manera parecida a lo que ocurre en muchas otras lenguas eslavas, la palabra polaca niemcy quiere decir 'alemán' o 'Alemania'.
Algunos estudiosos, sin embargo, han propuesto teorías alternativas para explicar el origen de la palabra. B. P. Lozinski dice que en un momento dado Slava podría haber significado 'devoto, fiel', es decir, 'practicante de la religión eslava', y a partir de ahí habría evolucionado como etnonimo. S. B. Bernstein apunta que podría derivar de una forma indoeuropea no documentada * (s) lawos, emparentada con la palabra griega laós 'población, pueblo', aunque la etimología de laós es bastante dudosa. Por su parte, a partir de la comparación con palabras similares como la forma latina clue, 'limpiar a fondo, purificar', proveniente de una raíz desconocida que habría dado formas con un significado similar en eslavo y en otras lenguas (cf. griego klyzein, 'lavar'; inglés antiguo, hlūtor, 'limpio, puro'; noruego antiguo hlér, 'mar'; galés CLIR, 'claro, limpio'; lituano šlúoti, 'barrer'), Max VASM y otros sugieren que la palabra vendría del nombre de un río (de una manera parecida a lo que ocurre con los vuelque, que habrían tomado el nombre del río volcos).
En cuanto a las no pocas diferencias que distinguen los idiomas bálticos de los eslavos no son más profundas que las que se notan entre el alemán y el sueco modernos; pueden explicarse o por un periodo de desarrollo separado (a partir de las incursiones germánicas y las migraciones de los godos), o lo que parece más probable, por algún sustrato (de los sármatas), que habría influido sobre uno de los grupos (el eslavo).
La teoría del b.e. era tradicional hasta principios de este siglo, cuando A. Meillet la puso en tela de juicio; según él, las semejanzas no procederían de una unidad posterior a la indoeuropea, sino del paralelismo del desarrollo, produciéndose, en condiciones idénticas y con estrechos contactos entre ambas estirpes, innovaciones parecidas. Este punto de vista hizo estimular las investigaciones adversas. El problema se resume en si el desarrollo paralelo fue anterior a la escisión o la escisión anterior al desarrollo; pero resulta difícil explicar tamaño paralelismo fuera, precisamente, de la unidad.
De las personas que más han influido en el desarrollo del conocimiento de las lenguas baltoeslavas, habría que destacar el trabajo de Marija Gimbutas (Vilna, 23 de enero de 1921 – Los Ángeles, 2 de febrero de 1994) quien fue una famosa arqueóloga, lituano-estadounidense. Fue reconocida mundialmente por sus excavaciones y descubrimientos en relación con las culturas de la "Vieja Europa" (término que ella introdujo en los estudios arqueológicos) emplazadas en el Neolítico y la Edad de Cobre. Sus trabajos, publicados entre 1946 y 1971, introdujeron nuevos puntos de vista sobre la combinación del tradicional trabajo preparatorio con las interpretaciones lingüísticas y mitológicas.
Origen
Alrededor del 3.500-2.500 a. C. hubo otra migración masiva, la de los pueblos de la Cultura del hacha de guerra. Vinieron desde el sureste y se propagaron por toda Europa oriental y central, llegando hasta el sur de Finlandia. Es amplia y universalmente aceptado que la Cultura del hacha de guerra es el origen de muchas culturas indoeuropeas, entre ellas la de los baltos. Al parecer, los indoeuropeos recién llegados fueron muy numerosos y, en el Báltico oriental, asimilaron a los pueblos finougrios anteriores. Recientes estudios comparativos de ADN parecen confirmar la teoría de la asimilación entre los indoeuropeos y los finougrios durante este período. Con el tiempo, el nuevo pueblo de los bálticos se propagó desde la zona del Mar Báltico hasta la cuenca del Volga.
Los pueblos bálticos, diferenciados como identidad étnica y cultural indoeuropea, se formaron en el segundo milenio A. C. y se esparcieron en grandes regiones al este y sudeste de Europa, junto al Mar Báltico, el río Dnieper y las riberas septentrionales de los ríos Volga y Oka. En ese tiempo pueblos ugro-fineses habitaban zonas adyacentes orientales y nororientales y tribus eslavas y escitas (iranias) poblaban regiones limítrofes meridionales y sudorientales. En la Edad del Bronce (siglos XVI-VI a. C.) y en la del Hierro (siglos V al I a. C.) comienza la separación cultural entre el Báltico oriental y el occidental.
Alrededor del siglo XV A.C. sucedió la división del grupo étnico balto-eslavo común en dos subramas: eslavos y bálticos. Los vestigios más antiguos de las culturas bálticas se pueden encontrar a lo largo del Vístula y el río Oder, y comenzaron a emigrar hacia el este y el norte - hasta que en el siglo XIII A.C. alcanzaron el Mar Báltico y el río Daugava (Dvina). Los descubrimientos arqueológicos muestran una relación muy estrecha de la población aquí con la región del Vístula en los siglos siguientes.
Estas tierras, la actual Lituania, Letonia meridional, el norte de Polonia y partes de Bielorrusia, se encontraban en ese momento ocupadas por tribus finesas, que vivían de la caza y la pesca. Pero la población no era densa en estas regiones boscosas, por lo que los pueblos bálticos pudieron encontrar muchas tierras para asentarse y cultivar. Los contactos mutuos de las naciones finlandeses e indoeuropeas llevó a la asimilación de los finlandeses en el sur, y viceversa, la asimilación de los bálticos en el norte. Las lenguas bálticas adquirieron muchas palabras, características fonéticas y morfológicas del finlandés, que se ven aún hoy en lituano y letón. En cuanto a las tribus que se asentaron en lo que más tarde sería Prusia, entraron en contacto con los eslavos, acumulando con ello gran parte de la gramática y el emparentado vocabulario eslavo.
Las lenguas eslavas derivan de la rama protoeslava, un idioma que hablaban todos los eslavos originariamente en el Ur-heimat, o lugar de origen, desde el cual se fueron extendiendo por toda Europa central y oriental (del Mediterráneo al Ártico) y el norte de Asia (del Báltico al mar de Japón).
Muchos discuten la existencia de una hipotética lengua proto-baltoeslava, que más tarde se habría subdividido en dos ramas: báltica y eslava. Aunque se pueden encontrar muchas similitudes en el letón y en el lituano de un lado y las lenguas eslavas de otro, la existencia de ciertas isoglosas compartidas no implica necesariamente que sea reconstructible sin arbitrariedad un proto-balto-eslavo común. De hecho las similitudes léxicas se pueden explicar por influencia superestrática, no tanto las similitudes gramaticales. Desde luego los eslavistas de origen eslavo, sobre todo los rusos, defienden la existencia de un proto-balto-eslavo, mientras que letones y lituanos lo toman como simple política lingüística de la Unión Soviética. Mientras tanto los eslavistas del resto del mundo se mantienen divididos.
Desarrollo
Según una teoría, las tribus indoeuropeas hablantes de los dialectos que posteriormente darían lugar a las lenguas bálticas probablemente se asentaron en la zona al sur de la costa báltica alrededor del siglo XIII a. C., y posteriormente migraron hacia la costa donde se encontraron con un poblamiento de pescadores y granjeros que hablaban una lengua proto-fínica. Se cree que esta población indígena acabó asimilándose entre los pueblos bálticos. La divergencia de estos dialectos para dar diferentes idiomas probablemente se dio en el I milenio.
Aunque las diversas tribus bálticas fueron mencionadas por historiadores antiguos desde el año 98 a. C., los primeros testimonios de un idioma báltico son de alrededor de 1350, con la creación del Vocabulario prusiano de Elbing, un diccionario para la traducción entre el alemán y el prusiano. El primer testimonio del lituano se da en la traducción de un himno en 1545; el primer libro impreso en lituano, un catecismo de Martynas Mažvydas, fue publicado en 1547. El letón apareció en un himno en 1530 y en un catecismo impreso en 1585. Una razón para estos testimonios tan tardíos es que los bálticos se resistieron a la cristianización más que los demás europeos, lo cual retrasó la introducción de la escritura y aisló sus idiomas de las influencias externas.
En cuanto a los eslavos, eran conocidos desde siglos antes como los grupos étnicos sclavini, antes y veneti. Hacia el siglo VI d. C. se registran las incursiones de eslavos contra el mundo bizantino, que les llevarán hasta los Balcanes y Grecia. Los historiadores Procopio y Jordanes en los siglos VI y VII d. C. ubican las tribus eslavas de los esclavini y los antes al norte del Danubio, en una franja que se extiende desde el alto Vístula hasta el Dnieper. Los veneti, ya conocidos en los siglos I y II d. C. son más difíciles de localizar, aunque esa misma región no estaría lejos de su lugar de origen.
Tanto los lingüistas como los arqueólogos coinciden en afirmar que el período de los siglos V al X d. C. es el de la expansión de los eslavos y también el de la existencia de un proto-eslavo común para todos, produciéndose como consecuencia de esa expansión geográfica el colapso del proto-eslavo y la diversificación en las lenguas eslavas actuales. La expansión septentrional y oriental (500-1000 d. C.) dará origen a los rusos, bielorrusos y ucranianos. La expansión meridional, cruzando el Danubio hacia el Imperio Bizantino, es el principio de búlgaros, macedonios, serbios, croatas y eslovenos. En el oeste emergen los polacos, checos y eslovacos.
En 537 D.C., cuando Velisario estaba ocupado matando godos en Italia, su ejército recibió reposiciones, que, como Procopio de Caesaria atestigua, consistían en hunos y eslavos. Esto quiere decir que ya en el año 537 D.C. el Imperio Bizantino utilizó inmigrantes eslavos como mercenarios en su ejército.
En 548, siempre según Procopio, un gran ejército de eslavos cruzó el Danubio y saqueó vastas tierras en Iliria, llegando a Epidauro, en Albania. Fuerzas bizantinas siguieron a los invasores por todas partes pero no se atrevieron a luchar contra ellas, ya que los eslavos eran demasiado numerosos. En 550 los eslavos decidieron pasar el invierno dentro de las fronteras del Imperio por primera vez. Después de eso, nadie pudo detener el proceso de asentamiento eslavo en la península de los Balcanes.
Los manuscritos están unánimemente de acuerdo en el hecho de que el ejército eslavo era increíblemente cruel: mataron a los campesinos, pueblos quemados y saqueados. Eso, en realidad, no se corresponden con las descripciones del carácter eslavo que se encuentran en las obras de Tácito y obras de autores griegos escritos varios siglos antes. Esto nos hace suponer que los eslavos en realidad fueron acompañados por restos de naciones nómadas de las estepas que habían vivido en Europa antes. Esta suposición parece acertada para el período posterior a 560, cuando se unieron a los ávaros en sus invasiones al Imperio.
Desde 530 y hasta el final del siglo VI D.C., las tribus eslavas fueron repartidas en las provincias balcánicas del Imperio Bizantino. En 582 trataron de capturar Salónica y se establecieron en torno a ella. Después de 602, cuando el emperador Mauricius murió, el sistema de fortificación del Danubio fue aplastado, y las olas de migraciones eslavas se convirtieron en incontrolables. En el 617 los eslavos ocuparon Grecia y sitiaron Constantinopla. Sólo en el siglo IX se detuvieron sus movimientos y se instalaron donde actualmente viven como búlgaros, macedonios, serbios, croatas y eslovenos. En el 805 las fuerzas bizantinas lograron recuperar de nuevo el Peloponeso. Para ese año la comunidad eslava ya estaba dividida en tres ramas: meridional, occidental y oriental, cada una con su propio idioma.
Esa gran diversificación de la lengua común eslava ocurre en el mismo período en que el latín se desintegra en las lenguas romances, aunque bajo circunstancias muy diferentes. La evidencia lingüística demuestra que antes del colapso del proto-eslavo, los eslavos estaban sometidos a fuertes influencias lingüísticas, sobre todo en lo que se refiere a palabras prestadas procedentes del germano (gótico) y del iranio (sármata). De los sármatas (o escitas) los eslavos derivan del proto-eslavo palabras para "dios", "santo" y "paraíso"; incluso los nombres de los grandes ríos de la estepa europea, Don, Dnieper y Dniester, son de origen iranio.
Situación Actual
Con el establecimiento de un estado alemán en Prusia y el realojo de gran parte de la población báltica prusiana en el siglo XIII, los prusianos comenzaron a ser asimilados, lo cual dio como resultado la extinción del antiguo prusiano a finales del siglo XVII.
Durante los años de la Mancomunidad Polaco-Lituana (1569-1795), los documentos oficiales se escribían en polaco, ruteno y latín, siendo el lituano casi exclusivamente un lenguaje oral entre las clases humildes.
Tras las Particiones de Polonia, gran parte de las tierras bálticas acabaron bajo gobierno del Imperio ruso, bajo el cual a veces se prohibía la escritura o el uso público de los idiomas vernáculos.
Entre los siglos ix y xii, cuando empezaron a crearse los estados eslavos, las diferencias diatópicas se agudizaron: el resultado de la reestructuración del sistema vocálico no fue igual en todas las regiones y dio lugar al desarrollo de lenguas diversas que, grosso modo, se corresponden con la división actual. Pero aparte de ese fenómeno lingüístico, otras circunstancias —de orden histórico y cultural (influencia extranjera)— intervinieron en la progresiva fragmentación que separó, por un lado, a los eslavos del Sur y del Oeste y, por otro, a los del Sur y el Este.
La Iglesia eslavona, instaurada en el siglo IX por obra de los apóstoles griegos Cirilo y Metodio (a requerimiento de Rotislao), dotó a los eslavos de alfabeto (el glagolltico, base del cirílico) y de una lengua litúrgica (el eslavón). En la misma época, tanto los búlgaros como los serbios se convirtieron también a la ortodoxia griega, y en el siglo X, los croatas y los polacos abrazaron el cristianismo pero adoptaron el rito de Roma. Unos cien años después, la Iglesia ortodoxa se apartó de la romana, cisma que tuvo como consecuencia la separación de eslavos ortodoxos (de alfabeto cirílico) y eslavos católicos (de alfabeto latino).
Actualmente, el rasgo que establece más diferencias entre las lenguas eslavas es de la representación gráfica: los pueblos de tradición ortodoxa (ruso, bielorruso, ucraniano, macedonica y serbio) utilizan la escritura cirílica; los de tradición católica o protestante (polaco, checo, eslovaco, esloveno y croata), la latina (a la que algunas lenguas añaden diagramas y signos diacríticos); la glagolítica ha caído en desuso y solamente tiene un interés histórico.
Los hablantes de las lenguas bálticas modernas se concentran principalmente dentro de las fronteras de Lituania y Letonia, y en comunidades de emigrantes en Estados Unidos, Canadá, Australia, Brasil, Argentina y los antiguos estados soviéticos.
Históricamente estos idiomas se hablaron en un área mayor: por el oeste hasta la desembocadura del Vístula en la actual Polonia, por el este al menos hasta el río Dnieper en la actual Bielorrusia, quizá incluso hasta Moscú, y por el sur quizá hasta Kiev. Se encuentran evidencias de lengua báltica en estas regiones en los hidrónimos (nombres de masas de agua), que tienen características bálticas. El uso de los hidrónimos suele aceptarse para determinar la extensión de la influencia de estas culturas, pero no la fecha de dicha influencia. La expansión histórica del uso de las lenguas eslavas por el sur y por el este, y de las lenguas germánicas por el oeste redujo la distribución geográfica de las lenguas bálticas hasta una fracción del área que originalmente ocupaban.
El grupo más numeroso de la familia indoeuropea de lenguas, dentro de territorio europeo, es el eslavo: aproximadamente lo forman unos 430 millones de hablantes, siendo también uno de los grupos de más rápida extensión dentro de esa familia, aunque la misma no se ha producido hasta recientemente.
Dichas lenguas se pueden dividir en 2 subgrupos diferenciados: Las subramas báltica y la eslavas. Estas, a su vez, plantean diferente grado de subdivisión. En ocasiones, estas subramas han sido consideradas por los filólogos dos ramas completamente diferentes, incluso con tentativas de ser unidas a otras ramas del indoeuropeo.
Hacia mediados del primer milenio a. C. la región del proto-báltico ya estaba marcada por distinciones dialectales y mil años más tarde la región de las lenguas bálticas comienza a estrecharse considerablemente; en ese tiempo la mayor parte del territorio báltico, la parte oriental, comienza a ser habitada por los eslavos que proceden del sur. Los baltos que allí habitaban fueron gradualmente asimilados por los eslavos, proceso que terminó hacia el siglo XIV. Una de esas tribus, los galindianos (goljadi), se menciona en una crónica del siglo XII.
La proto-lengua de los baltos orientales se divide en lituano y letón (latgaliano) hacia el siglo VII. Las otras lenguas de los baltos orientales se separaron también en el mismo tiempo. El selonio y el zemgaliano pudieron ser lenguas de transición entre el lituano y el letón. Sólo el curonio, que algunos consideran una lengua de transición entre los baltos occidentales y los orientales, pudo haberse desarrollado antes, de hecho el nombre de curonios (latín cori) acontece en el año 853, antes que los nombres de las otras tribus de los baltos orientales.
Las dos lenguas bálticas vivas, pero especialmente la lituana, tienen un alto grado de diversidad dialectal, reflejo de que hasta no hace mucho la población era agrícola y sedentaria y sus lenguas no se habían desarrollado como lenguas escritas hasta recientemente y en el caso del letón hasta el siglo XIX.
Las lenguas oficialmente reconocidas, clasificadas de acuerdo con criterios esencialmente geográficos, son: Grupo oriental (Ruso, Bielorruso, Ucraniano o ucranio, Rusino (ruteno)), Grupo occidental (Eslovaco, Checo, Moravo, Lenguas sorbias, Polabo, Polaco, Casubio), Grupo meridional (Esloveno, Serbo-croata y Bosnio, Montenegrino, Macedonio, Búlgaro, Antiguo eslavo)
La mayoría de las lenguas eslavas además están muy dialectalizadas, que a veces, según caso, pueden dificultar en menor medida, como es el caso del ruso, o en mayor, como es el caso del esloveno, la comunicación entre dos dialectos distintos. Debido a esta dialectalización en algunas partes del oeste de Eslovenia, sus hablantes usan un dialecto H. Dos nativos de distintas lenguas eslavas pueden entenderse con facilidad si hablan dos lenguas de la misma familia, por ejemplo un checo y un eslovaco, o un checo y un polaco; y con cierto grado de dificutad si sus lenguas pertenecen a dos ramas distintas, por ejemplo un ruso y un checo o un eslovaco y un serbio; encontrando el mayor grado de dificultad comunicativa entre el ruso y el esloveno. El polaco y las lenguas de la familia oriental (bielorruso, ruso y ucraniano) también son mutuamente inteligibles, estando el bielorruso y el ucraniano a medio camino entre el ruso y el polaco.
Todavía existen discrepancias menores sobre la clasificación interna de las lenguas indoeuropeas. En concreto, la mayor área de dificultades constituye el conjunto de lenguas paleobalcánicas, algunas de las cuales comparten numerosas isoglosas con las lenguas baltoeslavas, aunque no está claro si algunas de ellas formarían una unidad filogenética válida con algún grupo de las lenguas baltoeslavas.
Sobre las lenguas bálticas, se tiene la sospecha de que mantienen rasgos fonéticos arcaizantes, que pueden ayudar a reconstruir la fonolofía del protoindoeuropeo. El detalle de las carecterísticas fonéticas de estas lenguas está incluido en cada una de ellas cuando es posible o se tiene información sufiente.
Las lenguas eslavas tienen fama por ser difíciles de pronunciar para hablantes de otras lenguas; por ejemplo, resulta complicado pedir un helado (zmrzlina) en checo o decir hola (zdrávstvyjte) en ruso. También existen en estas lenguas algunas consonantes extrañas a otros indoeuropeos, por ejemplo la semivocal /l/ en polaco.
Las características básicas que hicieron diferenciarse al eslavo común de su raíz indoeuropea son tres:
Pérdida de la consonante final indoeuropea; latín taurus, eslavo turu; latín axis, eslavo osi.
Monodiptongación de los diptongos indoeuropeos; latín cruor, griego kreas, eslavo kruvi.
Palatalización progresiva. La palatalización es el proceso por el que la pronunciación de un sonido original no palatal se cambia a un sonido palatal al tocar el paladar con la lengua. Antes de vocales frontales la k' palatalizada se cambió a un sonido ts escrito como c y la g' cambió al sonido dz que después cambió a z. Los sonidos t' (de tj) y d' (de dj) cambiaron a diferentes oclusivas, africadas y aspirantes.
Unido al proceso de palatalización está el hecho del incremento de aspirantes no oclusivas. En ucraniano y en los dialectos rusos meridionales así como en bielorruso, checo, eslovaco, alto sorbio y en algunos dialectos eslovenos se ha desarrollado un sonido aspirante velar sonoro, formando un par con el sonido aspirante sordo x de la lengua proto-eslava. Las vocales nasales e y o se han preservado sólo en las lenguas lequíticas y en varios dialectos eslavos meridionales, espacialmente del esloveno.
El sistema vocálico es muy rico en las lenguas eslavas que han preservado las diferencias en el tono y la longitud de las vocales, como el serbo-croata, esloveno y casubio septentrional. La remodelación del sistema vocálico de las lenguas eslavas es en buena medida el resultado de la pérdida de los yers que tuvo sus efectos en diferentes dialectos.
En checo y eslovaco, al igual que en sorbio y casubio meridional, el acento se pone en la primera sílaba de la palabra, pero en polaco, eslovaco oriental y macedonio cae en la penúltima mientras que en macedonio normativo y occidental cae en la antepenúltima.
Mientras que la mayor parte de las lenguas indoeuropeas han perdido las terminaciones del verbo y el sustantivo, características del latín y el griego, las lenguas bálticas han preservado el complejo sistema de casos y además han desarrollado un sistema de distinciones tonales; de hecho, el letón y el lituano muestran características arcaicas indoeuropeas que se perdieron en las otras mucho antes de ser puestas por escrito. También estas dos lenguas comparten un extenso vocabulario común, aunque no son mutuamente inteligibles.
Las lenguas eslavas retienen gran parte de las características indoeuropeas antiguas. Los nombres tienen flexión y cambian de forma de acuerdo con el género, el caso y el número. Los nombres, adjetivos y pronombres distinguen hasta tres géneros (masculino, femenino y neutro), tres números (singular, plural y dual) y hasta siete casos (nominativo, acusativo, genitivo, dativo, instrumental, locativo y vocativo). El verbo marca persona, número, modo, aspecto, tiempo y a veces también género (esto último es una innovación respecto al indoeuropeo más antiguo).
Las semejanzas lexicográficas de las lenguas baltoeuropeas son múltiples; por ej., antiguo eslavo (por antiguo eslavo designamos indiferentemente el antiguo búlgaro y el eslavón), l'úd'ie `la gente'; ruso, Púdi; lituano, liáudis; letón, laudis. Así R. Trautmann pudo componer un amplio diccionario comparado baltoeuropeo solamente con vocablos de estirpe primitiva, excluyendo los préstamos a las lenguas bálticas del antiguo eslavo, del ruso y del polaco.
Las lenguas bálticas tienen préstamos de las eslavas (compárese el antiguo prusiano curtis 'perro de caza' lituano kùrtas, letón kuits que proceden del eslavo, en polaco chart; en lituano muilas 'sopa' en ruso mylo; en lituano suods 'castigo' en ruso sud). Además hay préstamos de las lenguas germánicas, como la gótica (en prusiano antiguo ylo 'punzón', en lituano ýla, en letón ilens) y posiblemente de las escandinavas también. Hay muchos préstamos del alemán, especialmente en el antiguo prusiano y el letón, consecuencia directa de la colonización germana del siglo XIII.
Los pueblos bálticos estuvieron en estrecho contacto con sus vecinos septentrionales, los balto-fineses hacia el 2.000 a. C. De este contacto quedó huella en las lenguas bálticas y balto-finesas, si bien las bálticas tienen pocos préstamos balto-fineses pero éstas últimas tienen muchos bálticos. El letón, que cuenta con muchos préstamos del livonio y del estonio, es la lengua báltica más influenciada por las lenguas balto-finesas.
En la escritura de las lenguas eslavas se usan los alfabetos cirílico y latino. Antiguamente, además se usaban los alfabetos glagolítico y el árabe.
El alfabeto lituano está basado en el romano y tiene 33 letras, de las que algunas emplean signos diacríticos. En la literatura, un acento se usa para los tonos descendientes y una tilde para los elevados; el acento grave se usa para las vocales cortas y enfatizadas.
El alfabeto letón tiene 33 letras de las que 11 tienen signos diacríticos. Un macrón sobre una vocal indica que es larga. En la literatura un acento grave se usa para los tonos descendientes, una tilde para los elevados y un circunflejo para los rotos.
La ortografía del prusiano antiguo estaba basada en la alemana de su tiempo y es bastante inconsistente, de hecho cada registro prusiano antiguo escrito tiene su propia ortografía específica.
Varias de las extintas lenguas bálticas tienen un testimonio escrito escaso o inexistente, y su existencia sólo se conoce por los testimonios de antiguos historiadores o por nombres de personas o lugares; todos los idiomas del grupo báltico (incluidos los dos supervivientes) se comenzaron a escribir relativamente tarde en su probable existencia como idiomas separados. Estos dos factores combinados con otros han oscurecido la historia de las lenguas bálticas, dando lugar a unas cuantas teorías sobre su posición en la familia indoeuropea.
Según la tradición y los registros escritos de que disponemos, los textos eslavos más antiguos proceden del siglo IX d. C., cuando los misioneros Constantino (Cirilo) y Metodio, hermanos de sangre, inventaron el alfabeto que lleva el nombre del primero, cirílico, para traducir la Biblia y partes de la liturgia ortodoxa a la lengua que ahora denominamos eslavo eclesiástico.
En las distintas lenguas, cuando estén disponibles.
El prusiano antiguo es una lengua báltica extinta, hablada por los habitantes de la zona que posteriormente se llamó Prusia Oriental (hoy repartida entre Polonia, Lituania y la región rusa de Kaliningrado) antes de las colonizaciones alemana y polaca del siglo XIII. Después de esta colonización, se empezó a hablar un dialecto del Bajo Alemán Oriental llamado también pruso, por lo que es conveniente no confundirlos. En la región lituana de Klaipėda existe un grupo de personas que intenta revivir una versión reconstruida de este idioma báltico.
El nombre de Prusia (en alemán Preußen) tiene su origen en los prusios, pueblos de procedencia báltica que fueron sometidos por la Orden Teutónica en el siglo XII, lo que que más tarde daría lugar al Ducado de Prusia en 1525.
Aunque se desconoce el origen exacto del término moderno, ya en el documento Descriptio civitatum et regionum ad septentrionalem plagam Danubii ("Descripción de las gentes y las tierras del norte del Danubio") de autor anónimo aparecen los prusios como Brusa, y en el libro Germania de Tácito lo hacen como Buri. Peter von Dusburg se refería a ellos como Pruteni en latín, aunque los prusios se denominaban a sí mismos con el nombre Prūsai, cuyo significado es debatido: podría derivar de prūta/prūota ('astucia', 'inteligencia'), prūsna ('rango', 'honor') o prūsas ('elevado'), derivado a su vez de la radical indoeuropea pūrusah (hombre, persona).
Se le da el nombre de "prusiano antiguo" para evitar la confusión con el adjetivo "prusiano", que se relaciona con el posterior Estado alemán (Prusia). El nombre del país en prusiano antiguo, sin ser latinizado, fue "Prusa"; esto puede usarse para reconstruir el idioma desde el estado posterior. El prusiano antiguo empezó a escribirse en el siglo XIV, y de él sobrevive muy poca literatura.
El primer estudio sistemático del idioma Prusiano antiguo fue llevado a cabo por Peter von Dusburg (m. 1326), también conocido como Pedro de Duisburgo, fue un sacerdote y cronista de los caballeros teutónicos. Conocido por su obra Chronicon terrae Prussiae, que describe las cruzadas de la Orden Teutónica del siglo XIII y principios del siglo XIV y las conquistas y sometimiento de los clanes prusianos. En 1324, probablemente durante una estancia en Königsberg, comenzó trabajando su Chronicon terrae Prussiae para el Gran Maestre Werner von Orseln. Hacia 1326, ya había finalizado una ampliación de un trabajo (ahora perdido) de un latinista que había escrito sobre las campañas de las primeras cruzadas bálticas. Esta versión fue revisada y ampliada tras su muerte para incluir los hechos acaecidos hasta 1330.
El llamado Vocabulario Elbing es un documento que consta de 802 palabras temáticamente ordenadas junto a sus equivalentes alemanas. Este manuscrito, copiado por Peter Holcwesscher de Marienburg en la frontera de los siglos XIV y XV, fue encontrado en 1825 por el padre Neumann entre otros manuscritos adquiridos por él de la herencia del comerciante de Elbing Grübnau A., que fue apodado así el Neumannianus Codex. Después, las palabras han sido reconstruidas en un sistema más unificado de ortografía por V. Mažiulis, un académico y colaborador de la recuperación de la lengua prusiana.
Además de los importantes aportes que a todas las lenguas bálticas les supuso el libro The Balts, de Marina Gimbautas en 1963, tres años después, en 1966, Vytautas Mažiulis publicó facsimiles de todos los documentos prusianos escritos. Pero en 1981, publicó la transliteración y traducción filológica de estos documentos. Finalmente, en 1988–1997, publicó su obra principal: 4 volúmenes del diccionario etimológico Prusiano, el cual presenta el análisis más profundo desde el punto de vista lingüístico del prusiano y la derivación de las palabras del báltico. Este trabajo permanecerá siendo indispensable para las futuras generaciones de prusologistas.
Origen
Los prusianos o prusios eran una etnia de origen báltico, originariamente instalada entre los ríos Neman o Nemunas y Minge. La zona poblada por los prusianos antiguos se extendía, hacia el este y en dirección suroeste, más allá de los confines históricos de la Prusia Oriental. En las zonas más centrales del asentamiento de los antiguos prusianos, los descubrimientos arqueológicos comprueban una presencia ininterrumpida de esta población desde fines del neolítico hasta fines del medioevo. Su expansión hacia la cuenca del Vístula tuvo lugar en el siglo VII, cuando la presencia de colonos germánicos era aún muy débil.
Los antiguos prusianos, cazadores y criadores de ganado, hablaron una lengua perteneciente al grupo báltico de la familia indoeuropea.
Desarrollo
El primer dato conocido sobre los habitantes de Prusia aparece bajo el nombre de prusi o borusi, aunque en el siglo I son llamados aistianos por Tácito. Ya en 956 d. C. aparece en los relatos de un viajero árabe procedente de España, Ibrahim ibn-Iakub, donde hace mención a un pueblo al que llama b(u)rús. Este nombre aparecerá posteriormente bajo diversas formas, incluyendo pruzze, prousi y borussus. Antiguamente ya había alusiones a este pueblo en la Geographia de Claudio Ptolomeo para denominar a las tribus galindai y soudinoi.
En el siglo XIII, la Orden Teutónica pudo someter a los prusios y adueñarse de su territorio tras una guerra que duró décadas. En las villas y aldeas habitadas por los prusios fueron impuestos como jefes locales prusianos conversos, detestados por sus habitantes, sobre todo porque obligaban a los campesinos por fuerza a las corvée. Esta forma de explotación, unida a la falta en el cumplimiento de las promesas a la libertad de culto, provocaron el descontento de la población prusiana báltica y luego rebeliones.
Los prusios encontraron un aliado en Swietopelk II, Duque de Pomerania, príncipe de la dinastía de los Samboridos, quien había comprendido que la Orden Teutónica no solo buscaba someter a los Prusios, sino crear en la región un potente Estado. Swantopolk fue excomulgado por aliarse con los prusios. Los prusios recuperaron por un tiempo retomar el dominio total de casi todo el país y expugnar o rendir a varios castillos de la Orden Teutónica. La Orden Teutónica pudo volver a invadir la Tierra de Chelmn solo con la ayuda del duque de Mazovia.
En 1243 el papa Inocencio IV proclamó la "santa" cruzada contra los prusios. En 1244 Swantepolk fue constreñido a pedir la paz a cambio de que la Orden cesase sus acciones bélicas contra los prusios. Solamente los castillos de Balga, Elbing, Kulm y Toruń quedaron en poder de la Orden Teutónica. La situación era de un dominio nominal por parte de la Orden Teutónica sobre los territorios prusianos. Tan es así que en 1249 se firmó un nuevo tratado de paz, en el cual se establecían en 18 puntos los deberes y derechos de las partes en conflicto.
En 1250 una grave derrota de los caballeros teutónicos puso fin a la tentativa de subyugar a los natangianos. Los galindios, que no habían sido todavía conquistados, se dirigieron al duque de Mazovia para prevenir los ataques de la Orden. Por toda respuesta, la Orden Teutónica emprendió en 1253 una expedición contra los bartianos y galindios. Los prusios se rebelaron nuevamente en 1256 y 1261, logrando rechazar a los caballeros de la Orden, los cuales, sin embargo, se acuartelaban en los principales castillos y al año siguiente volvieron a sofocar violentamente las rebeliones y retomaron el territorio de los prusios.
La resistencia de los prusios se fue debilitando lentamente. En 1271 el papa Clemente IV proclamó una nueva cruzada y a mediados de 1270 solamente las tribus más septentrionales no estaban sometidas. En 1283 el último jefe de los prusios, Skurdo, fue forzado a aceptar el bautismo.
Decenios de años en guerra tuvieron un costo humano altísimo: algunos estudiosos estiman que perdieron la vida entre el 20% y el 50% de los antiguos prusianos o prusios.
En los años sucesivos, la Orden Teutónica favoreció el aflujo de colonos alemanes, asimilando de hecho a la población indígena. Pese a ello los antiguos prusios lograron mantener su identidad hasta el siglo XVIII.
Los Prusianos propiamente dichos (también llamados Borusios) fueron sometidos sangrientamente por la Orden Teutónica alemana a partir del siglo XII, luego los Prusianos bálticos fueron asimilados por poblaciones migrantes de origen alemán, y en el sur de su territorio por polacos (en el sur los polacos procedentes de Mazovia se instalaron en Masuria y aunque los masurianos conservaron su dialecto polaco hasta el siglo XX, ya a fines del siglo XIX estaban muy asimilados por los alemanes).
Situación Actual
Hacia mediados del siglo XIV la mayoría de los habitantes de Prusia eran ya de habla germana, aunque el antiguo prusiano se mantuvo hasta el siglo XVII, cuando la población nativa fue totalmente asimilada.
Durante la Reforma y después de ella, grupos de personas protestantes de Polonia, Lituania, Francia y Austria encontraron refugio en Prusia. Estos nuevos inmigrantes provocaron un lento declive en el uso del antiguo prusiano, dado que los prusianos comenzaron a adoptar los idiomas de los recién llegados. El prusiano antiguo probablemente dejó de ser hablado alrededor del final del siglo XVII con la gran plaga.
Los Aesti, mencionados por Tácito en su Germania, podrían haber sido un pueblo hablante de prusiano antiguo. Según los describe Tácito, eran un pueblo como los demás suevos (un grupo de pueblos germánicos) pero con un idioma más "británico" (celta).
Los primeros prusianos estaban relacionados con los letones y los lituanos, viviendo en tribus en las boscosas regiones entre el bajo Vístula y el Niemen. Los primeros intentos de convertirlos al cristianismo en el siglo XI no tuvieron éxito. Sin embargo, en el siglo XIII fueron conquistados y cristianizados por los Caballeros de la Orden Teutónica, quienes fueron recompensados con las tierras prusianas por ayudar al Duque Conrado de Mazovia, en su lucha contra los prusianos.
Actualmente, en un intento por reconstruirlo y revivirlo fruto de interés académico principalmente, entre 50 y 200 personas de etnia prusiana lo usan regularmente como segunda lengua.
Es posible que hubiera diferencias dialectales entre las distintas tribus prusias, pero varias de ellas son claramente dialectos de una lengua común: el sambiano, hablado en la parte más septentrional, en la península de Sambia, el pomesiano, en la región más occidental, y que, por ello, fue posiblemente la forma que antes desapareció al ser asimilado por poblaciones germánicas y, por último, el nadruvio o nadruviano, que en ocasiones se ha considerado independiente del prusiano antiguo.
Los sambianos era uno de los clanes prusios que se menciona en la crónica de Peter von Dusburg que habitaron la península de Sambia, al norte de la ciudad de Königsberg (hoy Kaliningrado). Los sambianos estaban localizados en una zona costera muy rica en ámbar y comprometidos tempranamente en el comercio. Por lo tanto, establecieron contactos con naciones extranjeras mucho antes que cualquier otro clan prusiano. No obstante, como el resto de clanes, fueron conquistados por los caballeros teutónicos y expuestos a la asimilación y germanización, extinguiéndose como pueblo durante el siglo XVII.
Los pomesanios era uno de los clanes prusios que se menciona en la la crónica de Peter von Dusburg. Vivieron en Pomesania, una región histórica de la moderna Polonia, emplazada entre los ríos Nogat y Vistula al oeste y del Elbląg al este, localizada entre las ciudades de Elbląg y Malbork. Como clan prusiano más occidental, los pomesanios fueron los primeros en ser conquistados y sometidos por los caballeros teutónicos, una orden militar alemana que llegó a la tierra de Chełmno para convertir a los paganos al Cristianismo. Tras la germanización y posterior asimilación, los pormesanios se extingueron como pueblo en algún momento del siglo XVII. Según la mitología prusiana, el territorio posee el nombre de uno de los hijos del legandario caudillo prusio Widewuto, llamado Pomeso. Georg Gerullis determinó que su nombre deriva del prusiano antiguo pomedian, que significa franja del bosque. La palabra lituana pamedė, tiene el mismo significado según el lingüista Kazimieras Būga.
Los nadruvianos era un clan prusio que se extinguió en el siglo XVII. Vivieron en Nadruvia (también conocida en diversas publicaciones como: Nadruva, Nadrowite, Nadrovia, Nadrauen, Nadravia, Nadrow y Nadra), un amplio a territorio en el norte prusiano. Sus fronteras limitaban con los escalvianos en el río Neman al norte, los yotvingios o sudovios al este, y otras tribus minoritarias al sur. Mucha información sobre esta tribu procede de la crónica de Peter von Dusburg.
En 1236 Peter von Dusburg escribió que en Nadruvia estaba localizado el templo de Romuva, el centro sagrado del paganismo báltico. Romuva Kriwe, el sacerdote mayor o Papa pagano, gobernaba sobre el aspecto espiritual de todos los pueblos bálticos. No existen otras fuentes sobre este lugar y los investigadores tienen profundas dudas si realmente existió una estructura organizada.
Existen varias teorías sobre el nombre del clan: El lingüista Kazimieras Būga identifica *Nadravo del prusiano antiguo na (sobre) y dravis (bosques). Kazys Kuzavinis y Zigmas Zinkevičius lo sitúan como origen indoeuropeo, na y *dhreu- (flujo). Vilius Pėteraitis sugiere que es una derivación de uno de los nombres del río Pregolya, Drava, un apelativo que ya no sobrevive hoy y como en otras tribus prusias, el folclore cita que Nadruvia fue bautizada en honor del hijo de caudillo prusiano Widewuto llamado Nadro.
Mientras muchos lingüistas están de acuerdo que los nadruvianos pertenecían a la nación prusia, algunos historiadores argumentan que era una tribu bastante más independiente y más cercanos a los lituanos que a los prusianos. El asunto es mucho más complicado por el hecho que el área fue despoblada ampliamente por los cruzados y sus luchas contra prusianos y lituanos, posteriormente fue repoblada por colonos alemanes y lituanos, por lo tanto es imposible determinar si los lituanos ya habitaban en la zona o migraron más tarde.
Los hoy desaparecidos escalvianos habitaban la tierra de Escalvia (o Escalovia) al sur de los curios o curonianos, en la ribera baja del río Neman hacia el año 1240 D.C. De acuerdo con las crónicas de Prusia, el nombre de esta tribu deriva de los hermanos prusianos bálticos llamados schalauo. La capital de la Escalovia se supone era Ragnit (Raganite). Según las excavaciones arqueológicas, se supone que los escalvianos estuvieron relacionados con otros puebos bálticos como los citados curonios y mucho menos relacionados con los pueblos bálticos orientales como los letones y lituanos. Existe un idioma que podríamos considerar un dialecto prusiano asociado a este pueblo, con código ISO-639-3 svg
El prusiano antiguo está estrechamente emparentado con las otras lenguas bálticas extintas, el galindiano (hablado antiguamente en el territorio del sur por los galindios) y el sudoviano (al este, hablado por los sudovios). Su relación es más lejana con las lenguas bálticas orientales, aún vivas, el lituano y más aún con el letón.
En contraste con el lituano y el letón, el antiguo prusiano retuvo el diptongo báltico ei (antiguo prusiano deiws 'Dios', lituano dievas, letón dievs; antiguo prusiano deinan 'día', lituano dienà, letón dìena. En lugar de las lituanas š y ž, el prusiano antiguo y el letón (como el curonio, zemgaliano y selonio) tienen s y z, como el prusiano antiguo assis 'eje', lituano ašis; prusiano antiguo (po)sinnat 'confesar', letón zinat, lituano zinoti 'conocer'. El grupo s + j (y z + j) en prusiano antiguo cambió, como en letón a š (y ž): prusiano antiguo schan 'esto', letón šúo, lituano sia. En contraste con el lituano y el letón, el prusiano antiguo no reemplazó el grupo t + j y d + j por sonidos africados: antiguo prusiano median 'bosque', lituano medžias, letón mežs.
El énfasis en la palabra era libre en prusiano antiguo al igual que ocurre en lituano, cosa que en letón ocurre en la primera sílaba. El prusiano antiguo tenía tonos, en lo cual era similar al letón, correspondiendo la entonación circunfleja al tono descendiente en prusiano antiguo y el acento al tono elevado.
En prusiano antiguo hubo un género neutro, que se perdió en lituano y en letón, como assaran 'lago' en prusiano antiguo, lituano ežeras, letón ezers; prusiano antiguo bast 'soga', lituano lùnkas, letón l0ks. En morfología el prusiano antiguo difiere del lituano y del letón en más de un ejemplo, como en la terminación del genitivo singular: prusiano antiguo deiw-as 'de Dios', lituano diev-o, letón diev-a. El prusiano antiguo no tenía número dual, sólo singular y plural. Los nombres se declinaban de acuerdo a siete tipos, habiendo seis casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo y vocativo. Todos los verbos tenían tres formas separadas en el plural pero no en el singular, siendo la tercera persona la misma en singular y plural. Había tres tiempos: presente, pasado y futuro.
El vocabulario del prusiano antiguo era muy similar al del lituano y al del letón, más cercano al primero que al segundo, si bien retuvo mayor número de arcaísmos que los otros dos.
Topónimos de origen balto-prusiano o antiguo prusiano son: Barta, Chelmno, Notanga, Pamede, Sasna, Lubava, Suduwa, Galinda, Nadruwa, Pagude, Semba, Skalwa y Warme.
El Padre Nuestro en antiguo prusiano (del llamado Primer Catecismo)
Thawe nuson kas tu asse Andangon,
Swintits wirst twais Emmens;
Pergeis twais Laeims;
Twais Quaits audasseisin na Semmey, key Andangon;
Nusan deininan Geittin deis numons schindeinan;
Bha atwerpeis numans nuson Auschautins, kay mas atwerpimay nuson Auschautenikamans;
Bha ny wedais mans Enperbandan;
Sclait is rankeis mans assa Wargan. Amen
Utilizaron el alfabeto Latino.
Los escritos en prusiano antiguo, y también en cualquier lengua báltica, más antiguos estaban escritos en un vocabulario germano-prusiano denominado vocabulario Elbing, compilado hacia el año 1300 y existente en una copia que procede del 1400. Este vocabulario consiste de 802 palabras prusianas antiguas y el mismo número de palabras germanas, habiendo siso escrito en el dialecto prusiano meridional, en Pomerania. Más pobre que este vocabulario es el compilado por Simon Grunau, consistiendo de 100 palabras prusianas antigua y otras tantas alemanas, escrito en 1517 y 1526.
La principal fuente de conocimiento del antiguo prusiano procede de tres catecismos de la Reforma del siglo XVI basados en los dialectos de Sambia y traducidos del alemán; el primero tuvo como base el Catecismo Menor de Lutero y se hicieron 197 copias del mismo; el segundo es una revisión del primero y se imprimieron 192 copias; ambos catecismos fueron editados en Königsberg. Estos dos catecismos son muy cortos y anónimos. El tercer catecismo, o Enchiridion, fue traducido en 1561 al antiguo prusiano por Abel Will, pastor de Pobeten. La lengua de estos tres catecismos es pobre pues las traducciones son literales y hay muchos errores en lenguaje y ortografía, aunque a pesar de eso son una fuente inestimable para el estudio de la lengua. Salvo estos tres documentos no se conoce nada más del antiguo prusiano excepto topónimos y nombres personales dispersos en otras fuentes.
aīns, dwāi, trijan, keturjāi, pēnkjāi, *usjai, *septīnjai, *astōnjai, *newīnjai, desīmtan
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Lengua hablada en lo que actualmente correspondería a una región del norte de Polonia en frontera con Rusia hasta el siglo XIV D.C. Era muy similar al antiguo prusiano, aunque se considera un idioma independiente.
La etimología del nombre galindios puede derivar de la palabra báltica *galas ("el final"), en alusión al hecho que ellos solían asentarse más allá de oriente o de occidente en comparación a cualquier otra tribu báltica.
Otro origen posible de la palabra galindo es derivada de los hidrónimos de Gielądzkie Jezioro en la provincia de Olsztyn, Polonia, en lo que fue el centro de Galindia antigua. J. Nalepa (1971*) sugirió que la raíz *gal- era originalmente una palabra de la misma raíz que se encuentra en Lituano: "gilus" - profundo, y "gelme" - profundidad. El significado original se refería a la profundidad del lago mencionado, que es uno de los más profundos del área.
Desde el siglo II DC, aparecen nombres de las diferentes tribus prusianas: Ptolomeo (c. 100-78) conocía "Soudinoi" y "Galindai", Sudovios y Galindianos, lo que demuestra que las tribus prusianas tuvieron sus nombres individuales propios posiblemente en un periodo anterior. Muchos siglos más tarde, Sudovios y Galindianos seguían siendo designados por estos mismos nombres en la lista de las tribus prusianas. En 1326, Dusburg, el cronista de la Orden Teutónica, mencionó diez tribus prusianas, incluyendo los Sudovios ("Sudowite") y los Galindianos ("Galindite").
En los textos de Laurentiano e Hypatian, los Galindianos (orientales, no los hablantes del verdadero idioma galindiano) aparecen en 1058 y 1147 en la forma eslava Goljad'. Lingüísticamente esto viene del ruso antiguo Goljadĭ, la forma más antigua de las cuales fue *Golędĭ. Estas formas se corresponden con los proto-báltico *Galinda.
Para la historia del Báltico estos pocos fragmentos grabados son de sumo valor: muestran que los bálticos orientales lucharon contra la colonización eslava en la Rusia actual durante 600 años y, para los estudios lingüísticos y arqueológicos, son la base para la reconstrucción de la zona de distribución de los tempranos bálticos.
Origen
Los primeros antepasados de los bálticos occidentales fueron los miembros de la cultura poliétnica de Barrow y los grupos de Mazovia-Podlasie de la cultura Trzciniec a lo largo de la cuenca del río Bug, que limita con la cultura de las Tierras Altas Podolian más al sur. La cultura báltica Trzciniec (cerámica "rayada") se relaciona con la cultura Komarov, pero son diferentes, tanto en la cerámica, como orfebrería, hidrónimos y ritos funerarios.
La cultura Barrow del oeste del Báltico y la cultura Trzciniec se convirtieron en el horizonte cultura que evolucionó hacia lo que sería la posterior Pomerania. El área del dialecto báltico occidental floreció con su comercio de ámbar con la cultura Unitice y otras. Aún en la Edad del Hierro (600 A.C.), el límite sur del territorio de la gran cultura Sudovia tenía frontera con las culturas eslavas o escitas de Chernoles. La cultura báltica vecina de Milograd era más similar a los bálticos Orientales y Centrales.
Desarrollo
Claudio Ptolomeo fue el primero en mencionar a los galindios (Galindoi - Γαλίνδαι) en el siglo II d.C.
Desde el siglo VI-VII hasta el siglo XVII, los galindios seguían activos y se concentraban como clan prusiano de los *Galindios.
Las crónicas rusas identifican a los galindios orientales como Goliadj en 1058. El príncipe Yuri Dolgoruki lanzó una campaña contra ellos en 1147, el mismo año que se menciona a Moscú en las crónicas. Después de este episodio, los galindios orientales no se mencionan de nuevo, aunque es muy probable que no fueran completamente asimilados por los rusos hasta los siglos XV o XVI.
En el antiguo prusiano, Galindo fue también el nombre de una región tribal en la parte sur de la Prusia del Báltico. El Galindiano prusiano fue mencionado por Ptolomeo en su geografía. Los Galindianos de lo que hoy es Rusia fueron muy probablemente llamados así porque eran la tribu más alejada del Báltico, hacia el este.
En los siglos XI y XII habían sido rodeados por todos lados por los rusos. Los duques rusos siguieron luchando durante siglos antes de que finalmente lograron derrotarlos. Su resistencia aparentemente fue aplastada, y no pudieron sobrevivir, siendo presionados por un número creciente de pueblos eslavos.
Situación Actual
El idioma que hablaban estos antiguos prusianos de Galindia se extinguió en el siglo XVII, principalmente por la masiva inmigración de protestantes durante los siglos XV y XVI buscando refugio procedentes de la Polonia católica en la zona galindia y la administración germánica de Prusia.
El término galindios puede aplicarse a dos grupos tribales, ya extinguidos, del Báltico. Comúnmente se llama galindios al pueblo occidental que habitaba el sureste de Prusia y menos corrientemente al grupo que habitaba en el área de lo que actualmente es Moscú, Rusia. El verdadero grupo de hablantes de esta lengua, por tanto, corresponde a los llamados galindios occidentales.
Los galindios occidentales (en prusiano antiguo: *Galindis, en latín: Galindae) fueron primeramente una tribu báltica occidental y más tarde un clan prusiano antiguo que habitaron en Galindia, una vasta zona de la actual Masuria pero ampliado más al sur, lo que posteriormente se conocería como Ducado de Mazovia, adyacente al territorio de los yotvingios, actualmente Voivodato de Podlaquia.
Los galindios orientales (*Galindai, en ruso: Goliadj, голядь, del antiguo eslavo oriental *Golędĭ) es una tribu báltica extinta, que pertenecería al grupo oriental báltico, que habitó en el siglo IV en la ribera del río Protvá, cerca de las ciudades rusas de Mozhaysk, Vereya y Borovsk. También ocuparon la zona de Kaluga Oblast hasta que los primeros eslavos orientales se asentaron durante los siglos VII y VIII.
Se desconoce si los Galindios orientales y los occidentales hablaban formas diferentes del galindiano. Parece ser que ni siquiera fuesen tribus relacionadas y que su denominación sea coincidente por la significación de "alejados de" que conlleva, pero no por tener un parentesco más allá de la pertenencia a las tribus bálticas.
Es una de las lenguas del grupo occidental de las tribus bálticas. Muy próximo al Antiguo Prusiano, muchos consideran la posibilidad de que se tratase de una variación del mismo o de un continuo dialectal que agruparía las variedades de otras tribus próximas.
La vecina cultura Wielbark y su interacción con las tribus bálticas occidentales, especialmente los Galindianos, parece haber sido cooperativa y mutuamente beneficiosa. La frontera entre los dos puede dar cuenta de ciertos préstamos de tipo gótico a las lenguas bálticas.
El Galindiano tenía las mismas cuatro clases de acento nominal igual que el Lituano, pero había conservado su estado original acentual del báltico (acento agudo ascendiente y un acento circunflejo decayente).
Las características únicas del báltico occidental son reliquias de las zonas dialectales del Proto-Indo-Europeo del horizonte de la cultura Sredny Stog (4500-3350 aC).
El núcleo de declinaciones de los idiomas bálticos occidentales (Antiguo Prusiano, Sudovio y Galindio) muestran características arcaicas vinculándolos con las de la rama germánica y el griego.
Una característica clave de las lenguas bálticas occidentales es el género neutro nominativo singular terminando en [-n]. Esto se nota en palabras como Kelan (rueda), Azeran (lago), y Dadan (leche). Hay también muchas palabras de género neutro que terminan en [-u], tales como Panu (fuego), Peku (ganado). El Lituano todavía tiene el género neutro en algunos adjetivos que terminan en -a,-ia, o -u, así como en participios neutros.
Otra característica del Báltico Occidental es el genitivo singular terminando en declinatorio [-as] las palabras que terminan en [-as] o [-an] en el caso nominativo. Esta característica arcaica se comparte con la lengua hitita. El final declinatorio también cambia la marca del acento a la sílaba final.
Algunas diferencias léxicas muy arcaicas existen entre los dialectos del Báltico occidental y los del Báltico oriental. La palabra "fuego" es sólo un ejemplo. Los bálticos occidentales utilizan la palabra "Panu", mientras que los bálticos orientales utilizan la palabra (Lituano) "ugnis". Otro ejemplo es la palabra que significa "rueda". Los bálticos occidentales utilizan la palabra "Kelan", mientras que los bálticos orientales utilizan la palabra (Lituano) "ratas". Estas palabras tienen cognados en otras antiguas lenguas indoeuropeas.
Sustratos no indoeuropeos orientales son probablemente responsables de variaciones en la fonética, así como la pérdida más reciente del género neutro en el este del Báltico. El Letón ya ha perdido adjetivos neutros aunque el lituano aún los conserva, sin embargo, la acentuación del letón indica que el neutro es una parte distinta de la lengua, incluso posterior a la época en la que los dialectos se convirtieron en idiomas.
Sin datos disponibles. Presumiblemente, usarían, como su cercano pariente el Antiguo Prusiano, el alfabeto latino.
No se han encontrado testimonios escritos en galindiano.
Sin datos disponibles.
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El sudovio (también conocido como jatvingiano o yavingiano o yovingiano) es una lengua extinta del grupo occidental balcánico, relacionado muy de cerca con el antiguo prusiano, que se hablaba en el suroeste del río Nemunas en lo que ahora es Lituania, al este de Galindia y al norte de Yovingia, además de por exiliados en el este de Prusia.
El nombre Sūduva, según Vytautas Mažiulis ("Prūsų kalbos etimologijos žodynas", "Diccionario Etimológico de la Lengua Prusiana"), deriva del hidrónimo local "*Sūd(a)vā", que a su vez deriva de la raíz de forma verbal báltica "*sū-": fluir, manar.
Se han alcanzado notables resultados durante las décadas recientes (dice Gimbutas en 1963) en las antiguas tierras de los sudovios bálticos en lo que actualmente es el norte de Polonia donde han sido llevadas a cabo numerosas excavaciones por el museo arqueológico de Varsovia y el museo de Bialystok encabezadas por J. Antoniewicz.
Ese estudio se pone de manifiesto en los libros de Marija Gimbutas (The Balts, 1963) y en estudios de grupos interesados en revivir, como en el caso del Prusiano Antiguo, la lengua extinta, llegando a afirmar que, simplemente, está latente.
Origen
Según la Historiae de Herodoto (siglo V a.C.), los Neuri (Νέυροι) era una tribu que habitaban entre los cultivadores escitas, una de las naciones asentadas a lo largo del Hypanis, al oeste de Borístenes (río Dniéper). Una amplísima área que comprende la actual Belarús y Polonia oriental por el río Narew que coincide con el territorio lingüistico yotvingio de topónimos e hidrónimos.
Los hallazgos arqueológicos muestran que tanto la actual Podlasie en la Polonia oriental como Polesie en el occidente de Bielorrusia perteneció a los sudovios hasta el comienzo de la historia.
Desarrollo
El período comprendido entre el siglo V y el siglo IX, o la "Edad de Hierro Medio" corre paralelo a dos acontecimientos importantes: la expansión eslava en las tierras de la zona oriental de los bálticos que se inició alrededor del año 400 y la expasión de vikingos suecos hacia las costas bálticas del este que se inició alrededor del año 650. Sin embargo, la mayor parte de las tribus bálticas resistieron las agresiones y siguieron desarrollando aún más su cultura individual.
Sudovios y lituanos lograron sobrevivir en sus antiguas tierras. Sus ornamentos y cerámica que data de la época de la "edad de oro" hasta el siglo X se encuentran en la actualidad al norte de Polonia. Durante los siglos VI y VII, los galianos se habían expandido en el norte de Letonia, que anteriormente había sido ocupado por tribus finougrias occidentales.
Tras largas guerras con los eslavos durante los siglos XI y XII D.C. llevaron los límites meridionales de la tribuo sudovia hasta la línea del río Narrew y en el S XIII fueron retirados más al norte hasta la línea de Ostrówka (Osterode)–Olsztyn (Allenstein).
La "cruzada" de los caballeros teutores (entre comillas, ya que implicó el sacrificio de la gente y una completa devastación de aldeas y campos) se inició en la zona inferior del Vístula, alrededor del 1237-38 (Pomesania) y Pagudė (Pogesania) ya estaban en de la Orden regla. Un levantamiento de Prusia en 1242 contuvo un avance adicional Teutón durante algún tiempo, pero por 1260 casi toda la región báltica occidental y las provincias del norte de Prusia había sido conquistadas. En 1260, otro levantamiento comenzó, que fue aplastada con la mayor severidad en 1274. Los nadruvios fueron masacrados casi hasta el último hombre y sus tierras se convirtieron en un desierto. El último en caer como resultado de las continuas guerras con los polacos (Masurians) y teutones en el último cuarto del siglo XIII fue el pueblo sudovio (Jatviano). Después de la pérdida de casi dos tercios del territorio prusiano en el sur debido a la expansión rusa y polaca antes del siglo XIII, y después de una tremenda pérdida de vidas en las guerras con los teutones, de unos 170.000 antiguos Prusianos quedaron, en la Península de Samland, la más densamente poblada zona, su número se redujo a unos 22.000.
Situación Actual
Tras la derrota ante los teutones, cuyo objetivo último era favorecer la germanización y expasión germánica en tierras bálticas, los sudovios, al igual que las demás tribus prusianas, fueron obligadas a aceptar condiciones de servidumbre y de abandono de su cultura, su lenguaje, etc. Con lo que poco a poco fue desapareciendo hasta su total extinción, posiblemente en algún momento del siglo XVIII pues ya solo estaba relegado a alguna población marginal anciana y en el campo.
Los Yotvingios o Sudovios (también llamados Suduvios, Jatvios, o Jatvingios) fueron un pueblo báltico con estrechos lazos culturales con lituanos y prusianos.
En todas las tierras bálticas no tocadas por la expansión eslava encontramos más desarrollo de la cultura cuyos cimientos habían sido asentados durante los primeros siglos de nuestra era. El patrón de siglos de división en unidades tribales se mantuvo casi igual. Cada tribu tenía Báltico sus propios tipos de sepulturas y ritos funerarios. Los prusianos incineraban a sus muertos y depositaban los huesos cremados en urnas o fosas en las tumbas planas. Los sudovios, que en los primeros cuatro siglos exhumaron a sus muertos bajo túmulos cubiertos con piedra, comenzaron ritos de cremación en el siglo V. Sus túmulos cubiertos de piedra contenían varias tumbas, algunas de las cuales podrían pertenecer a una familia.
Aunque el sudovio y el yovingio eran dialectos separados del mismo lenguaje, ambos convergieron a un idioma común alrededor del siglo X D.C. cuando ambas naciones crearon una federación junto con los danovianos. Peter of Dusburg, en su crónica de las tierras prusianas del siglo XIV, menciona a Sudovia y los sudovitas.
Por otro lado, los nombres yotvingios y sudovios no se mencionaron juntos en un mismo periodo, por lo que ambos nombres pueden referirse al mismo pueblo. En la sentencia de Breslavia del emperador Segismundo de Luxemburgo a la Orden de Livonia (1325) se la denomina to Suderlandt alias Jetuen. En dos citas (1253 y 1259) de Mindaugas se aplican nuevos nombres: Dainava, Deynowe, Dainowe, Denowe (tierra de canciones).
El sudivio (en ocasiones llamado suduviano, jatvio, o jatvingio) es la lengua más oriental del grupo de las occidentales de las lenguas bálticas, en contacto con las lenguas lituanas.
El sudovio tiene las mismas cuatro clases de acento nominal que el lituano, pero ha conservado su original acentuación del Báltico (acento agudo en ascenso y un acento circunflejo decadente).
El sudovio se pronuncia parecido a lituano o letón. La "j" se pronuncia como el Inglés "y", como en "you". La "o" larga es sólo eso. El "ai" se pronuncia a menudo como "ei", como en los dialectos lituanos de Suvalkija. En el habla rápida, puede producirse la reducción opcional de terminaciones nominales[-as], y [-is]. Otros cambios vocálicos tienen su reflejo en otros dialectos lituanos.
Las palabras que comienzan con las vocales labiales [o-] o [u-] tienen la partícula protésica [v-], propia del Báltico occidental, que continúa hasta nuestros días enel dialecto de Vilkaviškis, y otros lugares en Sūduva.
Ejemplos - * "Mate"> "mote" en el área del dialecto Sūduva. "urvas"> "vurvas" en Vilkaviškis y Sūduva.
Palabras que comienzan con [v-] debilitan este sonido como por ejemplo - vōkapirmas "Creador". Un debilitamiento paralelo se conoce en sorbio. Algunos dicen que la protésica [v-] está "neutralizada".
La lengua jatvíngia tiene seis casos gramaticales: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo y locativo, así como una compleja morfología con una gran variedad de modos gramaticales.
Algunas de las palabras del sudovio quedan como heredadas en el lituano y han pervivido hasta nuestros días.
Unas cuantas frases para manterner una posible conversación en sudovio, serían:
Kails! Kai jūms ait? Hola! ¿Cómo estás?
Denkauj, sparts laban. Gracias, muy bien.
Kails anksteinai! ¡Buenos días!
Laban deinan! ¡Buenos días!
Laban vakran! ¡Buenas noches!
Laban naktin! ¡Buenas noches!
Laban pentan! ¡Adiós!
Sandeiv! ¡Adiós!
Majim enimavinga ast jūms erzinotunsi. Encantado de conocerte.
Kai aste bilītan? ¿Cuál es tu nombre?
Majs emens ast Jozeps. Mi nombre es José.
Kvei jus buvinite? ¿Dónde vives?
Como buvina en Sūduvai. Yo vivo en Suduvia.
Kai voran aste? ¿Cuántos años tienes?
As asmu staisun penkdesimtvushai metans voran. Tengo 56 años.
Ka ast jūsun dēlan? ¿Qué es lo que haces (trabajo)?
Kavīda savaites deina ast shandeinan? ¿Qué día de la semana es hoy?
Shandeinan ast Pusisavaite. Hoy es miércoles.
Ir be, kavīds mēns? Y también, ¿qué mes?
Shanmēnan ast Gēles. Este mes es abril.
Jo, jo. Sí, sí.
Kvei pardost geitin ir be sūrin? ¿Dónde está el pan y también se vende queso?
En stasmai kaupai. En el mercado.
Keli kainina Medus? ¿Cuánto es el precio de la miel?
Maz'būt,... ains lits. Tal vez, ... un litas.
Menei skeldi ait. Me tengo que ir.
Labán giliukan! ¡Buena suerte!
El único alfabeto conocido es el latino. Aunque es posible que tuvieran algunas palabras usadas en runas del antiguo nórdico, debido a las migraciones vikingas.
La cuenta de Hieronymus Melecio, "Warhafftige Beschreibung der Sudawen auff Samland sambt ihren Bock heyligen und Ceremonien" (La verdadera descripción de los sudovios en Samland junto con sus santificaciones y ceremonias) que salió en dos ediciones a mediados del siglo XVI contenía algunas frases del enclave exiliado sudovio:
Kails naussen gnigethe.
Kellewesze perioth, Kellewesze perioth.
Ocho Moy myle Schwante Panike.
Beigeite beygeyte peckolle.
Kails poskails Ains antres par.
También está la riqueza de topónimos regionales, hidrónimos y vocabulario preservado para nosotros por los que se quedaron en su tierra natal, y sobrevivieron. Este léxico se basa en todas esas fuentes regionales históricas y auténticas. Las afirmaciones de algunos sobre que no existen registros de la lengua Sūdovian son (o parecen ser) infundadas.
ainas, dvai, tri‹s, keturei, penkei, ushai, septinei, asto‹nei, nevinei, desimtis
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El curonio es una de las lenguas bálticas actualmente extinguida hablada por los curonios o Kurs en la zona correspondiente a lo que se conoce como Curlandia, región noroccidental de la actual Letonia.
El idioma, en ocasiones es llamado antiguo curonio, para distinguirlo del nuevo curonio que no es más que un dialecto del actual idioma letón hablado también en la misma zona en la que se había hablado el antiguo curonio, sin que esto implique ninguna relación lingüística entre antiguo y nuevo curonio.
Además de la habitual referencia en estudios sobre las tribus bálticas de Marija Gimbuta, los entusiastas del idioma curonio, Paul Kwauka y Richard Pietsch, han estado tratando de preservar los conocimientos sobre la lengua. Después de la disolución de la Unión Soviética, los países bálticos están observando un resurgimiento del interés científico y cultural en las lenguas bálticas extintas y sus tribus. Un ejemplo es la película documental "Tarp 8 vėjų" ("En mitad de 8 vientos") por Barysas Arturas sobre la desaparición de la lengua Curonia.
Origen
Como las demás tribus bálticas, los curonios se asentaron en la región que ocuparon y posiblemente diferenciaron su lengua de un posible protobáltico en torno a algún momento del milenio I A.C. A partir del siglo V D.C. Se tiene constancia de su presencia.
Desarrollo
Los curonios, o kurshes, eran una tribu báltica que vivía en lo que ahora es la esquina noroeste de Letonia, inmediatamente al sur de la isla estonia de Saaremaa, y al oeste de los poderosos samogitianos. En el siglo XII los pueblos tanto de Saaremaa y Curlandia habían construido una fuerte tradición marinera y participaron activamente en las incursiones hacia el oeste. Causada gran irritación en Dinamarca por este tipo de ataques en su territorio, dio como resultado varios ataques de represalia contra los bálticos.
Hacia el 650 D.C. los suecos habían establecido la fortaleza de Seeburg (cerca de la actual Grobina) en Curlandia. Esto es seguido por un puesto de comercio que sobrevive hasta principios del siglo IX, cuando los invasores son derrotados por la población local.
Como se menciona en la Saga Norna-Gests þáttr, alrededor del 750 D.C., el rey de los suecos combate con los Curonios en la región más meridional de las tierras suecas.
En 853, los daneses lanzan una campaña contra la curonios. Sin embargo, como parte de los temidos "Vikingos Orientales", los curonios lucharon contra los daneses en una batalla naval, derrotándolos y esclavizando a la mitad de sus atacantes.
Los curonios y los osilianos se mencionan en las sagas nórdicas y especialmente en Heimskringla de Snorri Sturluson como Víkingr frá Esthland (vikingos estonios). Otras fuentes escritas importantes que citan a los curonios son: la crónica de Enrique de Livonia, la crónica rimada de Livonia, donde Enrique de Livonia menciona a sus "barcos piratas" así como la mencionada saga de Egil Skallagrímson y Gesta Danorum de Saxo Grammaticus.
La crónica de Adán de Bremen, en 1070, informa de la existencia de una iglesia en Kurland, construida por un comerciante ya en la segunda mitad del siglo XI. El monje Hiltinus es nombrado obispo del Báltico por el arzobispo de Bremen en aproximadamente este año. La misión no puede considerarse un éxito, sin embargo, pues tras dos años, su misión termina con su muerte.
En 1187, los "paganos del Mar del Este" (estonios de Saaremaa, Curonios y Sembios de Prusia) conquistaron Sigtuna, la ciudad más importante de los suecos, que luego queman. El capítulo 46 de la Saga de Egil Skallagrímson describe una expedición vikinga dirigida por Thorolf Kveldulfsson y Egill Skallagrímsson en Curlandia. Los curonios también tomaron parte en el ataque a la ciudad sueca de Sigtuna en 1187.
Entre 1230 y 1234, el rey Lamikis firma un acuerdo que acepta el cristianismo en territorio curonio. En 1234, un fraile dominico con el nombre de Engelbert es nombrado el primer obispo de Curlandia. El obispado de Curlandia se declaró formalmente en 11 de febrero 1232.
La Cruzada del Norte vio a los daneses asegurar todo el norte de Estonia por la fuerza, mientras que el resto de los países bálticos sufrió el mismo proceso desde el sur. Lo que ahora es Estonia y Letonia rápidamente llegó a ser gobernado por príncipes-obispos alemanes en Curlandia, Dorpat, Ösel-Wiek, y, gobernando el corazón de Letonia después, el príncipe-obispo de Riga. Los Caballeros de Livonia conquistaron el resto de Letonia y Estonia central. El territorio capturado por Dinamarca entre Estonia y Lituania se hizo conocido como Livonia. El distrito de Grobin (Grobina) fue cedido a los caballeros de Livonia.
Fueron conquistados por la Orden de Livonia en 1266 y finalmente se unieron con otras tribus.
Durante este periodo, importantes cambios étnicos se llevaron a cabo entre los pueblos bálticos. Dentro de los confines de Livonia, la fusión de los Latgales afines a los selonios y los curonios en un solo pueblo tuvo lugar, emergiendo como los letones actuales. Tomaron ese nombre desde el más numeroso de los pueblos bálticos en Livonia, los Latgales (Letti o Letten). Los Kurshes o curonios, no obstante, preservaron su identidad étnica única ya que la mayoría, se menciona como un pueblo separado hasta el siglo XVI.
Situación Actual
En Lituania, la lengua se extinguió en el siglo XVI. Se cree que los últimos curonios que todavía hablaban curonio vivieron en el siglo XVII en el golfo de Riga, una zona que se asimiló lingüísticamente por el letón.
Los curonios vivieron a lo largo de la costa del Golfo de Riga, excepto en una franja septentrional habitada por pueblos ugro-fineses. Hasta finales del siglo XVI las fuentes históricas señalan que la lengua curonia difería de las lenguas vecinas; sin embargo, hacia el siglo XVII encontramos testimonios que hablan de cómo los curonios hablan letón. Una parte de los curonios adoptaron la lengua lituana y hay rastros del curonio en los dialectos bajo lituanos (samogitianos), igual que hay rastros de la lengua original curonia en el dialecto letón nuevo curonio.
Los Curonios o curios (también llamados Kursi, en letón kurši, en lituano kuršiai) son una de las tribus extintas de los pueblos bálticos que formaron la nación letona. Dieron su nombre a la nación de Curlandia y a la provincia moderna letona de Kurzeme. Hablaban la lengua curonia. Vivieron en territorios de las actuales Letonia y Lituania del siglo V al siglo XIII.
Los curonios eran conocidos por ser fieros guerreros y excelentes marinos y piratas. Estuvieron implicados en varias guerras y alianzas con vikingos de Suecia, Dinamarca e Islandia.
Los curonios fueron uno de los últimos pueblos letones en adoptar el cristianismo, aunque algunas costumbres paganas pervivieron hasta el siglo XIX.
Sin datos disponibles.
No queda casi nada del antiguo idioma curonio y no está claro si pertenecía al grupo de las lenguas bálticas occidentales o al de las orientales. En esta clasificación, nos hemos inclinado por la primera de las dos opciones, después de ver que en la mayoría de las fuentes consultadas aparecía como una tribu balto-occidental.
Su fonética fue similar a la del lituano: cada consonante oclusiva tenía su variante palatal, el acento era libre y tonal. Las vocales podrían ser largas y cortas.
El lenguaje curonio, obviamente, tenía más casos para el sustantivo que el lituano; debido a la influencia del livonio generó varios casos aglutinantes (como alativo, adesivo, ilativo). La morfología verbal es similar al lituano, con amplio uso del número dual.
Algunos estudiosos como Edgar V. Saks y Eduard Vääri apuntaron que varias palabras del curonio reflejan la influencia del finnougrio del Báltico, especialmente del Livonio o del Estonio.
Sin datos disponibles. Aún no se ha encontrado prueba alguna de que el curonio llegase a tener escritura.
No se conservan documentos escritos salvo los topónimos, pero los restos en idiomas vecinos, especialmente en el bielorruso, permiten hacerse una idea de los principales rasgos de la lengua.
Sin datos disponibles.
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Lengua lituana, idioma que hablan la mayoría de los habitantes de Lituania y sus emigrantes en Estados Unidos, Canadá y Australia. El lituano posee dos grandes grupos dialectales: el bajo lituano, que se habla a lo largo de las costas bálticas, y el alto lituano, con otras subdivisiones dialectales.
Al conservar muchos rasgos arcaicos de las lenguas indoeuropeas, se la considera una lengua bastante pura. A pesar de poseer una lengua literaria culta desde el siglo XVI, tres dialectos competían por consolidarse como norma culta en el siglo XIX; el lituano moderno (basado en el dialecto alto-occidental) no consiguió ser la norma hasta el primer periodo de la independencia política de Lituania (1918-1940), momento en el que se convirtió en la lengua oficial. Durante el periodo soviético el ruso ejerció mayor influencia que el lituano en la vida cotidiana.
Su nombre nativo es lietuvių kalba. En la literatura báltica antigua, a veces se denomina "lituano" a todas las lenguas bálticas en general.
Los lituanos se mencionan por primera vez en fuentes históricas en el año 1009 d. C. En la época del Gran Ducado de Lituania, establecido a mediados del siglo XIII y que duró hasta el XVIII, se usaban para asuntos oficiales el latín, el polaco y una lengua eslava basada en el bielorruso.
Su estudio es de sumo interés para los lingüistas del indoeuropeo y para los historiadores de lenguas en general debido a que se trata de uno de los más antiguos idiomas vivos de la familia indoeuropea, lo que ayuda a desentrañar misterios que serían imposibles de otra manera.
Origen
Pueblos de habla indoeuropea noroccidental pudieron haber llegado con la Cultura de Cerámica Cordada alrededor de los años 3200/3100 A.C.
Los lituanos vivieron a orillas del mar Báltico desde mucho antes de la era cristiana y en los albores de la historia europea poseían un nivel de organización similar al de otros pueblos de la época.
Los primeros habitantes fueron una rama del antiguo grupo conocido como baltos, entre cuyas tribus se incluían también a los prusianos originales y a los letones. Los baltos o aestiis fueron una etnia de origen indoeuropeo única, siendo distinta de las etnias itálicas, griegas, celtas, eslavas, balcánicas y germánicas. Estas tribus bálticas fueron fuertemente influidas por los germanos, aunque también tuvieron lazos comerciales con el Imperio romano. Las primeras referencias conocidas sobre Lituania como nación (Litua) provienen de los anales del monasterio de Quedlinburg fechados el 19 de febrero de 1009.
Desarrollo
La amenaza externa que significaban las agresivas Órdenes Religiosas Germánicas contribuyó en gran medida a unificar a los pueblos bálticos. En 1202, Albert, obispo de Riga había fundado la Orden de los Hermanos Livonios de la Espada para promover la Cristianización y conquista de livos, curonios, semigalianos y estonios que habitaban las costas del golfo de Riga. La orden realizó numerosas campañas militares e hizo peligrar seriamente la integridad de los territorios lituanos. Si embargo, los progresos de la Orden concluyeron tras la derrota en la batalla de Saule, en 1236, que estuvo a punto de provocar su colapso. Finalmente, la Orden se unió con los Caballeros Teutónicos y continuó sus incursiones, conocidas como Reisen, contra las tribus del Báltico.
En 1226, Conrado I de Masovia invitó a los Caballeros Teutónicos para defender sus fronteras y someter a los prusianos, ofreciéndoles los territorios de la provincia de Chelmno como base de operaciones. En 1230, se asentaron en Chelmno y construyeron un castillo desde el que comenzaron a hostigar a los prusianos. Tras cuarenta y cuatro años, y pese a dos levantamientos de los prusianos contra ellos, había conquistado gran parte de sus territorios. A continuación, los caballeros emplearon los siguientes nueve años en la conquista y el sometimiento de nadruvianos, escalvianos y yotvingios, y desde 1283 comenzaron a amenazar la frontera occidental del joven estado lituano.
El territorio que actualmente corresponde a Lituania se remonta en sus orígenes políticos al siglo XIII como Estado medieval. Fue primero un gran ducado independiente. Se considera que la fecha de la constitución del primer Estado lituano fue la coronación oficial de Mindaugas, el 6 de julio de 1253 en Vilna, que unió a los duques lituanos rivales en un único Estado. En 1241, 1259, 1275 y 1277 el reino fue invadido por los reyes mongoles de la Horda de Oro. Los mongoles fueron derrotados en 1377 en "Aguas Azules". En 1385 se unió con Polonia tras la coronación como rey de Vladislovas II Jogaila.
En 1401 Vytautas, primo de Jogaila, se proclamó Gran Duque de Lituania y se disolvió la unión de los dos países. Gracias a la cooperación de ambos países, los ejércitos lituano y polaco vencieron a la Orden Teutónica en la Batalla de Grünwald en 1410. Fue la mayor batalla en suelo europeo librada en todo el siglo XV.
Después fue de nuevo anexionada a Polonia formando la República de las Dos Naciones o Mancomunidad de Polonia-Lituania en virtud de la unión dinástica de los dos estados en 1569, convirtiéndose así en el país más grande de Europa. Según el sistema de unión de los dos países, Lituania pudo conservar un auto-gobierno propio. Posteriormente fue incorporada a Rusia en 1795 bajo el reinado de Catalina II de Rusia, tras un proceso de desintegración que duró todo el siglo XVIII (particiones de Polonia).
Situación Actual
A finales del siglo XVIII y hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Lituania recobró su oligarquía, aunque siguió formando parte del Imperio ruso. La represión de los gobernantes rusos contra el pueblo y la cultura lituanas provocó dos grandes revueltas en 1836 y 1863. Después de la última fueron prohibidos los libros, periódicos y la enseñanza en general en idioma lituano durante los siguientes 40 años.
Durante la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, Lituania estuvo ocupada por Alemania, declarando otra vez su independencia el 16 de febrero de 1918. Entre 1918 y 1921 se libró de una guerra contra la recién proclamada República de Polonia, que había intentado anexionarse el Estado Lituano. La guerra se saldó con la pérdida del 20% del territorio, con la capital Vilna incluida, por lo que la capital se trasladó provisionalmente a Kaunas.
Justificándose en los pactos germano-soviéticos, en junio de 1940 las tropas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ocuparon el país, y en agosto de ese año Lituania fue anexionada, convirtiéndosela en la República Socialista Soviética de Lituania; pero desde 1941 y hasta 1944 la Alemania Nazi expulsó al Ejército Rojo, por lo que la sociedad lituana percibió a los alemanes como sus liberadores frente al imperialismo bolchevique, pasando la enorme mayoría de sus jóvenes a integrarse como combatientes destacados de las SS ayudando a los nazis en la persecución de judíos lituanos y polacos, siendo asesinados unos 100.000 judíos en toda Lituania, 70.000 solamente en Vilna. Sin embargo, con la victoria militar de las tropas aliadas sobre el ejército alemán, Lituania pasó a formar parte de la URSS, tras haberse acordado en el tratado de Postdam de 1945.
Frente a ello la población lituana continuó la guerra contra la Unión Soviética, mediante guerrillas que lucharon hasta 1956. Los países occidentales consideraron esta anexión un acto ilegal (siguiendo la Doctrina Stimson), por lo que continuaron manteniendo relaciones diplomáticas con los representantes del gobierno de Lituania en el exilio, y no reconocieron a la RSS de Lituania como parte de la Unión Soviética. Durante la ocupación soviética, que duró hasta 1991, los soviéticos intentaron diluir la cultura lituana y rusificar al país báltico, menoscabando la difusión de la lengua y cultura lituanas.
En 1988 se formó el Movimiento Lituano por la Sąjūdis, que triunfó en las elecciones de 1989 en el Congreso de los Diputados de la URSS. En 1990 Vytautas Landsbergis fue elegido presidente, proclamando la independencia de Lituania el 11 de marzo de 1990, apoyado por la llamada Revolución Cantada. Hubo una dura réplica soviética (ocupación militar de Vilna), y la matanza de 13 civiles que forzó la suspensión de la medida (mayo de 1990). Tras el fallido golpe de Estado de agosto de 1991 en Moscú, la independencia del país fue reconocida internacionalmente.
Desde su independencia en 1991, el Estado lituano ha hecho grandes reformas económicas, logrando pasar de ser una economía en recesión en 1991, a tener un crecimiento económico del 10,3% en 2003, con importantes niveles de crecimiento previos a la crisis económica de 2008-2009, que ha golpeado duramente al país. Durante sus primeros quince años de democracia, Lituania ha avanzado en la recuperación de su cultura, desde la lengua hasta la reconstrucción de bibliotecas, museos, iglesias y castillos destruidos por los soviéticos. El 1 de mayo de 2004 Lituania se convirtió en miembro de la Unión Europea después de haber aprobado la medida por referendo en 2003.
El lituano se habla principalmente en Lituania. No obstante, existen minorías de lituano-parlantes en Alemania, Argentina, Australia, Bielorrusia, Brasil, Canadá, los Estados Unidos, España, Estonia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Polonia, el Reino Unido, Rusia, Suecia, Tayikistán, Turkmenistán, Uruguay y Uzbekistán.
Alrededor del 80% de los habitantes de Lituania (unos tres millones de personas) habla lituano. En total, unos cuatro millones de personas en todo el mundo hablan lituano.
Existen dos variantes dialectales bastante diferenciadas: zemait o Bajo Lituano, también denominado samogitiano, que tiene tres sub-dialectos, y aukstait o Alto Lituano, con cuatro sub-dialectos. El bajo lituano es hablado en el oeste y a lo largo de la costa del Báltico, mientras que el alto lituano es hablado en la parte oriental de Lituania. Aunque los textos más antiguos están en zemait, la actual lengua normativa se basa en el aukstait.
El lituano es el idioma oficial de Lituania, y uno de los idiomas oficiales de la Unión Europea. El lituano es uno de los dos idiomas bálticos aún vivos (junto con el letón). Está incluido en el grupo oriental de la subrama balcánica de las lenguas de la familia balto-eslava.
Hay dos maneras de describir el sistema vocálico lituano. El modelo tradicional tiene seis vocales largas y cinco cortas, con la longitud como característica distintiva.
Sin embargo, más de un investigador sugiere que el rasgo diferenciador puede ser la contraposición de vocal tensa frente a relajada, o al menos tan importante como la longitud.
En lituano hay tres tipos de entonación, anotados en los diccionarios lituanos por acentos, aunque no se marcan en los textos.
Es rica en formas diptongadas y entonaciones ascendentes y descendentes, como el letón.
El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto.
Es una lengua muy flexiva, la declinación nominal posee siete casos, ocho en algunos dialectos. Tiene género masculino y femenino, número singular y plural, con algunos restos de dual y de género neutro. No emplea el artículo. Los verbos tienen modo indicativo, subjuntivo e imperativo. Los tiempos simples del indicativo son cuatro: presente, pretérito, pretérito imperfecto y futuro. Existen también tiempos compuestos, formas para el infinitivo y el participio que se declinan, y además una conjugación reflexiva.
Las numerosas similitudes léxicas y gramáticas entre las Lenguas bálticas y las eslavas sugieren afinidad entre estos dos grupos de idiomas. Sin embargo, existen multitud de palabras bálticas (en concreto lituanas) que, aun contando con correspondientes en sánscrito y latín, no encuentran correspondencia con palabras eslavas. Este hecho resultaba misterioso para muchos lingüistas antes de la mitad del siglo XIX, pero después fue decisivo en la recreación del proto-indoeuropeo. Hoy en día, la historia de las relaciones entre las lenguas bálticas y las eslavas y una procedencia más exacta de las afinidades entre ambos grupos siguen siendo objeto de discusión.
Mientras que el vocabulario básico lituano no contiene muchos préstamos, existen algunos llamados senieji skoliniai (viejos préstamos) que fueron tomados de los idiomas más cercanos hace mucho tiempo. Ejemplos de esos préstamos son stiklas, "cristal" (origen eslavo; cf. "steklo" en ruso), muilas, "jabón" (origen eslavo; cf. "mylo" en ruso), gatvė, "calle" ("gatwo", alemán; "camino pavimentado", especialmente en tierras húmedas), spinta ("der Spint", alemán; palabra genérica para mueble de almacenaje, como armario). Estas palabras no parece que vayan a ser cambiadas debido a su antigüedad. Otras palabras prestadas son internacionales y pueden encontrarse en muchos otros idiomas como telefonas, ciklas, schema etc. Estas palabras vienen del latín o del griego clásico y no son consideradas "peligrosas" por los puristas del idioma, dado que dichos idiomas ya no existen. Sin embargo, hay muchas palabras de origen extranjero que tienen correspondientes lituanas, y por ello no deben ser usadas. Esas palabras previamente han pasado por el ruso, pero desde que Lituania obtuvo su independencia en 1991, el inglés está empezando a adquirir mayor influencia y un gran número de palabras han invadido el idioma (como dispenseris, hakeris or singlas). La influencia de los préstamos está en debate actualmente, pero encontrar correspondientes lituanas para estas palabras suele ser tarea difícil.
El lituano está considerado como uno de los idiomas indoeuropeos actuales más conservadores, y de hecho ciertas palabras lituanas son muy similares a sus correspondientes en sánscrito. Las palabras lituanas y sánscritas sūnus (hijo) y avis (oveja) son exactamente iguales, y muchos otros pares de palabras difieren sólo ligeramente, como dūmas (humo, dhumas en sánscrito), antras (segundo, antaras en sánscrito) y vilkas (lobo, vrkas en sánscrito). Sin embargo, la morfología verbal lituana muestra muchas innovaciones.
El lituano tiene vocabulario procedente del proto-indoeuropeo que puede encontrarse también en latín. Algunos ejemplos son los siguientes (la primera del par en latín, la segunda en lituano): rota — ratas (rueda), senex — senis (anciano), vir — vyras (hombre), anguis — angis (serpiente en latín, una especie de serpiente en lituano), linum — linas (lino), aro — ariu (aro), iungo — jungiu (me uno), duo — du (dos), tres — trys (tres), septem — septyni (siete), gentes — gentys (tribus, gentes), mensis — mėnesis (mes), dentes — dantys (dientes), noctes — naktys (noches), sedemus — sėdime (nos sentamos), entre otros. Muchas de las palabras de esta lista comparten semejanzas con otros idiomas indoeuropeos. Sin embargo, a pesar de las frecuentes semejanzas en vocabulario, el lituano tiene muchas diferencias con respecto al latín, y por tanto con respecto a las lenguas románicas. Es más, las importantes diferencias estructurales excluyen la posibilidad de una posible descendencia de un idioma a partir del otro.
Los pronombres personales son los siguientes en sus formas singulares, duales y plurales: 1 aš, mudu, mes; 2 tu, judu, jus; 3 masculino jis, juodu, jie; femenino ji, jiedvi, jos, Los pronombre tienen formas singulares, duales y plurales. El interrogativo es kas '¿quién?, ¿qué?'. El demostrativo es šis, ši, šie/šios 'esto, estos'; tas, ta, tie/tos 'eso, esos'; anas, ana, anie/anos 'aquello, aquellos'.
Otro ejemplo del arcaísmo de algunas características del lituano se puede apreciar en la comparación del refrán lituano 'Dios dio el diente, Dios dará el pan' con su traducción sánscrita y latina.
Lituano: Dievas dave dantis; Dievas duos duonos
Sánscrito: Devas adadat datas; Devas dat dhanas
Latín: Deus dedit dentes; Deus dabit panem
Entre los arcaísmos propios del lituano está el uso de formas para los nombres duales tanto en verbos como en nombres y, en antiguo lituano, el locativo plural acabado en -su.
Todo esto ha llevado a algunos a pensar que estamos frente a la lengua más antigua de todas las lenguas indoeuropeas modernas; de hecho algunas palabras lituanas son más antiguas que sus correspondientes sánscritas, lo que ha hecho que la lengua lituana sea de particular importancia en el estudio de la lingüística comparativa indoeuropea.
Tanto el primer manuscrito como los textos impresos (la oración anónima y el catecismo de Mazvydas) aparecen en alfabeto gótico. En la segunda mitad del siglo XVII, se adoptó la escritura latina antiqua (letra redondeada), aunque en la Prusia Oriental sometida a Alemania se siguió utilizando el alfabeto gótico hasta la Segunda Guerra Mundial. Durante la etapa de la Rusia zarista (1795-1915) se prohibió el uso del alfabeto latino y se intentó imponer una ortografía cirílica, pero ante la fuerte resistencia a adoptar este cambio, se volvió a permitir el uso del alfabeto latino en 1904. La ortografía actual, tras la reforma efectuada a finales del siglo xix, utiliza el alfabeto latino, al que se han añadido signos diacríticos ę, ė, ą, ų, ž, č, š y ū y la supresión de la q y la w, con un total de 32 caracteres.
Emplea 32 letras del alfabeto latino al que se añadieron signos diacríticos; está basado en el del dialecto alto- occidental que en el siglo XIX reformó el estudioso Jonas Jablonskis, a quien se le considera su fundador.
En Prusia oriental se había establecido en la segunda mitad del siglo XVII como lengua literaria el dialecto lituano alto occidental, aunque en Lituania misma sólo hubo uniformidad escrita a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la lengua lituana basada en el dialecto meridional (hablado en Prusia oriental y Lituania) se afirmó como lengua normativa.
Durante el siglo XVI se produce la primera literatura en lituano, lietuviu kalba, principalmente de contenido religioso y devocional. De hecho, la primera obra escrita conocida en lituano (en el dialecto Dzukish) es el Padrenuestro, la Salve y el Credo escritos a mano y editados en 1503. El primer libro en lituano se llama Katekizmusa prasti zadei, maskas skaitima rašta yr giesmes, es decir, 'Las sencillas palabras del catecismo, el arte de leer y escribir e Himnos' publicado en 1547 en Königsberg por Martynas Mažvydas. Otros personajes, como Baltramiejus Vilentas, Jonas Bretkunas y el pastor-poeta Kristijonas Donelaitis también tomaron parte en la formación de una lengua lituana escrita uniforme entre los siglos XVI y XVIII en Prusia oriental. Una gran influencia fue ejercida por los primeros gramáticos en lituano: Danielius Kleinas y Donelaitis (1714–80), que fue el primer escritor lituano en ser bien conocido. En el Gran Ducado de Lituania el primero en usar el lituano como lengua escrita fue Mikalojus Daukša (muerto en 1613), quien publicó un catecismo en 1595 y un libro de oraciones (Postil) en 1599. Otros escritores posteriores que ayudaron a fijar la lengua escrita fueron Konstantinas Sirvydas, que preparó el primer diccionario lituano (1629), Jonas Jaknavicius (1598–1668) y Saliamonas Slavocinskis (siglo XVII).
Las obras de Daukša and Sirvydas, basadas en el lituano alto y medio oriental, hicieron mucho por la utilización de varios dialectos para la creación de una lengua lituana escrita. La gran fecha en el desarrollo de la lengua literaria es 1818, cuando se publica el poema épico Metai (Las estaciones).
víenas, dù, trỹs, keturì, penkì, šešì, septynì, aštuonì, devynì, dēšimt
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
La lengua letona (latviešu valoda), es el idioma oficial de la República de Letonia. Esta lengua cuenta con alrededor de 1,4 millones de hablantes nativos en Letonia y unos 150.000 fuera del país.
Letones o Letts (en letón: latvieši; livón: laett), el pueblo báltico nativo de Letonia, se refieren a sí mismos por el antiguo nombre de Latvji, que puede tener su origen en la palabra Latve que es un nombre del río que, presumiblemente, fluía a través de lo que hoy es el este de Letonia. Una tribu de habla finesa conocida como los livos se instalaron entre los letones y modularon el nombre de "Latvis," que significa "limpiadores de bosques," que es como los colonizadores alemanes medievales también se refirieron a estos pueblos. Los colonizadores alemanes cambiaron el nombre a "Lette" y llamaron a su colonia inicialmente pequeña Livland. La forma en latín, Livonia, se refería a todo el territorio de la moderna Letonia, así como el sur de Estonia, que había caído bajo el dominio alemán.
Su primera gramática apareció en el siglo XVIII y en el siguiente comenzó a formarse la lengua culta moderna, que se basó en el dialecto medio.
Los trabajos de Juris Alunans (1832–64) y Atis Kronvalds (1837–75) ejercieron una gran influencia en el desarrollo de la fijación de la lengua letona, basada en el dialecto central. Finalmente a finales del siglo XIX y comienzos del XX se establece definitivamente el letón normativo o estandard como lengua literaria y oficial de Letonia.
Origen
La separación entre el lituano y el letón ocurrió en los siglos VI y VII d.C. La formación del letón sucedió durante los siglos X-XII. Hoy en día los rastros de los dialectos tribales se encuentra en los tres dialectos principales (central (vidus dialekts), tamiano (lībiskais o tāmnieku dialekts) y alto letón (augšzemnieku dialekts)) y en las más de 500 variantes locales del letón que conviven con el letón estándar.
Los protobálticos llegaron a las llanuras letonas en el III milenio a. C.
Al principio de la nuestra era, el territorio de la actual Letonia era conocido como un lugar de paso. La famosa "ruta de los vikingos a los griegos", mencionada en las crónicas antiguas, se extendía desde Escandinavia, cruzaba el territorio letón navegando el río Daugava hasta la Rus de Kiev, y de ahí continuaba por el Dniéper hasta alcanzar el Mar Negro y Constantinopla (hoy Estambul) en el Imperio bizantino.
Los antiguos baltos de este tiempo participaron activamente en la ruta comercial (la ruta del ámbar). A través del continente europeo, la costa de Letonia fue conocida como un lugar para obtener ámbar. Hasta entrada la Edad media, el ámbar era más valioso que el oro; el ámbar letón fue conocido hasta en la Grecia antigua y el Imperio romano.
En el 900, los baltos se regían por monarquías tribales. Gradualmente, cuatro culturas bálticas tribales se formaron: curonios, latgalianos, selonios y semigalianos (en letón: kurši, latgaļi, sēļi y zemgaļi).
La más grande de las tribus era la de los latgalianos, que eran los más avanzados política y socialmente. En 1100 y 1200, los curonios mantuvieron actividades militares con invasiones que incluían saqueo y pillaje, siendo conocidos en la costa oeste del Mar Báltico como los vikingos bálticos. En cambio, los selonios y semgalianos fueron conocidos como amantes de la paz y prósperos granjeros.
Conocida principalmente como Livonia, el área que hoy constituye Letonia estuvo bajo la influencia de los Hermanos Livonios de la Espada alemanes a partir del siglo XIII.
Por su situación geográfica estratégica, el territorio letón siempre ha sido invadido por naciones más grandes, y esta situación ha definido el destino de Letonia y de su gente.
Al final de la década de 1100, Letonia fue visitada nuevamente por comerciantes de Europa. En estos años arribaron comerciantes alemanes trayendo misioneros que predicaron el cristianismo, con el deseo de convertir a los baltos paganos.
Los baltos no deseaban cambiar de religión, y se opusieron al cristianismo. Estas noticias llegaron a oídos del papa Celestino III, el cual decidió emprender las Cruzadas Bálticas.
Los alemanes de la Liga Hanseática fundaron Riga en 1201, que gradualmente se convirtió en la ciudad más atractiva del Mar Báltico. Con la llegada de los cruzados alemanes, las antiguas monarquias llegaron a su fin.
En el siglo XI, una confederación feudal se desarrolló bajo el mandato alemán, que se llamó Livonia. Livonia incluía a las actuales Estonia y Letonia. En 1282, Riga y después Cēsis, Limbaži, Koknese y Valmiera fueron incluidas en la Liga Hanseática. Desde entonces, Riga se convirtió en un importante punto entre este y oeste, llegando a ser el centro del Báltico oriental y formando grandes nexos culturales con occidente.
Desarrollo
El siglo XVI fue tiempo de grandes cambios para los letones, notable por la Reforma y la caída de Livonia después de la Guerra de Livonia (1558-1583), pasando a manos de la Mancomunidad polaco-lituana. La fe luterana fue aceptada en Kurzeme, Zemgale y Vidzeme, pero la fe católica se mantuvo dominante en Latgale. Ducado de Curlandia en 1561-1795 era parte Polonia, (República de las Dos Naciones). En los años 1600, el Ducado de Curlandia, una vez parte de Livonia, experimentó una explosión económica. Estableció dos colonias, una en una isla en el estuario de Gambia, a la que llamaron Isla de San Andrés donde el Duque de Curlandia, Jacob Kettler, construyó un fuerte llamado Fuerte Jacob, y otra en Tobago llamada Nueva Curlandia.
Pero en la Guerra Polaco-Sueca (1600-1629) Riga fue tomada por Suecia en 1621. La ciudad se volvió la más grande y desarrollada de Suecia. Durante este tiempo Vidzeme fue conocida como “La caja de pan sueco” porque suplía al imperio sueco de su trigo. El resto de Letonia permaneció polaca hasta la Segunda partición de Polonia en 1793 (Ducado de Curlandia), cuando se volvió parte del Imperio ruso.
La consolidación de la nación letona ocurrió en 1600, con la unión de los curonios, latgalianos, selenios, semgalianos y livonios (fino-ugrios, en letón: lībieši o līvi), transformándose en una nación culturalmente unida y desarrollada.
Los letones (latgalianos) alcanzaron identidad diferenciada hacia el siglo XVI D. C. cuando asimilaron completamente a los otros pueblos bálticos así como a una gran parte de los livonios, que eran pueblos ugro-fineses que vivían en territorio letón. Como resultado de la conquista de ese territorio por los Caballeros Teutones de la Espada en 1290, el estrecho contacto entre todos los pueblos bálticos orientales fue debilitado por un largo periodo de tiempo.
El letón surge como una lengua específica durante el siglo XVI, habiendo evolucionado de letgaliano y asimilando el curonio, semgaliano y el selonio. Todas ellas pertenecientes al grupo de lenguas bálticas.
Situación Actual
Lengua letona, lengua oficial de Letonia desde 1918.
A lo largo de la historia, Letonia ha tenido una relación conflictiva con Alemania, Suecia, Rusia y Polonia, y siempre ha sido un país multicultural. Durante la época de la Ocupación Soviética (1940-1941; 1945-1991) la política de «rusificación» ha influido de forma considerable en la lengua letona. A lo largo de estos dos períodos, alrededor de unos 340,000 letones, aproximadamente una tercera parte del total de la población, fueron deportados y perseguidos. Todo esto seguido de una inmigración masiva proveniente de otras repúblicas soviéticas tales como Rusia, Ucrania o Bielorrusia. La población de etnia letona que se redujo en Letonia fue del 80% en 1935 al 52% en 1989. La mayoría de los inmigrantes que se asentaron en Letonia no aprendieron letón. Hoy en día el letón es la lengua materna de aproximadamente el 60% de la población nacional.
Tras el restablecimiento de la independencia en 1991 se introdujo una nueva política lingüística. Actualmente, el objetivo fundamental es integrar a todos los ciudadanos independientemente de cuál sea su conocimiento de la lengua oficial. Aun así se mantiene una política para proteger las lenguas de las minorías. Algunos especialistas piensan que estos programas pueden contribuir al declive total del letón. Las minorías que reciben una enseñanza bilingüe con financiación pública son de comunidades rusas, judías, polacas, lituanas, ucranianas, bielorrusas y estonias en cuyos colegios se enseña el letón como segunda lengua en los primeros años para incentivar la adquisición de una competencia en la lengua oficial y asegurar su integración social.
La Ley sobre la Lengua Nacional se adoptó el 9 de diciembre de 1999. Varias leyes reguladoras que hacen referencia a esta ley también se han adoptado. El seguimiento del cumplimiento de esta ley está en manos del Ministerio de Justicia Central Nacional de la Lengua (Ministry of Justice State Language Centre).
Los antiguos "latgalianos" (los primitivos habitantes de Latgale) deriva su nombre de *Lætgale = "Tierras Altas" (en comparación con Zemgale, que son tierras más bajas), una tribu de origen poco conocido, quienes habitaban en los siglos V y VI en la zona oriental de la actual Vidzeme (al oeste de la ribera del Aiviekste, un afluente del río Daugava), y más tarde en prácticamente todo el territorio. Algunas fuentes escritas los mencionan en el siglo XI. Durante las primeras dos décadas del siglo XIII, los latgales occidentales se aliaron con los cruzados germánicos, principalmente sajones, y sus territorios fueron incorporados en circunstancias poco claras a Livonia. Durante los siglos XIII y XIV asimilaron en Latgale a otra tribu báltica oriental y una parte dio origen posteriormente a los actuales letones. El término latgalieši ("latgalianos"), en el sentido de letones orientales, tiene curiosamente su origen a principios del siglo XX.
El letón es hablado por unos 3 millones de personas, la mayor parte de las cuales viven en Letonia, aunque también hay comunidades en otras partes de la antigua Unión Soviética, Canadá y USA.
Los principales dialectos letones son el central, que se habla en la capital Riga y en el que se basa la lengua normativa, y el alto letón hablado en el este.
Otro grupo de dialectos es el hablado por los livonios (llamado también livonio o táhmico emparentado con las lenguas ugrofinesas), asimilados a los letones, pero cuya lengua muestra considerable influencia livonia por ejemplo, en la pérdida de la distinción de género.
Un dialecto del alto letón (oriental), el latgal o letgaliano, ha sido considerablemente usado como lengua escrita, si bien se desaconsejó su uso en la Letonia soviética, donde sólo la lengua normativa se ponía por escrito.
Es una lengua báltica dentro de la familia indoeuropea. Está íntimamente relacionada con el lituano, pero es menos conservadora, lo que se demuestra en la evolución de sus numerosos cambios fonéticos a lo largo de su historia.
El letón forma parte del subgrupo del este de las lenguas bálticas que hemos agrupado junto a las eslavas en lo que llamaríamos rama balto-eslava de la familia de lenguas indoeuropeas.
La única lengua viva que mantiene una relación cercana de parentesco con el letón es el idioma lituano. Sin embargo, aunque estén emparentadas, el vocabulario de ambas lenguas varía considerablemente, lo que provoca que sus hablantes no puedan entenderse entre sí. A ambas lenguas bálticas se les considera las más arcaicas lenguas indoeuropeas de las que se hablan hoy en día.
Las sílabas finales poseen vocales breves que no forman diptongo, en tanto que sí lo hacen en lituano.
Los diptongos en letón «ai, au, ei, ia, iu, ui, ua, oi» se escriben «ai, au, ei, ie, iu, ui, o, oj».
Cada fonema tiene su propia letra (con la excepción de «dz» y dž, y los dos sonidos escritos como «e»). El acento en la gran mayoría de los casos ocurre en la primera sílaba.
El alfabeto letón carece de las letras «q, w, x, y», pero usa letras modificadas por una serie de diacríticos:
El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto.
Como el lituano, tiene siete casos y seis declinaciones; el verbo es también rico en desinencias personales y temporales.
El letón es una lengua flexiva con varias formas analíticas, tres dialectos, y con influencia sintáctica germana. Además, tiene dos géneros gramaticales. Cada nombre se declina en siete casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo, instrumental, locativo y vocativo.
No hay artículos y sí dos géneros (masculino y femenino). El primero tiene las siguientes terminaciones: -s, -š, is, -us; el segundo -s, a, -e.
Los pronombre en nominativo y genitivo son los siguientes: Singular es, manis, plural mes, musu, tu, tevis, plural jus, jusu; La tercera persona se marca por el género: masculino vinš, femenino vina; plural vini, vinas. El pronombre demostrativo también muestra género: masculino šis, femenino ši 'esto'; masculino tas, femenino ta, 'eso'; las formas plurales son šie, šis; tie, tas. El interrogativo es kis '¿quién?', kurš '¿qué?'.
Unos ejemplos de textos en Letón actual serían:
Sveiks/a! – ¡Hola! (masculino termina en la ´s´, feminino en la ´a´)
Labrīt! – ¡Buenos días! (por la mañana)
Labdien! – ¡Buenos días! (al mediodía)
Labvakar! – ¡Buenas tardes!
Uz redzēšanos! – ¡Adiós!
Jā - Sí
Nē – No
Paldies – Gracias
Nav par ko. – No hay de que.
Lūdzu – Por favor
Kā tevi sauc? - ¿Cómo te llamas?
Mani sauc … - Me llamo …
La numeración del 1 al 10 en masculino es la siguiente: viens, divi, tris, chetri, pieci, seši, septini, astoni, devini; en femenino viena, divas, tris, chetras, piecas, sešas, septinas, asytonas, devinas; 10 desmit, 11 vienpadsmit; 12 divpadsmit; 20 divdesmit; 30 trisdesmit; 100 simt(s).
Desde 1922 emplea el alfabeto romano, modificado con algunos signos diacríticos.
Alfabeto: 33 letras
A a Ā ā B b C c Č č D d E e Ē ē F f
G g Ģ ģ H h I i Ī ī J j K k Ķ ķ L l
Ļ ļ M m N n Ņ ņ O o P p R r S s Š š
T t U u Ū ū V v Z z Ž ž
Hasta principios del siglo XX se usó el alfabeto gótico. Bajo el dominio ruso, y en el marco de la política encauzada a la "rusificación" de las provincias del Báltico en la segunda mitad del siglo xix, se intentó introducir el alfabeto cirílico, pero en 1908 se adoptó tanto el alfabeto latino pero en 1909 se estableció el alfabeto romano con signos diacríticos: ā, č, ē, ğ, ī, ķ, ļ, ņ, š, ū y ž, para determinadas vocales.
Históricamente, el letón se escribió usando un sistema basado en principios fonéticos del alemán. Al comienzo del siglo XX, ese sistema fue sustituido por otro más apropiado desde el punto de vista fonético, usando una modificación del alfabeto latino con 33 letras. La ortografía letona se ha convertido en una de las que, usando el alfabeto latino, más fielmente reproducen la pronunciación de la lengua.
La muestra de letón escrito más antigua data del 1530. Es una traducción de himnos hecha por Nicholas Ramm, un pastor alemán en Riga.
Los primeros escritos en letón, latviesu valoda, con una ortografía basada en el alemán, son de los siglos XVI y XVII, realizándose la primera traducción de la Biblia en el XVIII. Concretamente, la primera obra en la que aparecen palabras letonas es un libro escrito en latín, Origines Livoniae, compilado hacia el 1220 por Enrique de Livonia, donde se hallan topónimos letones y un nombre común, draugs. Los primeros libros impresos en letón fueron una traducción del Catechismus Catholicorum de Pedro Canisio, publicado en Vilnius en 1585 y un catecismo luterano de 1586. Sus textos más antiguos están escritos en caracteres góticos y son de tema religioso: el catecismo católico (1585), la versión luterana (1586) y la traducción de la Biblia (1685).
En 1638 apareció el primer diccionario letón-alemán publicado por Georgius Mancelius, publicándose la primera gramática en 1644 por Georg Rehehausen. La publicación de una traducción de la Biblia (el Nuevo Testamento, 1685; el Antiguo Testamento, 1689) dejaron una profunda huella en el vocabulario y la ortografía del letón, estableciendo un modelo estándar que afectó a la evolución de la lengua escrita durante siglos.
Los escritos letones de los siglos XVI al XVIII son traducciones de obras religiosas, lo mismo que ocurrió en lituano. La lengua de esas obras es más pobre que la de los escritos lituanos de ese periodo.
viens, divi, tris, chetri, pieci, seši, septini, astoni, devini
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El seloniano (o selonio) era una lengua hablada por la tribu oriental bálticade los selonianos, que hasta el siglo XV vivieron en Selonia, un territorio en el sureste de Letonio y el noreste de Lituania.
Se les conoce en latín o alemán como "Selones", "Selen" o "Selhen", mientras que su tierra se llama - "Zelen", "Selenland".
Debido al pequeño número de castros investigados, se suponía anteriormente que la mayoría de los castos existía en Selonia sólo hasta la mitad del milenio I D.C. Este error cronológico influyó no poco en la formación de la imagen falsa acerca de la organización político-territorial de Selonia.
Basándose en las investigaciones a gran escala en Juodonys y Dignaja, se estableció que, a finales del siglo VI aparecieron complejos formados de un asentamiento al pie de una fortaleza en la colina, se les llama sistemas de SH. Eran característicos de una capa intermedia cultural de asentamientos en castros y asentamientos de tipo SH. Con todo, en Selonia algunas decenas de estos sistemas podrían haber existido.
Durante la cartografía de los monumentos arqueológicos, no se detectaron grupos de poblados de diferentes tamaños. Sólo algunos grupos de monumentos en tamaño de aproximadamente 400 kilómetros cuadrados pueden ser llamados una organización territorial de la tierra. Un grupo de monumentos estaba en Padauguvys, otro en la frontera de Lituania-Letonia, el tercero en el curso superior del río Lėvuo. En la frontera sureste-este de Selonia y desde allí dominó los distritos más pequeños del castillo en una zona de 100-200 kilómetros cuadrados.
El análisis del material arqueológico ofrece nuevas oportunidades para obtener una visión diferente en el carácter de las fuentes históricas en Selonia.
Los lingüistas lituanos y letones tienen méritos especiales en el estudio de los selonianos. Una gran contribución fue hecha por un famoso lingüista lituano llamado K Būga, episódicas referencias fueron hechas por V. Mažiulis, Z. Zinkevičius and S. Karaliūnas. Entre los investigadores letones podemos mencionar J. Endzelīns, M. Rudzīte, V. Rūke, A. Jākobsons, J. Kuškis, K. Ancītis y A. Jansons. Estos últimos han publicado un estudio exhaustivo sobre los selonianos.
La contribución de los antropólogos a los estudios del territorio seloniano y la cultura es también bastante considerable. Podemos distinguir, en particular, a los letones R. Denisova and R. Gravere. El primero destaca ampliamente el tipo antropológico de las personas que habitan en el territorio seloniano, mientras el segundo analiza su odontología. Los antropólogos lituanos no pueden reclamar ningún gran aporte a los estudios selonianos debido a la ausencia de material antropológico en Lituania.
Origen
Datos arqueológicos pueden rastrear a los selonianos hasta el principio del milenio I D.C., cuando vivían a ambos lados del río Daugava. Sin embargo, desde los siglos VI y VII, sus asentamientos se remontan sólo a la orilla izquierda del río. La cultura seloniana ha tenido una influencia muy fuerte de los Letgalianos (futuros letones). Las tradiciones funerarias de ambos pueblos muestra poca diferencia. Algunos eruditos especulan que en la tardía Edad de Hierro ya estaban asimilados en parte por los letgaliano.
En la primera mitad del milenio, el sistema de asentamientos y el patrón de asentamiento era conocido por la dispersión de los mismos y por la disminución considerable de la concentración de las actividades antropogénicas en los castros. Más o menos en torno a la mitad del milenio, la población comenzó a asentarse de nuevo a los pies de los castros. Sin embargo, incluso entonces, no hubo cambios mayores en el sistema de asentamientos en un sentido de la jerarquía. Escasas comunidades al pie de los castros no se distinguía por la intensidad de las actividades económicas o el peso político-territorial. Estos asentamientos deben ser considerados como un signo de la variedad de los mismos, pero no como el de la jerarquía. El sistema de asentamientos todavía estaba dominada por dispersión en extensión sin signos de concentración.
Desarrollo
Entre mediados del primer milenio hasta los siglos XIII y XIV está lo que se conoce como "el período de organización territorial del Báltico". Esta fue una etapa rudimentaria de la organización territorial administrativa de Lituania y las principales características del sistema territorial en tanto estructura integral, los centros de poder y la jerarquía estructural.
La intersección de los siglos VI y VII no fue seleccionada al azar como un límite cronológico inferior. En ese momento, el cambio más destacado a nivel social y cultural, se llevó a cabo en la región seloniana. El sistema de asentamientos sufrió cambios, así como el papel de los castros.
Los complejos SH diferían de los asentamientos de campesinos comunes por la variedad de funciones. Desde el siglo VI/VII es realista hablar del surgimiento en dos etapas de una jerarquía de asentamientos en el sentido del ámbito de funciones que realizaban. Los complejos SH se convirtieron en un foco para la organización de la comunidad en el territorio, centros locales. Cada centro tenía su provincia agraria y las relaciones no solo se basaban en relaciones económicas, sino también de un cierto sistema de servicios. La aparición de complejos SH puede haber influido también en la red de monumentos y en los cambios geográficos. Marca un punto de partida de la centralización en la organización territorial de la comunidad. Desde el punto de vista de la evolución del estado, esta llamada "centralización" puede ser descrita como una situación en la sociedad estratificada descentralizada.
La aparición de complejos SH se estima como resultado de la auto-organización territorial de la comunidad, como una potencia de desarrollo consecutivo en circunstancias favorables. En el desarrollo de los centros político-territorial, los modelos de dos tipos pueden ser distinguidas. El modelo del primer tipo, los sistemas de asentamiento-castro (SH), fueron una continuación del sistema SH anterior, y las diferencias funcionales entre castro y asentamiento se hizo más prominente. No es raro que en un castro, incluso después de una investigación exhaustiva, ningún material de la Edad del Hierro Tardío fuera encontrado. Todas las actividades se concentraron en el pie. Mientras tanto, en el modelo del segundo tipo - el sistema de un castro-asentamiento (HS) - los roles entre los asentamientos y la fortaleza de la colina se distribuyeron al revés. Estos sistemas son escasos en Selonia, Dignaja saber, Sėlpilis y Stupeliai, que se asemejan a los centros de poder de tipo proto-ciudad en Daugmale, Iru, Ryuge, Talsiai, Tervete, Žardė. Desde la perspectiva de la posición jerárquica, los complejos SH actuaron como centros secundarios locales con respecto a los centros de HS. Sin embargo, no existe superioridad de uno de los tipos de modelo sobre el otro. Las diferencias existen no sólo entre los tipos de modelos, sino también dentro de ellos.
¿Las mencionadas unidades territoriales constituyen un sistema integral de la población de Selonia y lo que sirvió de base para su incorporación? El análisis territorial revela la invalidez de la tesis que se repite constantemente de que un centro político, administrativo y militar de Selonia era Sėlpilis. Ya que era un centro de Selonia de Padauguvys, difícilmente podría haber tenido alguna influencia en la Selonia interior.
En 1218 la diócesis Selonia (Seloniensis episcopatus) estaba establecida. Se componía de una sección de Padauguvys, es decir Selonia al norte de Secė y Sėlpilis, las tierras bajas de Jekabpils y alrededores de Dignaja. A principios del siglo XIII la Orden alemana y el clero sólo comenzaron a penetrar en la cuenca alta del río Dauguva y, naturalmente, su mayor preocupación era por la de Padauguvys. Después de la liquidación de la diócesis, esta tierra fue llamada "Selonia".
Los alemanes nunca arraigaron en el sur de Selonia tras su transferencia formal a la Orden. En los siglos XIII y XIV, la frontera con Livonia fue por el río Dienvidsuseja. En el siglo XIII las maniobras políticas de Lituania y Livonia y sus consecuencias para Selonia continúan siendo un enigma. Sin embargo, parece que la dependencia del estado de esta tierra fue determinado no tanto por escrito en los decretos, sino más bien por las tradiciones relacionadas con la geografía y el factor de asentamiento de los pueblos vecinos. Selonia de Sėlpilis (Padauguvys) y Selonia de Stupeliai (interior) se transformaron con los años en Selonia de Livonia y Selonia de GDL respectivamente.
En las fuentes escritas se mencionan sólo algunas veces. En la Crónica de Enrique de Livonia, se habla de los selonianos al principio del S XIII, cuando fueron conquistados y bautizados. El autor de la crónica dice que los selonianos son aliados lituanos. Sus tierras era súbditas de los Principados de Jersika y Koknese. Las tierras del sur, sin embargo, fueron gobernadas por duques lituanos. En 1207, la germana Hermandad de la Espada junto con sus aliados de Livonia y Letgalia sitiaron el castillo principal seloniano de Sēlpils.
El motivo del ataque eran las reclamaciones alemanas, de que el castillo de Sēlpils, se utilizaba como base principal de apoyo de Lituania para sus ataques en Livonia. Después de largos asedios, los selonianos aceptaron el bautismo y el gobierno germánico. La última vez que se mencinoa a los selonianos en las fuentes escritas en el siglo XV.
Situación Actual
Durante los siglos XIII y XV los selonianos perdieron su lengua después de haber sido asimilados por los latgalianos (letones) y, en parte, por los lituanos.
Los selonianos (letón: Sēļi) eran una tribu de los pueblos bálticos. Vivieron hasta el siglo XV en Selonia, ubicada en el sureste de Letonia y Lituania nororiental. Se fusionaron con las tribus vecinas, contribuyendo a la etnogénesis de los letones y lituanos.
Los selonianos eran bálticos orientales, pero se sabe muy poco acerca de ellos. Hay escasos datos arqueológicos e y los datos históricos determinaron que esta región se caracterizaba a menudo como una "tierra escasamente poblada".
Si bien se habla en diversos estudios sobre una Selonia del norte y otra en el sur o sureste, no se conoce si ambas tenían dialectos diferentes.
La lengua selonia es como la zemgaliana y la curonia una de las lenguas bálticas orientales que se extinguió hacia el siglo XVI.
Se considera que el lenguaje seloniano mantuvo los fonemas del proto-Báltico *an, *en, *in *un, como el idioma lituano, y como en la lengua letona, las proto-bálticas *kʲ, *ɡʲ cambiaron a c, dz, y las proto-bálticas *š, *ž, mutaron a s, z.
Todos los lingüistas reconocen el acento creciente como un rasgo distintivo de los selonianos. Sin embargo, los lingüistas se enfrentan a un grave problema de la datación de los procesos de transformaciones lingüísticas. Ni siquiera se puede decir cuando las antiguas tribus letonas se unieron en una etnia letona.
Sin datos disponibles.
Las huellas de la lengua seloniana todavía se pueden encontrar en los territorios de la actual Selonia, sobre todo en el acento y fonética del dialecto llamado seloniano de la lengua letona. Hay algunos rastros del seloniano en los subdialectos del noreste del dialecto Aukštaitian del lituano (del que derivó el lituano principalmente), sobre todo en el léxico.
Sin datos disponibles.
No dejaron testimonios escritos como tampoco los jatvingianos o sudovianos, que vivieron en el sudoeste de Lituania y hacia el sur, llegando hasta el territorio de la actual Polonia.
Sin datos disponibles.
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Idioma extinto de Letonia y Lituania. Se habló en la parte norte de Lituania y el sur de las regiones centrales de Letonia por los semigalianos, una de las tribus bálticas orientales.
En letón Zemgaļi, también Zemgalianos, Semigalls o Semigalianos.
Se han realizado estudios basándose en topónimos y Marija Gimbutas ha profundizado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, sobre el conocimiento de las costumbres de los semigalianos y de otras tribus bálticas. No obstante, del idioma poco se conoce debido a que no existen restos escritos.
Origen
Las tribus bálticas, con excepción de los prusianos, abandonaron la cremación en el tiempo del nacimiento de Cristo y comenzó a inhumar a sus muertos. Tribus separadas desarrollaron sus propios ritos funerarios distintivos: algunas - por ejemplo, Sembianos, Semigalianos, Letigallianos (antecesores de los letones), lituanos y otras tribus del este del Báltico - construyeron tumbas de tierra sobre tumbas individuales o familiares y los rodearon con círculos de piedra. Sudovios construyeron túmulos de piedra; Curonios colocaron a sus muertos en los círculos de piedra o en paredes rectangulares; sus vecinos en el centro de Lituania utilizaban tumbas planas.
La diferenciación de los ritos funerarios locales a partir del siglo II DC, nos permite seguir las fronteras entre las diversas tribus bálticas, que se mantuvieron sin cambios, en la zona hasta principios de historia.
La continuidad de los ritos funerarios que se pueden observar desde casi mil cementerios, algunos con cientos de tumbas que datan de un único siglo o varios, dan prueba básica de la estabilidad de las tribus bálticas durante la Edad de Hierro. Los asentamientos, en muchos casos estratificados, justifican una larga ocupación, sin ser molestados. No hay evidencia de migraciones, desplazamientos de población, o invasiones de las tierras bálticas por parte de pueblos extranjeros. A lo largo de la "edad de oro", los bálticos poseyeron aproximadamante las mismas tierras que durante la Edad del Hierro: del Vístula inferior en el oeste de la cuenca del Oka en el oriente, y desde la cuenca del río Daugava-Dvina.
La tierra de los Semigalianos en lo que hoy es el centro de Letonia y Lituania septentrional es conocida a partir de los registros escandinavos en relación con el ataque de los vikingos daneses contra "Semigalia" en 870.
Desarrollo
Existe una teoría sobre los semigalianos, el primer pueblo báltico en establecer una monarquía, aún débil en comparación con el poder de los nobles semigalianos.
Uno de los más notables caudillos semigalios fue Viestards (Viesturs). Con el fin de unir a las diferentes facciones semigalianas hostiles a la unidad de un estado único a principios del siglo XIII, Viestards formó una alianza con los cruzados alemanes para derrotar a sus enemigos en el exterior. Tras la ruptura del tratado, los cruzados invadieron sus tierras y se aliaron con los lituanos resultando la casi aniquilación de los hermandad de la espada en la batalla de Saule en 1236.
Nameitis, otro caudillo semigaliano, uníficó las tribus semigalianas y lituanas para un contraataque vengativo en tierras germánicas (Prusia). Las principales fuentes conocidas sobre sus actividades son Livländische Reimchronik y Das Zeugenverhör des Franciscus de Moliano (1312). De lo que se tiene certeza, no obstante, es que a finales de la década de 1270 un poderoso caudillo había encabezado las mayores victorias sobre los cruzados germánicos en Zemgale y Prusia oriental.
Los semigalianos continuaron con su resistencia hasta 1290, cuando ardió su última fortaleza en Sidrabene y un gran número de semigalianos emigraron a Lituania y una vez allí siguieron su lucha contra los alemanes.
Situación Actual
Extinto posiblemente a consecuencia de su asimilación por el Lituano en ascenso y, parcialmente, quizá también por el Letón.
Los semigalianos eran la tribu báltica que vivía en la parte centro-sur de la actual Letonia y el norte de la actual Lituania. Se caracterizaron por su larga resistencia (1219-1290) contra los cruzados alemanes y caballeros teutónicos durante las Cruzadas del Norte. Los semigalianos tenían estrechos lazos lingüísticos y culturales con los samogitianos.
No se conocen variantes del idioma. Está fuertemente emparentado o es muy similar al Samigitiano, que es un dialecto del Lituano, pero no hay testimonios suficientes para decir que ambos, semigaliano y samigitiano, en algún momento, formaron parte de un grupo o tribu con diferencias que las escindieron.
Forma parte del grupo oriental de las lenguas bálticas, hermanada con el Selonio, el Samogitiano (dialecto lituano), el latgalio (antecesor del letón) y, quizá tamibén el Curonio.
El lenguaje semigaliano acarreó varios rasgos característicos también del curonio y, de alguna manera, también cercanos al letón. La K común en Báltico, pasó a c, y la variedad suave g pasó a ser dz en semigaliano. Todas las vocales largas y diptongos al final de la palabra se redujeron a simples vocales cortas.
El semigaliano no dejó ninguna muestra escrita, así que tuvimos que estudiar el idioma basándose sólo en topónimos y nombres para "agua" en las regiones de Letonia. Es por esto que es muy difícil decir algo definitivo sobre el sistema morfológico del semigaliano.
El vocabulario semigaliano utilizó muchas palabras eslavas, también algunas fueron tomados del livonio y el estonio, ambos idiomas fineses o finougrios.
Sin escritura conocida.
No se han encontrado textos.
Sin datos disponibles.
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Se conoce como eslavo, eslavón o eslavo eclesiástico (en búlgaro: църковнославянски език, tsarkovnoslavyanski ezik; en ruso: церковнославя́нский язы́к, tserkovnoslavyánskiy yazík) al idioma litúrgico de la Iglesia Ortodoxa búlgara, rusa, serbia y otras Iglesias ortodoxas eslavas. Históricamente, esta lengua proviene del eslavo eclesiástico antiguo, adaptando su pronunciación y ortografía y reemplazando algunas palabras y expresiones difíciles por sus correspondencias vernáculas.
El nombre del idioma en los textos de Antiguo Eslavo Eclesiástico era simplemente eslavo (словѣньскъ ѩз ꙑ къ, slověnĭskŭ języku), derivado de la palabra para denominar a los eslavos (словѣнє, esloveno), la auto-designación de los compiladores de los textos. Este nombre se conserva en los nombres modernos de los idiomas eslovacos y eslovenos. El lenguaje es a veces llamado eslavo antiguo, que se puede confundir con la lengua Proto-Eslava. Los términos comúnmente aceptados en modernos estudios eslavos en idioma inglés son Antiguo Eslavo Eclesiástico y Antiguo Eslavónico Eclesiástico.
Históricamente, algunos nombres ahora obsoletos también se han utilizado:
Antiguo Búlgaro es la única denominación utilizada por los escritores en lengua búlgara. Fuera de Bulgaria, antiguo búlgaro (alemán: Altbulgarisch) se utilizó en el siglo XIX por August Schleicher, Martin Hattala, Leopold Geitler y August Leskien quienes señalaron similitudes entre las primeras obras literarias eslavas y el idioma búlgaro moderno. Por razones similares, el lingüista ruso Aleksandr Vostokov utiliza el término eslavo-búlgaro.
Antiguo macedonio se utiliza de vez en cuando por los eruditos occidentales por muchas de las mismas razones, pero también en un contexto regional.
Antiguo Esloveno fue utilizado por los estudiosos de principios del siglo XIX que conjeturaron que el lenguaje se basaba en el dialecto de Panonia.
Lengua estudiada como parte de la liturgia ortodoxa, su conocimiento está relacionado con la misma, de manera que ha sido ampliamente conocida y documentada.
Origen
El antiguo eslavo eclesiástico (ѩзъікъ словѣньскъіи), también llamado antiguo búlgaro, es la primera lengua eslava con carácter literario, desarrollada del dialecto eslavo de Salónica por los misioneros bizantinos del siglo IX, santos Cirilo y Metodio. Lo utilizaron para traducir la Biblia y otros textos del griego y para algunos escritos propios. Ha desempeñado un papel fundamental en la historia de las lenguas eslavas y evolucionó para convertirse en el eslavo eclesiástico, todavía en uso en la liturgia de algunos cristianos ortodoxos y católicos de rito oriental.
La lengua fue estandarizada por Cirilo y Metodio, dos hermanos designados para cristianizar a los eslavos de Europa central, debido a su conocimiento de las lenguas que en aquella época utilizaba la iglesia (griego, hebreo y latín) y del antiguo eslavo, ya que eran de la Macedonia griega y su madre era eslava, de manera que podían comunicarse perfectamente con el resto de los eslavos.
Para ello tradujeron, en contra de las leyes de la iglesia en aquella época, la Biblia al antiguo eslavo. Aunque para ello ya en el año 862 tuvieron que codificar el dialecto sureslavo que dominaban e inventar un nuevo alfabeto, el glagolítico (no el cirílico como se piensa tradicionalmente), inspirado en las letras minúsculas del alfabeto griego y con varias vueltas sobre sí mismas, estas letras estaban diseñadas para que nadie fuese capaz de descifrar lo que estaban haciendo, ya que podría acarrearles problemas con la mayor parte de la iglesia católica que defendía que sólo se podía predicar en tres lenguas.
En seis meses tradujeron casi la totalidad de la Biblia, se habían trasladado al Reino de Gran Moravia, habían cristianizado a gran parte de la población, habiendo empezado desde los estratos más altos de la sociedad granmorava, como el rey, hasta los más bajos y rurales y habían creado la Academia de la Gran Moravia donde enseñaban a sus discípulos la lengua, el alfabeto y habían convertido por consiguiente al antiguo eslavo en la cuarta lengua de la iglesia católica.
El eslavo eclesiástico es la lengua extrapolada de un pequeño cuerpo de documentos del siglo X, consistentes de traducciones hechas a partir del griego de textos eclesiásticos. Esos textos eslavos, conteniendo características dialectales principalmente balcánicas, tienen también una mezcla de moravianismos, pues las primeras traducciones fueron usadas por los misioneros en su actividad en Moravia. Los primeros textos fueron copiados en glagolítico, una escritura inventada por Cirilo (Constantino) y Metodio, pues el mal llamado cirílico fue diseñado en los Balcanes tras la expulsión de los misioneros de Moravia hacia el 885.
Desarrollo
En un primer momento, el eslavo eclesiástico se convirtió en vehículo de traducción de textos bíblicos, litúrgicos y teológicos en griego. Siguiendo el principio de máxima fidelidad al texto original, pronto se hizo evidente la influencia griega en el vocabulario, la formación de palabras y la sintaxis, influencia que se incrementó con el tiempo en posteriores revisiones que pretendían aún un mayor acercamiento al original. Sin embargo, los eslavos ortodoxos hicieron también uso del eslavo eclesiástico, desde finales del siglo IX hasta casi el XVIII, como lengua literaria para la creación de obras originales, sobre todo, aunque no exclusivamente, de carácter religioso. Durante este período se desarrolló toda una serie de variantes, como el eslavo eclesiástico de Bulgaria (utilizado hasta el siglo XVI, incluso por los rumanos ortodoxos), Croacia, Rusia y Serbia, cuya pronunciación (y por tanto la ortografía) y formas gramaticales eran reflejo, en cierto modo, de las peculiaridades lingüísticas de las lenguas vernáculas eslavas locales.
A partir del siglo XVII, tanto el carácter como el papel del eslavo eclesiástico experimentó un doble cambio: por un lado, en Ucrania se procedió a una codificación gramatical de la lengua, que también se adoptaría, con alguna modificación, en Rusia. Al mismo tiempo que Rusia asumía su papel central en la conservación de la ortodoxia oriental, los libros eclesiásticos allí revisados y publicados llegaron a convertirse en una autoridad y a utilizarse como tal entre los eslavos ortodoxos, incluyendo los que habitaban en los Balcanes, por lo que el eslavo eclesiástico ruso desbancó a las antiguas normas del eslavo eclesiástico local; por otro, el uso del eslavo eclesiástico disminuyó como consecuencia del florecimiento de lenguas literarias nacionales utilizadas en composiciones seculares durante los siglos XVIII y, sobre todo, XIX, perdiendo así su dilatado papel literario y quedando reducido tan sólo a una esfera estrictamente religiosa. Incluso ya se aprecian signos de este retroceso antes del creciente uso de las lenguas eslavas modernas, como por ejemplo en el caso de las traducciones de las Escrituras.
Con anterioridad al siglo XVIII, el eslavo eclesiástico se usaba ampliamente como lenguaje literario en Rusia. Aunque nunca se habló per se fuera de los servicios religiosos, el clero, los poetas y la gente educada tendía a introducir expresiones provenientes del eslavo eclesiástico en su habla cotidiana. Durante los siglos XVII y XVIII, fue gradualmente reemplazado por el ruso moderno en la literatura seglar, manteniéndose tan sólo su uso religioso. Aunque en 1760 Mijaíl Lomonósov defendía que el eslavo eclesiástico era el estilo más elevado del ruso, dentro de Rusia la misma idea se desvaneció a lo largo del siglo XIX. Algunos de los elementos de su estilo pueden haber sobrevivido en el habla de los antiguos creyentes, tras el cisma que sufrió la Iglesia Ortodoxa Rusa en el siglo XVII.
El eslavo eclesiástico se utilizó (con modificaciones) como lengua litúrgica y literaria en otros países ortodoxos — Bielorrusia, Ucrania, Rumania, Serbia, Bulgaria y la (ex yugoslava) República de Macedonia — hasta que fue sustituido por sus lenguas nacionales (aunque el uso litúrgico puede continuar hoy en día).
Situación Actual
Actualmente, el Eslavo Eclesiástico es la lengua litúrgica principal de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, Bulgaria, Ucrania y Bielorrusia. También se utiliza en la Iglesia Ortodoxa Serbia y Iglesia Ortodoxa Polaca, y de vez en cuando aparece en los servicios de la Iglesia Ortodoxa Americana Eslovaca y la República Checa. Es la lengua litúrgica más utilizado en la Iglesia Ortodoxa. También es utilizada por las iglesias que no están en comunión con la Iglesia Ortodoxa Oriental, como la Iglesia Ortodoxa Macedonia, la Iglesia Ortodoxa de Montenegro, La Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa y otras.
Además, el eslavo eclesiástico se utiliza a veces por las Iglesias católicas griegas en los países eslavos, por ejemplo, los croatas y rutenos greco católicos, así como por la Iglesia Católica Romana.
Resulta difícil hacer un cálculo del número de personas que utilizan el eslavo eclesiástico como lengua litúrgica en la actualidad, y aún más complicado sería calibrar su grado de conocimiento, generalmente restringido y de carácter pasivo. Por un lado, la diáspora de Europa oriental durante finales del siglo XIX y a lo largo del XX ha extendido la presencia de gentes de origen eslavo por todo el mundo.
Por otro, la actual presión secularizante en Europa del Este, así como la tendencia por parte de los hijos de los emigrados a utilizar las lenguas de los países de adopción, han contribuido a reducir el grado de familiaridad con el eslavo eclesiástico. Tomando como referencia el número aproximado de feligreses pertenecientes a la Iglesia Cristiana en las zonas pertinentes a principios de los 90, se puede calcular en 80.000.000 el número de personas que usan el eslavo eclesiástico, aunque esta cifra podría ser superior.
El eslavo eclesiástico es una lengua literaria eslava basada originariamente en los dialectos eslavos del sur de Bulgaria y Macedonia, a los que hay que añadir rasgos lingüísticos propios del eslavo occidental. En su forma actual rusificada su uso se reduce a motivos litúrgicos por parte de los miembros eslavos de la iglesia ortodoxa oriental y por eslavos católico-romanos, en algunas ocasiones llamados uniatas, seguidores del rito oriental.
Varias recensiones o dialectos del eslavo eclesiástico se utilizaron como lengua litúrgica y literaria en todos los países ortodoxos del norte de la región del Mediterráneo durante la Edad Media, incluso en lugares donde la población local no era eslava (especialmente en Rumania). En los últimos siglos, sin embargo, el eslavo eclesiástico fue totalmente sustituido por las lenguas locales en los países que no son eslavos. Incluso en algunos de los países ortodoxos eslavos, la lengua nacional moderna correspondiente se utiliza ahora para fines litúrgicos en mayor o menor medida.
Sin embargo, la Iglesia Ortodoxa Rusa, que contiene cerca de la mitad de todos los creyentes ortodoxos, todavía mantiene sus liturgias casi en su totalidad en eslavo eclesiástico. Sin embargo, existen parroquias que utilizan otros idiomas (y el principal problema es la falta de buenas traducciones):
de acuerdo con la decisión del Consejo de la Iglesia de Todas las Rusias de 1917-1918, el servicio en ruso o ucraniano se puede permitir en las parroquias individuales cuando sea aprobado por las autoridades eclesiásticas;
parroquias "étnicas" en Rusia usan (en todo o en parte) sus lenguas: Chuvash, Mordvinic, Mari, Tártaro, Saja (Yakutia), etc;
partes autónomas de la Iglesia Ortodoxa Rusa se preparan y en parte utilizan traducciones a los idiomas de la población local, ucraniano, bielorruso, rumano (en Moldavia), japonés, chino;
parroquias de la diáspora, incluidos los de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el extranjero suelen utilizar los idiomas locales: Inglés, francés, español, alemán, holandés, etc
Hoy en día, la lengua eslava eclesiástica (también conocido como nuevo eslavo eclesiástico, el nombre propuesto por FV Mareš) es en realidad un conjunto de, al menos, cuatro dialectos diferentes (recensiones), con diferencias esenciales entre ellos en el diccionario, la ortografía (incluso en los sistemas de escritura), fonética, etc. La recensión más extendida, la rusa, tiene, además, varios sub-dialectos locales con la pronunciación ligeramente diferente.
Podemos imaginar que la comunidad que más tarde se convirtió en la de hablantes eslavos fue en algún momento un grupo dialectal del Proto-Indo-Europeo (PIE). Cuando la comunidad idiomática se separó lo suficientemente de los otros hablantes PIE para permitir la evolución de la lengua independiente, con el tiempo, su dialecto se convirtió en lo que podríamos llamar eslavo común (CS) o proto-eslavo (PSL). Posteriormente, el mismo proceso ocurrió de nuevo por lo que, en el transcurso de la migración y durante la competencia por el poder de los diferentes reinos o imperios vecinos e internos, las divisiones de la comunidad de habla eslava común aislaron unos de otros. En el momento del Común Eslavo Tardío (LCS), tres dialectos distintos habían surgido: Oriental, Occidental y Meridional. Algunos ejemplos actuales de esta división dialectal serían Rusia en el Este, República Checa y Polonia en el oeste, y serbo-croata y búlgaro en el Sur.
Ciertos rasgos lingüísticos muestran el antiguo eslavo eclesiástico siendo un miembro del grupo eslavo meridional. Por ejemplo, la nasal ę del LCS conserva su calidad frontal en Eslavo Meridional, mientras se desarrolla una calidad diferente, tanto en los dialectos del este y el oeste. Así OCS tiene męso donde el checo, por ejemplo, tiene maso. Del mismo modo, el eslavo meridional conserva el ę nasal en el acusativo plural de algunos sustantivos, mientras que en los grupos orientales y occidentales se pierde la nasalidad.
Se supone, sin embargo, que en el siglo IX, las diferencias dialectales eran todavía lo suficientemente menores y que la inteligibilidad mutua era posible a través de una amplia extensión de la comunidad de habla eslava. Esta opinión está respaldada por el hecho de que se llevaron a cabo los esfuerzos de Cirilo y Metodio, a través de OCS únicamente; es de suponer que eligieron este idioma para que sus traducciones fueran adecuadas para la conversión de la comunidad pan-eslava. No está muy claro hasta qué punto el lenguaje de los manuscritos de OCS se asemeja a la lengua hablada real de la región. A menudo se asume que el lenguaje es el mismo que el que se hablaba en los siglos anteriores a la obra de Cirilo y Metodio, pero parece ser que para cuando los manuscritos existentes se escribieron, la lengua hablada real comenzaba a apartarse de la lengua escrita. Sin embargo, el lenguaje escrito continuó ejerciendo una influencia propia, incluso más allá de sus regiones de origen. Por ejemplo, en el siglo XI se encuentra en el núcleo antiguo de Rusia, en el extremo geográfico de la comunidad eslava.
Las vocales son las siguientes: Frontales (и, ь, є, ѧ, ѣ), Centrales (ъі) y Posteriores (ѹ, ъ, о, ѫ, а). Ordenadas de mayor a menor. Las vocales compuestas, tales como ја,ѥ, etc. eran pronunciadas como las correspondientes vocales precedidas por el sonido j (y). Hay dos tipos de consonantes: duras y blandas. Las consonantes duras son seguidas por una vocal posterior, las blandas por una vocal frontal. Esta distinción no está gráficamente distinguida en el sistema de escritura del OCS. Por el contrario, la jota, j, se suma a una consonante palatal. En algunas situaciones, la consonante precedente a la jota en sí adquiere una articulación palatal, así como sj (с + j), por ejemplo, desarrolla regularmente en š (ш).
Los nombres de OCS se declinan para mostrar su papel en una oración dada. Siete casos y tres números son posibles para cada sustantivo. Además cada sustantivo puede puede ser en singular, dual (dos de una cosa), o en plural (más de dos de una cosa): рѫка '(una / la) mano', рѫцѣ '(las) dos manos', рѫкъі '(las) manos'. Hay tres géneros: masculino, femenino o neutro. El género gramatical a menudo coincide con el género sexual de la partida señalada, por ejemplo, 'mujer' жєна es femenino: la asignación de género puede, sin embargo, no tener razón de ser evidente, por ejemplo, рѫка "mano" es femenino.
Los verbos se declinan por número y por persona. Terminaciones separadas distinguen la primera, segunda y tercera persona del sujeto, del mismo modo, se hace una distinción entre los sujetos singulares, duales o plurales. Tres tiempos simples se distinguen: presente, imperfecto y aoristo. También hay tres tiempos compuestos: perfecto, pluscuamperfecto y futuro perfecto.
El orden de las palabras en las oraciones fue generalmente libre. Lo que dictaba la posición de una palabra en una oración era su importancia en el enunciado: los elementos importantes de una declaración tendían a fijarse hacia el principio. Este "elemento importante" podría ser el tema, pero podría ser igualmente el objeto, el verbo, un adverbio, o lo que sea. En los pasajes narrativos típicos que se encuentran en las traducciones de la Biblia, el verbo se coloca generalmente primero.
El vocabulario y la sintaxis, ya sea en las escrituras, la liturgia, o las misivas de la iglesia, por lo general están un poco modernizadas en un intento de aumentar la comprensión. En particular, algunos de los antiguos pronombres se han eliminado de la escritura (como етеръ / jeter / "cierta (persona, etc)" → нѣкій en la recensión de Rusia).
El eslavo eclesiástico hizo uso de dos sistemas de escritura: el alfabeto cirílico antiguo y el glagolítico. Este último sobrevivió durante mucho tiempo entre los católicos de Croacia y Dalmacia, si bien hoy día ha caído en desuso; el cirílico, en parte basado en el glagolítico, en parte en el griego, aún se usa en la actualidad. Ambos alfabetos fueron utilizados en los primeros libros impresos en eslavo eclesiástico: el misal glagolítico de 1483 (posiblemente impreso en Venecia) y cinco libros litúrgicos en cirílico impresos en Cracovia en 1491.
El alfabeto glagolítico o glagólico, o glagólitsa es el más antiguo de los alfabetos eslavos que se conocen. Fue creado por los santos Cirilo y Metodio alrededor de 862-863 para traducir la Biblia y otros textos a las lenguas eslavas.
El nombre viene de la palabra glagolə, que en búlgaro antiguo significa palabra (y de donde viene el nombre de la letra "G" en dicha lengua). Como glagolati significa hablar, se suele referir poéticamente al glagólitsa como "los signos que hablan".
El alfabeto glagolítico original consta de 41 letras, aunque la cantidad varía levemente en versiones posteriores. Veinticuatro de las 41 letras glagolíticas originales derivan, probablemente, de grafemas de cursiva medieval del alfabeto griego, a las que se ha dado un diseño más ornamental. Se supone que las letras sha, shta y tsi provienen del Alfabeto hebreo (las letras Shin y Tsadi) - los fonemas que representan estas letras no existían en griego pero sí en eslavo y son bastante habituales en todas las lenguas eslavas. De entre los originales, los caracteres restantes son de origen desconocido. Se cree que algunos pueden provenir de caracteres hebreos y samaritanos, que San Cirilo aprendió en sus viajes.
El alfabeto cirílico fue inventado en el siglo X por un misionero del Imperio bizantino en Bulgaria, posiblemente San Clemente de Ohrid. Este alfabeto está basado en el alfabeto griego con caracteres del alfabeto glagolítico por sonidos exclusivamente eslavos, inventado por los santos Cirilo y Metodio, misioneros del Imperio bizantino, que lo implementaron para traducir la Biblia en el contexto cultural de los pueblos eslavos en el siglo IX. El idioma de esta Biblia es el eslavo eclesiástico antiguo, basado en un dialecto eslavo aprendido en Tesalónica, Grecia. Este idioma se usó por la Iglesia ortodoxa rusa entre los siglos IX y XII. En el siglo XIV surge el eslavo eclesiástico, usado hoy en día en el culto.
Entre las lenguas que usan este alfabeto se encuentran abjaso, azerí, bielorruso, bosnio, búlgaro, checheno, kazako, komi, macedonio, moldavo, mongol, ruso, serbio, tártaro, tayiko, ucraniano, uzbeko, yakuto y otras varias. Algunas de estas lenguas se escriben también en alfabeto latino. En el caso de los eslavos, el serbocroata es el único idioma que usa los dos alfabetos de manera oficial, aunque, la versión latina es más usada. La composición del alfabeto cirílico original no se conoce.
El corpus de OCS, limitado a este intervalo de tiempo (850 D.C-1100 D.C.), en realidad es más bien pequeño. Hay cinco manuscritos que contienen varias porciones del Evangelio. Junto a estos tres hay otros manuscritos, en los que se contienen un libro de oraciones, que forma parte de un misal, himnos, sermones y vidas de santos. El texto eslavo más antiguo fechado es una inscripción en una lápida erigida en el año 993 por Samuel - de ascendencia armenia, según una fuente primaria - que más tarde se convirtió en el zar y estableció el llamado Imperio Búlgaro occidental en la actual Macedonia. Varios manuscritos de las zonas de habla rusa están fechadas antes de 1100, pero estos tienen tales características eslavas que son excluidos de las discusiones del corpus adecuado de OCS.
Los principales textos existentes en eslavo eclesiástico son dos traducciones de los evangelios, el Codex Zographensis y el Codex Marianus (ambos en glagolítico); el Psalterium Sinaiticum (en glagolítico); el más largo de los textos litúrgicos es el Codex Suprasliensis (en cirílico).
jedino, dъvě, trьje, četyre, pętь, šestь, sedmь, osmь, devętь, desętь
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El búlgaro (български език, pronunciado [ˈbəlɡarski ɛˈzik]) es una lengua indoeuropea de la rama meridional de las lenguas eslavas.
El búlgaro es la lengua oficial de Bulgaria, también es uno de los idiomas oficiales de la Unión Europea. Está íntimamente relacionado con el idioma macedonio por su desarrollo socio-cultural e histórico. En su diversidad ha conseguido enriquecerse con palabras arcaicas e internacionales, así como con palabras típicas de cada región cercana a sus fronteras (Turquía, Grecia, República de Macedonia, Serbia, Rumania). Una tendencia a internacionalizar el fondo verbal y mejorar la compenetración y el entendimiento de las diversas culturas de la Península Balcánica ha conseguido homogeneidad en las formas de expresión.
Se cree que el búlgaro antiguo (siglos IX -XI) es básicamente el mismo que la forma inicial del antiguo eslavonio eclesiástico (siglos X - XI), dialecto medieval del macedonio que se convirtió en lengua litúrgica de la iglesia ortodoxa oriental y para la que se ideó el alfabeto cirílico. La forma intermedia del búlgaro arranca del siglo XII, y la moderna aparece en el siglo XVI. La forma propia del eslavonio eclesiástico, permanece en la lengua literaria hasta que en el siglo XIX se adoptó una lengua literaria basada en el lenguaje moderno.
La etimología exacta de "Bulgaria" es aún desconocida, aunque se tienen varias teorías. Una de ellas afirma que el nombre del país le fue dado por el nombre de sus habitantes, los "búlgaros", palabra que proviene del latín Bulgari, que literalmente puede siginificar "los hombres del Bolg". Bolg es el antiguo nombre del río Volga, cuyas riberas habitaron los búlgaros hasta el siglo VI. Otra de las teorías más difundidas sobre el origen del nombre del país afirma que proviene de la tribu "bulgar", que deriva del término burg, palabra del proto-germánico que significa "castillo". Finalmente, también existe la posibilidad de que "Bulgaria" provenga del vocablo turco bulga, que significa "mezclado", en referencia al eslavo oriental, lenguaje hablado por los búlgaros, que se creía contenía elementos turcos y finlandeses.
Algunos estudiosos consideraron el búlgaro como una evolución del Eslavo Eclesiástico antiguo (al que se llamó erróneamente Búlgaro antiguo), pero se ha desmentido esta idea, haciéndose descender, como aquel, de un posible eslavo medio o protoeslavo.
Origen
Período prehistórico, desde el tiempo de la invasión eslava de los Balcanes orientales hasta la misión de Cirilo y Metodio a Moravia en el siglo IX D. C.
El Primer Imperio Búlgaro llegó a ser conocido simplemente como Bulgaria desde su reconocimiento por parte del Imperio Bizantino en 681. Entre 681 y 864 del país también era conocido como el Janato Búlgaro. Algunos historiadores usan los términos de Bulgaria del Danubio o Kanato Búlgaro del Danubio con el fin de diferenciarlo de la Bulgaria del Volga que surgió de otro grupo búlgaro. Durante sus primeros años de existencia al país también se le llamaba Estado Búlgaro o Jaganato Búlgaro. Entre 864 y 917 o 927 el país se conocía como Principado de Bulgaria o Bulgaria Knyazhestvo. En la historiografía búlgara se refiere generalmente como el Primer Estado Búlgaro o Primer Zarismo Búlgaro (Imperio). En fuentes del idioma español el país es conocido a menudo como el Imperio Búlgaro.
Creado como una unión entre búlgaros y eslavos, por protección mutua contra el Imperio bizantino al sur y los ávaros al noroeste. El Primer Imperio búlgaro era gobernado de acuerdo con la tradición búlgara por un kan. Los eslavos mantuvieron una significativa autonomía, y finalmente su lengua y tradiciones formaron la cultura búlgara y la gente con Bulgaria se convirtieron en un país eslavo.
Hay dos fechas diferentes para el año de establecimiento de la actual Bulgaria, según dos interpretaciones diferentes de la historia.
Según la primera teoría, una tribu búlgara liderada por el kan Asparukh de Bulgaria, se desplazó al oeste ocupando el sur de la actual Besarabia. Tras una victoriosa guerra contra los bizantinos en el año 680, el kanato de Asparuh conquistó Moesia y Dobrudja,3 4 y fue reconocido como estado independiente por el tratado firmado con los bizantinos en el año 681. Ese año es el que se considera como año de fundación de la actual Bulgaria.
Otra teoría considera que la Gran Bulgaria, aunque sufrió grandes pérdidas territoriales por la acción de los jázaros, consiguió derrotarles a principios de la década de los 670, por lo que la fundación podría situarse en 632 en lugar de en 681.
Tras la decisiva victoria en Ongala en 680, los ejércitos búlgaros y eslavos avanzaron hacia el sur a través de los balcanes, derrotando nuevamente a los bizantinos, que se vieron obligados a firmar un humillante tratado de paz reconociendo la existencia de un nuevo estado en las fronteras del Imperio, y obligándose a pagar un tributo anual a Bulgaria. Al mismo tiempo, la guerra contra los jázaros continuaba en el este y en 700, Asparuh falleció en combate contra ellos. Los búlgaros perdieron los territorios al este del río Dniéster, pero consiguieron retener las tierras al oeste. Búlgaros y eslavos firmaron un tratado acordando que la jefatura del Estado recaería sobre el kan de los Búlgaros, que tendría la obligación de defender el estado contra Bizancio, mientras que los líderes eslavos conseguían un estatus autónomo, teniendo que proteger las fronteras del norte a lo largo de los Cárpatos contra los ávaros.
Se asume generalmente que los búlgaros eran una minoría entre la población Eslava que vivía previamente en la zona colonizada. Entre los siglos VII y X, los búlgaros fueron progresivamente asimilados por los eslavos, adoptando una lengua búlgaro-eslava y convirtiéndose al cristianismo según el rito bizantino bajo el mandato de Boris I de Bulgaria en 864. En esa época, el proceso de absorción de la antigua población tracia romanizada del sur del Danubio había acabado de conformar la formación de esta nueva etnia. Se considera que los búlgaros modernos proceden de origen eslavo meridional, incluso si los eslavos fueron sólo uno de los pueblos que contribuyeron a la formación de la etnia búlgara.
Desarrollo
Antiguo búlgaro, desde los siglos IX al XI, reflejado en los manuscritos en eslavo eclesiástico.
En el año 864 los bizantinos bajo el mando de Miguel III invadieron Bulgaria ante las sospechas de que el kan Boris I pudiera estar dispuesto a aceptar el cristianismo según el rito occidental. Al tener conocimiento de la invasión, Boris I comenzó las negociaciones de paz. Los bizantinos devolvieron algunas tierras en Macedonia a condición de que los búlgaros adoptasen la fe cristiana de mano de Constantinopla, propuesta que fue aceptada por Boris, que fue bautizado en septiembre de 865, tomando el nombre de su padrino, el emperador bizantino Miguel. El título pagano «Khan» fue abolido y reemplazado por el de «knyaz». Sin embargo, el motivo último de la conversión no fue la invasión bizantina. Boris I era un hombre con visión de estado, y anticipó perfectamente que la introducción de una religión única completaría la consolidación del emergente estado búlgaro, que aún estaba dividido por cuestiones religiosas. Sabía también que Bulgaria no era un estado que contara con el pleno respecto de las potencias cristianas, y que los tratados que se firmaran con ellas podían ser violados aduciendo motivos religiosos.
Aunque el Knyaz búlgaro consiguió finalmente asegurar la autonomía de su iglesia, el alto clero y los libros teológicos usaban aún el griego, lo que dificultaba la conversión del pueblo llano a la nueva religión. Entre 860 y 863 los monjes bizantinos de origen griego San Cirilo y San Metodio crearon el alfabeto glagolítico, el primer alfabeto eslavo, por orden del emperador bizantino, con el propósito de convertir la Gran Moravia al Cristianismo Ortodoxo. Sin embargo, sus intentos fracasaron y en 886 sus discípulos Clemente de Ohrid, Naum de Preslav y Angelarius, que habían sido expulsados de la Gran Moravia, llegaron a Bulgaria, donde Boris I les brindó una calurosa acogida. El Knyaz les encomendó la creación de dos academias teológicas donde se instruiría al clero búlgaro en lengua vernácula. Clemente fue enviado a Ohrid en el suroeste de Bulgaria, donde enseñó a 3.500 alumnos entre 886 y 893. Naum fundó una escuela literaria en Pliska, la capital, trasladada luego a la nueva capital Preslav. En 893, Bulgaria adoptó el alfabeto glagolítico y el antiguo eslavo eclesiástico (antiguo búlgaro) como lengua oficial de la iglesia y el estado, expulsando al clero bizantino. A comienzos del siglo X la Escuela Literaria de Preslav creó el alfabeto cirílico.
A comienzos del siglo IX, durante el reinado del jan Krum, el Imperio Búlgaro llegó a extenderse por parte de Panonia y Transilvania. Los búlgaros abrazaron el cristianismo de rito bizantino tras la conversión de Boris I (852-889). La adopción de la nueva fe implicó también la utilización del eslavo como lengua de la liturgia y de la administración. La cristianización y la eslavización proporcionaron al Imperio Búlgaro un área de influencia mayor. El estado alcanzaría su apogeo tanto político como cultural con el reinado de Simeón I (893-927), cuyo plan, que estuvo cerca de ver realizado, era unificar bajo su poder las monarquías búlgara y bizantina. Simeón fue el primer monarca búlgaro en adoptar el título de zar (derivado del título romano caesar, césar).
Búlgaro medio, desde el siglo XI hasta comienzos del XV, caracterizado por la riqueza de actividad literaria.
Tras la muerte de Simeón, la decadencia de la autoridad real, las luchas dinásticas y los ataques exteriores de pueblos como los magiares y pechenegos fueron minando al estado búlgaro que fue conquistado por el emperador Basilio II, llamado Bulgaróctonos («matador de búlgaros») e incorporado al Imperio bizantino. Bulgaria permanecería bajo la autoridad de Constantinopla durante casi dos siglos, entre 1018 y 1185.
Aunque los búlgaros se rebelaron en varias ocasiones contra el dominio de Bizancio durante el siglo XI, ninguna de estas rebeliones alcanzó su objetivo. Durante el siglo XII, sin embargo, aprovechando que el Imperio bizantino se encontraba debilitado por sus luchas contra serbios y húngaros, estalló una rebelión dirigida por los hermanos Petar y Asen. Petar fue proclamado zar "de los búlgaros, los griegos y los valaquios", con lo que nació el Segundo Imperio Búlgaro (1185-1396), cuyo dominio se extendió por todos los territorios entre el Danubio, el mar Negro y la cordillera de Stara Planina, incluyendo parte de Macedonia oriental y el valle del Morava. Bajo Iván Asen II (1218-1241) el estado búlgaro se extendió hasta los mares Adriático y Egeo, controlando directamente Valaquia (en la actual Rumania), Moldavia, Macedonia, las rhodopes (región del sur búlgaro, desde entonces parte de este país) y Tracia. La fortaleza de los estados de Hungría y Serbia impidieron un mayor crecimiento del imperio.
Con Ivan Asen II como zar, el Imperio ocupó Albania y Belgrado. Bulgaria rompió con la Iglesia de Constantinopla, creando el Patriarcado Ortodoxo de Bulgaria, al que se adhirieron los distintos patriarcados de los Balcanes. Fue un monarca honesto y humano, que pese a la ruptura con Roma abrió cauces de colaboración, sobre todo comercial, con Venecia y Génova.
Durante el siglo XIV, la debilitada Bulgaria, que atravesaba un período de desmembración feudal, fue presa fácil para unos nuevos invasores, los turcos otomanos, que habían cruzado a Europa en 1354. En 1362 conquistaron Plovdiv, y en 1382 Sofía. En 1396, los otomanos pusieron fin al Segundo Imperio Búlgaro, controlando por completo el país.
Situación Actual
Búlgaro moderno, desde el siglo XV hasta hoy, incluyendo el período del dominio otomano (siglos XV al XIX).
Mientras que los registros más antiguos demuestran innovaciones en el eslavo eclesiástico, los cambios más pronunciados hacia el búlgaro moderno comienzan a aparecer en los períodos medio y moderno. Tras el 1600, año de comienzo del Renacimiento búlgaro, se producen los grandes cambios que distinguen al búlgaro moderno de su antecesor. Pero la forma literaria del búlgaro moderno comienza a tomar forma sólo hacia la mitad del siglo XIX. Hasta entonces se han posicionado tres posturas diferentes en lo que a la ortografía se refiere:
Línea conservadora, abogando por un lenguaje literario moderno basado en la recensión ruso-serbia del eslavo eclesiástico usado en Bulgaria por la Iglesia Ortodoxa.
Línea progresista, que demanda una lengua literaria basada en el habla de las regiones más influyentes del siglo XIX de Bulgaria.
Línea intermedia, que trata de conciliar el uso de las características dialectales de todas las regiones más las del eslavo eclesiástico.
Finalmente, en el siglo XIX, la emergencia de la región noreste de Bulgaria como el centro de la vida política, económica y cultural, llevó a una amplia aceptación de los dialectos de esa zona como la base de la lengua literaria; de los mismos, el de Tarnovo, fue tomado como modelo. Pero aunque el búlgaro literario refleja el dialecto de esa región, incorpora ciertas características de los dialectos occidentales. No obstante, como consecuencia del desplazamiento de la capitalidad de Bulgaria de Tarnovo a Sofía en 1879, el búlgaro literario comenzó un proceso gradual de acomodación al dialecto nativo de la nueva capital.
Actualmente, después de desmembrado el imperio turco, así como las repúblicas de la antigua Yugoeslavia, el Búlgaro tiene pretensiones nacionalistas que implican la no aceptación del Macedonio como un idioma independiente, asumiendo que, en realidad, se trata de un dialecto occidental del Búlgaro.
El búlgaro es la lengua nacional de la República de Bulgaria y la lengua nativa de la mayoría eslava de esta nación. Se estima que hacia 1986 la población de Bulgaria era de unos 9 millones de personas, de los cuales el ochenta y cinco por ciento eran búlgaros. Hay comunidades de habla búlgara en Moldavia y otras zonas de la antigua Unión Soviética, Rumania, Serbia y Grecia. Es también la lengua de grupos de emigrantes en Israel, Europa occidental y Canadá.
Los dialectos búlgaros pueden dividirse en dos categorías: la oriental y la occidental, teniendo ambas varias subdivisiones:
Búlgaro oriental (base de la lengua literaria): con el misio en la región que limita con el mar Negro al nordeste; balcánico y rupski, siendo esta variante la más antigua de todas.
Búlgaro occidental con las variantes septentrional y meridional.
El búlgaro y el macedonio, que es una lengua íntimamente relacionada con aquél, forman el grupo oriental de la rama sur de las lenguas eslavas modernas y se escriben en caracteres cirílicos. Se distinguen de otras lenguas del grupo en que abandonaron muy pronto la declinación nominal y la sustituyeron por el nombre con complementos preposicionales. A la vez, han adoptado otros rasgos no eslavos pero propios de otras lenguas de la región, por ejemplo, el uso del artículo determinado y su colocación después del nombre o el uso de una oración subordinada allí donde otras lenguas eslavas usan el infinitivo.
El sistema vocálico búlgaro consiste en las siguientes seis vocales:
Alfabeto IPA X-SAMPA Descripción se pronuncia como
и [i] [i] frontal cerrada no redondeada sí
е [ɛ] [E] frontal medio-abierta no redondeada mère (francés)
а [a] [a] central abierta no redondeada fa
ъ [ə] [@] central medio-abierta no redondeada about (inglés)
у [u] [u] posterior cerrada redondeada tú
о [ɔ] [o] posterior medio-abierta redondeada law (inglés)
Las vocales en búlgaro se agrupan por su articulación en: frontal, central y posterior. Son relativamente flojas, como en la mayoría de las lenguas eslavas, y al contrario de las vocales típicas y acentuadas de las lenguas germanas. Las vocales no acentuadas [a], [ə], [ɔ], [u] tienden a ser más breves y débiles que sus equivalentes acentuadas, igualando casi sus sonidos. Sin embargo, no es posible hacer una reducción similar de [ɛ] a [i].
El búlgaro tiene una semivocal: /j/, equivalente a la <i> en bien. La /j/ siempre precede o sigue inmediatamente una vocal. Esta semivocal se expresa gráficamente casi siempre mediante la letra й y es llamada "i kratko" (i corta), como, por ejemplo, en най /naj/ ("mayoría") y тролей /trolej/ ("trolebús"). Pero además también se usan las letras ю y я cuando la semivocal precede a /u/ y /a/, por ejemplo ютия /jutija/ ("hierro", "plancha"). Tras una consonante, ю y я significan una consonante palatalizada más que una semivocal: бял /bʲal/ "blanco".
*** й también significa "a ella" o "su" (de ella).
Tráele (a ella) un vaso de agua, por favor = Дай й еднa чaшa вoдa, мoля.
Su bolso está allí. = Чaнтaтa й е тaм.
El búlgaro tiene un total de 33 consonantes fonemas (véase tabla más adelante). Además, tiene otros tres fonemas adicionales ([xʲ], [ʣ] y [ʣʲ]), que se emplean con nombres propios extranjeros como Хюстън /xʲustən/ ("Houston"), Дзержински /dzεrʒinski/ ("Dzerzhinsky"), y Ядзя /jaʣʲa/, el nombre polaco "Jadzia". Estas tres consonantes forman parte en gran variedad de palabras y verbos –es importante aprender a pronunciarlas delante de un espejo. No exigen la misma explosión de aire que suelen aplicar la gente en general. Practiquen hasta que se sientan a gusto en pronunciarlas–. Según el criterio de sonoridad, las consonantes búlgaras pueden dividirse en 16 pares (sonoras<>sordas). La única consonante sin equivalente sonora es la sorda velar fricativa /x/.
La consonante sorda velar fricativa X es casi la misma H de HOUSE en inglés. Generalmente la mayoría de las palabras se escriben fonéticamente, es decir que se escriben igual que se pronuncian y se oyen. Un idioma bastante fácil para ser leído y comprendido una vez aprendida bien la gramática y la forma singular y plural del subjuntivo que muchas veces es irregular. En el alfabeto búlgaro algunas letras coinciden con letras latinas, pero se pronuncian de diferente manera, porque es un equivalente eslavo a una letra latina.
Esta es una comparación entre el alfabeto español y su equivalente en búlgaro. A veces una letra en mayúscula corresponde a una en minúscula en el otro idioma o incluso no existe comparativa o sonido "gemelo".
Las consonantes búlgaras б /b/, в /v/, г /g/, д /d/, з /z/, к /k/, л /l/, м /m/, н /n/, п /p/, р /ʀ/, с /s/, т /t/, ф /f/, ц /ʦ/ pueden tener tanto una pronunciación "fuerte" normal como una "débil", palatalizada. Las consonantes duras y las palatalizadas se consideran distintos fonemas en búlgaro. Las consonantes ж /ʒ/, ш /ʃ/, ч /ʧ/ y дж /ʤ/ no tienen variantes palatalizadas, ya que son esencialmente débiles palatales.
La suavidad de las consonantes palatales se indica siempre al escribir búlgaro. Una consonante es palatal si: la sigue el signo que indica debilidad ь; la siguen las letras я /ʲa/ o ю /ʲu/; (я y ю además se usan para representar la semivocal /j/ antes de /a/ y /u/.)
Las consonantes no son nunca débiles cuando preceden a las vocales /i/ y /ɛ/ en búlgaro estándar. Sin embargo, la palatalización precediendo estas dos vocales es común en dialectos búlgaros del este.
Con la palatalización de la mayoría de las consonantes fuertes (o velares) bilabiales, labiodentales y alveolares, la zona media de la lengua se eleva hacia el paladar lo que provoca la formación de un segundo punto de articulación que produce el sonido palatal específico de las consonantes débiles (o palatales). La articulación de alveolares /l/, /n/ y /r/, sin embargo, normalmente no sigue esta regla. El sonido palatal se consigue en estos casos gracias al desplazamiento del lugar de articulación hacia el paladar. De esta forma, /ʎ/, /ɲ/ y /rʲ/ son en realidad consonantes alveopalatales (postalvelolares). /g/ y /k/ (/gʲ/ y /kʲ/, respectivamente) no son velares sino palatales.
La acentuación búlgara es dinámica. Las sílabas acentuadas son más largas y más marcadas que las sílabas no acentuadas. El acento es libre. Puede caer en cualquier sílaba de una palabra polisilábica y su posición puede variar bajo inflexión o derivación, por ejemplo, мъж /m'əʒ/ ("hombre"), мъжът /məʒ'ət/ ("el hombre"). El acento búlgaro también es distintivo: por ejemplo, в'ълна /v'əlna/ ("lana") y вълн'а /vəln'a/ ("ola") que se diferencian únicamente por el acento. Dado que el idioma búlgaro no tiene signos de acentuación ni reglas, la única forma de saber cómo se acentúa una palabra al leerla es habiéndola oído antes y memorizando su acentuación.
Los sustantivos en búlgaro tienen tres géneros: masculino, femenino y neutro. Se distinguen así mismo dos números singular y plural.
Los nombres masculinos terminan normalmente en consonante: Priyátel, Stol, Zavoy. Los femeninos acaban en vocal -a o -ya como: zhena, zemyá. Salvo un grupo reducido de sustantivos abstractos: rádost, bólest, prólet. Los sustantivos neutros terminan en -o o -e: sélo, deté.
Los masculinos de más de una sílaba forman el plural con la terminación -i: priyátel>priyátel-i. La terminación -k se transforma en -sh: Uchení-k>Uchení-ts-i. El sufijo -ets pierde la vocal: ispane-ts>ispan-ts-i. Los masculinos monosílabos hacen el plural en -ove: stol>Stol-ove. Los femeninos hacen el plural en -i: zhena>zhen-i, zemya>zem-i Los neutros forman el plural según su terminación en singular (-o>-a: seló>sel-á., -e>-eta: pole>pol-eta, -ie>nya:spisán-ie>spisá-nya, -ishte>ishta: zhíl-ishte>zíl-ishta)
El rasgo más peculiar del verbo búlgaro es el factor testimonial. El sistema verbal búlgaro no se puede describir satisfactoriamente con las categorías de tiempo y modo de la gramática tradicional, es más representativa una descripción funcional basada en una gradación del compromiso epistémico del hablante, que va desde las formas objetivas y reales hasta las subjetivas e irreales.
El búlgaro ha absorbido palabras prestadas procedentes de otras lenguas, sobre todo del ruso, eslavonio eclesiástico, griego y turco.
Se escribe con caracteres del alfabeto cirílico. El pueblo búlgaro fue el primero en utilizar el nuevo alfabeto. El alfabeto cirílico es una mezcla del griego y el latín, añadiéndoles los caracteres necesarios para introducir los sonidos que no tenían correspondencia con ellos. Bulgaria se convirtió en el centro cultural de las naciones eslavas durante la época medieval y se fue extendiendo hacia los países vecinos como Serbia y desde aquí a otros pueblos eslavos como los rusos, los ucranianos y los bielorrusos. En el siglo XIX con el búlgaro moderno se perdieron toda una serie de sonidos y al reformarlo se redujo de 44 signos a 32. Este alfabeto se utilizó hasta la reforma ortográfica de 1945, cuando el alfabeto se redujo de 32 hasta 30 letras que es tal y como se conserva hoy en día.
Sus primeros registros están recogidos en manuscritos en eslavo antiguo, es decir, el eslavo eclesiástico, cuyo sistema de escritura era el glagolítico.
Las inscripciones más antiguas datan del siglo X, siendo la más arcaica una del año 943. Los manuscritos más tempranos están en alfabeto glagolítico, en el que se incluyen los Codices Zographensis, Marianus y Assemanianus (siglo X).
Algunas expresiones comunes con transcripciones aproximadas:
Здравей (zdravey) — ¡hola!
Здрасти (zdrasti) — ¡hola! (informal)
Добро утро (dobró utro) — buenos días (como "good morning" en inglés)
Добър ден (dóbər den) — buenas tardes (es como "good afternoon" en inglés, pero se puede decir durante todo el día, ya que literalmente significa "buen día")
Добър вечер (dóbər vécher) — buenas noches (como "good evening" en inglés)
Лека нощ (leka nosht) — buenas noches (cuando vas a dormir, como "good night" en inglés)
Довиждане (dovízhdane) — adiós
Чао (chao) — adiós (informal)
Как си? (kak si?) — ¿cómo estás?
Kak cтe? (kak ste?) — ¿cómo estáis/están?
Аз съм добре (as səm dobré) — estoy bien (también se dice Добре съм (dobré səm))
Аз също/и аз (az səshto/i az) — yo también
Много добре (mnogo dobre) — muy bien
Горе-долу (Gore-dolu) Ni bien, ni mal- estado de animo-.
Гope (gore) — arriba
Дoлу (dolu) — abajo
Наздраве! (nazdrave!) — ¡salud!
Обичам те (obícham te) — te quiero
Поздрави (pozdravi) — saludos
Благодаря (blagodarya) — gracias (también se entiende Мерси (mersí), que en algunos lugares incluso se utiliza más)
Добре (dobré) — bien, bueno, vale, de acuerdo
Аз съм Българин/българка (az səm bəlgarin/bəlgarka) — Yo soy búlgaro/búlgara
Как се казваш? (kak se kazvash?) — ¿Cómo te llamas?
Sí — Да (Da)
No — Не (Ne)
A lo mejor, quizá — Може би (Mozhe bi)
De nada — Няма защо (Niama zashtó)
Por favor — Моля (mólia) / Ако обичате (Ako obichate)
Discúlpeme — Извинете, Извинявайте (Izvínete, izviníavaíte)
¡Hola! — Здравей, Здрасти (Zdraveí, zdrasti, privet)
Hasta pronto, hasta luego — До скоро, Чао (Do skoro, chao)
Hasta nunca, hasta siempre — Сбогом (Sbogom)
¡Vamos!, ¡venga! — хайде (Haíde [informal]: Are)
No lo entiendo — Не разбирам (Ne razbiram)
¿Cómo se dice esto en búlgaro? — Kak shte kajesh tova na bəlgarski?
¿Habla usted español/francés/inglés/alemán? — Govórite li ispanski/frenski/angliíski/nemski?
Yo — Аз (Az)
Tú — Ти (Ti)
Él/ella/ello — Той, Тя, То (Tói, tiá, to)
Usted — Вие (Víe) (В siempre mayúscula en la lengua escrita)
Nosotros — ние (Níe)
Vosotros/Ustedes — Вие (Víe)
Ellos/ellas — Те (Te)
edín, dva, tri, čétiri, pet, šest, sédem, ósem, dévet, déset
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El idioma macedonio (macedonio: Македонски јазик, romanización: Makedonski jazik, pronunciación: [maˈkɛdɔnski ˈjazik]) es una lengua del grupo oriental de lenguas eslavas del sur. Es hablado por unos 2 millones de personas, principalmente en la República de Macedonia, donde es lengua oficial.
El macedonio literario es la lengua oficial de la República de Macedonia y está reconocida como tal por todos los países excepto Bulgaria, donde se conceptúa como una variante regional del búlgaro y Grecia, donde se afirma que dicha lengua no existe -salvo cuando se hacen proclamaciones para prohibir su uso- o bien que el término macedonio sólo puede referirse a los dialectos griegos de Macedonia o de la antigua Macedonia. No obstante, hay ciudadanos y emigrantes búlgaros y griegos que identifican su lengua nativa (eslava) como macedonio.
Macedonia es una región de los Balcanes que lleva ese nombre desde tiempos antiguos, cuando estuvo unida a Epiro, Tesalia y Tracia por el sudoeste, sur y este. Actualmente bajo ese nombre se comprende la República de Macedonia, el distrito búlgaro de Blagoevgrad y la provincia griega de Makedonia, en el norte de Grecia; también se podrían incluir porciones limítrofes de la Albania oriental.
La lengua macedonia, makedonski jazik, fue hablada en una parte de Macedonia ya en los siglos V y IV a. C. y puede ser que incluso antes. Esto hizo posible que el griego se abriera paso, quien a su vez fue suplantado por el eslavo cuando los eslavos invadieron y se asentaron en los Balcanes en el siglo VII d. C.; como resultado podríamos definir a la actual lengua macedonia como los dialectos eslavos que se hablan en el territorio de Macedonia.
Los estudios del Macedonio, así como de muchas otras lenguas de los balcanes, están teñidos de controversia étnico-nacionalista, siendo muy compleja la extracción de información fiable y objetiva. No he encontrado ninguna digna de reseñar.
Origen
La conquista de los Balcanes por el Imperio Otomano en los siglos XIV y XV provocó una interrupción de la continuidad cultural en la alfabetización eslava en esa región, por lo que la historia del macedonio moderno literario comienza en la última aparte del siglo XVIII con el nacimiento del nacionalismo eslavo meridional.
Desarrollo
1794-1840: primera publicación de dialectos macedonios. Las grandes figuras de este período publicaron obras eclesiásticas y didácticas basadas en sus dialectos locales. Su interés era establecer un literatura vernácula eslava en oposición a la arcaica influencia de los que lo hacían en el eslavo eclesiástico o a los helenizantes intentos de la Iglesia Ortodoxa Griega, a la que la mayor parte de los macedonios y búlgaros pertenecen. Los autores de este período llaman a su lengua vernácula búlgaro.
1840-1870: surgimiento de obras seculares usando dialectos macedonios. La batalla por hacer emerger una literatura vernácula se pone de manifiesto con dos centros literarios principales en territorio macedonio-búlgaro: uno en el noreste de Bulgaria y otro en el sudoeste de Macedonia.
1870-1912: surgimiento del macedonianismo. El establecimiento del Exarcado búlgaro, es decir, la iglesia autocéfala búlgara en 1870, marca la victoria definitiva del helenismo. Es a partir de este período cuando tenemos las primeras declaraciones insistiendo que el macedonio es una lengua separada del búlgaro y del serbio, aunque ya estas ideas habían sido expresadas en períodos anteriores, si bien en correspondencia privada y documentación similar.
1912-1944: guerra de los Balcanes hasta la II Guerra Mundial. El 18 de octubre de 1912, los reinos de Bulgaria, Grecia y Serbia se unen contra Turquía en la I Guerra de los Balcanes. Menos de un año después, Macedonia fue repartida entre esos tres aliados, poniendo fin al desarrollo de la literatura macedonia fuera de las fronteras de Yugoslavia, excepto el período de 1946-1948, cuando los macedonios de Pirin fueron reconocidos como minoría en Bulgaria con sus propias escuelas y publicaciones en macedonio literario. En Yugoslavia, el macedonio fue tratado como un dialecto serbio, pero el gobierno yugoslavo permitió desarrollar la literatura macedonia sobre la base de una literatura de dialecto. Durante este período los lingüistas de fuera de los Balcanes publicaron estudios en los que se enfatizaba la distinción del macedonio respecto al serbocroata y el búlgaro.
Situación Actual
Establecimiento de la literatura macedonia: Durante la II Guerra Mundial, los comunistas tomaron la jurisdicción sobre Macedonia y el 2 de agosto de 1944 el macedonio fue declarado la lengua oficial de la República de Macedonia. La normalización de la literatura macedonia comenzó rápidamente tras su oficial reconocimiento, en parte porque un dialecto común ya estaba funcionando. La región central occidental, que es la más grande en terreno y población, suplió una base dialectal a la que los hablantes de otras zonas podían ajustar su habla de manera cómoda. Un gran problema ahora es que Skopie, la capital y principal centro cultural, está fuera de esa región dialectal del centro occidental, estando la república en conjunto a la influencia serbocroata.
Hablada en República de Macedonia, Albania, Bulgaria, Grecia, Rumania, Serbia, Kosovo. No en todos estos lugares reconocida como lengua.
Se habla en alrededor de 70 poblaciones albanesas orientales, donde se usa como lengua de enseñanza elemental hasta el cuarto grado. Según el censo yugoslavo de 1981, se estima que hay entre 2 y 2,5 millones de personas que la hablaban como primera lengua, muchos de los cuales han emigrado a Australia, Canadá y los Estados Unidos.
El macedonio comprende un grupo de dialectos localizados en la parte más meridional del territorio de habla eslava, que se extiende hacia el norte de Grecia hasta el río Bistrica (en griego, Aliakmon), en la frontera de Tesalia (área conocida como la macedonia egea). Los dialectos en los que se basa el macedonio forman parte de un continuum con dialectos serbios y búlgaros, por lo que no resulta fácil establecer límites entre ellos. El macedonio se habla también en el distrito de Blagoevgrad, al suroeste de Bulgaria (una zona conocida como Macedonia de Pirin), así como en 60 ó 70 pueblos en Albania oriental.
Por razones de índole histórica y política, el macedonio no se reconoce como lengua ni en Bulgaria ni en Grecia. En Bulgaria, se considera una variante dialectal o "norma regional" del búlgaro, mientras que en Grecia el término "macedonio" se utiliza únicamente para referirse a los dialectos griegos del macedonio griego o al macedonio clásico.
Es una lengua muy próxima, con un límite muy difuso, al Búlgaro, ambas. a su vez, muy cercanas al extinto antiguo eslavo eclesiástico. Forma parte del subgrupo oriental de las lenguas eslavas meridionales.
Posee cinco vocales, una semivocal, tres consonantes líquidas, tres oclusivas nasales, tres pares de fricativas, dos pares de africadas, una fricativa sorda no emparejada, nueve pares de consonantes sonoras y sordas y cuatro pares de oclusivas.
Además, el schwa [ə] aparece en ciertas palabras literarias en las que siempre se acentuó. En la ortografía se expresa por un apóstrofo, como en к'на ['kəna] (henna). Un uso más común de la schwa, sin embargo, se encuentra en ciertos dialectos o préstamos.
El acento tónico va en la antepenúltima sílaba de la palabra con tres o más sílabas o en la primera si es bisílaba, como plánina 'montaña', planínata 'la montaña'
Las dos componentes de la rama oriental de las lenguas eslavas meridionales, el macedonio y el búlgaro, constituyen, junto con el rumano, griego y albanés (lenguas no eslavas), la llamada "Liga Lingüística" o "Spmchbund" balcánico. Estas lenguas comparten sorprendentes rasgos lingüísticos denominados generalmente "balcanismos". Ya que estas características no estaban presentes en las lenguas de las que derivan las lenguas del "Sprachbund", bien se ha intentado buscar su origen en algunas lenguas ya extinguidas, tales como el tracio o el ilirio, bien se han visto como rasgos comunes compartidos, resultado de una convergencia evolutiva.
Los pronombres posesivos son: 1 moj, moja, moe; plural moi; 2 tvoj, naš, vaš; 3 masculino negov -a/-o/-i; femenino nejzin -a/-o/-i; plural nivni -a/-o/-i. Los pronombres demostrativos son ovok 'esto', toj/onoj 'eso', yendo marcados por género y teniendo formas plurales: ovie, tie. El pronombre interrogativo es koj '¿quién?', što '¿qué?'. El relativo es koj/što.
Los pronombres personales son:
| Singular |
|
|
| Plural |
|
|
| 1 | 2 | 3 masc. | 3 fem. | 1 | 2 | 3 |
Nominativo | jas | ti | toj | taa | nie | vie | tie |
Indirecto | mene/mi | tebe/ti | nemu/mu | nejze/i | nam/ni | vam/vi | nim/im |
Directo | mene/me | tebe/te | nego/go | nea/ja | nas/ne | vas/ve | niv/gi |
La lengua macedonia tiene tres géneros: masculino, femenino y neutro. Las formas del masculino plural son: -ovci, -i, -ovi, -ni; por ejemplo, grad 'ciudad' -gradovi; prst 'dedo' -prsti; Los nombres femeninos en -a o una consonante forman plural en -i; los nombres neutros cambian la -o por -a y la -e por -in'a; por ejemplo pole 'campo' -polin'a.
Esta lengua tiene tres artículos definidos que se sitúan al final de la palabra:
Masculino, -ot, femenino -ta, neutro -to; plural masc./fem. -te, neutro -ta.
-ov, -va, -vo; plural -ve, -va. Usado para enfatizar proximidad.
-on, -na, -no; plural -ne, -na.
Como resultado de la estrecha relación con el búlgaro y el serbo-croata, el macedonio comparte una cantidad considerable de su léxico con estos idiomas. Otras lenguas que han estado en posiciones de poder, como el turco otomano y, cada vez más, el inglés, también proporcionan una cantidad significativa de los préstamos lingüísticos. Idiomas prestigiosos, como el antiguo eslavo eclesiástico, ocupan una relación con el Macedonio moderno comparable a la relación del latín medieval con las lenguas romances modernas, y el ruso también proporciona una fuente de préstamos léxicos.
Durante el proceso de normalización, había un cuidado deliberado para tratar de purificar el léxico de la lengua. Serbismos y bulgarismos, que se habían vuelto comunes debido a la influencia de estas lenguas en la región, fueron rechazados en favor de las palabras de dialectos y arcaísmos nativos. Un ejemplo fue la palabra "evento", настан [nastan], que se encontró en algunos ejemplos de la poesía popular recogidos por los hermanos Miladinov en el siglo XIX, mientras que el escritor macedonio Krste Misirkov había utilizado la palabra собитие [sɔbitiɛ]. Esto no quiere decir que no haya serbismos, bulgarismos o incluso rusianismos en el idioma, sino más bien que estaban desalentados en un principio de "la búsqueda de material nativo primigenio".
El lenguaje de los escritores al final del siglo XIX abundaba en Rusia y, más concretamente, elementos léxicos y morfológicos del antiguo eslavo eclesiástico, que en la norma actual son sustituidos por modelos más actuales.
Nuevas palabras fueron acuñadas según la lógica interna y otras calcadas de lenguas relacionadas (especialmente serbocroata) para reemplazar las tomadas de Rusia, lo que incluye известие → извештај, количество → количина, согласие → слога, etc. Este cambio tuvo como objetivo llevar el idioma macedonio escrito más cercano al lenguaje hablado, distanciándose con eficacia de la lengua búlgara que ha mantenido sus numerosos préstamos rusos, y representa un exitoso intento purista en la abolición de una tradición lexicogénica común en la literatura escrita.
A finales del siglo XIX, el proceso de modernización del alfabeto y del sistema ortográfico cirílico macedonio tuvo lugar bajo la influencia del principio fonético de las reformas ortográficas serbias. Utilizan una variante del alfabeto cirílico adaptado al idioma macedonio.
Los primeros textos literarios en macedonio son del siglo XIX.
eden, dva, tri, četiri, pet, šest, sedum, osum, devet, deset
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El serbocroata o croatoserbio (srpskohrvatski o hrvatskosrpski) era la denominación que se utilizó para el conjunto de lenguas del eslavo meridional habladas en los países de Croacia, Serbia, Montenegro y Bosnia-Herzegovina. El término serbocroata se utilizó durante la mayor parte del siglo XX. Con la disgregación de Yugoslavia (1954-1991) y la aparición de nuevos estados, el término “serbocroata” cayó en desuso: actualmente se utilizan principalmente los dos términos: "lengua croata" y "lengua serbia" (aunque algunos estudiosos utilizan también los términos "lengua montenegrina" y "lengua bosniaca").
El serbocroata fue una de las lenguas oficiales (junto al esloveno y el macedonio) de la antigua federación yugoslava. Dicha denominación se usó desde 1921 hasta las Guerras Yugoslavas a principios de los años noventa, a modo de genérico de los dialectos hablados por serbios, croatas, bosnios y montenegrinos.
En la actualidad la denominación "serbocroata" es considerada por algunos incorrecta, en muchos casos por motivos meramente políticos que están conduciendo, gradualmente, a la diferenciación del idioma en distintos idiomas asociados a naciones y/o etnias de hablantes respectivos. Los idiomas actuales en los respectivos países se llaman oficialmente serbio, croata, bosnio y montenegrino. Sin embargo todas estas variedades son muy similares, con diferencias de vocabulario, gramaticales y de acento que no impiden el entendimiento mutuo. La principal diferencia entre la antiguamente llamada "variante oriental" (serbio) y la "variante occidental" (croata) se encuentra en el tratamiento de la antigua vocal eslava yat: en variante oriental (al igual que en esloveno), esta vocal dio e, mientras que en la variante occidental dio je o ije (de forma similar al ruso). Teniendo en cuenta esta diferencia, se habla de "variante ekavski" y "variante ijekavski". Pero, como un número considerable de los serbios vivía y todavía vive en Croacia, Bosnia y Montenegro, es decir en los territorios de la variante occidental, el estándar serbio reconoce ambas variantes como correctas: ekavski e ijekavski. Lo que, aun más, reduce las diferencias entre serbio y croata.
El término "serbocroata" es el más habitual en ámbitos académicos y era muy utilizado en la antigua Yugoslavia. No obstante, paralelamente a esta denominación encontramos términos alternativos como "croata-serbio" y "croata y serbio", frecuentes entre los lingüistas croatas. Los hablantes de esta lengua, dependiendo de su origen étnico, hacen mención a la misma como "croata" o "serbio".
Alguien dijo una vez que la antigua Yugoslavia era la desesperación de mentes ordenadas: Dos alfabetos, varias lenguas, diversas religiones, numerosas etnias, etc. Con su desmembramiento se ha producido una simplificación notable en el sentido de que cada entidad se ha identificado con un Estado determinado, sea Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina o Macedonia. A pesar de todo, las dificultades a todos los niveles en esta zona de los Balcanes persisten. También en el aspecto lingüístico. Esto hace casi imposible encontrar un estudio exento de intención nacionalista y, en muchas ocasiones, teñidos de un racismo supremacista, que genera hipótesis más o menos disparatadas.
Cabe destacar que la variante lingüística adoptada es la misma en la que se basó Vuk Stefanović Karadžić para realizar su reforma de la lengua literaria serbia. Las peculiaridades de la reforma de Karadžić siguen presentes en las actuales lenguas literarias croata y bosnia, a pesar de los esfuerzos nacionalistas por marcar las diferencias respecto a la lengua serbia.
En 1960 se publicó la Ortografía del idioma literario serbocroata o croatoserbio, sobre la base del Acuerdo de Novi Sad de filólogos serbios y croatas. Este acuerdo dejó de aplicarse en 1991, cuando Croacia se independizó de Yugoslavia. Desde entonces no existe ninguna Academia de la Lengua conjunta que regule el idioma serbocroata como tal, se han iniciado procesos de divergencia en las distintas repúblicas por la guerra, los nacionalismos, así como también la búsqueda de individualidad en cada uno de los pueblos y repúblicas ex yugoslavas.
Teoría del Origen Común de Serbios y Croatas
La teoría del origen común de serbios y croatas, o de la unidad nacional (croata, serbio: narodno jedinstvo; cirílico: народно јединство, aunque este término incluye también a los eslovenos) ha sido propugnada a lo largo de la historia desde diversos ámbitos historiográficos, y está basada en la pertenencia de ambos, el pueblo croata y el pueblo serbio a una raíz común, los pueblos eslavos. Según la misma, y basándose en estudios históricos y etimológicos, ambos pertenecen al mismo grupo eslavo que, en el siglo VII, y con origen probable en el Cáucaso (sármatas) o Persia (iranios), se estableció en los Balcanes, donde darían origen a las modernas Serbia y Croacia.
Esta teoría de la unidad étnica fue defendida a principios del siglo XX por políticos como Svetozar Pribićević y constituyó un importante argumento para el proyecto de unificar a todos los eslavos del Sur en un mismo estado, lo que propició el surgimiento, en un primer momento, del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, y posteriormente de Yugoslavia.
Las divergencias y enfrentamientos bélicos entre ambos países a lo largo de todo el s. XX trajeron consigo una progresiva oposición a esta teoría, influenciada principalmente por los poderosos movimientos nacionalistas desarrollados en ambos estados.
Son diversos los estudios que sostienen el origen común de los pueblos serbio y croata, aunque divergen entre ellos en su procedencia y el momento histórico en que se produce su separación. Algunos historiadores sostienen que los serbios y los croatas eran tribus de origen persa que migraron como guerreros hacia la península de los Balcanes, donde fueron asimilados por los eslavos del Sur que ya se habían establecido allí en el siglo V.
Serbios y croatas primitivamente constituían un solo grupo étnico. Habitaban al norte de los Cárpatos, y hablaban el mismo idioma. Las posibilidades de emigración y fortuna les hicieron trasladarse a regiones donde determinadas diferencias ya existentes se acentuaron, y se desarrollaron otras nuevas. Un grupo se convirtió en católico y el otro en ortodoxo. Los croatas utilizaron el alfabeto latino para escribir y los serbios el cirílico.
Para el historiador Noel Malcolm, los serbios y los croatas eran tribus eslavas que pertenecían a las castas dominantes de las tribus iranias de Persia, que emigraron a los Balcanes hacia 620. Según Malcolm, ambas eran originalmente hablantes de lenguas iranias que posteriormente adoptaron una lengua eslava común.
Los investigadores Milan Hustich y Tadeusz Sulimirski aseguran también que los sármatas son los antepasados comunes de serbios y croatas. Para ello comparan cientos de palabras en serbio y croata y las relacionan con sus equivalentes en las lenguas escitas que hablaban los sármatas. Según Sulimirski, que publicó el libro The Sarmatians ("Los sármatas") en 1970, existen varias pruebas etimológicas para realizar tal afirmación:
El nombre de los serbios en la variante sarb (Sarva) significa en escita y sánscrito "toda la gente unida y libre". Los escitas también eran llamados serocroats (sármatas/issedones), lo que tiene el mismo significado que "serbios y croatas", en iranio antiguo: las lenguas escitas pertenecían a grupos lingüísticos iranios, aunque el vocabulario era más cercano al sánscrito.
El nombre de los croatas (Hrovat) significa "el pueblo de los pretendientes y los hombres libres" en las antiguas lenguas iranias, y "los que visten armadura" en latín. Los sármatas (que significa "poseedores de espadas" en persa antiguo) con sus largas espadas y armaduras con escamas eran los antiguos caballeros (Katafrakts). Un dato significativo es que el nombre Hrovat (croata) en avéstico es sinónimo de serbio en sánscrito, y significa "el pueblo de los pretendientes".
Según diversos estudios genéticos publicados por la Universidad de Stanford y FamilyTreeDNA, Serbia, Croacia y Bosnia y Herzegovina son los países de Europa con mayor concentración de habitantes del Haplogrupo I2a1, encontrándose la siguiente mayor concentración al norte del Mar Negro, aproximadamente en el área que ocupaban los antiguos sármatas, en lo que ha sido considerado una importante evidencia de la relación entre ambas poblaciones.
Tras la Primera Guerra Mundial, y a raíz de la desmembración de los imperios austrohúngaro y otomano surgieron en los territorios de mayoría eslava que habían estado bajo su dominio (principalmente Eslovenia, Dalmacia, Croacia, Eslavonia y Serbia) diversos movimientos sociales y políticos que abogaban por la unión de todos los eslavos del Sur en un sólo estado.10 Estos movimientos habían tenido su predecesor en el obispo croata Josip Juraj Strossmayer, que ya en el s. XIX había abogado por esta unidad.
Fue el político serbio de Croacia Svetozar Pribićević uno de los principales defensores de la creación del estado unificado, basándose precisamente en la teoría del origen común (narodno jedinstvo o unidad nacional) que había defendido en su obra de 1895 Narodna misa ("La idea nacional"). Estos proyectos propiciaron la creación del Comité Yugoslavo, y desembocaron en la Declaración de Corfú de 1917, que sentó las bases para la creación del estado de Yugoslavia.
Uno de los líderes croatas más carismáticos, Stjepan Radić, fundador del Partido Campesino Croata, aceptó que los croatas y los serbios formaban parte de un mismo pueblo, pero subrayó que habían desarrollado "identidades históricas especiales". Según Radić, todos los eslavos eran, en el sentido más amplio posible, un solo pueblo, pero no estaba de acuerdo con la opinión de que esto presuponía un estado unitario yugoslavo entre los eslavos del sur. No obstante, sus postulados políticos cambiaron con el paso del tiempo, acercándose más al nacionalismo croata, para quien demandó más autonomía hasta su asesinato en 1928. Precisamente su asesinato en el parlamento yugoslavo por defender estas posturas marcó un punto de inflexión en las relaciones entre serbios y croatas.
Estas desavenencias fueron en aumento y se convirtieron en insalvables tras los sangrientos conflictos entre ambos pueblos desarrollados hasta el final del siglo XX: la Segunda Guerra Mundial y las Guerras Yugoslavas.
Precisamente la incipiente animadversión entre ambos pueblos ha facilitado en los mismos la aparición de un reciente movimiento historiográfico nacionalista que trata de demostrar la falsedad de la teoría, argumentando que serbios y croatas son racialmente distintos.15
El político ultranacionalista Franjo Tudjman que alcanzó el poder en Croacia y proclamó su independencia en 1991, dio soporte y patrocinó proyectos destinados a demostrar la inconsistencia de la teoría. Así, en 1995, un grupo de etnógrafos llevó a cabo el mayor proyecto arqueológico en la historia de Croacia, tratando de encontrar pruebas de que los antepasados de los croatas eran arios procedentes de Persia. En otro proyecto similar, encomendado a la Academia Croata de Ciencias de la Educación de la Universidad de Zagreb y dirigido por su presidente, Nedjeljko Kujundžić, se concluía que los modernos croatas eran descendientes de las tribus celtas, mientras que mostraba a los serbios como descendientes de los nómadas sármatas.
El historiador croata Trpimir Macan, de la Universidad de Zagreb, publicó una tesis según la cual los croatas eran los únicos eslavos de los Balcanes, afirmando que llegaron a la zona 400 años antes que los serbios, a los que consideraba valacos y gitanos romanizados. Macan mostró como prueba un texto del s. II en el que aparecían las palabras Horathos y Horuathos, de las que derivó el nombre "Hrvat" (croata). Otro historiador croata, Ivo Banac, asoció el origen de los croatas a un grupo de iranios que fue asimilado de alguna manera por la población eslava, en algún momento antes de su asentamiento en la parte occidental de los Balcanes. Por contra, Banac postuló que el origen de los serbios era más dudoso. Según él, la mayoría de ellos eran "valacos ortodoxos", que se trasladaron a Croacia y Bosnia durante la época otomana. A pesar de ser considerado un eminente historiador alejado de las ideas de Tudjman, Banac trabajó intensamente en demostrar que los serbios eran racial o étnicamente diferentes de los croatas. Teorías más o menos similares fueron mantenidas también por parte serbia, principalmente a cargo del historiador y político Dušan Bataković.
Origen
Los primitivos antepasados de los pueblos eslavos meridionales se establecieron al suroeste de los Balcanes, procedentes posiblemente de Sarmatia donde parece que puede que tengan su origen, durante los siglos VI y VII, en las regiones romanas de Panonia y Dalmacia, y estos asentamientos dieron lugar al surgimiento de los primeros territorios históricos de Croacia y Serbia. Hacia el siglo IX ya se habían formado los dos dialectos principales de esta región: eslavo meridional oriental (origen posteriormente del búlgaro y el macedonio) y eslavo meridional occidental (del que derivaron el esloveno y una serie de dialectos que con el tiempo darían lugar al serbocroata).
El origen de los serbios (srbi) es incierto. De acuerdo con la Crónica de Néstor, historia del primer estado eslavo oriental, los serbios se encuentran entre los cinco primeros pueblos eslavos que fueron conocidos por su nombre moderno.
Son mencionados por primera vez por Claudio Ptolomeo en el siglo II, en su Geographia (libro 5, 9.21), para designar a los Serboi, una tribu que habitaba en Sarmacia, probablemente al norte del Cáucaso, junto al bajo Volga, o junto al Mar Negro. Contemporáneos de Ptolomeo, como Tácito y Plinio el Viejo (Naturalis Historia, VI) se refieren también a los Serboi en las inmediaciones del Cáucaso.
Una de las hipótesis más aceptadas es la de que los sorbios o sorabos (Serbja en alto sorabo) que habitan Alsacia comparten ascendencia con los serbios (en idioma serbio, sorbio se dice Lužički Srbi, o serbio de Lusacia). Según esta hipótesis, los eslavos serboi que en el siglo V partieron del Cáucaso hacia Europa son los ancestros comunes de serbios y sorbios, que se dividieron en dos grupos. Uno de los grupos (los antepasados de los serbios), conocido como los serbios blancos (beli srbi), emigró a los Balcanes hacia 610-626 encabezado por el Arconte Desconocido. Por su ayuda al emperador Heraclio en sus luchas contra los ávaros, éste les permitió establecerse en un área de la provincia de Macedonia, próxima a la actual ciudad griega de Servia. Posteriormente, se produjo su expansión hacia el norte.
Desarrollo
La llegada del cristianismo a los territorios eslavos en el siglo IX tuvo importantes consecuencias lingüísticas y políticas, especialmente en el área meridional. Mientras que el reino de Croacia adoptó el rito católico, que tenía su centro espiritual en Roma y representaba sus escrituras mediante el alfabeto latino, los modernos territorios de Serbia y Montenegro abrazaron la liturgia ortodoxa en caracteres cirílicos que se propagaba desde Constantinopla (y más tarde, tras su caída, desde Moscú). En 1389, el poderoso Imperio Otomano derrotó a los serbios en Kosovo, lo cual dio como resultado una profunda penetración de la lengua y la cultura turcas durante los años posteriores, en particular en Bosnia-Herzegovina y Montenegro. Cuando los otomanos fueron finalmente expulsados en 1878, Croacia y Bosnia-Herzegovina pasaron a formar parte del Imperio Austro-húngaro. No fue hasta 1918 cuando los diferentes territorios se fusionaron bajo la bandera única de Yugoslavia, situación que se mantuvo hasta su desintegración en 1991.
A lo largo del amplio período de formación del serbocroata que siguió al siglo IX surgieron los tres dialectos principales de la lengua, que toman su nombre de la diferente pronunciación del pronombre interrogativo “¿qué?”: chacaviano (en donde se testimonia la forma ča? [ʧa]) hablado al oeste (en el norte del actual territorio de Croacia), caicaviano (con una variante kaj?) en el norte (Eslovenia) y estocaviano (što? [ʃtɔ]) en el este (Serbia), centro (Bosnia-Herzegovina) y suroeste (Croacia y Montenegro). Uno de los primeros testimonios escritos en serbocroata es la tabla de Humac (siglos X u XI), que contiene una inscripción en caracteres cirílicos compuesta en el dialecto estocaviano.
Durante el período de máximo esplendor del reino de Serbia (entre los siglos XII y XIV), las obras literarias no se escribían en ninguno de los tres dialectos vernáculos anteriores, sino en una variante local del eslavo eclesiástico, la lengua de cultura empleada por todos los pueblos eslavos. Sin embargo, los principales autores de Serbia occidental durante el siglo XVI (Marko Marulić, Petar Hektorović, Petar Zoranić, Hanibal Lucić) empezaron a utilizar de forma frecuente el chacaviano, la lengua hablada en Croacia. El gran auge económico y cultural que experimentó Dubrovnik durante estos mismos años confirió igualmente gran importancia al estocaviano. El período de esplendor del caicaviano no se produjó hasta el siglo XVIII, cuando empezó a utilizarse de forma profusa en los alrededores de Zagreb.
Mientras que en Croacia y el oeste de Serbia la diversidad de dialectos menores impedían la creación de una lengua literaria estándar, en el resto del territorio la dominación turca obstaculizaba el desarrollo del eslavo eclesiástico. Ya en el siglo XVIII se adoptó la variedad rusa de esta lengua litúrgica, que se consideraba más pura, y al combinarse con el habla local dio lugar a una variante híbrida conocida como eslavoserbio (o serbio eclesiástico). Pero su artificialidad, contraria a las aspiraciones y necesidades de los hablantes, suscitó la necesidad urgente de una lengua más popular y accesible. El principal promotor de este cambio fue Vuk Stefanović Karadžić (1787-1864), que rechazó de plano el eslavoserbio y propugnó el desarrollo de una nueva lengua literaria con base en el dialecto estocaviano de Herzegovina oriental. En 1818 publicó el primer gran diccionario serbio, en el que además de defender sus ideales lingüísticos incluyó una gramática. Mientras tanto, en Croacia también se estaba produciendo un movimiento popular en favor de la adopción del estocaviano (el dialecto más extendido en Bosnia, Herzegovina, Serbia, Croacia y Montenegro) como lengua estándar, proceso que recibió un fuerte impulso por parte del editor de Zagreb Ljudevit Gaj (1809-1872) y otros destacados intelectuales. En 1850, finalmente, croatas y serbios firmaron en Viena un Acuerdo Literario para propagar el estocaviano de Herzegovina como lengua literaria común y proponer conjuntamente reformas ortográficas para el nuevo “serbocroata” o “croataserbio” (como comenzó a llamarse de forma oficial). Desde entonces, este nuevo idioma unificado ha servido como vehículo de expresión literaria a todo tipo de autores y géneros, entre los que destacan el serbio Ivo Andrić (premio Nobel de Literatura en 1961) y el croata Miroslav Krleža.
Mientras que el estocaviano se ha convertido de esta forma en el dialecto estándar de serbocroata, el chacaviano y el caicaviano, en contraste con su anterior importancia histórica, sobreviven actualmente en zonas reducidas y aisladas. El primero se habla aún en el litoral de la costa dálmata, algunas islas del Mar Adriático, la Península de Istria y una pequeña zona del norte de Croacia. El caicaviano, por su parte, está restringido al norte de Zagreb, y comparte algunos rasgos lingüísticos con el vecino esloveno. La zona de influencia del estocaviano se distribuye por todo el resto del territorio serbocroata. Esta variedad está formada a su vez por una serie de dialectos afines, que se dividen en nuevo estocaviano (innovadores) y antiguo estocaviano (conservadores). Dentro del primer grupo, las tres variedades principales son icaviano, ecaviano e iyecaviano, que toman su nombre de la distinta evolución de la vocal *ě del eslavo común: i, e e ije/je, respectivamente (por ejemplo, el término “chico” se expresa mediante las formas dite, dete y dijete). El icaviano es el menos importante de los tres, y se habla en Dalmacia, la región occidental de Bosnia-Herzegovina y zonas de Lika y Eslavonia. El ecaviano, por el contrario, abarca la práctica totalidad del territorio serbio, mientras que el iyecaviano se extiende por Montenegro, el área occidental de Serbia, el este de Bosnia-Herzegovina y las zonas de Croacia no mencionadas anteriormente. El ecaviano es la base de la variedad oriental del serbocroata literario estándar, cuyo núcleo de difusión es Belgrado; el iyecaviano sirve de base a la misma lengua literaria occidental, cuyo centro es Zagreb (a pesar de que ésta sea una ciudad en la que también se habla caicaviano). El iyecaviano de Bosnia-Herzegovina, del que derivó el serbocroata normativo, es una lengua de transición entre estas dos últimas. El ecaviano y el iyecaviano presentan diferencias no sólo fonéticas, sino también léxicas (por ejemplo, “pan” es kruh en el oeste y hleb en el este, al igual que “tren” es vlak y voz, respectivamente). En cuanto a los préstamos de otras lenguas, el iyecaviano ha tomado términos fundamentalmente del alemán, el latín y el checo, mientras que el ecaviano lo ha hecho del turco, el griego y el ruso. Todos los ejemplos citados a continuación provienen de esta última variedad oriental, aunque representados mediante caracteres latinos.
Situación Actual
La progresiva desaparición del poder otomano en Europa, así como los resultados de las Guerras de los Balcanes de (1912-1913), con su desenlace favorable a Serbia, contribuyeron de forma decisiva a aumentar el sentimiento paneslavo de los pueblos de esa región, a fin de superar las divisiones políticas y religiosas existentes entre ellos, basándose en la pertenencia a un grupo étnico común.
La creación del nuevo estado surge a partir de la unión de los Reinos de Serbia y de Montenegro (ambos independizados del Imperio Otomano en el siglo XIX) y a los que se incorpora una cantidad sustancial del territorio que antiguamente fue parte del Imperio austrohúngaro.
Estas áreas, anteriormente austro-húngaras que formaron parte del nuevo reino, incluían Croacia, Eslovenia y Vojvodina de la parte húngara del imperio; Carniola, parte de Estiria y la mayor parte de Dalmacia del lado austríaco, además de la provincia imperial de Bosnia y Herzegovina.
Tras la derrota de los imperios centrales en la I Guerra Mundial, se formó en 1918 el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos.
El reino se proclamó oficialmente el 1 de diciembre de 1918, con la dinastía serbia Karađorđević en el trono y Alejandro I (hijo de Pedro I, Rey de Serbia) como primer rey y, tras el Tratado de Trianon, fueron anexados oficialmente los territorios de Croacia y del norte de la actual Serbia, los cuales fueron parte del Reino de Hungría por más de novecientos años. El reino fue llamado Yugoslavia o Yugoeslavia (literalmente, «Tierra de los eslavos del Sur o Eslavia del Sur», expresión compuesta de dos palabras del idioma serbio, Yug - «Sur» y Slavija - «Tierra de eslavos».)
Tras la Primera Guerra Mundial, el territorio croata fue finalmente unificado como parte del reino paneslavo de Yugoslavia, resultante de la anexión por parte del Reino de Serbia de la parte eslava del Imperio austrohúngaro. Fueron una de las naciones constituyentes del país, y desde 1939, gozaron de autonomía con la creación del Banato de Croacia.
En la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas del Eje crearon el estado títere llamado Estado Independiente de Croacia, dirigido por el partido fascista y ultranacionalista Ustachá. En respuesta, muchos croatas se unieron al movimiento partisano antifascista organizado por el Partido Comunista de Yugoslavia, que terminó por expulsarlos del país. Entre 40.000 y 200.000 croatas perdieron la vida durante la guerra.
En la posguerra, se constituyó en el antiguo reino la República Federal Socialista de Yugoslavia, de carácter federal, donde de las seis repúblicas, los croatas eran pueblo constituyente en Croacia y Bosnia Herzegovina. Sin embargo, la minoría croata de la provincia autónoma serbia de Voivodina nunca alcanzó ese estatus.
Después de la muerte de Tito el 4 de mayo de 1980, en Yugoslavia aumentaron los conflictos étnicos. El fallecimiento de Tito removió lo que muchos yugoslavos y occidentales veían como la principal fuerza unificadora del país. El legado de la Constitución de 1974 se utilizó para convertir el sistema de toma de decisiones en un estado de parálisis, cada vez más desesperanzador a medida que el conflicto de intereses se fue volviendo más irreconciliable. La crisis constitucional que surgió después de la muerte de Tito incrementó el nacionalismo en todas las repúblicas y provincias: la mayoría albana en Kosovo demandó el estatus de república mientras que Serbia comenzó a ejercer control sobre sus provincias autónomas. Además, las administraciones de Eslovenia y Croacia demandaron desligarse de la federación, en contraste con el líder serbio, quien demandó que todo lo gobernase un solo partido político.
Las Guerras Yugoslavas se iniciaron con la secesión de las dos regiones del norte de la antigua Yugoslavia — Eslovenia y Croacia — a causa de un amplio abanico de motivos.
El primero de estos conflictos, conocido como la Guerra de los Diez Días o la Guerra de Eslovenia fue iniciado por la secesión de Eslovenia de la Federación el 25 de junio de 1991. El gobierno federal ordenó al Ejército Popular Yugoslavo asegurar los pasos fronterizos de Eslovenia. La policía eslovena y la Defensa Territorial bloquearon los cuarteles y las carreteras, lo cual limitó las escaramuzas alrededor de la república. Tras días de enfrentamientos, se puso fin al conflicto mediante la negociación en Brioni, el 9 de julio de 1991, cuando Eslovenia y Croacia, acordaron una moratoria de tres meses sobre la secesión. El ejército yugoslavo se retiró por completo de Eslovenia el 26 de octubre de 1991.
El segundo conflicto, la Guerra Croata de Independencia, también se llevó a cabo con la misma motivación pero devino abiertamente en un choque nacionalista, entre los nacionalismos serbio y croata, personificados en Serbia por el Presidente Slobodan Milošević y en Croacia por el Presidente Franjo Tuđman. La minoría serbia de Croacia no aceptó la independencia croata de Yugoslavia y proclamó la República Serbia de Krajina. Belgrado, por su parte, mandó al Ejército Popular Yugoslavo a enfrentarse a las recién creadas fuerzas armadas croatas. En enero de 1992 el Plan de Paz Vance-Owen determinó que la ONU tomaría el control de algunas zonas y acabó con los conflictos militares, aunque hasta 1995 no se detendrían definitivamente los ataques esporádicos de artillería sobre ciudades croatas y las incursiones ocasionales de fuerzas croatas en zonas bajo el control de la ONU.
En 1992 el conflicto llegó a Bosnia-Herzegovina, donde lucharían tres facciones: los serbios de Bosnia-Herzegovina, los croatas de Bosnia-Herzegovina y los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, que diferían principalmente en sus religiones tradicionales: ortodoxos, católicos y musulmanes, respectivamente. Fue por mucho el conflicto más sangriento de las Guerras de Yugoslavia.
Las Guerras Yugoslavas en el oeste terminaron con la retirada militar en Eslovenia y la derrota de los rebeldes serbios en Croacia y la firma de los Acuerdos de Dayton en 1995 por Bosnia seguido de la intervención militar contra el lado serbio por la OTAN.
Los combates en Croacia acabaron en 1995, tras dos operaciones rápidas del Ejército Croata, de nombre en clave Operación Flash y Operación Tormenta, en las que consiguieron recuperar todo su territorio excepto la zona bajo control de la ONU (UNPA) del Sector Este. Todos los serbios de estas zonas pasaron a ser refugiados. El Sector Este se controló por la administración de la ONU (UNTAES) y fue reintegrado pacíficamente en Croacia en 1998.
En 1994 Estados Unidos gestionó la paz entre Croacia y el Ejército de la República Bosnia-Herzegovina. La masacre de Srebrenica y la ofensiva de las tropas croatas en zonas bajo control serbio tras la Operación Tormenta provocó que los bosnios perdieran zonas bajo su control, y se presionó a todos los bandos para dejar las armas y negociar un final a la Guerra de Bosnia. La guerra acabó tras la firma de los Acuerdos de Dayton el 14 de diciembre de 1995.
En Kosovo, República de Macedonia, y en la propia Serbia, los conflictos se caracterizaron por la tensión política y racial entre los gobiernos eslavos y las minorías albanesas que buscaban autonomía, o independencia, como fue el caso de Kosovo. El conflicto en Kosovo estalló en una guerra a gran escala en 1999, mientras que los conflictos entre macedonios y serbios sureños se caracterizó por choques armados entre las fuerzas estatales de seguridad y las guerrillas de etnia albanesa. La guerra en Kosovo terminó con los bombardeos de la OTAN contra las República Federal de Yugoslavia, aunque posteriores desórdenes generalizados en Kosovo estallaron en 2004. Los conflictos en el sur de Serbia y en la república de Macedonia terminaron con tratados de paz internacionalmente fiscalizados entre los insurgentes y el gobierno, pero la situación en ambas regiones sigue siendo frágil.
El serbocroata se habla en Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro, todas ellas repúblicas pertenecientes, hasta 1991, a la antigua Yugoslavia, al igual que Macedonia y Eslovenia. A partir de esta fecha, todas estas repúblicas se convirtieron en países independientes, al mismo tiempo que se creó una nueva Yugoslavia con la fusión de Serbia y Montenegro. Bosnia sufre todavía las posiciones encontradas entre tres grupos étnicos diversos.
El serbocroata es la lengua nativa de cuatro grupos étnicos: los serbios (ocho millones y medio), los croatas (cuatro millones y medio), los montenegrinos (600.000) y los musulmanes bosnios (dos millones), también llamados bosniakos para diferenciar del gentilicio bosnio. En la antigua Yugoslavia, a este último grupo se le consideraba, por su religión, una etnia aparte; sin embargo, desde un punto de vista histórico, son sencillamente descendientes de los serbios y los croatas que se convirtieron al Islam en el largo período de ocupación turca en Bosnia-Herzegovina.
La división en países no coincide exactamente con la distribución de los diversos grupos étnicos. Serbia, habitada fundamentalmente por serbios, cuenta también con una importante minoría croata (150.000), montenegrina (150.000) y musulmana (200.000). En Croacia, alrededor de tres cuartas partes de la población es croata, pero también cuenta con una minoría serbia de casi medio millón de habitantes. Montenegro también incluye minorías musulmanas y serbias. En Bosnia-Herzegovina se mezclan los cuatro grupos étnicos: junto con los musulmanes bosnios, residen 1.250.000 serbios y 750.000 croatas.
Debido a las emigraciones históricas que tuvieron lugar por motivos políticos y económicos, existe también un buen número de hablantes de serbocroata en Burgenland, Austria, Hungría, Rumania y la provincia italiana de Molise. Además, Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia y Alemania alojan cientos de miles de emigrados de habla serbocroata. Finalmente, no debemos olvidar que el serbocroata constituía la lingua franca de todos los pueblos de la antigua Yugoslavia.
Los dialectos serbocroatas se dividen en tres grupos:
kajkaviano, es el equivalente al ekaviano, y se subdivide en seis subdialectos. Su uso se concentra en el norte de Croacia, en torno a Zagreb, y comparte varios rasgos con el esloveno.
cakaviano o chacaviano, que se habla en Istria, en la costa dálmata y las islas adriáticas; se corresponde con el ekaviano o el ikaviano, o con una mezcla de ambos, y se divide también en seis subdialectos.
stokaviano, dialecto principal, que puede corresponderse tanto con el (i)jekaviano, ekaviano e ikaviano; este dialecto presenta once subdivisiones y su uso se localiza en el resto de Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Motenegro. Los dialectos stokavianos pueden dividirse, desde otro punto de vista, en dos grandes bloques: el neosokaviano y el sokaviano antiguo.
Para simplificar el asunto, podríamos decir que existen dos formas de clasificar los dialectos serbocroatas: la primera toma como referencia el pronombre relativo-interrogativo (sto, cak o kaj), mientras que la segunda toma como referencia la evolución de la vocal proto-eslava jat. De acuerdo a este criterio si se preserva el sonido original je (o el grupo ije), se dice que es una variante (i)jekaviana; si ha pasado a e, se trata de una variante ekaviana; si ha pasado a i, se trata de ikaviana. Por ejemplo, veamos la palabra estrella: en ijekaviano es zvijezda, en ekaviano zvezda y en ikaviano zvizda. A grosso modo, podríamos decir que todos los idiomas eslavos pueden considerarse como pertenecientes a una variante u otra. Los extremos opuestos serían el ruso (fuertemente jekaviano) y el esloveno (fuertemente ekaviano). El ucraniano presenta una notable tendencia ikaviana, como se aprecia en el siguiente ejemplo: ruso (pronunciado) mjesto, esloveno mesto, ucraniano misto. Los idiomas centrales (eslovaco, checo, polaco) son de tendencia jekaviana. La peculiaridad del serbocroata es que, dentro de un mismo idioma, se observan las tres tendencias.
En términos generales, podemos decir que los croatas hablan dialectos kajkavianos, cakavianos y stokavianos, mientras que los serbios, motenegrinos, bosnios y musulmanes sólo hablan dialectos stokavianos. La lengua literaria serbocroata se basa en el dialecto (i)jekaviano neostokaviano de Herzegovina oriental.
Un dialecto del serbocroata se habla en Italia, en la provincia de Molise, de ahí el nombre: croata molise. Su origen hay que buscarlo en refugiados de los siglos XV y XVI procedentes de Dalmacia. Se habla principalmente en las localidades de Montemitro (Mundimitar), San Felice del Molise (Filic o Stifilic) y Acquaviva Collecroce (Kruch, o Ziva voda) en la provincia de Combasso, en Molise meridional. Hay más de 1.000 hablantes entre los 23.000 habitantes de las tres localidades. Hay unos pocos jóvenes hablantes en Montemitro, pero en las otras dos localidades los hablantes son de mediana o avanzada edad. Está seriamente amenazado.
Un destacado dialecto se habla en Burgenland, Austria, que difiere de los dialectos hablados en Croacia. En los años setenta había unos 28.000 hablantes, pero ahora son menos. Es posible que todavía haya niños que aprenden la lengua, pero muchas familias se han desplazado a la lengua mayoritaria. Está amenazada.
Aunque habría que hablar de la clasificación de los dialectos que conformaron el serbocroata, principalmente del estocaviano, se puede simplificar la clasificación diciendo que forma parte del continuo dialectal que asocia a las lenguas occidentales y, dentro de ellas, a las meridionales del grupo eslavo.
Fuertemente hermanda con el esloveno y con algunos dialectos con fuerte presencia en la zona meridional de Serbia, como es el torlaquiano, a través del que se acerca al Búlgaro y Macedonio, pues se trata de una lengua de transición entre ellos.
En realidad, todas las lenguas eslavas medirionales forman un continuo dialectal. Se hablan, de oeste a este, en Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Bulgaria.
El esloveno estandar, el macedonio y el búlgaro están basados, cada uno, en distintos deialectos, pero el bosnio, el croata, el montenegrino y el serbio son variedades estándares del pluricéntrico lenguaje serbocroata que están basados en el mismo dialecto: el Estocaviano. Por esa razón, coratas, serbios, bosniacos y montenegrinos se comunican con fluidez entre ellos en sus propios idiomas.
Por otro lado, los croatas hablan un dialecto (kajkaviano) que dificilmente puede comunicarse con otros hablantes croatas que usen el dialecto Chacaviano. Lo mismo aplica para los serbios que hablan estocaviano frente a los que usan el dialecto torlaquiano.
El torlaquiano es más cercano al subgrupo de oriental de las lenguas lenguas sureslavas, búlgaro y macedonio que al subgrupo occidental de las lenguas meridionales eslavas. Comparten una serie de características gramaticales que las separan del resto de las lenguas eslavas. Al contrario que la separación oriental/occidental de los grupos eslavos, la barrera entre los subgrupos oriental-merdional y occidental-meridional es natural y no política: los antepasados de los hablantes habitaron sus respectivas tierras habiendo tomado caminos alternativos, y de ese modo separándose durante generaciones. Por ello, un dialecto intermedio entre las variacones oriental y occidentales surgió durante un lagro tiempo y es hablado por personas en Bulgaria, el norte de la república de Macedonia y el este de Serbia.
La ortografía del serbocroata se basa en principios fonológicos y no morfológicos. Esto significa que los diferentes procesos fonéticos de asimilación y pérdida de sonidos se representan por escrito en todos los casos (como en la derivación léxica top ‘arma’ — tobdžija ‘artillero’, en donde el sonido [p] de la raíz se sonoriza en el derivado delante de otra consonante sonora). Salvo algunas raras excepciones, este principio se aplica con una consistencia poco frecuente en el resto de lenguas europeas.
La oposición entre los sonidos africados postalveolares [ʧ], [ʤ] y sus respectivos correlatos palatales [ʨ], [ʥ] no depende tanto del lugar de articulación (prácticamente el mismo: el paladar), sino del hecho de que los primeros son apicales (es decir, se articulan con la punta de la lengua en contacto con el paladar) y los segundos laminales (producidos con la zona central de la lengua). El sonido silábico [r̩] se produce en todos aquellos casos en los que la consonante r aparece como núcleo de una sílaba, función propia de las vocales (ej.: trg ‘plaza’, Srbija ‘Serbia’). El fonema lateral /l/ se pronuncia generalmente en serbocroata como el sonido lateral velarizado [ɫ].
Como se explicó anteriormente, todos los fonemas dentro de grupos consonánticos son sordos o sonoros por asimilación regresiva (es decir, una consonante se ensordece o sonoriza en función de la última consonante del grupo), excepto en el caso de las líquidas (l, r) y las palabras extranjeras.
El inventario de sonidos vocálicos del serbocroata es uno de los más sencillos dentro de las lenguas eslavas, ya que está formado por las mismas cinco vocales puras del español (aunque las medias e, o se pronuncian ligeramente más abiertas).
A pesar de su sencillez formal, este sistema vocálico sirve de base a un complicado esquema fonológico de acentuación, según el cual las vocales (incluida la r vocálica [r̩]) varían en función de su longitud y su tono, rasgos prosódicos distintivos capaces de diferenciar significados. En general, cualquiera de las vocales del serbocroata puede ser larga o breve, tanto en sílaba tónica como postónica. A su vez, la primera de ellas (sílaba acentuada) puede estar marcada por un tono ascendente o un tono descendente. De esta forma, existen las siguientes seis posibilidades: sílaba tónica de tono ascendente con vocal larga (ej.: kúpiti ‘comprar’), sílaba tónica de tono ascendente con vocal breve (ej.: govòriti ‘hablar’), sílaba tónica de tono descendente con vocal larga (ej.: grâd ‘ciudad’), sílaba tónica de tono descendente con vocal breve (ej.: kȕpiti ‘coger’), sílaba átona con vocal larga (ej.: mlâdī ‘joven’), sílaba átona con vocal breve (ej.: sèstra ‘hermana’). Los anteriores símbolos diacríticos se emplean únicamente en gramáticas y diccionarios con fines ilustrativos, pero no se escriben en textos serbocroatas normales. Por regla general, el tono descendente sólo aparece en sílabas iniciales de palabras. Salvo en los monosílabos y en préstamos léxicos de otros idiomas, el acento nunca recae en la última sílaba. Las vocales largas se sitúan en sílaba tónica o postónica. Junto con el checo, el eslovaco y el esloveno, el serbocroata es una de las pocas lenguas eslavas que ha heredado la longitud vocálica como rasgo distintivo.
Entre el serbio y el croata existen notables diferencias léxicas y sintácticas, aunque su fonética y morfología resultan menos diferenciadas. El serbocroata tiene tres géneros, dos números y siete casos, incluyendo el vocativo.
Los pronombres personales son: singular 1 ja, 2 ti, 3 on/ona/ono; plural 1 mi, 2 vi, 3 oni/one/ona. El pronombre demostrativo es ovaj, ova, ovo 'esto' (cerca de mí); plural ovi, taj, ta, to, 'esto' (cerca de ti); onaj, ona, ono 'eso', plural oni. El interrogativo es jo '¿quién?', šta/što '¿qué?'. El relativo es koji, koja, koje.
El sistema morfológico del serbocroata es bastante conservador, ya que ha mantenido la mayoría de las categorías gramaticales del eslavo común con mínimos cambios. Dentro de la flexión nominal, los sustantivos se declinan según tres géneros (masculino, femenino, neutro), dos números (singular, plural) y siete casos (nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo, locativo, instrumental). De forma similar al ruso, se distinguen cuatro declinaciones básicas: tema en -a, compuesta por nombres fundamentalmente femeninos (ej.: žena ‘mujer’), masculinos con tema en -o (ej.: zakon ‘ley’), neutros con tema en -o (ej.: selo ‘pueblo’) y tema en -i, con sustantivos generalmente femeninos (ej.: stvar ‘cosa’). Al igual que el ruso, el serbocroata establece una posterior distinción genérica de carácter natural entre nombres animados (referidos a personas o animales) y nombres inanimados (referidos a cosas), de forma que los primeros, junto con sus modificadores, forman su acusativo según el modelo del genitivo si son masculinos singulares. Los adjetivos concuerdan en caso, género y número con el nombre al que acompañan, y se suelen citar mediante sus tres formas genéricas (ej.: mladi, mlada, mlado ‘joven‘). Al igual que la mayoría de lenguas eslavas, el serbocroata carece de la categoría explícita de artículo, aunque el adjetivo posee una forma definida y otra indefinida para expresar el tipo de referencia (ej.: dobri čovek ‘el buen hombre’ vs. dobar čovek ‘un buen hombre’).
Por lo que respecta a la flexión verbal, el serbocroata distingue tres conjugaciones básicas: primera (modelo pevati ‘cantar’), segunda (modelo nositi ‘llevar’) y tercera (modelo tresti ‘agitar’). Al igual que en el resto de lenguas eslavas, la categoría fundamental no es la de tiempo, sino la de aspecto, que expresa el desarrollo interno de la noción verbal (véase ruso). El aspecto perfectivo considera la acción como un todo unitario susceptible de ser completado, mientras que el imperfectivo la considera en su desarrollo interno. Por lo general, las formas perfectivas derivan de las correspondientes imperfectivas mediante la adición de un prefijo (ej.: pisati ‘estar escribiendo’ — napisati ‘escribir’), y, en el extremo opuesto, los verbos inherentemente perfectivos se pueden convertir en imperfectivos mediante un infijo (ej.: zauzeti ‘ocupar’ — zauzimati ‘estar ocupando’). A diferencia de la mayoría de lenguas eslavas, el serbocroata ha conservado el aoristo y el imperfecto del eslavo común para expresar la noción de pasado, de forma que el primero indica acción completada (aspecto perfectivo, como el pretérito indefinido español cantó) y el segundo acción en desarrollo (aspecto imperfectivo, como el pretérito imperfecto cantaba). Ambos tiempos se usan especialmente cuando el hablante es testigo directo de los acontecimientos. Normalmente, el imperfecto se usa con verbos inherentemente imperfectivos de proceso (como los anteriores modelos de conjugación), mientras que el aoristo se crea a partir de verbos de naturaleza perfectiva que supongan una acción puntual (por ejemplo, saznati ‘descubrir’, kupiti ‘comprar’).
No obstante, la gran importancia de la oposición aspectual perfectivo-imperfectivo en serbocroata está derivando en una situación (especialmente en Croacia) en la que estas dos categorías verbales son sustituidas por una única forma de pretérito llamada pasado o perfecto, válido para cualquier tipo de verbo, formado a partir del auxiliar enclítico biti ‘ser/estar’ en presente y el participio del verbo, que al ser un adjetivo verbal concuerda en género y número con el sujeto (por ejemplo, el pasado del verbo imperfectivo znati ‘conocer’ posee formas como znao je / znala je / znalo je ‘conoció/conocía [él/ella/ello]’ que están sustituyendo progresivamente al imperfecto znaše ‘conocía’, mientras que en un verbo perfectivo como saznati se utiliza saznao sam ‘[yo, masc.] descubrí/descubría’ en lugar del aoristo saznah ‘descubrí’). De esta forma, se crea una única oposición morfológica perfectivo-imperfectivo que se impone a la de imperfecto-aoristo: compárese la construcción imperfectiva pisala je pismo ‘[ella] escribía una carta’ con su correlato perfectivo napisala je pismo ‘[ella] escribió una carta’). Aunque el pretérito perfecto es el tiempo más empleado en serbocroata para describir sucesos del pasado, existe además un pretérito pluscuamperfecto formado a partir del imperfecto del auxiliar biti más el participio del verbo (ej.: bejah pevao ‘[yo] había estado cantando’). Otra forma perifrástica es el condicional, que se forma mediante el aoristo de biti más el participio (ej.: pevao bih ‘cantaría’). A diferencia del ruso, en donde la forma de presente de un verbo perfectivo posee valor de futuro (ej.: читаю <čitáju> ‘leo’ — прочитаю <pročitáju> ‘leeré’), en serbocroata existe un presente perfectivo (ej.: kupim ‘compro’). El futuro se forma siempre mediante el auxiliar clítico hteti ‘querer, desear’ y el infinitivo del verbo (ej.: doćiću ‘vendré’, hoću li doći? ‘¿vendré?’). En Serbia existe además otra construcción paralela llamada futuro exacto, que se forma mediante una serie secundaria de presente de biti más el participio del verbo, normalmente en proposiciones subordinadas introducidas por las conjunciónes ako ‘si’ o kad ‘cuando’ (ej.: ako budeš došao ‘si vienes’). De todos los tiempos descritos anteriormente, los que forman el sistema básico del serbocroata moderno son el presente, el pasado y el futuro, con una doble serie aspectual imperfectiva-perfectiva (ej.: pevah ‘estoy cantando’ — napevah ‘canto’, pevao sam ‘cantaba’ — napevao sam ‘canté’, pevaću ‘estaré cantando’ — napevaću ‘cantaré’).
El orden sintáctico de la oración serbocroata, al igual que en la mayoría de lenguas eslavas, está caracterizado por la gran libertad de sus componentes, dada la riqueza de su sistema morfológico. No obstante, en contextos no marcados se tiende a favorecer las estructuras Sujeto-Verbo-Objeto y Verbo-Sujeto-Objeto. Una regla sintáctica básica en serbocroata es la de que los constituyentes enclíticos deban aparecer en segundo lugar dentro de las oraciones. Cuando existan dos o más, el orden de prioridad es el siguiente: 1) partícula interrogativa li, 2) auxiliares verbales, 3) pronombres personales en caso dativo, 4) pronombres personales en caso genitivo, 5) pronombres personales en caso acusativo y 6) tercera persona singular de biti (je). Véase los siguientes ejemplos: gde ste me videli? ‘¿dónde me visteis?’ (forma de presente del auxiliar biti, pronombre acusativo me), našao ga je ‘[él] lo encontró’ (pronombre acusativo ga, tercera persona singular je), sećate li me se? ‘¿te acuerdas de mí?’ (partícula interrogativa li, pronombre genitivo me, pronombre acusativo se con valor pronominal en el verbo sećate se ‘acordarse [de]’). Un rasgo sintáctico poco frecuente en los idiomas eslavos, que el serbocroata comparte con otras lenguas balcánicas como el rumano y el griego, es la tendencia a sustituir las cláusulas de infinitivo por preposiciones con la conjunción da ‘que’ y una forma de presente del verbo (ej.: Jovan je došao da kupi knijgu ‘Jovan vino para comprar un libro’, literalmente ‘Jovan vino que compra un libro’). Con verbos volitivos como želeti ‘desear’ ambas construcciones son posibles, aunque la de infinitivo es más habitual en Croacia (ej.: Jovan želi da kupi knijgu / Jovan želi kupiti knijgu ‘Jovan desea comprar un libro’). En Serbia, la proposición con da se ha extendido incluso al futuro (ej.: Jovan će da kupi knijgu ‘Jovan comprará un libro’).
Ejemplos:
serbio: zvezda/zvijezda (estrella), devojka/djevojka (chica), čovek/čovjek (hombre)
croata: zvijezda, djevojka, čovjek
Hay además otra variante llamada "ikavski", es decir, en la cual la yat dio i (de forma similar al ucraniano). Las dos formas son gramáticamente correctas, y la diferencia en pronunciación es casi nula.
ikavski: zvizda, divojka, čovik
ijekavski: zvijezda, djevojka, čovjek
Por otro lado, existen algunas diferencias de vocabulario.
croata: kruh (pan), zrak (aire)
serbio: hleb (pan), vazduh (aire)
En los últimos tiempos se observa también un proceso de creación de nuevas palabras o de renovación léxica. Es el caso de la palabra croata "zrakoplov" (literalmente, "aero-navegador"), que antiguamente se refería a los globos aerostáticos, pero que fue reintroducida recientemente en lugar de la palabra "avion" (que es la que se sigue usando en serbio). En la práctica, estas palabras todavía se usan con poca frecuencia en la lengua coloquial.
Los croatas usan el alfabeto latino y los serbios el cirílico para escribir la lengua. En la parte ortodoxa el alfabeto cirílico se usa desde el siglo XII mientras que la zona católica (Croacia) usa el alfabeto romano desde el XIV.
Tras la introducción del cristianismo en la región balcánica, el sistema de escritura que se empleó originariamente para representar el eslavo meridional fue el alfabeto glagolítico creado por los misioneros griegos Cirilo y Metodio. Hacia el siglo XII fue sustituido por el alfabeto cirílico en el territorio ortodoxo oriental, mientras que en el oeste la influencia católica instauró el uso del alfabeto latino en el siglo XIV. No obstante, la escritura glagolítica se conservó en zonas de Croacia (especialmente entre religiosos de la costa dálmata e islas adyacentes) hasta el mismo siglo XX. En Bosnia, algunos escritores musulmanes emplearon el alifato árabe desde el siglo XVI hasta la Segunda Guerra Mundial.
Tanto en la Yugoslavia ortodoxa como en la católica, el sistema de escritura empleado resultaba poco apropiado para representar el serbocroata en sus comienzos. La variante del alfabeto cirílico utilizada en el este transcribía el eslavo eclesiástico sin ninguna dificultad, pero no era válida para la lengua vernácula, mientras que en el oeste los caracteres latinos no servían para reflejar con precisión los sonidos eslavos. Vuk Karadžić, en su diccionario de 1818, propuso una nueva versión reformada y simplificada del alfabeto cirílico, basada en la fonología serbia y siguiendo el principio “un sonido, una letra” característico de las lenguas eslavas. De esta forma, Karadžić eliminó algunos caracteres innecesarios del modelo ruso e introdujo seis grafías nuevas. A pesar de la inicial oposición por parte de ciertos sectores de la sociedad, el sistema de escritura que propuso Karadžić es el que se emplea actualmente para representar por escrito el serbio.
En Croacia, Ljudevit Gaj llevó a cabo una reforma equivalente con el alfabeto latino, adoptando ciertos símbolos diacríticos sobre el modelo del checo y confiriendo al croata su aspecto actual. A diferencia del repertorio de caracteres serbios, el croata utiliza tres dígrafos (dž, lj, nj) para transcribir sonidos únicos. Su presencia no resulta especialmente problemática, ya que las secuencias de l+j no se dan en la lengua y las de d+ž y n+j son poco habituales (un ejemplo es nadživeti ‘sobrevivir’, en donde d y ž representan sonidos independientes). En cualquier caso, para indicar su carácter unitario, únicamente el primer elemento de los anteriores dígrafos se escribe en mayúscula en palabras iniciales y nombres propios (como en Džoni, Ljerka o Njeguš).
Alfabetos Serbio y Croata
ALFABETO SERBOCROATA | ||||
ALFABETO CROATA | ALFABETO SERBIO | SONIDO | ||
mayúscula | minúscula | mayúscula | minúscula | |
A | a | А | а | a |
B | b | Б | б | b |
C | c | Ц | ц | ts |
Č | č | Ч | ч | ʧ |
Ć | ć | Ћ | ћ | ʨ |
D | d | Д | д | d |
Dž | dž | Џ | џ | ʤ |
Đ | đ | Ђ | ђ | ʥ |
E | e | Е | е | ɛ |
F | f | Ф | ф | f |
G | g | Г | г | ɡ |
H | h | Х | х | x |
I | i | И | и | i |
J | j | Ј | ј | j |
K | k | К | к | k |
L | l | Л | л | l |
Lj | lj | Љ | љ | ʎ |
M | m | М | м | m |
N | n | Н | н | n |
Nj | nj | Њ | њ | ɲ |
O | o | О | о | ɔ |
P | p | П | п | p |
R | r | Р | р | r |
S | s | С | с | s |
Š | š | Ш | ш | ʃ |
T | t | Т | т | t |
U | u | У | у | u |
V | v | В | в | v |
Z | z | З | з | z |
Ž | ž | Ж | ж | ʒ |
Como puede verse, existe una correspondencia exacta, letra por letra, entre el repertorio croata y el serbio, y en todos los casos el sonido representado por estos caracteres es el mismo, prueba de la unidad de la lengua. La anterior ordenación está basada en el alfabeto latino del croata; el orden alfabético de los caracteres serbios es el siguiente: А, Б, В, Г, Д, Ђ, Е, Ж, З, И, Ј, К, Л, Љ, М, Н, Њ, О, П, Р, С, Т, Ћ, У, Ф, Х, Ц, Ч, Џ, Ш.
El alfabeto serbio posee seis letras que no se encuentran en el repertorio cirílico ruso (Ђ, Ј, Љ, Њ, Ћ, Џ), aunque carece de nueve caracteres presentes en este último (Ё, Й, Щ, Ъ, Ы, Ь, Э, Ю, Я), que son precisamente los que sirven para indicar las diferentes palatalizaciones que se producen en ruso pero no en serbocroata. La ausencia de este fenómeno fonético, tan característico de las lenguas eslavas, convierte al serbocroata en una de las lenguas con menor número de fonemas dentro de su familia. Los dígrafos croatas dž, lj y nj funcionan como letras individuales a todos los efectos, ya que transcriben sonidos únicos (por ejemplo, en un crucigrama nj ocuparía una sola casilla).
Ejemplo de texto en Serbio
– Мама! Хоћу нову хаљину! – Понови Рики двадесети пут током тог дана плачним детињим гласићем. Мајушно лице одражавало је одлучност. Све је покушала: плакала је, умиљавала се, ударала нестрпљиво ногом о под, вртела црним увојцима на све стране. Ништа није помагало. Чак је одглумила и једну од својих многобројних бољки. Опет ништа! Иначе, мама Естера не би одолела свим тим лукавствима своје најмлађе кћери, али овога пута, уистину, није имала новаца да купи материјал за нову хаљину.
Мирис кише на Балкану (1986), Гордана Куић
“¡Mamá! Quiero un vestido nuevo!” volvió a quejarse Riki por enésima vez ese día, en su pequeña voz infantil. Cada centímetro de su carita reflejaba determinación. Había probado con todo su repertorio de trucos. Había hecho mohínes, había gemido, había puesto mala cara, había cogido un berrinche, había halagado, había llorado, había golpeado el suelo con los pies y se había mesado sus rizos oscuros. Pero nada le había funcionado. Incluso había fingido estar enferma de nuevo. Y ni aun así. En circunstancias normales, Mamá Esther nunca podría haber hecho frente a esta avalancha de trucos de su hija menor sin ceder, pero esta vez realmente no tenía dinero para comprar la tela para un vestido nuevo.
El olor de la lluvia en los Balcanes (1986), Gordana Kuić
Ejemplo de texto en Croata
Sjedi tako Filip u sutonu, sluša rodu na susjednom dimnjaku kako klepeće kljunom kao kastanjetom, kako jasno odjekuju pastirski glasovi s potoka gdje se napaja blago, kako lastavice proždrljivo kruže oko dimnjaka kao grabilice, i osjeća u sebi prelijevanje tih životnih odraza, živo i zanosno. Kruže slike oko njega kao ptice i oko njegova pogrebnog raspoloženja i unutarnjih potištenosti, i oko vinograda i oranica, i šumskih parcela što gasnu u teškom, baršunastom zelenilu starinskog damasta i nestaju u smeđim tkaninama daljine.
Povratak Filipa Latinovicza (1932), Miroslav Krleža
De esta forma, Filip se sentó en la oscuridad y escuchó a una cigüeña batir su pico como unas castañuelas en una chimenea próxima, las voces de los pastores resonando en los arroyos donde abrevaban a sus animales, a las golondrinas revoloteando con ansia alrededor de la chimenea como si fueran aves de presa, y, con gran intensidad y éxtasis, sintió que flotaban hacia él estas multitudinarias expresiones de vida. Las imágenes daban vueltas a su alrededor como pájaros, alrededor de sus peores momentos y depresiones internas y alrededor de los viñedos y los sembrados, y de los terrenos de arbolado que mostraban gradualmente su intensa y aterciopelada verdura, como una antigua tela de damasco, para desaparecer en la distancia entre un impreciso tejido marrón.
El regreso de Filip Latinovicz (1932), Miroslav Krleža
jèdan, dvâ, trî, čètiri, pêt, šêst, sëdam, ösam, dëvēt, dësēt
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El esloveno es una lengua eslava meridional hablada principalmente en la República de Eslovenia, así como en zonas adyacentes de Italia, Austria y Hungría, en las que viven minorías históricas de eslovenos. El esloveno es el idioma oficial de la República de Eslovenia y, desde 1918 y posteriormente, uno de los tres idiomas oficiales de Yugoslavia hasta la disolución del país.
El actual idioma esloveno, como lenguaje literario y norma estandarizada, fue creado a partir de una evolución amalgamativa en la que intervinieron diversos dialectos dispares entre sí.
A principios del siglo XIX, se utilizaban diversos términos para referirse a las lenguas eslavas de la zona alpina: carniolo, estirio, carintio e incluso windisch (análogo al término wendisch con el que a veces se denominaba a los eslavos y que ha pervivido en relación a los sórabos). Sin embargo, al principio del siglo XIX comenzó a cobrar firmeza el término "esloveno" (que etimológicamente tan solo quería decir "eslavo").
En 1808, el destacado eslavista y filólogo Jernej Kopitar publicó en alemán su Gramática de la lengua eslava en Carniola, Carintia y Estiria, regiones que en aquel entonces estaban bajo soberanía del Imperio austrohúngaro. Kopitar, uno de los impulsores del movimiento ilirio, intentó unificar el habla de la mayor parte de regiones alpinas de población eslava, basándose en una síntesis de los dialectos de la Alta y Baja Carniola. Kopitar también puso énfasis en purgar de germanismos la lengua vernácula.
En el siglo XIX, en el contexto del movimiento ilirio y el progresivo acercamiento entre lingüistas serbios y croatas (que culminó en el Acuerdo de Viena sobre la unidad de la lengua serbia y croata), algunos escritores estirios y carintios intentaron unir su idioma al serbocroata y crear así un nuevo idioma "ilirio", pero los esfuerzos del poeta F. Prešeren y el lingüista F. Miklosič derrotaron esta tendencia y consolidaron el esloveno como un idioma independiente. Se aceptó así la idea de integración de los diversos dialectos eslovenos, y la norma central basada en los dialectos de Carniola hizo concesiones a los dialectos de Carintia y Estiria.
En la segunda parte del siglo XIX, continuaron los esfuerzos por normalizar y homogeneizar la lengua literaria común.
Origen
Las primeras crónicas de una provincia eslava y eslovena, conocida como Sclaborum (y que más tarde sería llamada Carantania), nos llegan del historiados Paulus Diaconis a finales del siglo VI. Con la llegada del rey Samo, llegó también la unificación de los eslavos, aunque este periodo sólo duró hasta el fallecimiento del monarca en el año 658.
Los asentamientos eslovenos más antiguos en la región actual datan del siglo VI d. C.; al principio la lengua eslovena compartió su desarrollo con los dialectos kajkaviano y cakaviano, serbocroatas ambos, pero desde el siglo XII en adelante los eslovenos estuvieron controlados políticamente por hablantes de romance y sobre todo de germánico, lo que hizo que el uso del esloveno se restringiera a formas dialectales muy localizadas, resultado en un bilingüismo extensivo pero esporádico.
Desarrollo
A mediados del siglo VIII, una amenaza se cierne sobre la provincia de Carantiania, los ávaros provenientes de Panonia trataban de anexionarse el territorio. Por esta razón, se recurrió a pedir ayuda a los bávaros, quienes pusieron como condición que, en caso de alcanzar la victoria, la entonces pagana Carantania debería convertirse al cristianismo, hecho que terminó por producirse tras la derrota de los ávaros. Durante décadas, tras la victoria sobre los invasores, numerosos monjes irlandeses fueron enviados a evangelizar Carantania, pero aun había quienes se resistían a aceptar la nueva fe. La conversión finalizó allá por el año 802.
Sobre los siglos IX y X, la lengua común protoeslava comenzó a disgregarse en dialectos cada vez más diferenciados. En la zona montañosa de la actual Eslovenia, estos dialectos aumentaron significativamente sus diferencias con el paso del tiempo, hasta el punto de que incluso hoy en día existe una notable falta de inteligibilidad entre ellos.
En el año 828 Carantania, que entonces ocupaba los territorios de las actuales Austria y Eslovenia, se une al reino de los francos, eso si, conservando sus leyes y su sistema de gobierno. Sobre el año 1000 se redactan los manuscritos Freising, testimonios tanto de la cultura latina como del dialecto eslavo. Ya en el siglo XIV, gran parte del territorio de Eslovenia pasa a formar parte de las propiedades de los Habsburgo, y que posteriormente formarían parte del Imperio Austrohúngaro. Las provincias que aun permanecían mayormente eslavas eran por aquella época Carniola, Gorizia, Gradisca, Istria y Estiria.
Situación Actual
Durante las campañas de Napoleón, fueron creadas las llamadas provincias Ilirias, que estaban bajo la supervisión de Francia, y cuya capital se encontraba en la ciudad de Ljubljana. Tras la derrota de Napoleón y la posterior decadencia de Francia, estas provincias volvieron a pasar a manos del imperio Austrohúngaro (que también terminaría por colapsar).
En el siglo XIX los planificadores de la lengua hubieron de enfrentar no pocos problemas, incluyendo el bilingüismo, la heterogeneidad de las variantes dialectales y los contrastes entre las aproximaciones teóricas y las consideraciones prácticas. Fruto de esas complejidades es la co-existencia de dos sistemas fonológicos autorizados: uno con distinciones tonales y el otro sin ellas; el primero es típico de unos determinados dialectos y el segundo de otros.
En el año 1918, Eslovenia se une a la coalición entre croatas y serbios, tomando la denominación de reino de Yugoslavia en 1929. Tras la Segunda Guerra Mundial, se declara como república federal al anterior Reino yugoslavo, de la cual se escindiría Eslovenia en 1991, declarando su independencia el 15 de Junio. La llamada “Guerra de los 10 días”, librada entre eslavos y yugoslavos, fue el conflicto que terminó con las relaciones entre ambos países. En el año 2004, Eslovenia pasó a formar parte tanto de las Naciones Unidas como de la Unión Europea.
El esloveno literario normativo es la lengua oficial de Eslovenia, siendo la lengua nativa de casi 2 millones de hablantes en Eslovenia y regiones limítrofes de Italia, Austria y Hungría, además de otros 400.000 hablantes en comunidades emigradas.
Generalmente se acepta, aunque sea difícil de demostrar, que el esloveno es único entre las lenguas eslavas debido a la heterogeneidad de sus dialectos, especialmente en relación a lo reducido de la zona eslovena hablante. Debido a esta diversidad hay una falta de inteligibilidad mutua entre ellos. Algunos estudiosos hablan de 36 e incluso 46 diferentes dialectos y sub-dialectos.
No obstante, se puede dar una lista de ocho principales grupos dialectales:
vzhodno (oriental)
severovzhodno (nororiental)
zahodno (occidental)
osrednje (central)
gorenjsko (de Alta Carniola)
belokranjsko (de Carniola Blanca o Interior)
dolenjsko (de Baja Carniola)
primorsko (litoral)
Uno de esos dialectos es el esloveno resian, hablado en Italia en las cinco localidades que constituyen la municipalidad de Resia, en la parte nororiental de la provincia de Udine, en la región autónoma de Friuli-Venezia Giulia. Cuenta con unos 1.400 hablantes, lo que constituye la mayoría de los habitantes de la municipalidad. En las localidades más occidentales de San Giorgio, Gniva y Prato hay algunos niños hablantes, pero en las de Oseacco y Stolvizza los niños todavía aprenden la lengua en alguna medida. El habla de los mayores está fuertemente influenciada por el italiano, especialmente la de los jóvenes. Está amenazada.
Mención aparte merece el Prekmuro, a medio camino entre un dialecto y su reconocimiento oficial como lengua.
El idioma prekmuro o vendo (denominación autóctona: prekmürščina o prekmürski jezik; esloveno estándar: prekmurščina; húngaro: vend nyelv) es una variedad lingüística eslava hablada mayoritariamente en el suroeste de Hungría, cerca de la ciudad Szentgotthárd, considerada un dialecto arcaico del esloveno, pero con literatura y tradiciones propias. Es hablada por unos 80 mil personas alrededor del mundo; fuera de su región autóctona, sobre todo en Austria, Estados Unidos y Canadá.
Los antecesores de los eslovenos de Hungría y de Prekmurje asentaron en Panonia en el siglo VI, formando un grupo aparte de los carantanianos. Después de la conquista húngara de la patria natal, muchos de los eslovenos panonios se asimilaron o se fueron del país. La región al lado del Mura era más cerrada, donde pudo mantenerse una pequeña comunidad eslovena. La evolución peculiar de esta variedad se debe precisamente al aislamiento de la región, sus hablentes conservaron, sin embargo, su identidad eslovena, dado que desde siempre se consideraron eslovenos (slovénge, slovenci) a sí mismos. En el siglo XVI recibían científicamente el nombre de vándalos, ya que en esa época la ciencia los consideraba descendientes de los vándalos, y eso se explica por que su denominación alemana, Wendisch, se parece mucho a la palabra para designar a los vándalos. En 1587, en Lendava se publicó en latín un libro titulado Agenda Vandalica, y después las fuentes latinas mencionaban el prekmuro como lingua Vandalica. Los evangélicos empezaron en este mismo siglo enseñar en prekmuro en las escuelas, así como empezaron a nacer cantos litúrgicos, notas escolares en este idioma. En 1777 todos los pueblos eslovenos quedaron subordinados al Episcopado de Szombathely en las provincias Vas y Zala, desde entonces la región se llamaba Vendvidék en húngaro ('Campo Prekmuro', en esloveno: Slovenska krajina), así como sus habitantes recibieron el nombre de vend a partir del gentilicio alemán Wendisch.
En 1715, el sacerdote evangélico Francisco Temlin publicó en Sajonia el primer libro prekmuro, titulado Mali katechismus ('Pequeño catequismo'). István Küzmics (1723-1779) tradujo los cuatros evangelios luteranos, que serían la base principal del lenguaje literario. El obispo católico de Szombathely, János Szily (1735–1799) quería fomentar las escuelas de Vendvidék, por eso apoyaba a Miklós Küzmics (1737–1804) para que él también publicase libros. Con el nombre de Küzmics Szvéti evangyeliomi tradujo los cuatro evangelios, además de redactar un libro de oraciones y uno de abecedario, elaborando así el prekmuro estándar. Después de Küzmics continuaba la formación de la lengua literaria. A pesar de que los políticos húngaros no querían que el prekmuro fuese considerado sólo un dialecto del esloveno, las clases altas de Vendvidék opinaban que la gente de esa región era verdaderamente eslovena, pero de un lenguaje diferente. El prekmuro ha sido un enlace importante en la vida de la nación eslovena, por eso las clases cultas de Prekmurje siguieron elaborando y cuidando la lengua estándar hasta pasado el año 1919, que ya no se usaba en las escuelas, pero sí en los templos, en la prensa y en la comunicación familiar. Después de 1945, en la Yugoslavia comunista, el prekmuro se usaba sólo como lengua familiar.
Entre el prekmuro y el esloveno estándar sigue habiendo notables diferencias. Además de su vocabulario, tiene una pronunciación peculiar, y también existen diferencias en la flexión. En esloveno para la preposición 'en' se conocen sólo v y na, mientras que en prekmuro se usa v, vu y na (cabe añadir que esa v en esloveno se pronuncia [u], pero en prekmuro se realiza como [f], formando unidad fonológica con la palabra que la sigue). En prekmuro también existen los tres números gramaticales, pero con formas diferentes.
Puesto que los Prekmuros vivían durante siglos en territorio húngaro, estaban abiertos hacia Croacia, entonces también bajo dominio húngaro. Los eslovenos de Zala permanecieron bajo la vigilancia del obispo de Zagreb hasta 1777, y muchos profesores y eclesiásticos prekmuros, también los evangélicos, estudiaron en Croacia.
El alfabeto prekmuro usa las letras ü y ö, ajenas al esloveno, presentes sólo en las hablas de Halozje y Prlekija en el otro lado del río Mura, los dialectos más cercanos al prekmuro. Su vocabulario contiene numerosos préstamos húngaros y alemanes, p. ej., la preposición fcuj, 'a', del alemán zu; o por ejemplo el sustantivo birou, 'juez', del húngaro bíró (ídem). Un rasgo peculiar es la presencia de los diptongos au y ou en muchas palabras (prek. boug, eslov. bog, 'Dios'). Asimismo cuenta con algunos préstamos latinos como céntor, 'cementerio'. La palabra mirski ('odioso') es sumamente arcaico, presente ya en los Manuscritos Freising, que son los primeros textos escritos del esloveno.
La presencia de las consonantes palatales es también una característica del prekmuro (pejvati / eslov. pevati, 'cantar'; barbejr / eslov. zdravnik, 'médico'), aunque carece del sonido [ʎ], representado por el dígrafo lj, propio del esloveno (prijátel / eslov. prijátelj, 'amigo'; živlénje / življenje, 'vida'; lüdstvo / ljudstvo, 'pueblo, población'). En las hablas de Hungría, especialmente en Apátistvánfalva, también encontramos vocales nasales, comunes con el dialecto de Carintia o con el idioma polaco. En varios dialectos existen realizaciones palatales [c] y [ɟ] en lugar de los fonemas /k/ y /g/ de la variedad estándar. El grupo consonántico šč a veces se pronuncia como [ʃc] en vez de [ʃʧ]. La h muchas veces es muda al inicio o final de palabra; p. ej., hvala ('gracias') se pronuncia [fala].
Tiempo atrás, se discutía si el prekmuro era o no una variedad del esloveno. Debido a la política, a menudo surgieron declaraciones absurdas y pseudohistóricas como que «el prekmuro era una lengua germánica, eslava occidental, céltica» o un «húngaro eslavizado».
Hoy en día, por una parte de los lingüistas es considerado sólo un dialecto del esloveno, pero para otros es una lengua eslava aparte, teniendo en cuenta los procesos de evolución y diferenciación lingüística que ha sufrido durante los siglos. Podríamos decir que el prekmuro es la segunda lengua eslovena. Ágoston Pável, lingüista y etnólogo húngaro de origen esloveno, sostenía que el prekmuro era una variedad autónoma, un dialecto desprendido del esloveno.
En nuestros días siguen apareciendo publicaciones de prensa y obras literarias en esta lengua, aunque en Hungría cada vez menos, debido a que en el régimen comunista los eslovenos de Hungría se aislaron de los de Prekmurje. Este aislamiento sigue hasta ahora, y el pequeño número de los prekmuros hace que se identifiquen cada vez más como húngaros.
En la actualidad, las diferencias entre dialectos se han reducido, pero aún continúan siendo notables. También existe una cierta diferencia entre la lengua coloquial y la lengua literaria.
El esloveno (slovenščina, slovenski jezik) pertenece a la rama de lenguas eslavas de la familia indoeuropea. Dentro de la rama eslava, se encuentra en el grupo de lenguas eslavas del sur o meridionales, y dentro de éstas, en el sub-grupo occidental. El idioma esloveno es muy cercano con el dialecto Chakaviano y el dialecto Kaikaviano del Croata, pero a su vez es lejano del dialecto Estocavo, el cual es la base de los idiomas Croata, Bosnio, Serbio y Montenegrino, y como resultado de esto, la inteligibilidad mutua entre el esloveno y estos idiomas se ve casi cegada debido a cambios de vocabulario, gramática y pronunciación. A pesar de lo mencionado anteriormente, el esloveno comparte similaridades lingüísticas con todas las lenguas eslavas meridionales y también posee varias cosas en común con las lenguas eslavas occidentales, como el eslovaco o el checo.
La mayoría de los sonidos del esloveno tienen su correspondencia en español. Sin embargo existen algunos sonidos que no están presentes de forma natural en castellano (si bien en su mayoría son conocidos a través de otros idiomas). Estos sonidos son los representados por las letras: č, š, ž, z.
Č: más profundo que la CH española
Š: como la CH francesa (SH inglesa pero más profunda)
Ž: como la J francesa
Z: como la S sonora catalana, Z catalana o francesa
Se utilizan los símbolos de las cinco vocales convencionales (a, e, i, o, u), pero en realidad representan un total de trece sonidos vocálicos.
El lenguaje estandarizado tiene siete vocales largas (que son siempre acentuadas) y seis cortas (que pueden ser acentuadas o no acentuadas).
Vocales largas: ê, ô (abiertas); é, ó (cerradas); á, í, ú
Vocales cortas: è, ò (abiertas); à, ì, ù; è (vocal neutra o schwa)
Se observará que en las vocales cortas se repite la è. Esto es así porque la acentuación de las vocales en esloveno es un convencionalismo únicamente utilizado en diccionarios y manuales de gramática, pero no en la lengua escrita convencional. Como el serbocroata, el acento cae casi siempre en la penúltima o antepenúltima sílaba, usando el prosódico en los pocos casos en que haya ambigüedad.
En la lengua coloquial, las vocales cortas tienden a pronunciarse de forma diferente a la norma dictada por el estándar. Las vocales cortas acentuadas dentro de palabras monosílabas tienden a pronunciarse como una vocal neutra. Las vocales cortas no acentuadas pierden peso en la pronunciación, son reducidas e incluso llegan a no ser pronunciadas. El ejemplo más notorio de esto es la 'i' en posición final, especialmente en los infinitivos de los verbos.
El esloveno tiene veinte consonantes, que corresponden a un mismo número de fonemas.
La consonante r puede utilizarse con una letra "e" en ciertos casos, al ser pronunciada como una sonorante silábica. Ejemplos: smrt (muerte), prvi (primero), Trst (Trieste), zaprt (cerrado), Hrvaška (Croacia), Srbija (Serbia), etc.
Las consonantes l y v se pronuncian como w en algunos dialectos, especialmente cuando se encuentran en la última posición de una palabra y precedidas de una vocal. Ejemplos: bel (blanco), žival (animal), stol (silla), prav (correcto), cerkev (iglesia), etc.
La consonante l también suelen pronunciarse como w entre una vocal y una consonante. Ejemplos: volk (lobo), dolg (largo, deuda), solza (lágrima), etc. Es muy parecido a la "ł" polaca.
El desarrollo amalgamativo (y, hasta cierto punto, artificial) de la lengua eslovena, unido a la heterogeneidad de los dialectos y otros factores, hacen que coexistan dos sistemas fonológicos: el tonémico y el atonémico.
El sistema tonémico se caracteriza por distinciones de tono en las vocales. Las vocales largas se diferencian por tonos ascendentes o descendentes, mientras que las cortas siempre tienen tonos descendentes.
El sistema atonémico no realiza distinciones de tono entre vocales, sean largas o cortas. Éste es el sistema favorecido por la norma literaria estándar, el usado en el Diccionario de la Academia Eslovena y el que se enseña en escuelas y universidades.
En el idioma esloveno existen seis casos gramaticales: Nominativo, Genitivo, Dativo, Acusativo, Instrumental y Locativo. Como en el resto de idiomas eslavos con sistema de casos, los adjetivos se declinan de forma ligeramente distinta a los sustantivos.
La lengua eslovena tiene tres géneros: masculino, femenino y neutro y tres números: singular, plural y dual, siendo éste último retenido en el nombre, pronombre, adjetivo y verbo. Dentro del género masculino, se establece una distinción entre animado y no animado. Los números 1 y 2 tienen género: 1 ed/en (m.) ena (f.), eno (n.); 2 dva (m.), dve (f./n.).
Los pronombres personales son: singular: 1 jaz, 2 ti, 3 on/ona/ono; dual: 1 midva, 2 vidva, 3 onadva; plural: 1 mi, 2 vi, 3 oni/one/ona.
El pronombre demostrativo es:
1 (esto): singular: ta, ta, to; dual: ta, ti, ti; plural: ti, te, ta.
2 (eso): singular: tisti, tista, tisto; dual: tista, tisti, tisti; plural: tisti, tiste, tista.
3 (aquello): singular: oni, ona, ono; dual: ona, oni, oni; plural oni, one, ona (hoy en día se tiende a reemplazar oni por tisti).
El interrogativo es kdo (pronunciado gdo) '¿quién?'; kaj '¿qué?'. El relativo (en singular) es kateri, katera, katero.
El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto.
Durante el siglo XIX, en un intento de erradicar germanismos, se introdujeron numerosas palabras provenientes de otros idiomas eslavos, especialmente del serbocroata. Por otro lado se inició un proceso de "arcaización" tomando como modelo al antiguo eslavo eclesiástico, que reintrodujo categorías gramaticales perdidas o debilitadas hacía tiempo. Ambas tendencias se normalizaron a principios del siglo XX, ya que se procuró limitar los préstamos de otros idiomas y reducir las características arcaicas a las que efectivamente hubieran estado presentes en formas más antiguas de los dialectos.
El vocabulario tiene un sustrato básico eslavo, con una ligera influencia de palabras alemanas, italianas e húngaras. Gran parte de su vocabulario guarda una estrecha relación con los idiomas eslavos del grupo occidental (eslovaco, checo, sórabo) de las lenguas eslavas.
Con el nacimiento de Yugoslavia en 1918, se produjo un nuevo influjo de palabras serbocroatas, contrarrestado por una posterior tendencia purista.
El esloveno utiliza el alfabeto latino más algunas letras ligeramente modificadas con diacríticos. Usa las misma letras que la versión latina del serbocroata.
Solamente existen unos pocos textos del período anterior a la Reforma, entre ellos los Fragmentos Freisin (hacia el 1.000 d. C.) son notables.
Los textos más antiguos con características eslovenas son los Fragmentos de Freising, escritos entre 972 y 1039. En ese tiempo, el proceso de disgregación de la lengua eslava común era aún reciente, y de hecho los mencionados fragmentos son considerados parte del escaso legado escrito del antiguo eslavo eclesiástico. En el siglo XVI, la Reforma Protestante trajo la publicación de los primeros libros impresos, escritos en el dialecto de la Baja Carniola con una mezcla de características de los dialectos de Alta Carniola y Carniola Interior, construyendo así una norma basada en los dialectos centrales, en la que tuvo especial influencia el habla de Liubliana. No obstante, en los siglos XVII y XVIII, las regiones de Carintia, Estiria y Prekmurje continuaron usando sus propios dialectos en escritos locales.
En el siglo XVI la lengua eslovena, slovenšcina, se desarrolla gracias a la obra de traducción de la Biblia y producción de literatura de los protestantes Trubar, Dalmatin, Krelj, Bohoric y otros, siendo impresos unos 50 libros entre 1550 y 1598. La Contrarreforma detuvo la expansión y codificación de la lengua escrita, pero en el siglo XIX apareció una traducción católica de la Biblia, seguida de una gramática a principios del siglo XIX y estableciéndose las formas literarias a mediados del mismo siglo, cuando fueron implantadas y adoptadas por los intelectuales eslovenos.
ena, dva, tri, štiri, pet, šest, sedem, osem, devet, deset
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El idioma checo (čeština, český jazyk) es una lengua eslava occidental hablada principalmente en la República Checa, que se representa en la escritura utilizando el alfabeto latino junto con diversos signos diacríticos.
La lengua checa, czech čeština, puede parecer compleja para quienes la aprenden como lengua extranjera; dicha complejidad se debe, entre otros aspectos, a su morfología. Otra peculiaridad de esta lengua es la aparente libertad en la sintaxis; a menudo, cualquier posibilidad organizativa de los términos es gramaticalmente aceptable. El ruso es una de las lenguas eslavas que comparte estos rasgos.
La República Checa se llama en checo Česká republika, denominación que deriva del nombre de la mayor región del país, Čechy (Bohemia en español) o del etnónimo checos, nombre de una de las tribus eslavas que habitaron el actual territorio del país después de la época de las migraciones y que dominó la zona hacia el 530. El origen del nombre de la tribu es desconocido. De acuerdo con una leyenda, el nombre viene del líder Praotec Čech ("padre Checo").
La ortografía fue racionalizada primero por Jan Hus en el siglo XIV y luego por los Hermanos Checos en el siglo XVI para hacer su traducción de la Biblia.
La lengua normativa se basa en la codificación de Josef Dobrovsky, hecha en el siglo XIX y modelada sobre el checo del siglo XVI. El checo normativo es, pues, una creación semi-artifical arcaica en muchos aspectos pero evolucionada en otros, lo que genera una tensión entre la lengua literaria moderna y el checo hablado, usualmente conocido como checo común.
Uno de los más conocidos lingüistas checos es Dušan Slosar quien nació en 1930 y se graduó en Staříč en checo y ruso en la Universidad Masaryk de Brno, donde enseñó desde 1959 en el Departamento de filolofía checa. También ha sido profesor en la universidad de Münster, donde dirigió el Departamento de lengua checa. Se centró en la gramática histórica de la República Checa, el desarrollo del idioma checo literario y sus dialectos. Ha publicado varios libros de divulgación científica: entre otras cosas, Expediciones desde el octavo piso: Diecisiete entrevistas y dos pesadillas, 1975, Desarrollo derivativo de los verbos checos, 1981, Gramática Histórica de la República Checa, 1986, Milenio, 1990, Jazyčník, 2004, Las huellas dactilares, 2006, Lo dirige, como el idioma, 2008 y Opera Bohemia Menor, 2010
Origen
En el siglo V las tribus eslavas llegaron a la región de Bohemia y Moravia y allí permanecieron pacíficamente, organizados en villas circulares (okrouhlice) y desarrollaron una economía basada en la agricultura. Durante el siglo VI, los ávaros invadieron la zona y sometieron a las pacíficas tribus eslavas, formando un imperio entre el Elba y Dniéper.
En el siglo VII se produce el primer intento de crear un estado mediante la unificación de las distintas tribus eslavas, como medio de protegerse contra los ataques de los ávaros, dando nacimiento al reinado de Samo, en el año 625. Este estado duró hasta el año 658, cuando los ávaros fueron, finalmente, expulsados de la región.
En el siglo VI, la lengua hablada era Checo Antiguo, pero el lenguaje escrito no está documentado. La mayoría de los registros que tenemos son de poca utilidad lingüística. Según Stuart Mann, los textos literarios de la época se escribían "en una variedad de grafías carente de fonética y ambigua". Aunque los investigadores han tratado de reconstruir el Antiguo Checo a través de la onomástica, no ha demostrado ser muy útil debido a la latinización de las palabras, así como la falta de diacríticos.
En el siglo IX, las tribus asentadas en Moravia se unen a Carlomagno, creando un nuevo estado que fue un feudo de aquél. Carlomagno logró unir a estas tribus, pero fue su sucesor, Mojmír I, y los de éste, Ratislav I y Svatopluk, quienes convirtieron a la región en un reino independiente, extendiendo sus dominios a través del oeste de Eslovaquia, Bohemia, Silesia, parte de Polonia y el oeste de Hungría, conformando el Imperio de la Gran Moravia, y entablando duras luchas con los francos y los húngaros.
En la década de 870 el príncipe Borivoj construyó su castillo en la ciudad de Praga, convirtiéndola en el principal asentamiento de su dinastía. Durante esta época, con la llegada de Cirilo y Metodio (enviados por el emperador de Bizancio), se adoptan el alfabeto cirílico y la liturgia y ritos de la Iglesia Cristiana de Oriente. A la muerte de Metodio, en 885, por ese entonces Arzobispo de Moravia, el Imperio cae bajo la influencia de la Iglesia Católica de Roma. En el 950, el rey alemán Otón I conquista Bohemia y la anexa al Sacro Imperio Romano Germánico.
El territorio checo fue unificado a finales del siglo IX por la dinastía de los přemyslitas (checo Přemyslovci, este nombre significa los que piensan mucho). El Reino de Bohemia fue un poder regional significante, siendo el rey de Bohemia uno de los siete electores del emperador del Sacro Imperio Romano, las minas de oro convirtieron el reino en un poder que no tenía impuestos, y podía reclutar mercenarios casi sin límite, pues la riqueza de las minas mantenía el poder del reino hasta su agotamiento.
Los orígenes del checo datan del final del siglo X. En aquel tiempo el checo comenzó a separarse, al igual que los demás idiomas eslavos, del idioma antiguo común – el eslavo antiguo. Los primeros documentos escritos sobre su existencia datan de esa época (p. ej. los nombres checos Mysläta, Boleslav, Mělník en los dinares checos de las postrimerías de los siglos X y XI). En el transcurso de la segunda mitad del siglo XII va aumentando la cantidad de pruebas, por lo que a partir de ese tiempo se puede considerar el checo un idioma históricamente documentado.
Desarrollo
En la Edad Media se convirtió el checo en un rico idioma utilizado en la literatura de varios géneros. Junto con el auge del estado checo se difundía más allá de sus fronteras, en el período del siglo XIV al siglo XVI se puede hablar sobre la expansión del checo. Se utilizaba sobre todo en Silesia Superior pero también en Hungría o en Eslovaquia. Influyó decisivamente en la lengua polaca culta. Podemos encontrar también diiversos préstamos del checo en otros idiomas (p. ej. en el ruso); y los nombres de las armas husitas atravesaron en su época Europa (flauta, obús).
Durante los quinientos años siguientes fue un reino estable, centro de cultura y educación en Europa Central. Durante el reinado de Carlos IV de Luxemburgo (1344-1378), Bohemia vivió su época de oro (siempre auspiciado por las minas del mismo metal). Carlos IV convirtió a esta monarquía en la capital del Sacro Imperio Romano Germánico. En el año 1348 fundó la Universidad Carolina de Praga, el centro de estudios superiores más antiguo de Europa Central.
Tras la muerte de Carlos IV, comienza un período de decadencia del reino e inestabilidad política. Uno de los factores fueron los conflictos religiosos como las guerras husitas provocadas por la quema en la hoguera del reformista Jan Hus en 1415 en el Concilio de Constanza.
Después de la dinastía de los reyes polacos Jagellón, fue elegido en 1526 al trono checo Fernando I de Habsburgo. Con este acto, y por casi cuatrocientos años, los Habsburgo ocuparon la corona checa, y por ende, pasó a formar parte del Imperio austríaco, posteriormente Austrohúngaro. Bajo el régimen de los Habsburgo, Bohemia sufrió guerras devastadoras como la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII y la Guerra de los Siete Años durante la época de la reina María Teresa en 1756-1763, pero también se benefició del impulso económico y social que vivió la monarquía durante los siglos XVIII y XIX que convirtieron a Bohemia en el corazón industrial de la Monarquía.
Las principales características del checo datan del siglo XIII o incluso antes, si bien su forma moderna debe mucho a ciertos cambios de largo alcance que tuvieron lugar en los siglos XIV y XV. El lenguaje escrito se basó en la variedad de checo hablada en el principal centro cultural de la nación, Praga (donde se fundó la universidad en 1348).
La supresión de la cultura checa, asociada a la Contrarreforma, duró hasta el siglo XVIII cuando se restableció el contacto con fuentes occidentales y emergió un renacimiento romántico, periodo que culminó con la revolución de 1848. Desde el siglo XIX hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el checo fue el vehículo de una rica y extensa literatura de todos los géneros, especialmente poesía y novela.
Situación Actual
Después del colapso del Imperio austrohúngaro tras la Primera Guerra Mundial, los checos junto con sus vecinos los eslovacos y los rutenos se unieron para formar la república independiente de Checoslovaquia en 1918. Este nuevo país contenía a una gran minoría alemana, lo cual llevó a la disolución de Checoslovaquia cuando Alemania anexó a esta minoría en virtud de los Acuerdos de Múnich en 1938 y Eslovaquia declaró su independencia. El Estado checo restante fue ocupado por los alemanes en 1939.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Checoslovaquia se convirtió en un Estado socialista alineado con la Unión Soviética. En 1968, una intervención armada de fuerzas del Pacto de Varsovia terminó con una serie de reformas impulsadas por el entonces primer ministro Alexander Dubček, conocidas como la Primavera de Praga (en checo "Pražské jaro"), tendentes según sus partidarios a crear un "socialismo con rostro humano". En 1989, Checoslovaquia adoptó el multipartidismo y empezó a abandonar progresivamente la economía socialista, lo que se conoce como Revolución de Terciopelo. El 1 de enero de 1993 Checoslovaquia se dividió en dos por decisión parlamentaria. Desde entonces, la República Checa, por un lado, y la República Eslovaca (o Eslovaquia), por otro, son dos países independientes.
El checo es la lengua oficial de la República Checa, la parte occidental de la antigua Checoslovaquia. En sus dos provincias de Bohemia y Moravia y en la parte meridional de Silesia es hablado por unos 9,5 millones de personas, siendo también entendido ampliamente por los hablantes de eslovaco. Hay también comunidades aisladas de hablantes de checo en los países vecinos y especialmente en las Américas.
Los dialectos checos se dividen generalmente en dos grandes grupos: Grupo de Bohemia y dialectos moravos
Grupo de Bohemia, en el que se incluyen dialectos no muy peculiares en la zona que bordea Bohemia Central. El dialecto que se conoce como checo común es el que se habla en Bohemia Central, sobre todo en Praga.
Variedad de dialectos englobados a su vez en varios subgrupos (haná, valašsko, slovácko) en la zona de Moravia. El slovácko está ligado al eslovaco por algunas isoglosas, mientras que los del sur de Silesia comparten rasgos con el polaco.
El moravo (moravščina) es la denominación de los dialectos eslavos occidentales hablados en Moravia, una región histórica a la Europa Central (hoy en día una parte de la República Checa). La mayoría de los dialectos moravos es tradicionalmente considerada como variedades del checo, algunos dialectos orientales como variedades del eslovaco. Una parte de los moravos, no obstante, lo tienen por una lengua separada. De acuerdo con el último censo en la República Checa (2011), 108 4691 personas declararon que el moravo era su lengua materna.
La lengua checa forma parte, junto con el eslovaco, polaco y sorbio, del subgrupo occidental de lenguas eslavas. La lengua checa y la eslovaca son mutuamente inteligibles.
Lingüisticamente, los idiomas checo y eslovaco forman un continuum dialectal y los dialectos eslovacos orientales se funden a su vez con el rusino, que es ya una lengua eslava oriental. Si se excluyen los cuatro dialectos moravios y los dos dialectos silesios, el checo existe en dos formas: literario y coloquial. El eslovaco estándar se parece al checo literario, en especial en cuanto a fonología y morfología. Las diferencias entre partes del vocabulario de algunos dialectos eslovacos son bastante grandes y comparables a las diferencias que existen entre el eslovaco estándar y el checo estándar.
La fonología puede ser también tremendamente complicada para hablantes de otras lenguas, debido a que algunas palabras carecen de fonemas vocálicos propiamente dichos; así, ztvrdl, scvrkl, prst (dedo); sin embargo, la sonoridad de las sonantes [l], y [r] cubre la función vocálica en esas palabras, pudiendo actuar como núcleo silábico. Por otro lado, la consonante [ř] tiene una realización fonética que parece ser única del checo y realmente complicada de pronunciar para hablantes no nativos. Es una líquida vibrante palatal, es decir, se articula como las vibrantes del castellano, con la lengua en el paladar. Otra característica del checo es que todas las palabras tienen acento tónico en la primera sílaba.
El checo tiene diez fonemas vocálicos: /a/, escrita a, /e/ e, /i/ i o y, /o/ o, /u/ u, así como sus dobletes de cantidad larga: /a:/ á, /e:/ é, /i:/ í o ý, /o:/ ó, /u:/ ů o ú.
El acento tónico es invariable en la primera sílaba.
El checo se distingue de las demás lenguas eslavas en la entonación del grupo fónico dentro del entorno de la oración, en la primera sílaba tónica de la palabra, en la carencia de elisiones, en el uso del alfabeto latino frente al cirílico, en la extraordinaria libertad del orden de las palabras en la oración, así como en los frecuentes valores vocálicos para la r y la l. La sonoridad en la entonación y su timbre la distinguen de las demás lenguas eslavas occidentales.
La lengua tiene siete casos nominales, dos números, tres personas en el verbo, tres tiempos (presente, pasado y futuro), dos voces y tres modos (indicativo, imperativo y condicional o subjuntivo).
Hay tres géneros, dos números y siete casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo, instrumental, locativo y vocativo. Las formas pronominales son en singular: 1 ja, 2 ty, 3 on/ona/ono; plural 1 my, 2 vy, 3 oni. Esas formas se usan para énfasis y contraste solamente pues son declinables en todos los casos y tienen formas débiles y fuertes.
Los verbos checos se clasifican en tres grupos, tomando la tercera persona como criterio: -e, como píše 'él escribe', -á, como delá 'él hace' e -í, como mluví 'él habla'.
La partícula negativa es ne, prefijada al verbo, como nic neslyším 'No oigo nada' (es decir, negación doble).
El pronombre demostrativo es ten, ta, yo 'esto', plural ti; tamten, tamta, tamto 'eso'. Se puede añadir -hle como en Líbí se mi tnhle klobouk. El pronombre interrogativo es kdo '¿quién?', co '¿qué?'. El relativo es ktery, která, které 'cual'. La partícula negativa es ne prefijada al verbo. El orden de la oración es sujeto, verbo y objeto. El sujeto normalmente se omite si es pronombre.
Algunos ejemplos de palabras y frases en checo:
Dobré ráno(Dobré ráno): buenos días / buen día (por la mañana)
Dobrý den(Dobrý den): buenos días, hola (saludo formal)
dnes: hoy
Ano: sí
Ne: no
Je to pravda?: ¿es verdad?
Já jsem... /ja: sɛm/: yo soy...,yo estoy...
Kdo jsi ty?: ¿quién eres tú?
Co je to?: ¿qué es eso?
Otec (m): padre
Matka (f): madre
Syn (m): hijo
Dcera (f): hija
Sestra (f): hermana
Bratr (m): hermano
Škola (f): escuela
Káva (f): café
Pivo (n): cerveza
Chléb / Chleba (m): pan
Muž (m): hombre
Žena (f): mujer
Město (n): ciudad
Ulice (f): calle
Se usa el alfabeto romano con signos diacríticos.
Los primeros testimonios escritos datan del siglo X, generalmente en forma de palabras sueltas y glosas en textos latinos, que dicho sea de paso es la manera en la que hacen su aparición por escrito muchas otras lenguas europeas.
El texto literario más antiguo es un himno de cuatro estrofas incluido en un códice latino de la segunda mitad del siglo XIII que dice así:
(Z)louo do zveta ztworene
v bozstui zhowano
iez pro Euino zresšenie
na zuet pozlano
Antes de la Creación del mundo, el Verbo
estaba oculto en la Divinidad
(y) a causa del pecado de Eva
fue enviado al mundo.
jeden, dva, tři, čtyři, pêt, šest, sedm, osm, devêt, deset
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El eslovaco es la lengua oficial de la República de Eslovaquia, la parte oriental de la antigua Checoslovaquia.
Los eslovacos y eslovenos son las únicas naciones eslavas que han mantenido el nombre antiguo de los Eslavos (singular: slověn) en su nombre - el adjetivo "Eslovaco" aún es slovenský y el sustantivo femenino "Eslovaca" aún es Slovenka en el idioma eslovaco; solo el sustantivo masculino "Eslovaco" cambió a Slovenin, probablemente en la Alta Edad Media, y finalmente (bajo influencia checa y polaca) a Slovák cerca del año 1400. Para los eslovenos, el adjetivo sigue siendo slovenski y el sustantivo femenino "Eslovena" sigue siendo Slovenka, pero el masculino ha cambiado a Slovenec. El nombre eslovaco para su idioma es slovinčina; y los eslovenos llaman al eslovaco slovaščina. El nombre viene de la forma proto-eslava slovo "palabra, hablar". Por consiguiente, Eslovacos y Eslovenos significarían "gente que habla (el mismo idioma)", o gente que se entiende.
Según Néstor y otros lingüistas eslavos modernos, la palabra slověn probablemente fue el nombre original de todos los eslavos, pero la mayoría de ellos (checos, polacos, croatas, etc.) tomaron otros nombres en la Temprana Edad Media. Aunque los eslovacos mismos parecen haber tenido un significado un poco diferente para la palabra "eslavos" (Slovan), fueron llamados "eslavos" en textos latinos hasta aproximadamente la Alta Edad Media. Es por eso que algunas veces es difícil distinguir cuando algunos textos se refieren a los eslavos en general o a los eslovacos. Un ejemplo de uso de "eslavos" en referencia a los "eslovacos" son los documentos del Reino de Hungría, donde se referían a los bohemios (checos, polacos) con otro nombre. Los eslovacos de Hungría eran llamados "Slavi Pannonii" y los checos "Slavi Bohemii". La similitud semántica del etónimo "Eslovaco" con "Eslavo" llevó al movimiento nacionalista eslovaco a forjar el mito que de todas las naciones eslavas, los eslovacos son los que descienden de forma más directa de los eslavos originales, y que el idioma eslovaco es la continuación más directa del Eslavo Antiguo.
Aunque hay huellas de la lengua eslovaca, slovencina, en documentos latinos de los siglo XI al XV y en checos de los siglos XIV al XVI, los intentos más antiguos conocidos para incrementar el uso del eslovaco son de los siglos XVII y XVIII, cuando los católicos de la Universidad de Trnava quisieron introducir el eslovaco para uso de en sus himnos y otros libros de la iglesia.
La lengua no fue aceptada como lengua literaria hasta que un grupo dirigido por el protestante L'udovít Štúr (1815–1856) comenzó a escribir en los dialectos eslovacos centrales. La lengua de esos escritos, modificada y codificada por Martin Hattala en su gramática de 1852, ganó rápidamente aprobación y fue aceptada como normativa.
Origen
Los pueblos eslavos se asentaron en el territorio de Eslovaquia en el siglo V. El oeste de Eslovaquia fue el centro del imperio del rey Samo durante el siglo VII. Después, en el siglo VIII, surge el Principado de Nitra, y su primer gobernante - Príncipe (en alemán fürst) Pribina hizo consagrar en el año 828 la primera iglesia cristiana en Eslovaquia. A partir del 833, junto con su vecino Moravia, el principado formó el núcleo del Imperio de la Gran Moravia. Su momento de mayor apogeo fue la llegada de los Santos Cirilo y Metodio en el 863, durante el reinado del Príncipe Rastislav, y la expansión territorial bajo el reinado del rey Svätopluk.
Comienzan las diferencias fonológicas dentro del uniforme lenguaje eslavo, (protoeslavo) y también ocurre en el territorio de la actual Eslovaquia. El principado de Nitra (hasta 833) y el Reino de la Gran Moravia (833-?907) suceden en Eslovaquia y Moravia.
Existe un dialecto en Eslovaquia central que cambia los grupos protoeslavos -ort-, -olt- por rat-, lat- (como en el lenguaje estandar actual eslovaco), por ejemplo, en el nombre del príncipe de Gran Moravia Rastislav (Czech Rostislav). Además, el protoeslavo -dj-, -tj- ha cambiado a -dz-, -c- (todo esto antes del siglo IX).
En 863 D.C. llegan a la Gran Moravia los hermanos Constantino (Cirilo) y Metodio. El Antiguo Eslavo Eclesiástico pasa a ser el idioma administrativo, literario y litúrgico y el alfabeto glacolítico pasa a ser el utilizado hasta el 885. El latín, no obstante, continúa siendo utilizado en paralelo. Algunos de los textos tempranos en antiguo eslavo eclesiástico contienen elementos del lenguaje de los eslavos habitantes de la Gran Moravia y Panonia, los cuales fueron llamado eslovenos por los textos eslavicos de aquel tiempo.
El eslovaco deriva de la lengua de los eslovenos (es decir, los habitantes eslavos de la Gran Moravia, actual Hungría, Eslovenia y Eslavonia) en forma de varios dialectos eslovacos, después de que los magiares (húngaros) hubieran destruido la Gran Moravia (c.907), se establecieron en la actual Hungría, separando los eslavos occidentale de los eslavos del sur, y subyugaron temporalmente parte del sur de Eslovaquia (la mayoría del resto de Eslovaquia se convertirá en parte de Hungría hacia el final del siglo XI D.C.). En el siglo X, los dialectos eslovacos ya se dividen en los tres grupos de hoy en día (Occidental, Central y dialectos eslovacos del Este). El auge de la lengua eslovaca, así como la de otras lenguas eslavas, se puede trazar desde el siglo VI o VII, pero el consenso general de los lingüistas eslavos es que no fue sino hasta el siglo X que los idiomas eslavos están suficientemente diferenciados como para definirlos como lenguas separadas.
Desarrollo
A partir del 885, el uso del languaje eslávico es prohibido en la Gran Moravia por el papa Esteban V. El latín pasa a ser de nuevo el lenguaje administrativo y litúrgico.
Eslovaquia se convirtió en parte del Reino de Hungría entre los siglos XI y XIV, siendo conocida como Alta Hungría, debido a su relieve montañoso y como tal fue luego parte del Imperio austrohúngaro hasta 1918.
El Reino de Hungría fue creado en el 1000 por el rey San Esteban. Los asentamientos eslovacos se extendían por toda la zona septentrional del territorio actual de Hungría, mientras que los húngaros se asentaron en la zona meridional de Eslovaquia. La composición étnica se volvió más diversa con la llegada de los alemanes del Cárpato (en el siglo XIII), los valacos (en el siglo XIV), y los judíos.
La población fue devastada y se contrajo a causa de la invasión mongol en 1241 y la hambruna que la sucedió. Sin embargo, la Eslovaquia renacentista se caracterizaba por sus pueblos burgueses, numerosos castillos construidos en roca, y el desarrollo del arte. En 1467, Matías Corvino fundó la primera universidad en Bratislava, pero la misma tuvo una vida muy corta.
Al comenzar la expansión del Imperio otomano en Hungría y producirse la ocupación de Buda a comienzos del siglo XVI, el centro del Reino de Hungría se desplazó en 1536 a Pozsony (hoy Bratislava, conocida también como Pressburg, Pressporek o Posonium) se convirtió en la ciudad capital de Hungría Real. Numerosos húngaros se mudaron a Eslovaquia para escapar de la crueldad del gobierno otomano, con la consecuente reducción de la proporción de eslovacos en Hungría Real. Las guerras otomanas e insurrecciones frecuentes contra la monarquía de los Habsburgo también produjeron grandes daños y destrucción, especialmente en las zonas rurales. Cuando los turcos se retiraron de Hungría en el siglo XVIII, la influencia eslovaca disminuyó dentro del reino, a pesar de que Bratislava siguió siendo la ciudad capital de Hungría hasta 1848, cuando la capital se muda a Budapest.
Guiados por la idea de escindirse de la administración húngara asociada con la monarquía austríaca, los eslovacos apoyaron a los emperadores Habsburgo contra los húngaros toda vez que hubo un conflicto entre Hungría y los reyes Habsburgo en relación a la autonomía de Hungría. Por esta razón, durante el período del Imperio austrohúngaro, entre 1867 y 1918, los eslovacos sufrieron una represión cultural a través del proceso de magiarización promovido por el gobierno húngaro.
Los eslovacos se encontraban, tras los rutenos, más oprimidos que cualquier otra minoría en Hungría y entre las más pobres, ocupando territorios montañosos y poco fértiles. Constituyendo una población casi completamente rural, el escaso comercio estaba en manos de los judíos, a menudo agentes de la magiarización, lo que conllevó el desarrollo de una antisemitismo de raíces nacionalistas y económicas.
Situación Actual
Tras el final de la Primera Guerra Mundial, Eslovaquia se unió a las regiones de Bohemia y su vecinas Moravia y Rutenia para formar Checoslovaquia.
Tras las pérdidas territoriales de finales de 1938, Eslovaquia se convirtió en una república independiente en marzo de 1939 a la vez que Alemania ocupaba los territorios checos y Hungría Rutenia. El nuevo estado quedó prácticamente controlado por la Alemania nazi.
Checoslovaquia fue restablecida tras la Segunda Guerra Mundial pero rápidamente cayó bajo la infuencia de la Unión Soviética y su Pacto de Varsovia de 1945 en adelante.
En 1989 el final del comunismo en Checoslovaquia a través de la pacífica Revolución de Terciopelo y significó también la disolución de Checoslovaquia como tal y la creación de dos estados sucesores; Eslovaquia y República Checa separaron sus caminos después del 1 de enero de 1993. Eslovaquia se convirtió en miembro de la Unión Europea en mayo de 2004.
Es hablado por unos 5 millones de personas en Eslovaquia y por otro medio millón que vive en la República Checa. Los eslovacos hablantes occidentales confluyen con el checo, los septentrionales con el polaco, los suroccidentales con el alemán de Austria, los meridionales con el húngaro y los orientales con el ucraniano.
Hay un considerable número de húngaros y pequeñas minorías de checos y ucranianos (rutenios) en Eslovaquia, con unos pocos polacos, rusos y alemanes y una gran población gitana (romaní), que representa el diez por ciento de la población en Eslovaquia oriental. La zona hablante eslovaca se introduce en Polonia, Hungría y bolsas dispersas en Rumania y en la antigua Yugoslavia (especialmente Vojvodina). Las emigraciones histórica han llevado a muchos grupos eslovacos por todas partes de Europa y ultramar (Canadá, USA y Argentina).
Hay tres grandes grupos de dialectos eslovacos: oriental, central y occidental. Los dialectos occidentales se diferencian poco de los dialectos moravos de la lengua checa. Salvo los dialectos eslovacos orientales y los checos bohemios, todos los demás dialectos eslovacos y checos son mutuamente comprensibles.
Existe una variación significativa entre los dialectos eslovacos. En particular, las variedades orientales difieren significativamente de la lengua estándar, que se basa en las variedades central y occidental.
Los dialectos eslovacos orientales tienen el mayor grado de inteligibilidad mutua con el rusino de todos los dialectos eslovacos.
Hermanda con el idioma checo, forma parte del subgurpo checoeslovaco dentro del grupo occidental de las lenguas eslavas.
Las distintas variedades de idiomas eslavos tienden a estar estrechamente relacionadas, y han tenido un alto grado de influencia mutua, debido a la complejidad de su historia etnopolítica. Esto se refleja en las muchas características compartidas con variedades lingüísticas vecinas. El eslovaco estándar presenta alto grado de inteligibilidad mutua con muchas variedades eslavas.
El polaco y los idiomas sorbios también difieren considerablemente del Checo y Eslovaco en registros superiores, pero en discursos inferioes o no técnicos son fácilmente inteligibles. También hay algo de inteligibilidad mutua con el rusino hablado, con el ucraniano e incluso el ruso (en este orden), aunque sus ortografías se basan en el alfabeto cirílico.
También hay similitudes con las lenguas eslavas del sur occidental, es decir, con la lengua serbo-croata y en menor grado con el esloveno derivadas de la época anterior a la llegada de los húngaros a Europa Central, quienes jugaron un papel determinante en la dispersión y consecuente diferenciación de los pueblos e idiomas eslavos a partir del siglo X D.C.
Hay siete vocales largas (dlhé) y seis cortas (krátke). Vocales cortas: a ä e i o y u. Vocales largas: á é í ó ý ú. Hay varias formas de pronunciar la vocal ä, en el eslovaco normativo se pronuncia como e y solo puede aparecer tras las consonantes bilabiales (p,b,m) y v. Pero está muy extendida también la pronuncación a medio camino entre a y e. En dialectos puede pronunciarse a o incluso ia. En cuanto a i/y y sus pares largos, en realidad representan el mismo sonido (la y eslovaca no es como la y polaca o la Ы rusa). Su uso es una cuestión simplemente ortográfica.
Existen los siguientes diptongos: ia, ie, iu, ô. En el eslovaco oficial ô representa un sonido uo.
El eslovaco comparte con el checo diversas características, como la acentuación de las palabras y la "norma rítmica" entre vocales largas y cortas.
En general el eslovaco es más conservador, fonéticamente, que el checo que ha experimentado cambios de largo alcance desde el siglo XIV. El eslovaco ha retenido las sílabas largas l y r y una serie de diptongos, aunque ha perdido el distintivo sonido sibilante del checo.
El orden de la frase es sujeto, verbo y objeto, aunque hay considerable libertad dependiendo del énfasis y estilo. Al igual que checo el acento se pone invariablemente en la primera sílaba.
La lengua eslovaca tiene tres géneros y dos números. Al igual que el checo observa la oposición animado-inanimado, aunque el eslovaco va más allá y concuerda con el polaco al tratar a los seres humanos en un categoría especial en la forma plural.
Categorías gramaticales: Género (rod, en eslovaco): masculino (mužský), femenino (ženský) y neutro (stredný). Número: singular (jednotné číslo), plural (množné číslo). Además, los sustantivos y adjetivos pueden ser animados (životné) o inanimados (neživotné).
El eslovaco es una lengua flexiva, las palabras principales (sustantivos, adjetivos, pronombres y numerales) tienen seis casos de declinación: Nominativo, Genitivo, Dativo, Acusativo, Locativo y Instrumental. También existe otro caso, hoy en desuso, el vocativo, aunque para algunas palabras (de ámbito familiar) o nombres propios sigue usándose.
Aunque de base fundamentalmente eslava, el léxico eslovaco está integrado, en mayor o menor proporción, por elementos de la más diversa procedencia, sobre cuya incorporación a la lengua se ofrece una aproximación general. Especialmente delicado es el problema de los bohemismos.
El léxico eslovaco, formado por más de cien mil palabras, está integrado por elementos de la más diversa procedencia. Como afirma Jozef Mistrík: «El eslovaco posee hoy palabras procedentes de más de treinta lenguas» de modo que hasta su entrada en el eslovaco, un vocablo puede haber seguido una complicada travesía tanto en el espacio como en el tiempo. Un buen ejemplo de esto lo tenemos en una palabra tan común y cotidiana como cuÑar «azúcar», la cual, quizá a través del húngaro cukor o viceversa, procede del alemán Zucker, que, a su vez, procede del italiano zucehero, que, a su vez, procede del árabe, sukkar, vocablo cuya relación, aunque no esté del todo dilucidada, es palmaria tanto con el griego oáicxupov como con el pahlevi, sakar,en tanto en cuanto todos estos términos se remontan, en última instancia, al antiguo indio.
El estrato más antiguo es el constituido por el léxico común al conjunto de las lenguas eslavas, si bien dentro de él son reconocibles elementos de procedencia irania y germánica.
Ya en época histórica el léxico eslovaco se enriqueció con préstamos y calcos procedentes del latín, a raíz de la cristianización. El crisol de pueblos que fue en antiguo Reino de Hungría, en el que el territorio eslovaco quedó englobado tras la caída del Imperio de la Gran Moravia, propició una prolongada convivencia con pueblos no eslavos como magiares, alemanes y válacos, que dejaron también su impronta en el léxico eslovaco, muy especialmente en el caso del alemán, lengua imperial y, junto con el latín, principal lengua de cultura en el centro de Europa.
La fundación de la Universidad de Praga, las guerras husitas, una prolongada unión dinástica bajo el dominio de los Habsburgo, y, por último. casi setenta años de estado común han hecho que la influencia del checo, habida cuenta, además, la cercanía de ambas lenguas, haya sido y todavía siga siendo la más profunda y extensa en el léxico eslovaco.
La invasión turca del Reino de Hungría tras la batalla de Mohács (1526), convirtió a Eslovaquia en frente de batalla contra el poder otomano y, consecuentemente, numerosos turquismos, buena parte de ellos procedentes, a su vez, del árabe o el persa, entraron en el eslovaco, bien directamente, bien por vía del húngaro. A partir del siglo XVIII también han sido notables las huellas dejadas en el léxico eslovaco por el francés, el ruso y, últimamente, por el inglés.
-Dobré ráno! - Buenos días!
-Dobrý deň! - Buenos días! (por la mañana)
-Dobrý večer! - Buenas tardes!
-Dobrú noc! – Buenas noches!
-Vitajte! - Bienvenidos!
-Ahoj! - Hola!
-Ako sa máte? Ako sa máš? - Cómo está? Cómo estás?
-A ako sa máte vy? A ako sa maš ty? - Y cómo le va? Y cómo te va?
-Ďakujem, dobre. - Bien, gracias.
-Výborne. - Excelente
-Ako obvykle. - Como de costumbre.
-Stále rovnako. - Como siempre.
-Dovoľte, aby som sa predstavil. - Permítame presentarme.
-Volám sa X. - Me llamo X.
-Teší ma. - Mucho gusto.
-Ako sa voláte? Ako sa voláš? - Cómo se llama? Cómo te llamas?
-Koľko máte (máš) rokov? - Cuántos años tiene (tienes)?
-Kde ste sa narodili? - Dónde nació?
-Narodil som sa v ... - Nací en ...
-Áno. – Sí.
-Nie. – No.
-Prosím! – Por favor!
-Ďakujem! – Gracias!
-Niet za čo! – De nada!
-Nič sa nestalo! – De nada!
-Prepáčte! Pardon! – Disculpe!
-Ľutujem! Veľmi ľutujem! – Lo siento! Lo siento mucho!
-Do videnia! – Hasta la vista!
-Šťastnú cestu! – Buen viaje!
Aunque en algún momento del comienzo de su historia escrita, se utilizó el alfabeto glacolítico, antecedente del cirílico, desde finales del siglo IX se utilizará hasta nuestros días el alfabeto latino modificado con signos diacríticos en algunas letras.
El alfabeto eslovaco consta de 46 letras:
a á ä b c č d ď dz dž e é f g h ch i í j k l ĺ ľ m n ň o ó ô p q r ŕ s š t ť u ú v w x y ý z ž
vocales: a á ä e é i í o ó y ý u ú.
consonantes: b c č d ď dz dž f g h ch j k l ĺ ľ m n ň p q r ŕ s š t ť v w x z ž
las consonantes q, w, x solo se usan en palabras de origen extranjero. Por razones históricas también pueden usarse en textos eslovacos (fundamentalmente en nombres propios) las letras checas ě, ř, ů, así como ö ü del alemán y del húngaro.
El primer documento en eslovaco del que se tiene constancia es del siglo XV D.C.
El idioma eslovaco fue codificado por primera vez por Anton Bernolák (1762 - 1813), pero su estandarización concluyó definitivamente con la labor de Ludovít Štúr y sus compañeros. Éstos eligieron como base de la lengua normativa el dialecto de Eslovaquia central. El clasicista Ján Hollý (1785 - 1849) escribió en esa época una balada épica que elogiaba la historia eslovaca. Mientras tanto el panslavismo encontraba su mayor expresión en la obra Dcéra Slávy (1724) de Ján Kollár y en los trabajos escolares de Pavol Jozef Šafárik.
Siglo XIX: Entre la poesía romántica de este siglo destacan varios títulos importantes: la sátira de Samo Chalupka (1812 - 83), las baladas épicas de Ján Botto (1829 - 81), los versos melancólicos de Janko Král (1822 - 76), y la poesía filosófico-lírica de Andrej Sládkovic (1820 - 72). Este último tuvo gran influencia en el desarrollo del Teatro Nacional Eslovaco, fundado en el año 1841. De esta época son también las novelas de Ján Kalinciak (1822 - 71) que contienen estupendas descripciones de la vida eslovaca.
jeden, dva, tri, štyri, pät', šest', sedem, osem, devät', desat'
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El alto sorabo o alto sorbio (hornjoserbšćina) es una lengua minoritaria de Alemania, hablada en la histórica provincia de Alta Lusacia (en sorabo Hornja Łužica), hoy parte del land de Sajonia, en torno a las ciudades Bautzen (Budyšin), Kamenz (Kamjenc) y Hoyerswerda (Wojerecy).
Sorabo es otra denominación para esta lengua, lusaciano una tercera y wendish una cuarta, aunque el autónimo es serbja.
La zona habitada por los sorbios constituyó antiguamente los margravios (provincias fronterizas) de Alta Lusacia y Baja Lusacia, por lo que a la lengua sorbia se la ha conocido como lusaciana. En alemán el término más común hasta la Segunda Guerra Mundial fue wendisch, aunque sorbisch también se usó. Tras la guerra se le dio a sorbisch tratamiento oficial y ahora es dominante, aunque wendisch revivió en la Baja Lusacia en 1991. El adjetivo equivalente tanto en Alto y Bajo sorbio es serbski.
Durante el siglo XVII aparecieron tres gramáticas sorbias pero sólo una fue impresa; se trataba de la Principia linguae wendicae quam aliqui wandalicam vocant de Jacobus Xaverius Ticinus, basada en el dialecto septentrional de Wittichenau. Pero la principal esfera de actividad literaria de la lengua antes del siglo XIX fueron las Iglesias, por lo que la traducción de la Biblia tuvo un papel determinante en su desarrollo.
La impresión de la Biblia en alto sorbio por los luteranos comienza con la aparición en 1670 de la traducción impresa de los evangelios de Mateo y Marcos por Michal Frencel, a lo que siguió la impresión de todo el Nuevo Testamento en 1706, un año después de la muerte de Frencel. Frencel escribió en el dialecto de Bautzen, un sub-dialecto hablado al este y al sur de dicha ciudad. En 1703 los Estados Alto Lusacianos establecieron un comité para traducir la Biblia usando una variedad literaria ampliamente basada en la región de Bautzen. Esta traducción se publicó en 1728 y estableció esta variedad de la lengua como la normativa para los luteranos.
La lengua normativa alto sorbia para los católicos durante el siglo XVII estuvo basada en el dialecto de Wittichenau. La especial influencia de esta pequeña ciudad, situada a siete kilómetros al sur de Hoyerswerda, se debe probablemente al hecho de que tenía una escuela de gramática de la cual podían salir clérigos influyentes. En esa ciudad nació Jurij Hawstyn Swetlik (1650-1729) quien entre 1688 y 1707 tradujo toda la Vulgata a la lengua literaria basada en el mismo dialecto, si bien nunca ha sido publicada. No obstante, como resultado de ese trabajo sí se publicó su Vocabularium Latino-Serbicum (Bautzen, 1721) el primer diccionario sorbio. Hacia mediados del siglo XVIII católicos sorbios de Crostwitz obtuvieron una fuerte influencia en los círculos gobernantes de la jerarquía católica y la lengua literaria para los católicos se puede establecer hacia 1750 basada en el dialecto de Crostwitz.
Origen
Tribus eslavas provenientes del Oeste (Silesia) y del Sur (Bohemia) ocuparon en el siglo VIII los territorios entre el Neiße y Saale, Erzgebirgsvorland y Fläming. Estos territorios habían estado casi totalmente desocupados a raíz de la retirada de grupos germanos durante las grandes migraciones.
Se llamó "sorbios" o sórabos (lat. surbi, sorabi) a partir de la Temprana y Alta Edad Media a los habitantes eslavos occidentales de las zonas entre Saale y Mulde, que en los siglos VIII y IX comenzaron a ser más dependientes del reino franco oriental.
Los wendos son mencionados por primera vez en las llamadas crónicas de Fredegar para 631-632. Estos habrían atacado repetidas veces en la zona de Turingia y en otras comarcas (pagi) del reino franco con el fin de saquear. Incluso Dervan, el Dux del pueblo de los sorbios (Dervanus dux gente Surbiorum), que eran de origen eslavo y que ya habían pertenecido desde siempre al reino de los francos, se volvió junto con su pueblo al reino moravio de Samos.
En el siglo X la población de habla sorbia se asentó en la zona entre los ríos Saale (al oeste) y Bober y Queis (en el este); en el norte se extendía hasta donde hoy están Berlín y Fráncfort; en el sur estaba limitada por Erzgebirge y Lasitzer Gebirge. Las lenguas vecinas eran el polabo (al norte), el polaco (al este), el checo (al sur) y el alemán (al oeste). Por lo tanto el sorbio era hablado en la zona que se extendía al este desde el Neisse hacia lo que hoy es territorio polaco e incluía, hacia el oeste, la tierra donde posteriormente aparecerían las ciudades de Halle, Leipzig, Zwickau y Chemnitz.
Desarrollo
En el siglo X comenzó la iglesia cristiana a misionar entre los eslavos de la zona entre el Elba y el Saale, así como en Lusacia. El fortalecimiento del dominio alemán y la creación de estructuras eclesiásticas ayudaron a este proceso. El kaiser Otto II fundó en 968 el arzobispado de Magdeburgo con las zonas de Zeitz, Merseburgo y el obispado de Misnia. Los sorbios, los milcenos y los lusici tenían que pagar el diezmo al obispo de Misnia.
Al principio apenas cambiaron las condiciones de vida de la mayoría de los campesinos sorbios. Como antes de la conquista alemana, eran siervos, no tenían derecho a poseer terrenos cultivados y debían pagar grandes tributos a los señores feudales, al menos un tercio de lo que producían. A esto se le agregaba el diezmo para la Iglesia. Los investigadores discuten sobre si fueron introducidos otros pagos (servicios de arado, de seguridad o por la producción de granos) por parte de los señores feudales alemanes o si éstos ya existían. Los señores feudales dejaron vivir a sus súbditos bajo el derecho común eslavo, pues según éste, los campesinos eslavos tenían una posición mucho peor que la de los campesinos alemanes, que se regían por el Derecho Sajón.
La integración del territorio sorbio en el reino alemán transcurrió de manera pacífica después de las numerosas guerras del siglo X y comienzos del XI. El rey, los marqueses, así como las instituciones eclesiásticas, promovieron la explotación de la tierra. Al Oeste del Elba (por ejemplo, en la zona de Pleißner y Osterland) comenzó la colonización por parte de campesinos alemanes de diversas regiones del reino hacia el año 1100. Los pobladores sorbios no fueron expulsados, los nuevos poblados alemanes aparecieron principalmente en terrenos talados. Se expandieron las poblaciones eslavas ante todo en zonas estratégicamente importantes, como los pasos de ríos. Esto ocurrió, entre otros sitios, en Meißen, Leipzig o Grimma. Pronto, las nuevas poblaciones de comerciantes alemanes sobrepasarían el viejo pueblo eslavo. Esos sitios se convirtieron rápidamente en un punto de partida para la asimilación de los eslavos. La situación legal desempeñó un papel importante en este sentido.
Como el derecho sajón era más ventajoso para los campesinos que el antiguo derecho eslavo, muchos sorbios trataban de ser tratados según el derecho de los inmigrantes. Para el derecho civil alemán en las ciudades no había ninguna correspondencia eslava, por lo que quien quería ser habitante de la ciudad debía adquirir tarde o temprano la lengua alemana. La lengua sorbia fue desplazada prácticamente por completo al Oeste del Elba para el siglo XIV. Así, se prohibió el uso del sorbio en la corte en 1327 en Leipzig y en 1377 en Altenburgo, Zwickau y Chemnitz, así como en 1425 en el principado de Anhalt. Ahora bien, estas medidas también prueban que aún en ese tiempo había personas que hablaban tal idioma en ese territorio.
Fueron ante todo los campesinos sorbios los que llevaron a cabo las talas en las Lusacias en la primera mitad del siglo XII. En ese tiempo aparecieron p.ej. muchos nuevos poblados en los alrededores de Hoyerswerda. La expansión del área cultivable aumentó y estabilizó en esta zona el área de habla sorbia, que hacia los tiempos de Martín Lutero se extendía hasta las puertas de Wittenberg. Durante la época de los reyes bohemios se intensificó la explotación de la tierra en la Alta Lusacia hacia mediados del siglo XII, que era llevada a cabo casi en competencia por los reyes y los obispos de Meißen. Se procedió a traer a más campesinos alemanes a la zona. Estos talaron grandes regiones en el Sur y en el Este del país y establecieron numerosos pueblos nuevos. Como las zonas de dominio de los nobles apenas comenzaban a tener un valor con la tala, los colonizadores obtenían sus terrenos como herencia, mientras que los campesinos en viejos territorios sorbios solían seguir siendo siervos. Los alemanes inmigrantes solamente tenían que pagar intereses bajos a los señores de la tierra y prestar pocos servicios para estos. Las nuevas comunidades, ante todo alemanas, también podían regular sus asuntos de manera bastante autónoma. Cuando los campesinos sorbios estaban involucrados en la expansión de las zonas de cultivo, tendían a gozar de los mismos derechos que los colonizadores alemanes.
A excepción de las ciudades, que, como ya se ha dicho, se convirtieron rápidamente en centros de habla alemana gracias al contexto legal, las Lusacias continuaron siendo territorios de habla eslava hasta la Guerra de los Treinta Años. En algunas regiones, como alrededor del convento de las Cistercienses de St. Marienstern y en Hoyerswerda, el elemento sorbio era tan fuerte que algunas fundaciones alemanas se volvieron eslavas, como fue el caso de Dörgenhausen (en sorbio Němcy). Muchas ciudades de ambas Lusacias se vieron confrontadas con una fuerte inmigración sorbia. Esto lo muestran las reglamentaciones antisorbias del uso de la lengua en Calau y Luckau, donde las personas que no hablaban alemán no podían tener acceso a los gremios profesionales, pero también en el registro de un juramento civil sorbio en los libros de la ciudad de Bautzen. Al Noreste de Guben y Sorau, el territorio sorbio aún tenía contacto directo con el territorio polaco hacia 1600. Fue tras el desastre de la Guerra de los Treinta Años y las pérdidas que esto trajo a la población sorbia que el territorio sorbio se transformó en una región rodeada de territorios de habla alemana.
La Reforma propulsada por Martín Lutero en Wittenberg en 1517 llegó a comienzos de los años veinte del siglo XVI a ambas Lusacias y, con ello, a los territorios sorbios. La universidad de Wittenberg era, junto a Francfort y Leipzig, uno de los centros de estudio preferidos por los habitantes de Lusacia. Entre los estudiantes de Wittenberg también había algunos sorbios. Fue en las ciudades de habla alemana donde se inició un movimiento reformador activo. La literatura reformadora tenía dificultad en llegar a las zonas rurales debido a que la mayoría de los sorbios en aquel entonces ni entendía el alemán ni sabía leer o escribir. El mismo Martín Lutero no tenía una buena opinión sobre los sorbios. En sus discusiones informales los llamaba de manera despectiva los peores de todas las naciones. No tenía ningún interés en difundir sus enseñanzas en sorbio, que en aquel entonces ni siquiera existía como lengua escrita. Pero en Wittenberg había otros teólogos, entre ellos Philipp Melanchthon, que querían promover la nueva fe entre los sorbios. Más importante que la opinión personal de estos reformadores fueron sus demandas y las consecuencias de sus obras. Pronto se dirigieron representantes de las Lusacias a los reformadores de Wittenberg para pedirles que los pastores responsables por sus comunidades también pudiesen predicar en sorbio.
La Alta y la Baja Lusacia estuvieron en el siglo XVI bajo el dominio de los reyes bohemios de la casa de los Habsburgos, con excepción del territorio de Cottbus, que pertenecía a Brandeburgo. Los Habsburgos católicos trataron de impedir la reforma en las Lusacias, pero no pudieron someter en esto a las ciudades y zonas de caballeros (Ritterschaften) favorables a los evangélicos. Los Estados provinciales tomaron en sus propias manos la responsabilidad religiosa e introdujeron la Reforma hasta aproximadamente 1550 paso a paso en los diversos gobiernos regionales, y sus súbditos sorbios también tomaron la nueva fe. Todos los sorbios en la Baja Lusacia y más de tres cuartos en la Alta Lusacia eran evangélicos a mitad del siglo XVI. Tan sólo los sorbios en las posesiones del monasterio de St. Marienstern y de la catedral de Bautzen de St. Petri siguieron siendo mayoritariamente católicos.
En la parte occidental del territorio de habla sorbia había varias comunidades donde se hablaba alemán y sorbio que pertenecían al Principado de Sajonia. Durante las visitas realizadas a partir de 1527 por los funcionarios a las iglesias, estos establecieron que era necesario contratar predicadores para promover la nueva fe. Ya en los años cuarenta del siglo XVI se realizaron de manera regular servicios religiosos evangélicos en sorbio en Senftenberg y los alrededores. De la misma manera procedieron las autoridades de la Baja Lusacia. Como en Senftenberg se crearon en Calau, Vetschau, Lübben, en el Cottbus brandenburgués y en muchos otros sitios de la Baja Lusitania iglesias separadas para la prédica en sorbio. En 1559 obtuvo el príncipe August el territorio obispal de Stolpen y Bischofswerda. Así se convirtió también Göda, la segunda parroquia más grande de la Alta Lusacia y zona mayoritariamente sorbia, en evangélica. En Göda había una buena escuela visitada por muchos sorbios evangélicos antes de emprender estudios universitarios en Wittenberg o Leipzig.
A partir del siglo XVI comenzaron religiosos protestantes a aplicar el principio reformador de emplear el idioma materno para predicar y crearon una literatura religiosa sorbia, en la que tradujeron del alemán elementos esenciales del protestantismo, de la Biblia, del catecismo e himnos religiosos. En el transcurso de estos esfuerzos se creó la lengua sorbia escrita. En 1548 Miklaws Jakubica tradujo el Nuevo Testamento de Lutero en sorbio, sin que hubiera una impresión. En 1574 apareció el catecismo de Lutero, junto con un libro de himnos en la traducción de bajo sorbio de Albin Moller. En 1597 Wjaclaw Waricius publicó el catecismo de Lutero en el alto sorbio.
La destrucción de la Guerra de los Treinta Años interrumpió la primera época de la escritura sorbia durante muchas décadas. Como muchas otras regiones de Alemania, las Lusacias fueron afectadas por el paso de varios grandes ejércitos y plagas que causaron la muerte a muchos miles de personas. En especial la zona oriental del territorio sorbio resultó prácticamente desierta al final de la guerra. Estos territorios en el Neiße y al este del mismo fueron repoblados luego por alemanes. De esa manera disminuyó mucho el territorio sorbio.
Con la Paz de Praga en 1635, extensas zonas de la Alta y Baja Lusacia pasaron al Principado de Sajonia. La Baja Lusacia siguió siendo sajona hasta el 1815 (Congreso de Viena), la Alta Lusacia hasta el día de hoy.
En 1677 el príncipe de Brandeburgo obligó a destruir en todo su territorio toda literatura escrita en sorbio y prohibió toda misa en idioma sorbio. Al mismo tiempo, la Iglesia Evangélica apoyó la impresión de literatura religiosa sorbia como forma de combatir la Contrarreforma. En 1706 se fundó en Praga el Seminario Sorbio, el principal centro de educación de curas católicos sorbios.
Estudiantes evangélicos de Teología formaron el Colegio Sorbio de Ministros. En 1716 seis teólogos de la Alta Lusacia crean un "Colegio Parroquial Vendo" (Wendisches Predigercollegium) que funcionó bajo el nombre de "Sorabia" hasta la Segunda Guerra Mundial y del que saldrían más de 1000 párrocos para la Lusacia y luego Sajonia.
Situación Actual
En el curso de los siglos posteriores el territorio sorbio se contrajo progresivamente hasta llegar al siglo XIX, en el que se establece la zona que actualmente delimita la lengua sorbia, con su límite septentrional a unos 80 Km. al sudeste de Berlín. Tiene una extensión de 92 Km. de norte a sur y apenas 66 Km. de ancho; el límite meridional está amenos de 8 Km. de la frontera con Chequia. La población rural, hasta principios del siglo XX fue predominantemente sorbia hablante, pero las ciudades principales (Cottbus, Spremberg y Bautzen) fueron siempre de habla alemana desde que fueron fundadas en la Edad Media.
Mucho antes del siglo XIX la zona hablante en sorbio se había convertido en una isla rodeada de germanohablantes y aislada de checos y polacos. Durante ese siglo y desde entonces la población sorbia hablante ha sido progresivamente diluida por la inmigración alemana, la emigración sorbia y la tendencia de los sorbios a preferir el alemán al sorbio. Actualmente la zona es predominantemente de habla alemana, lo cual no quiere decir que el sorbio esté moribundo; hay un enclave geográfico formado por 40 pueblos al noroeste de Bautzen que son principalmente católicos y que forman una cerrada comunidad sorbio hablante. Este es el núcleo de una población esparcida por toda Lusacia.
Un papel central en el mantenimiento de la lengua sorbia lo tienen las Iglesia Católicas y Luteranas. La misa se dice en sorbio regularmente en las parroquias católicas y los servicios luteranos también se realizan en dicha lengua, aunque con menos frecuencia.
Tras la reunificación de Alemania el sorbio ha perdido apoyo público, siendo cerradas las escuelas sorbias una tras otra, por problemas financieros supuestamente aunque puede haber detrás un sentimiento contrario a las minorías. Está amenazada y en la baja Lusacia seriamente amenazada.
Hace varios siglos el número de hablantes en sorbio era de 180.000, se calcula que actualmente el número de sorbio hablantes es de unas 70.000 personas, de los cuales más de la mitad son luteranos, una cuarta parte católicos y el resto no tiene afiliación confesional. Ninguno de ellos es monolingüe.
De acuerdo con datos de Ethnologue, lo hablaban 15.000 personas en 1996, de una población de unos 100.000. Se enseña en las escuelas primarias, tienen programas de radio y televisión y muchos libros, también traducciones de la Biblia (de 1728; última traducción del Nuevo Testamento de 1966, última traducción del Antiguo Testamento de 1976).
La Constitución de la ex-República Democrática Alemana de 1949 garantizaba y apoyaba los derechos culturales de los sorbios, derechos también reconocidos en el tratado entre ambas Alemanias en 1990.
Según Ethnologue, hay dos variantes del Alto Sorbio: Bautzen y Kamenz.
Es una de las dos variantes de las lenguas sorbias, que forman parte de las lengua eslava occidental, muy parecida al checo y relacionada también con el bajo sorabo. el eslovaco, el polaco y el casubio. El alto sorbio se parece más al checo, mientras que el bajo sorbio se asemeja más al polaco.
Forma, junto el bajo sorabo, el subgrupo sorabo de las lenguas eslavas occidentales, paralelo al Lequítico, que incluye al polaco y las lenguas pomeranias, y paralelo también al subgrupo checoeslovaco. Hay quien considera que forman un subgrupo dentro de las lenguas lequíticas.
El Alto Sorbio tiene ocho vocales: a e ě i o ó u y. Cinco de ellas (a e i o u) pronunciadas como en otros idiomas eslavos y latinos. Además, ě es un sonido entre i y e, como el francés o el esloveno é. ó es un sonido entre u y o, como el húngaro o esloveno ó. y es una vocal central superior, pronunciada como la y rusa o pocala, pero nunca como la checa.
En Alto Sorabo, el acento de las palabras recae casi siempre en la primrea sílaba. Las excepciones más comunes a esta regla son las formas superlativas de adjetivos y adverbios, los que tienen el acento en la segunda sílaba y algunos préstamos procedentes de otros idiomas.
La ortografía de Ticinus estaba basada en el checo y aunque se hicieron un número de cambios su influencia en el deletreo católico permaneció hasta que cesó de existir como entidad aparte. La ortografía usada por los protestantes estaba basada en el alemán y el tipo de letra era el denominado fraktur.
Hay tres géneros y tres números, el dual es preservado en nombre, pronombre y verbo. La distinción animado-inanimado afecta al acusativo de los nombres masculinos y es observada en los tres nombres.
Los pronombres demostrativos son tón, ta, to 'esto'; dual taj, tej, tej; plural ci, te, te; wony, wna, wone 'eso'. El pronombre interrogativo es štó '¿quién?', što '¿qué?'.
El orden de la oración es sujeto, verbo y predicado.
Una serie de topónimos en Alemania Oriental son de origen eslavo y algunas ciudades muy conocidas en el sureste de Alemania tienen nombres derivados de los sorbios, lo que muestra el pasado sorbio de estos territorios (p.ej. Leipzig, Bautzen). Nombres de lugares en Lusacia con terminaciones en -au u -ow (-owe -ouwe) también podrían ser de etimología sorbia. De hecho, la mayoría de la Alemania Oriental estuvo habitada alguna vez por los sorbios, quienes formaban la mayoría de la población allí en el pasado. Sin embargo, su número disminuyó con rapidez, en parte debido a asimilación y políticas de germanización, que culminaron con una campaña de genocidio durante la era nazi. Las pequeñas aldeas y pueblos de menos de 5.000 habitantes reflejan esta historia en toda Alemania Oriental, pues muchos topónimos tienen raíces eslavas.
Texto de muestra en Alto Sorbio
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Wšitcy čłowjekojo su wot naroda swobodni a su jenacy po dostojnosći a prawach. Woni su z rozumom a swědomjom wobdarjeni a maja mjezsobu w duchu bratrowstwa wobchadźeć.
Ejemplo de palabras en Alto Sorabo:
Hombre: čłowjek
Tarde: wječor
Hermano: bratr
Hermana: sotra
Día: dźeń
Mano: ruka
Otoño: nazyma
Nieve: sněh
Verano: lěćo
Pescado: ryba
Fuego: woheń
Agua: woda
Viento: wětr
Invierno: zyma
Hasta 1841, las impresiones en sorbio se realizaban en letra gótica, Fraktur, pero a partir de esa fecha comenzó a introducirse un nuevo sistema de ortografía basado en el checo y en el polaco que hacía uso del alfabeto romano; la escritura Fraktur fue utilizada por última vez en 1937.
Las dos variantes de idiomas sorbios utilizan el alfabeto latino con algunos signos diacríticos añadidos. Tanto en el bajo sorbio como en el alto sorbio hay siete vocales. El alto sorbio tiene 30 consonantes.
Los textos más antiguos que tenemos en sorbio son del siglo XVI; aunque hay evidencia fragmentaria de siglos anteriores en la forma de palabras, frases y sentencias cortas esparcidas en documentos latinos y alemanes. Uno de tales documentos es la Crónica del obispo Thietmar de Merseburg, escrita en 1012-18. El primer texto sorbio es el Juramento de Bautzen Burghers (1532), una fórmula por la que los ciudadanos de Bautzen juraban lealtad al rey a las autoridad locales.
En alto sorbio el primer libro impreso es también otro catecismo traducido y publicado en 1595. Un manuscrito del Nuevo Testamento traducido del alemán al sorbio por Miklaws Jakubica en 1548, está en el dialecto que se habló en su día al este del Neisse, en la vecina Sorau.
Existe un periódico en alto sorbio Serbske Nowiny y un semanario en bajo sorbio Nowy Casnik, que sobreviven gracias a los subsidios estatales.
jedyn, dwaj, tři, štyri, pjeć, šêsć, sydom, wosom, dźewjeć, dźesać
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Bajo sorabo o bajo sorbio (dolnoserbšćina) es un idioma minoritario, del grupo de las lenguas sorbias, hablado en Alemania en la provincia histórica de Alta Lusacia, que tenía la mayor parte de su territorio en lo que es el actual estado alemán de Sajonia. Pertenece a las lenguas eslavas de la familia lingüística indo-europea.
El idioma bajo sorbio está en peligro de extinción.
Los sórabos se llaman a sí mismos Serbja (alto sorbio) o Serby (bajo sorbio), a sus tierras Serby, y el adjetivo correspondiente es serbski. Estas formas son análogas a las serbias Srbi, Srbija y srpski; es decir, estos pueblos se denominan a sí mismos con el mismo nombre, y de hecho en otros idiomas eslavos, como el serbocroata o el esloveno, no hay diferencia entre ambas denominaciones, por lo cual recurren al término lužički Srbi ("serbios lusacianos").
Sucesos de similar importancia a la impresión de los evangelios de Mateo y Marcos en 1670 en el alto sorbio, fueron las publicaciones en bajo sorbio de la traducción del Nuevo Testamento de Gottlieb Fabricius y de la del Antiguo hecha por Friedrich Fryco, hecha en Cottbus en 1796. Ellos establecieron el dialecto de Cottbus como la base de la lengua literaria bajo sorbia.
Origen
Comparte los datos con la información relativa al Alto Sorbio.
Desarrollo
Comparte los datos con la información relativa al Alto Sorbio.
Situación Actual
Comparte los datos con la información relativa al Alto Sorbio.
El bajo sorabo es hablado actualmente en la ciudad de Cottbus, en el estado federado de Brandeburgo y el territorio próximo.
La zona donde se habla es la región alrededor de Cottbus, en la de Spreewald en Brandenburgo y en la de Bautzen en Sajonia. La mayoría de los niños aprenden la lengua y continúan usándola después, a menos que se vean obligados a emigrar a causa del desempleo; no obstante, después de la Segunda Guerra Mundial el desplazamiento al alemán ha sido más pronunciado, por lo que hay pocos niños hablantes entre los sorbios protestantes. La mayor parte de los hablantes activos son ancianos, aunque la lengua se estudia todavía como segunda lengua en la escuela desde los quince años.
Sin dialectos o variantes conocidas.
Es una de las dos variantes de las lenguas sorbias, que forman parte de las lengua eslava occidental, muy parecida al checo y relacionada también con el alto sorabo. el eslovaco, el polaco y el casubio. El alto sorbio se parece más al checo, mientras que el bajo sorbio se asemeja más al polaco.
Forma, junto el alto sorabo, el subgrupo sorabo de las lenguas eslavas occidentales, paralelo al Lequítico, que incluye al polaco y las lenguas pomeranias, y paralelo también al subgrupo checoeslovaco. Hay quien considera que forman un subgrupo dentro de las lenguas lequíticas.
La fonología del bajo sorabo ha sido altamente influenciada por el contacto con el alemán, especialmente en Cottbus y las ciudades principales. Por ejmplo, la pronunciación de influencia germana tiende a tener una fricativa uvular sonora [ʁ] en lugar de la vibrante alveolar [r]. En los pueblos y las áreas rurales, la influencia germana es menos marcada y la pronunciación es más "típicamente eslava".
El acento en bajo sorabo normalmente cae sobre la primera sílaba de la palabra (Łužyca [ˈwuʒɨt͡sa] "Lusatia", pśijaśel [ˈpɕijaɕɛl] "amigo", Chóśebuz [ˈxɨɕɛbus] "Cottbus"). En préstamos, el acento puede caer en cualquiera de las tres últimas sílabas (internat [intɛrˈnat] "internado escolar", kontrola [kɔnˈtrɔla] "control", september [sɛpˈtɛmbɛr] "septiembre", policija [pɔˈlʲit͡sija] "policía", organizacija [ɔrɡanʲiˈzat͡sija] "organización").
El sistema nominal distingue tres géneros: masculino, femenino y neutro; tres números: singular, dual y plural; y la condición de animados e inanimados. El sustantivo se declina en siete casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo, instrumental, locativo y vocativo, aunque el bajo sorbio ha perdido este último. También los pronombres distinguen tres números y se declinan en todos los casos.
El sistema verbal flexiona para recibir morfemas de aspecto; voz; modo, imperativo e indicativo; tiempo, entre ellos el aoristo y el imperfecto; número, singular, dual y plural; persona, y parcialmente el género.
El orden básico de la oración es sujeto-verbo-objeto.
Junto con el esloveno, es la única lengua eslava (las dos lenguas sorabas, en conjunto) que ha mantenido la categoría de número dual del primitivo eslavo común; también ha conservado las formas de aoristo e imperfecto, de forma similar al búlgaro y al macedonio.
Texto de muestra en Bajo Sorbio
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Wšykne luźe su lichotne roźone a jadnake po dostojnosći a pšawach. Woni maju rozym a wědobnosć a maju ze sobu w duchu bratšojstwa wobchadaś.
Ejemplo de palabras en Bajo Sorabo:
Hombre cłowjek
Tarde: wjacor
Hermano: bratš
Hermana: sotša
Día: źeń
Mano: ruka
Otoño: nazyma
Nieve: sněg
Verano: lěśe
Pescado: ryba
Fuego: wogeń
Agua: wóda
Viento: wjatš
Invierno: zyma
Las dos variantes de idiomas sorbios utilizan el alfabeto latino con algunos signos diacríticos añadidos. Tanto en el bajo sorbio como en el alto sorbio hay siete vocales. El bajo sorbio tiene 31 consonantes.
El primer libro en sorbio es un catecismo e himnario en bajo sorbio de 1574.
En el siglo XVIII, ya existen tres lenguas estándar: el sorbio inferior, el sorbio superior protestante y el sorbio superior católico. La unión del sorbio superior en un estándar común continúa a lo largo del siglo XIX, con la creación de varios periódicos y la fundación de una organización cultural, la Domowina – Bund Lausitzer Sorben “Patria - Federación de los Sorbios de Lusacia”, pero no culminará hasta después de la II Guerra Mundial, con la drástica interrupción que supuso para la normalización del sorbio la prohibición de publicaciones en esta lengua que impuso el régimen nazi.
Después de la guerra, los sorbios quedaron integrados en el territorio de la República Democrática Alemana, que garantizó en su Constitución los derechos culturales de los sorbios, y apoyó la actividad de la Domowina. Sin embargo, el bajo sorbio ha tenido problemas en su recuperación como lengua literaria. A lo largo de los siglos XIX y XX se desarrolla una importante literatura en verso y en prosa, fundamentalmente religiosa en contenido. En el siglo XIX destacaron, el gran poeta Jakub Bart Cisinski (1856-1909) y el filólogo Arnošt K. Muka (1854-1932), y en el pasado siglo los novelistas Jurij Brezan (1916-2006) y Jurij Mlynk (1927-1971), y el poeta Kito Lorenc (1938- ).
jaden, dwa, tśo, styrjo, pêś, sêsć, sedym, wosym, źewjeś, źaseś
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El idioma polabo, que dejó de ser utilizado hacia 1756 en el nordeste de la actual Baja Sajonia, se hablaba en la zona nororiental de la actual Alemania y la noroccidental de Polonia, desde el del río Elba hasta la desembocadura del Vístula.
El término polabio o polabiano deriba de una palabra en eslavo y hace referencia a tribus eslavas asentadas junto al río Elba, y el origen de la palabra está en el nombre de dicho río (Labe, en idioma checo, Łaba, en idioma polaco).
No obstante, hay afirmaciones que apuntan a que el término polabo debería referirse a otra tribu eslava cuyo nombre se registra ya en el siglo XI bajo la forma polabi. Por ello algunos prefieren utilizar la forma mezclada draväno-polaben o lingua dravaenopolabica.
La mayor parte de los dialectos de esa rama (lequítica) se han extinguido desde finales de la Edad Media y sólo hay testimonios fragmentarios, principalmente toponímicos.
El material en polabo es muy fragmentario e incluye un léxico de 2800 palabras, la mayor parte de las cuales están recogidas en forma gramatical. Debido a esta escasez de materiales, ha habido mucha especulación en cuanto a los sonidos y formas del polabo.
Origen
Los eslavos Polabos sustituyen a las tribus germánicas que habían emigrado de los siglos I al VI durante la era de las grandes migraciones. Su área de asentamiento permaneció bastante estable a lo largo del siglo VIII.
Carlomagno contrató a los obroditas (una de las tribus polabas) como aliados en su campaña contra los sajones rebeldes de Holstein. Muchas de las tribus eslavas se convirtieron en dependencias del Imperio carolingio y los francos crearon la Marca Sorbia para defenderse contra los sorbios. Einhard en "Vita Karoli Magni" describe una expedición al territorio eslavo dirigido por el propio Carlomagno, en el 798.
Desarrollo
Campañas alemanas contra los eslavos comenzaron en serio durante la dinastía Otónida. Henry the Fowler atacó a los eslavos en varias campañas con su caballería. Durante los reinados de Enrique (Henry) y su hijo Otón I, se establecieron varias marcas para proteger las adquisiciones del este. Tras la muerte de Gero en el año 965, la Marca Geronis se dividió en la Marca del Norte, la Marcha de Lusacia, y la Marca de Turingia, esta última dividida en las de Zeitz, Merseburg, y Meissen. Obispados como Magdeburgo, Brandemburgo y Havelberg se crearon para apoyar la conversión de los eslavos al cristianismo.
Después de la derrota de Otón II en la batalla de Stilo en el año 982, los paganos eslavos se rebelaron contra los alemanes al año siguiente, y destruyeron los obispados de Havelberg y Brandenburgo. Algunos eslavos avanzaron sobre el Elba en territorio sajón, pero se retiraron cuando el duque cristiano de Polonia Mieszko I, los atacó desde el este. El Sacro Imperio Romano sólo conservó el control nominal sobre los territorios eslavos entre el Elba y el Oder.
A pesar de los esfuerzos de los misioneros cristianos, la mayoría de los polabos vieron a Jesús como un "dios alemán" y permaneció pagana. El príncipe obrodita Udo y su hijo Gottschalk expandieron su reino mediante la unificación de las tribus obroditas y conquistando algunas tribus Liutizi en el siglo XI. Alentaron a los establecimientos de los obispados de apoyo a la actividad misionera cristiana. Sin embargo, una revuelta en 1066 condujo a la muerte de Gottschalk y su sustitución por el pagano Kruto de Wagria. Henry, hijo de Gottschalk, finalmente asesinó a Kruto en 1093.
De 1140 a 1143 los nobles Holsatian avanzaron hacia Wagria para establecerse permanentemente en las tierras paganas Wagri. El Conde Adolfo II de Holstein y Enrique de Badewide tomaron el control de los asentamientos polabos en Liubice y Racisburg. Impresionados por el éxito de la Primera Cruzada, los sajones comenzaron a llamar a una cruzada en contra de sus vecinos eslavos. La Cruzada Wendish (Wendos era una forma de llamar a los eslavos occidentales) de 1147, coincidiendo con la Segunda Cruzada, que resultó ser un fracaso, lo que resulta en devastación de las tierras Liutizi y conduce a bautismos forzados. La campaña, sin embargo, aseguró el control sajón de Wagria y Polabia. Los obroditas quedaron, en gran medida, en paz con los sajones durante la siguiente década, aunque los piratas eslavos invadieron Dinamarca.
A partir de finales de la década de 1150, el rey Valdemar el Grande de Dinamarca solicitó la ayuda del duque Enrique el León de Sajonia contra los eslavos; su cooperación llevó a la muerte del príncipe obrodita, Niklot, en 1160. Los dos señores cristianos distribuyen gran parte del territorio conquistado entre sus vasallos. Cuando el hijo exiliado de Niklot, Pribislav, planeaba una rebelión obrodita, la pareja tomó represalias al ocupar Demmin y alejar a los aliados de Pribislav. Después de conquistar Wagria y Polabia durante la década de 1140, los nobles sajones intentaron expulsar a los eslavos nativos y reemplazarlos con sajones colonos flamencos. La revuelta de 1164 obrodita conducida por Pribislav, el hijo de Niklot, convenció a Enrique el León de que el mantenimiento de los eslavos como aliados sería menos problemático. El duque devolvió el poder a Pribislav, conveertido al cristianismo, como Príncipe de Mecklenburg, Kessin y Rostock, y un vasallo de los sajones.
Las tácticas y armamento fueron decisivas en las campañas de Dinamarca contra los eslavos orientales polabos: Los daneses utilizaron flotas costeras rápidas y fluviales provistas de redes, tácticas similares a las de los vikingos. A pesar de que carecían de experiencia en el asedio, los daneses eran capaces de paralizar las regiones eslavas mediante la quema de cultivos y los suburbios sin muros. Los contraataques eslavos fueron rechazados por ballestas y arcos largos de Noruega. Los daneses ocuparon Rugia en 1168, la conquista de la fortaleza de Rani Arkona. Similar a la restitución de Henry de Pribislav como vasallo sajón, Valdemar permitió al príncipe Rani Jaromar gobernar como vasallo danés cristiano.
Después de que Valdemar se negase a compartir Rugia con Henry, el duque de Sajonia solicitó la ayuda de la confederación Obotrite y Liutizi contra los daneses; Valdemar puso fin al conflicto mediante el pago de una cantidad a Henry en 1171. Alarmado por la expansión del poder de Enrique el León, el emperador Federico Barbarroja depuso al duque de Sajonia y redistribuyó sus tierras en 1180/81. La retirada del apoyo sajón dejó Liutizi y a sus partidarios de Pomerania vulnerables a la flota danesa. Una flota eslava intentó recuperar Rugia, pero fue aplastada en la Bahía de Greifswald el 19 de mayo 1184. Monjes daneses se encargaron de la actividad misionera en las abadías de Pomerania y el Príncipe Bogislaw I se rindió al rey Canuto VI en 1185 para convertirse en vasallo del rey danés. Pribislav, un príncipe cristiano de la Hevelli, legó sus tierras al sajón Alberto el Oso después de su muerte, lo que condujo a la creación del Margraviato de Brandenburgo.
Los sorbios de Lusacia permanecieron independientes en gran medida. Ellos fueron sometidos temporalmente por Carlomagno pero, después de su muerte, los vínculos con los francos estaban rotos. En una serie de sangrientas guerras entre 929 y 963 sus tierras fueron conquistadas por el rey Enrique I el Pajarero y su hijo Otón el Grande y se incorporaron al Reino de Alemania. En el siglo XIV, la mayoría de los eslavos que vivían allí habían sido germanizados y asimilados. Sin embargo, los sorbios, los descendientes de la Milceni y Lusici, han conservado su identidad dentro de Lusacia, una región dividida entre los estados alemanes de Brandemburgo y Sajonia.
Situación Actual
Hacia el siglo XVII la lengua polaba ya da muestras de peligro de extinción, aventurándose su desaparición en 20 o 30 años.
Logró sobrevivir hasta mediados del siglo XVIII, cuando sus últimos hablantes vivían en las proximidades de las ciudades de Lüchow, Wustrow y Dannenbeerg, a lo largo de los ríos Jeetzel y Dumme. Esta región se denomina ahora Lüneburger Wedlnad o Hannover Wedland, mientras que antiguamente se llamó Drawehn o Drawein.
La ultima hablante nativa del Polabo murió en 1756 y la última persona que hablaba de manera parcial el idioma murió en 1825.
La lengua polaba fue la variedad más occidental de todas las lenguas lequíticas, hablada por tribus eslavas que vivían en la orilla izquierda del río Elba.
Las tribus eslavas que habitaban en esta región son mencionadas por vez primera en 1004 bajo el apelativo drewani (habitantes de los bosques). No hay duda de que las pocas personas que hablaban polabo al principio del siglo XVIII fueron descendientes de los drewani.
Dada la escasez de registros escritos en polabo se puede decir poco sobre los dialectos de esta lengua. Se distinguen tres formas dialectales:
la de Süthen
la de Lüchow
la de Klennow
La mayor evidencia entre ellos se aprecia en ciertos cambios de sonido.
El polabo pertenece a la rama lequítica del grupo occidental eslavo.
La letra é se mantiene para la e cerrada. Las vocales ü, ö, å eran las contrapartes redondeadas de i, e, y a, respectivamente. Las vocales nasales cuando estaban seguidas de consonantes oclusivas tendían a desarrollar una consontante homorgánica nasal antes de una oclusiva.
Al contrario que el polaco, el polabo preservó la oposición sonora/insonora al final de una palabra: laug (prado cerca de un río) versus lauk (ajo).
El sistema consonántico polabo hacía amplio uso de la oposición entre consonantes duras y blandas (palatales).
Al igual que en lo gramatical y, por supuesto, en el léxico, los préstamos derivados del Medio Bajo Alemán son abundantes.
Además del léxico, la influencia germana también afectó a la gramática polaba. El bajo alemán ha sido reclamada como la fuente de la mezcla de dativos y acusativos del polabo. Un tipo de construcción pasiva polaba empleaba el verbo auxiliar "werden" del bajo alemán.
En el modelo alemán del polabo, se desarrolló la composición de verbos compuestos usando ambos, partículas (prefijos) alemanas y polaba.
El polabo también tomó prestado del alemán elementos gramaticales como el pronombre personal "jai" (vosotros, bajo alemán "ji"), la conjunción "un" (y, "un"), el adverbio "din" (también, "den")
El polabo estuvo expuesto a la influencia de la lengua alemana, en la forma del bajo alemán primero desde la Edad Media hasta el final de su existencia. La mayor parte de las palabras prestadas del alemán se pueden trazar hasta el bajo alemán medio.
Algunas palabras en Polabo:
Agua wôda
Humano clawak
Mano ręka
Hermano brot
Hermana sestra
Día dôn
Atardecer vicer
Verano lato
Otoño prenja
Invierno zaima
Fuego widin
Nieve sneg
Pez ryba
Viento wjôter
La escritura polaba usaba el alfabeto latino complementado con signos diacríticos para acomodarse a su fonética.
El documento más importante escrito en este idioma es el llamado Vocabularium Venedicum (1679—1719) escrito por Christian Hennig.
Ejemplo de texto en Polabo. El Padre Nuestro:
Nôße Wader,
ta toy giß wa Nebisgáy,
Sjungta woarda tügí Geima,
tia Rîk komma,
tia Willia ſchinyôt,
kok wa Nebisgáy,
tôk kak no Sime,
Nôßi wißedanneisna Stgeiba doy nâm dâns,
un wittedoy nâm nôße Ggrêch,
kak moy wittedoyime nôßem Grêsmarim,
Ni bringoy nôs ka Warſikónye,
tay löſoáy nôs wit wißókak Chaudak.
Amen.
janü, dåvo, tåri, citêr, pąt, sist, sidêm, visêm, divąt, disąt
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
La lengua casubia o cachuba (kašëbskô mova) se habla hoy día en una prolongada lengua de tierra ubicada al oeste, sudoeste y noroeste de la ciudad de Gdansk. Desde la II Guerra Mundial la lengua casubia se habla dentro de territorio polaco y aunque la posición oficial polaca es que el casubio es un dialecto del polaco, su particularidad lo convierte en una entidad aparte, separada de los dialectos polacos.
La denominación de Pomero-Cachubo está tomada con intención de denotar que el cachubo es el único idioma del que se tiene constancia (sucesor o no) de un posible grupo de lenguas pomeranias.
El nombre Pomerania proviene del eslavo "po more", que significa "Tierra junto al mar".
La pregunta sobre si el casubio es o no una lengua separada eslava y no meramente un dialecto del polaco, tiene implicaciones políticas, pues la exigencia polaca tras la I Guerra Mundial de tener acceso al mar, dependía de que la población costera fuera polaca. Sin embargo, hay un acuerdo general de que hay algo especial en el casubio, pues los polacos de otros lugares de Polonia tienen dificultades en entenderlo, lo que guió a la elaboración de un diccionario casubio-polaco y polaco-casubio.
El pomeranio influyó sobre la fomación de otros dialectos del polaco, como por ejemplo los dialectos Kociewski, Borowiacki y Krajniacki. Indudablemente, estos dialectos pertenecen a la lengua polaca, pero muestran algunas características comunes en el idioma pomeranio (kasubio), lo cual muestra su carácter de transición.
Friedrich Lorentz supuso que el Kociewski y el Borewiacki fueron originalmente dialectos pomeranios que fueron posteriormente polonizados como resultado de la colonización polaca de los territorios donde se hablaban. De acuerdo con F. Lorentz, el dialecto krajniacki debió ser desde el inicio un dialecto polaco.
La forma escrita del idioma actualmente en uso, se desarrolló a partir del sugerido por Florian Ceynowa en su libro "Zarés do grammatikj kasebsko-slovjnskjé mòvé" (Un apunte de la Gramática del idioma Casubo-Eslovincio), que fue publicado en Poznań en 1879.
Origen
Durante las migraciones eslavas de la Edad media temprana, la región comprendida entre el río Oder y el Vístula estaba ocupada por tribus eslavas de pomeranios. Sus dialectos a veces son denominadas conjuntamente como "pomeranio antiguo" y eran variedades de transición entre los dialectos polabos del occidente de Pomerania y el antiguo polaco hablados en sureste.
Se considera que los casubios son descendientes directos de la antigua tribu eslava de los pomeranios. Está acreditado que los ancestros de los casubios —y pomeranios— llegaron a las regiones bajas del Vístula y del Oder hace ya unos 1.500 años. La más antigua mención conocida que hace referencia a los casubos es una carta del siglo XIII firmada por el duque Barnim I de Pomerania, en la que el starosta o señor feudal se declara no sólo duque de Pomerania, sino también de Casubia.
Desarrollo
Durante la edad media, la migración alemana produjo la asimilación étnica y lingüística de los pomeranios eslavos, y se dio la progresiva substitución lingüística de sus dialectos por el bajo alemán en sus variedadades pomeranias que llegaron a ser predominantes en todas las regiones excpeto en las orientales, que retuvieron un número importante de hablantes de variedades pomeranias. En particular las variedades eslavas se mantuvieron en la región de Pomerelia, donde los pobladores de origen eslavos fueron llamados kasubios.
Si durante la Alta Edad Media las costas meridionales del Mar Báltico fueron pobladas por poblaciones eslavas occidentales, a mediados y finales de la Edad Media se produjo una penetración de la Liga Hanseática que se estableció en las principales ciudades costeras de la región, a lo que siguió la invasión de la misma región por parte de la Orden Teutónica. De este modo, los estamentos hegemónicos de Pomerania, Casubia y Prusia fueron desde el siglo XIII alemanes o «alemanizados» e incorporados al territorio llamado Pomerelia. En cuanto a la mayoría de la población —eslava—, ésta sufrió un proceso de «germanización» que en sus inicios fue extremadamente violento.
Pese a la expansión alemana hacia el este, tal proceso fue en cierto grado refrenado por los reyes de Polonia.
Al concluir la Guerra de los Treinta Años y por el Tratado de Westfalia (1648), ciertas zonas de la Pomerania Occidental pasaron, con el nombre de Ingermania a Suecia; los reyes de Suecia se arrogaron desde 1648 y hasta 1720 el título de duques de Pomerania y, por extensión, de Casubia, aunque los suecos nunca llegaron a ejercer un concreto dominio sobre Casubia.
Durante el período posterior a la Paz de Westfalia, el territorio de Casubia pasó a la soberanía del reino de Polonia, aunque su ciudad principal (Danzig) se mantenía como un estado feudal independiente poblado por una burguesía de habla alemana.
Tras los Repartos de Polonia durante el siglo XVIII, Casubia pasó a dominio del reino de Prusia y con este, luego a Alemania hasta el Tratado de Versalles que reintegraba a Polonia la Casubia con el nombre de «Corredor polaco», si bien la ciudad de Danzig quedaba como «Ciudad libre de Dánzig». En 1939 Casubia - como toda Polonia - fue el primer territorio invadido por el llamado Tercer Reich; en 1945, liberada ya Polonia, Casubia nuevamente pasó a formar parte del estado polaco.
Durante el período de control prusiano ocurrieron algunos hechos significativos: En la década de 1830, algunos centenares de casubios emigraron al Alto Canadá donde fundaron el poblado llamado Wilno, en el condado de Refrew, provincia de Ontario. En 1843 el parlamento de Prusia decidió cambiar la lengua oficial en Casubia (el polaco) de la iglesia protestante de la región por el alemán, si bien dicha decisión debió ser revocada ante la presión popular y, a partir de 1852, el idioma casubio pudo ser enseñado en las escuelas secundarias de la zona de Wejherowo.
El primer activista de épocas modernas en pro de un nacionalismo casubo fue Florian Ceynowa (en casubo: Florian Cenôva); a partir de 1846 Ceynowa desarrolló un alfabeto y una gramática casubios, entre 1866 y 1868 escribió una colección histórico-etnográfica referida a Casubia, la cual fue publicada en 1879. Otro escritor inicial en casubo fue Hieronim Derdowski (en casubo: Hieronim Derdowsczi). Las etapas siguientes de la cultura casuba tienen como hitos la aparición del movimiento político llamado Joven Casubia liderado por Aleksander Majkowski y consolidado en el grupo Zrzëszincë, que editó el periódico nacionalista casubo llamado Zrzësz Kaszëbskô, todo lo cual contribuyó significativamente al desarrollo de la lengua literaria casuba.
Una bolsa de hablantes de variedades eslavas habladas hasta principios del siglo XX estaba situada al noroeste de Kasubia y se conoció como Eslovincia.
Situación Actual
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, un enorme contingente de polacos fueron desplazados por la URSS desplazando la población germana. Esto trajo consigo el error de considerar que el Cachubo era un dialecto del Polaco y que bien podía ser sustituido por el segundo.
Tras haber padecido muchas trágicas vicisitudes históricas, la etnia de los casubos o casubios (Kaszëbi) ha quedado reducida de tal modo que en el censo polaco de 2002 sólo 5.100 personas se declararon de nacionalidad casubia, aunque se considera que unas 50.000 personas hablan usualmente el kaszëbsczi en Polonia.
Las estimaciones respecto al número de casubios en la actualidad oscilan entre los extremos que van de una cantidad mínima de 50.000 personas a un máximo de 500.000 personas casubas en el año 2006; pese a todo, el idioma casubio goza de cierto grado de protección legal en Polonia, aunque durante mucho tiempo ha sido considerado erróneamente un dialecto «germanizado» del polaco.
En la actualidad (2006) toda Casubia forma parte del sector occidental del voivodato polaco de Gdańsk.
Desde hace unos años, el gobierno polaco ha implementado su presencia en la televisión estatal, dentro del programa de implementación del Convenio Europeo para la Eliminación de todas las formas de Discriminación.
Las condiciones más favorables para el desarrollo de una identidad separada lingüísticamente se dieron antes de 1918, cuando Casubia (la región) era parte del Imperio Germano y el polaco no tenía rango oficial. Pero el restablecimiento del Estado polaco no parece haber disminuido la identidad casubia hasta el día de hoy.
El número de hablantes actualmente es de 50.000 personas. Se habla en la región noroccidental, occidental y suorccidental de Gdansk, principalmente en Wejherowo, Lebork, Bytów (Betowo), Pock (Puck), Kartuzy, Koscierzyna y Chojnice.
Sociolingüísticamente, se distribuye por el área rural, sobremanera en las capas menos escolarizadas de la población, por lo que se ha desarrollado un sentimiento de estigma propio de muchas lenguas minorizadas sin reconocimiento oficial.
Hay bastantes niños que hablan la lengua en ciertas partes. La lenguas está amenazada.
A principios del siglo XX se diagnosticaron hasta 76 dialectos casubios. Ahora el idioma se robustece a base de la estandarización y de su presencia en los medios de comunicación, especialmente en Radio Kaszëbë, publicaciones escritas y programas especiales en la radio y televisión públicas. Existen diccionarios, foros de internet, la revista literaria Stegna es bilingüe polaco-casubio.
Se reconocen tres dialectos cachubos de los cuales el más interesante fonológicamente hablando es el septentrional; en el central el acento se pone en la penúltima sílaba como en polaco; en el meridional en la inicial como en checo y eslovaco. En las parroquias de Schmolsin y Garde en Pomerania, se habló un destacado dialecto llamado eslovincio, hasta su extinción en 1900.
Sigue siendo una cuestión discutida si el el eslovincio debe ser entendido como un dialecto de kasubio o una lengua separada. En esta clasificación, asumimos que tanto el kasubio o cachubo, así como el eslovincio, dialecto o no del anterior, forman parte de un idioma identificado como pomero-cachubo.
El Pomero-Cachubo forma parte del subgrupo lequítico de las lenguas eslavas occidentales, que consiste en polabo (lequítico occidental), polaco (lequítico oriental) y una serie de dialectos centrales como el pomeranio (incluyendo el casubio).
Junto con otros dialectos pomeranios, el casubio es el último superviviente de una serie de dialectos que se hablaron en lo que hoy es el norte de Polonia y de Alemania, en lo que se conoce como región de Pomerania, enlazando el polabo con el polaco.
El cambio de letras, la palatización de sonidos duros en polaco, la falta de consonantes palatalizadas hacen que cuando este idioma es pronunciado rápidamente es incomprensible para los oyentes que comprenden polaco.
El acento cae generalmente en la sílaba más alejada desde el extremo. Los casubos mismos se dividen en términos de pronunciación en Lasaks y Beloks. El primero, en el sur, cerca de Koscierzyna, hablan con más fuerza; los Beloks, cerca de Wejherowo y Puck, no pueden pronunciar l~. Hay considerable variedad en la pronunciación predomientante en distintas ciudades. Medial y otras vocales son más a menudo pronunciadas como e: Peck (Puck), reba (ryba, "pez"), grepa (grupa, "grupo"), Slepsk (Slupsk).
La palatalización es casi totalmente desconocida, por lo que dicen czetac (en lugar de czytac, "leer"), cetka (en lugar de ciotka, "tía").
En las terminaciones se les cae la "e" en el sufijo -ek: Pask (en lugar de pasek), matk (en lugar de matek, de la palabra "madre"), ojc (en lugar de ojciec, "padre").
El lenguaje casubo difiere significativamente del polaco contemporáneo. El idimoa es rápido y animado por naturaleza.
Han conservado el antiguo dual en las formas pojdma, pojwa (en lugar de pojdzmy, pojdzcie, "vamos a [ambos] ir, [ambos] id" ). También se han conservado muchos términos casi desconocidos, por ejemplo, czechlo, czechel (vendas), gunia (una prenda de material grueso), lez (mentira), plesz (tonsura), pleszok (sacerdote), plesze (puntos o agujeros en las patatas), nekac (para conducir el ganado en los campos), molnia chlaszcze o chlasta (un brillo satinado seco), etc.
A pesar de todo eso, un casubo entiende polaco muy bien, y lee libros polacos, e incluso toman a mal si un polaco les llama "kaszebsku" (en casubo).
Estructuralmente, tiene una gran cantidad de arcaísmos y préstamos germánicos cuando se compara con las lenguas eslavas vecinas. Literariamente, su sistema de géneros se basa en la poesía, en las disputas discursivas orales y en la exaltación regionalista, temática de legitimación propia de las lenguas estigmatizadas.
Textos de muestra
Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Wszëtczi lëdze rodzą sã wòlny ë równy w swòji czëstnoce ë swòjich prawach. Mają òni dostóne rozëm ë sëmienié ë nôlégô jima pòstãpòwac wobec drëdzich w dëchù bracënotë.
El alfabeto usado para escribir en casubio fue siempre el latino, basado en el sistema ortográfico polaco con algunos signos diacríticos.
No han sobrevivido documentos escritos escritos en pomeranio, por lo que los nombres pomeranios citados en documentos modernos se mencionan en otras lenguas.
En casubio, el testimonio más antiguo puesto por antiguo data del 1402, aunque hay que tener en cuenta que se trata de un texto polaco con rasgos casubios. Fue esta mezcla de lenguas las que usaron los eslovincios hasta el 1730, especialmente en registros religiosos, como libros piadosos luteranos, los cuales constituyen los primeros testimonios en lengua casubia; a diferencia de los protestantes los católicos siempre hicieron uso del polaco estándar para sus obras literarias.
Los ejemplos más tempranos conocidos de la literatura kasubia parecen ser "Duchowne piesnie Dra Marcina Luthera i inszich naboznich męzow" escrito por Szymon Krofej y publicado en 1586 y el catecismo "Mały Catechism Niemiecko Wándalski abo Slowięski" escrito por Michał Pontanus en 1643.
Los intentos de crear una literatura casubia no han tenido el éxito esperado, pero tampoco han sido un total fracaso. Esa literatura existe, pero la lengua en la actual está escrita ha alcanzado un grado moderado de normalización. Hay textos del siglo XV en una lengua que no es realmente casubio, sino más bien polaco conteniendo cierta proporción de casubianismos. El primero en escribir en casubio fue Florian Ceynowa, quien en el siglo XIX editó un periódico y fue autor de una gramática y diversas obras literarias. A finales de dicho siglo, Hieronim Derdowski escribió una obra poética, continuándose en el siglo XX los intentos de editar periódicos con diversa fortuna.
En 1993 se publicó la traducción al casubio del Nuevo Testamento.
jeden, dva, třë, štërë, pjińc, šesc, sétmë, wœsmë, dzevjińc, dzesińc
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Microsoft ® Encarta ® Biblioteca de Consulta 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Lengua polaca, pertenece al grupo occidental de la rama eslava de las lenguas indoeuropeas, por lo que está relacionada con el checo, el eslovaco y el sorabo, que se habla en Alemania. El polaco es idioma oficial de Polonia, así como del condado de Vilna (Lituania).
La palabra polaco viene de la palabra polak de origen polaco. Se trata de un autoetnónimo de los propios polacos, que proviene de la palabra eslava "pole" (en cirílico: поле), que se encuentra en todas las lenguas eslavas con el significado de "campo". Entonces, los polacos serían los eslavos occidentales, que en el pasado "habitaban o cultivaban los campos".
La infiltración del polaco y el latín hizo que en el siglo XIII los eclesiásticos polacos con formación latina formulasen las primeras reglas del polaco escrito.
Los primeros textos polacos escritos son traducciones de oraciones y sermones latinos, "polonizados" para que los fieles supieran a quién rezan y por qué.
Origen
A partir de los siglos I y II d.C. surgen las primeras menciones de los territorios de la Polonia actual en las obras de los autores romanos y bizantinos (Tácito, Ptolomeo, Pomponio Mela, Jordanes, Procopio de Cesárea).
En el siglo VI d.C. ya habían aparecido aquí las tribus eslavas que, en los siglos posteriores, se iban a convertir en el grupo dominante del territorio de la Polonia actual. No sólo eran capaces de crear dinámicos centros administrativos que basaban en la asamblea tribal y en la autoridad del jefe - Wiślica, Poznań, Gniezno; comerciales -Szczecin, Wolin; o religiosos - La Montaña Ślęża, sino también de resistir victoriosamente los ataques de las tribus asiáticas nómadas, o del vecino estado de la Gran Moravia.
A principios del siglo IX, en la "Descripción de los poblados fortificados al norte del Danubio", de la autoría del Geógrafo de Baviera, alrededor del año 850, ya aparecen los nombres de tribus concretas que habitaban las cuencas del Vístula y del Oder: goplanos (Goplanie), dziadosanos (Dziadoszanie), slezanos (Ślężanie), bobrzanos (Bobrzanie), opolanos (Opolanie), vislanos (Wśslanie) y ledzanos (Lędzianie). Las ciudades situadas a lo largo de las rutas comerciales florecían gracias a los continuos contactos comerciales. Debido a los conflictos militares, las fortificaciones crecían a su alrededor y aumentaba la importancia primero del jefe y luego del caudillo tribal. Este fenómeno se destacó de un modo especial en los territorios de la Polonia Mayor, donde la tribu de los polanos pronto consiguió la posición dominante y hacia la mitad del siglo X comenzó su expansión hacia el Este: Mazovia y hacia el Oeste: Región de Lubusko y Lusacia (Łużyce). Los polanos iban sometiendo sucesivamente las tribus eslavas vecinas, llegando a crear un compacto estado con un ágil sistema administrativo.
Durante la Edad Media, se encontraba dividida en varios grupos rivales de los cuales destacaban los vislanos y polanos, que vieron como su poder aumentó con el dominio de las rutas mercantiles. A finales del siglo X, los polanos dirigidos por la dinastía Piast, unificaron el territorio. Durante el gobierno de Mieszko I (960-992) se mantiene dicha unificación que abarcaba desde el Oder al Vístula y además se aproxima al resto de Europa con su conversión al cristianismo con lo cual se constituye como provincia eclesiástica autónoma en el año 1000. En el siglo XIII la fragmentación interna provoca la erosión del estado inicial, pero a lo largo del siglo se consolida la base de un nuevo estado dominante que estaba por llegar.
Desarrollo
La Dinastía Jagiellon de 1385–1569 formo la Mancomunidad polaco-lituana comenzando con el gran duque lituano Jagiellon. La amistad probó ser beneficiosa para los polacos y lituanos, que jugaron el papel dominante en uno de los imperios más importantes de Europa por los siguientes tres siglos. La asociación produjo pronto beneficios en 1410 cuando las fuerzas de Polonia-Lituania derrotaron a los Caballeros Teutónicos en la batalla de Grunwald durante la guerra Polaco-Teutónica, venciendo por fin en el largo forcejeo con los cruzados renegados. A finales del siglo XV, representantes de los Jagiellon reinaron en Bohemia y Hungría así como Polonia-Lituania, estableciendo el gobierno de su familia sobre virtualmente toda Europa Oriental y Europa Central. El Nihil novi acta adoptada por el Sejm en 1505 transfirió más poder legislativo al Sejm que al monarca. Este evento marcó el principio del período llamado la "Mancomunidad de los nobles" cuando el estado era gobernado por "libres e iguales" la szlachta. La Unión de Lublin de 1569 estableció a la Mancomunidad polaco-lituana como un participante muy influyente de la política europea y cultural como entidad.
La creación de la mancomunidad por la Unión de Lublin en 1569 fue una de las proezas de Segismundo II Augusto, último rey de la dinastía Jagellón. Su muerte en 1572 fue seguida por tres años de Interregnum, durante el cual se hicieron ajustes al sistema constitucional, que incrementó el poder de la nobleza (szlachta) y estableció una monarquía electiva.
La mancomunidad alcanzó su auge en la primera mitad del siglo XVII. Su poderoso parlamento (Sejm) estaba dominado por los nobles, que los llevó a la Primera Guerra del Norte, arrasando el país por el largo conflicto religioso, devastando la mayor parte de la Europa contemporánea. La mancomunidad pudo detener a Rusia imperial, Suecia y vasallos del Imperio otomano, y al mismo tiempo lanzar una ofensiva expansionista contra sus vecinos. Durante las varias invasiones a Rusia (1605-1618) las tropas de la Mancomunidad tomaron Moscú del 27 de septiembre de 1610 al 4 de noviembre de 1612, hasta que fueron expulsados por el alzamiento patriótico de Rusia.
El poder de la mancomunidad decayó después del doble ataque de 1648. El primer ataque supuso la mayor rebelión cosaca, ayudada por el Kanato de Crimea, en los territorios orientales de “Krezy” que resultó en pedir la protección del Zar.
En 1651, debido a la creciente amenaza de sus aliados tártaros, el atamán cosaco Khmelnytsky pide al Zar Alexei Mijailovich Romanov que incorpore Ucrania como un ducado autónomo bajo la protección rusa (1654). El otro ataque a la mancomunidad fue la invasión sueca en 1655 ayudada por Transilvania y Brandeburgo.
En la segunda mitad del siglo XVII, la debilitada mancomunidad bajo el reinado de Juan III Sobieski en alianza con el emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, Leopoldo I de Habsburgo, vence al Imperio otomano en la batalla de Viena, que marca el final de 250 años de conflictos entre la Europa cristiana y el Islam otomano. Por su resistencia a los avances musulmanes, se ganó el nombre de Antemurale Christianitatis. Durante los siguientes 16 días (en la "Guerra Turca"), los turcos fueron permanentemente dirigidos al sur del Danubio, y nunca más volverían a amenazar la Europa central.
En el siglo XVIII la democracia de los nobles gradualmente declinó en la anarquía, haciendo a esa una vez poderosa mancomunidad vulnerable a las influencias extranjeras. Eventualmente todos quisieron una parte de Polonia, y la obtuvieron, borrando a Polonia del mapa en 1795 durante las llamadas particiones de Polonia. La idea de independencia polaca fue guardada hasta el siglo XIX. La localización de Polonia en el centro de Europa se volvió significativa en un periodo en que Prusia y la Rusia Imperial estaban intensamente involucrados en las rivalidades y alianzas europeas y los estados modernos se establecían por completo en el continente.
Situación Actual
Desde el verano de 1915, Alemania y Austria-Hungría habían ocupado todos los territorios históricamente polacos, gracias a la eficacia de la ofensiva de Gorlice-Tarnów. Los alemanes propusieron la creación de un reino polaco el 5 de noviembre de 1916. La elección de un rey fue pospuesta, siempre considerándose como candidatos a miembros de la nobleza de la Casa de Habsburgo. La independencia de este estado polaco ocupado militarmente era dudosa, y el Gobernador General alemán ejercía el poder de facto.
Con la firma del Armisticio de Compiègne, el Gobernador cedió el poder al General polaco Józef Piłsudski el 11 de noviembre de 1918. Esta transferencia de poder significó el establecimiento del primer estado polaco independiente en más de doce décadas. Luego de una sublevación polaca en territorios de Alemania, Polonia ganó más terreno. En el Tratado de Versalles, se reconoció internacionalmente la independencia polaca, y su frontera occidental fue definida, siendo la creación de un corredor polaco una de las innovaciones más polémicas. Si bien Polonia estuvo en paz con Alemania, su integridad territorial estaba lejos de ser segura.
En efecto, algunas regiones pobladas por ucranianos dentro de Austria-Hungría declararon sus intenciones de independizarse bajo el nombre de la República Nacional de Ucrania Occidental, en octubre de 1918. Dichas regiones incluían a Galitzia, la Rutenia Transcarpática y la Bukovina. La República Popular Ucraniana había negociado secretamente dichos territorios con los austro-húngaros desde febrero del mismo año, siendo decepcionada finalmente. La mayoría polaca en Leópolis, capital de nuevo estado, no deseaba formar parte de una Ucrania occidental, e iniciaron un levantamiento anti-ucraniano. Dicho levantamiento recibió rápido apoyo polaco, lo que motivó que las dos repúblicas ucranianas se unieran en enero de 1919. Esta unión fue simbólica, ya que no significó ninguna mejoría para la situación militar de los ucranianos de la Galitzia. Hacia julio de 1919, los ejércitos ucranianos fueron derrotados y los territorios de la Ucrania occidental fueron asimilados por Polonia. Dicha anexión no sería reconocida por la Sociedad de Naciones hasta marzo de 1923.
La República Popular Ucraniana reconoció las ganancias polacas en el oeste, a cambio de recibir apoyo en la Ofensiva de Kiev, cuyo objetivo era asegurar la creación de un estado ucraniano con fronteras sólidas ante los bolcheviques. El inicio de la Guerra Polaco-Soviética no dio los resultados esperados: una contraofensiva soviética devolvió a los polacos a sus fronteras y aún más allá. A inicios de agosto de 1920, unidades del Ejército Rojo, comandadas por el comandante Mijaíl Tujachevski, se acercaron a Varsovia, en lo que se consideraba el último paso de la subyugación de Polonia. El resultado de la batalla de Varsovia dio un vuelco sorprendente el 16 de agosto, cuando tropas de reserva al mando del general Józef Piłsudski contraatacaron, expulsando a los soviéticos de Polonia. Una segunda derrota importante en la batalla del Río Niemen, motivó a los bolcheviques a proponer un tratado de paz. Polonia aceptó definir una nueva frontera luego de una serie de cortas negociaciones. La nueva frontera fue plasmada en la Paz de Riga. Durante la guerra, los territorios destinados para el estado ucraniano fueron absorbidos por Polonia y la recién establecida Ucrania soviética.
Polonia también luchó dos guerras cortas contra Checoslovaquia y Lituania en 1919 y 1920 respectivamente, anexionando la capital lituana Vilnius y 20% del territorio en la última y logrando un arreglo fronterizo en la primera. Con Lituania se mantuvo en estado de guerra hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando miles de militares polacos pidieron asilo en Lituania, escapando del ejército nazi.
Aunque la política polaca durante el período de entreguerras estipulaba que la alianza militar con Francia obtenida en los Tratados de Locarno era la mejor garantía contra Alemania y la Unión Soviética, esto no impidió que Polonia firmara pactos de no-agresión con los soviéticos en 1932. Aunque los bolcheviques amenazaron con romper el pacto si Polonia ocupaba territorios checoslovacos durante la Crisis de los Sudetes, estas amenazas no se cumplieron, y Polonia se anexionó Zaolzie y otras regiones con minorías polacas. Este pacto fue reafirmado en 1938.
Polonia también firmó un pacto de no-agresión con la Alemania Nazi en 1934. Luego de que los polacos se negaran a permitir que la Ciudad libre de Dánzig fuera devuelta a Alemania, Hitler anuló el pacto en abril de 1939.
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió a Polonia. Dos días después, el Reino Unido y Francia le declararon la guerra al país agresor, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial en Europa. El 17 de septiembre, comenzó la invasión soviética de Polonia. El ejército alemán y los soviéticos no se atacaron entre sí y se dividieron Polonia, como habían acordado en una cláusula secreta del Pacto Ribbentrop-Mólotov.
Los invasores nazis establecieron en Polonia campos de exterminio, a los cuales enviaban a la población judía del país así como de otros países ocupados por los nazis. Además de judíos, en los campos de exterminio también llegaron gitanos y en general, todas las personas a quienes los nazis consideraban enemigas de Alemania. Los nazis también encerraron a los judíos en ghettos dentro de ciudades como Varsovia y Lodz. Dentro de los ghettos el hacinamiento, el hambre y las enfermedades se cobraron también la vida de muchas víctimas. En ellos se seleccionaba a las personas que serían enviadas por ferrocarril a los campos de exterminio. Casi la totalidad de la población judía de Polonia fue exterminada por los nazis y sus simpatizantes.
En agosto de 1944, comenzó el Alzamiento en Varsovia. El Alzamiento de Varsovia tuvo lugar durante la ocupación nazi de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Fue planificado por el Armia Krajowa o Ejército Territorial, que representaba al gobierno constitucional en el exilio. Formaba parte de la llamada Operación Tempestad, cuyo objetivo era liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética. Las tropas polacas sostuvieron durante 63 días el asedio alemán, pero ante la falta de apoyo aliado, finalmente fueron superadas por las mucho mejor equipadas tropas alemanas. El final de la contienda se saldó con 250.000 civiles de Varsovia muertos, la mayoría ejecutados, y más del 85% de los edificios de la ciudad destruidos.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, la URSS se quedó con el territorio de Polonia hasta la línea Curzon y los territorios de Königsberg; en compensación, se acordó en los acuerdos de Postdam que la frontera oeste de Alemania se desplazara a la línea Oder-Neisse, con lo que finalmente Polonia solo perdió el 20% de su superficie restando lo que le quitó la URSS de lo que ganó de Alemania. Esto generó la salida forzosa de varios millones de polacos de sus tierras, y de varios millones de alemanes de las suyas.
A fines de los años 1980 un movimiento de oposición al gobierno, encabezado por el sindicato obrero Solidarność logró poner en jaque el régimen comunista, apoyado por las potencias occidentales y la Iglesia Católica, que logró influir en el proceso, a través de sus líderes, para afianzar la restauración de las libertades democráticas, así como al capitalismo y el libre mercado como bases del sistema económico (ya iniciada a través de reformas de liberalizadoras por la anterior administración) bajo un régimen multipartidista electoral parlamentario, dando lugar al moderno Estado polaco, que cambió su nombre oficial a República de Polonia. Polonia ingresó a la Unión Europea en 2004.
El polaco es la lengua nativa de casi 38 millones de personas que viven en Polonia y de 10 millones más que viven fuera de esa nación (incluyendo 1 millón en la antigua Unión Soviética).
El polaco se habla principalmente en Polonia, pero los emigrantes han llevado el idioma consigo, por lo que hay un número significativo de polacoparlantes en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, la República Checa, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Israel, Kazajistán, Letonia, México, Países Bajos, Paraguay, Reino Unido, República de Sudáfrica, Rumanía, Rusia, Suecia y Uruguay.
Además, todavía existen minorías consoparlantes en las tierras anexionadas por la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial: Bielorrusia, Lituania y Ucrania.
El polaco tiene varios dialectos que corresponden básicamente a las antiguas divisiones tribales: los más significativos (en número de hablantes) son el de la Gran Polonia (en el noroeste), el de la Pequeña Polonia (sureste), el mazoviano (Mazovia y Mazuria ) y el silesio (Śląskie, Silesia). El mazoviano comparte algunas características con el kashubo, cuyos hablantes (entre 100.000 y más de 200.000) viven al oeste de Gdansk cerca del Mar Báltico.
El territorio lingüístico polaco se ha dividido tradicionalmente en cinco grandes zonas dialectales, correspondientes a las regiones histórico-geográficas de Malopolska, Wielkopolska, Mazwsze, Slask (Silesia) y Kaszuby. Esta división no incluye los territorios en el oeste y el norte (aproximadamente el 25 por ciento de la Polonia actual) que fueron ganados a los alemanes al final de la Segunda Guerra Mundial y que estaban poblados por los llamados hablantes de 'nuevos dialectos mezclados' creados como resultado de los movimientos de población de la post-guerra.
La mayoría de los hablantes dialectales muestran una tendencia a la diglosia, es decir, hablan a la vez el dialecto y la lengua normativa o una aproximación a la misma.
El polaco cuenta con los siguientes dialectos: el polaco menor, el silesio (meridionales los dos), el masovio y el gran polaco o polaco mayor (hablado en el norte del país). Aunque el cachubo, que se escucha al norte es una evolución diferente del eslavo occidental, hay quien erróneamente lo considera dialecto del polaco.
También hay quien considera que el silesio no es un dialecto sino que es una lengua independiente y, de hecho, tiene un código ISO-639 propio.
Lo que muchos lingüistas polacos entienden como un dialecto polaco en la región de Kaszuby se ve fuera de Polonia como una lengua separada denominada casubio. El punto de vista polaco se basa en la aparente falta de identidad nacional entre los casubios, quienes se ven a sí mismos como un grupo étnico diferenciado dentro de la nación polaca. En esta clasificación el casubio está catalogado como un dialecto de las lenguas pomeranias.
La lengua polaca, język polski, pertenece a la rama lequítica del grupo occidental eslavo, forma un subgrupo junto con las lenguas pomeranias, el polabo y otros dialectos y variedades de los los extintos dialectos de los eslavos que en su día vivieron entre los ríos Oder y Elba.
El polaco contemporáneo posee siete fonemas vocálicos y 35 consonánticos, que representa el alfabeto romano con algunas modificaciones.
Los sonidos que no existieron en latín se transcriben: por medio de dígrafos como sz y cz, que pueden describirse como africadas silbantes sonora (sh) y sorda (ch) respectivamente; por medio de marcas diacríticas como z y s procedentes del checo (que corresponden a las africadas predorsodental sonora y sorda zh y sh respectivamente).
El único signo polaco de su alfabeto es la que equivale a una semiconsonante w. A lo largo de su historia, el polaco ha perdido la distinción entre las vocales largas y breves.
En términos generales, el acento recae en la penúltima sílaba.
Este idioma es la única lengua eslava que tiene vocales nasales (a y e), que proceden de las nasales que tuvo el antiguo eslavo.
Ha perdido el número dual (como la mayoría de las lenguas de su rama). La lengua tiene tres géneros, masculino, femenino y neutro; dos números y siete casos si incluimos el vocativo. No hay artículos. Ciertas terminaciones de nombres proveen el género; por ejemplo la mayoría de los nombres en -a son femeninos, mientras que los terminados en consonantes duras son masculinos; todos los que terminan en -e y -o son neutros. El plural ha desarrollado una nueva categoría, la que se aplica a los nombres de persona masculinos, que se distingue del plural común para todos los demás nombres. Es una lengua muy flexiva y mantiene la declinación: seis casos que se aplican a los nombres, pronombres y adjetivos; el vocativo, que es un séptimo caso, sólo se emplea con los nombres y pronombres en función expresiva (para llamar directamente la atención).
Los verbos polacos tienen cuatro aspectos, tres modos: indicativo, imperativo y condicional y tres tiempos: pasado, presente y futuro. Los verbos se conjugan atendiendo al género, persona y número; el polaco ha simplificado el paradigma de los tiempos tras eliminar tres formas de la lengua antigua (el aoristo, el imperfecto y el pretérito perfecto). La única forma para el pasado que se conserva en la lengua hablada es el llamado perfecto eslavo.
Los adjetivos demostrativos son ten, ta, to, 'esto' hay dos formas plurales: ci para varones, te para lo demás; tamten, tamta, tamto 'eso'. El pronombre interrogativo es kto '¿quién?', co '¿qué?'. El relativo es który, która, które 'quién', kto, co 'cuál'.
El marcador negativo es nie; hay negaciones dobles y triples.
El orden en la oración suele ser: sujeto, verbo y predicado, si bien en esta cuestión es un idioma muy flexible.
En el idioma polaco, el orden básico de las palabras en la oración es del tipo SVO (sujeto-verbo-objeto), si bien, dado que es una lengua flexiva, tal orden no es fundamental. La conjugación del verbo permite la omisión del sujeto y, de igual modo, el complemento también puede desaparecer si es evidente por el contexto. Las siguientes frases significan lo mismo ("Ala tiene un gato"):
Sin embargo, sólo la primera oración suena natural en polaco. Las demás, si se usan, deben utilizarse sólo para enfatizar algún elemento de la oración.
Siempre que se pueda averiguar por el contexto, el sujeto, el complemento o incluso el verbo pueden omitirse:
En el polaco, existe la tendencia de omitir el sujeto y no el complemento. Es raro que se omita el complemento y no el sujeto. Si la pregunta fuera "Kto ma kota?" (¿quién tiene un gato?), la respuesta debe ser "Ala" tal cual, sin verbo.
En particular, "ja" (yo) y "ty" (tú), así como sus plurales "my" (nosotros/as) y "wy" (vosotros/as), se omiten casi siempre. Esto es algo que ocurre con una frecuencia similar en español debido a que ambas lenguas contienen esa información en sus respectivas conjugaciones verbales.
Algunas palabras en polaco.
dzień (m): día
książka (f): libro
łóżko (n): cama
imię (n): nombre
godzina (f): hora
mysz (f): ratón
ulica (f): calle
mleko (n): leche
pociąg (m): tren
dom (m): casa
przyjaciel (m): amigo
numer (m): número
krzesło (n): silla
Texto de muestra en Polaco
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Wszyscy ludzie rodzą się wolni i równi pod względem swej godności i swych praw. Są oni obdarzeni rozumem i sumieniem i powinni postępować wobec innych w duchu braterstwa.
Se escribe con el alfabeto latino, con gran uso de dígrafos y signos diacríticos extras. El alfabeto polaco tiene 32 caracteres; 9 son vocálicos y 23 son consonánticos.
A Ą B C Ć D E Ę F G H I J K L Ł M N Ń O Ó P R S Ś T U W Y Z Ź Ż
a ą b c ć d e ę f g h i j k l ł m n ń o ó p r s ś t u w y z ź ż
También existen letras importadas de otras lenguas, pero son muy poco usadas.
En los últimos tiempos está de moda utilizar los caracteres (Q V X - q v x) en la jerga juvenil, como por ejemplo en el restaurante varsoviano Qchnia, i.e. kuchnia , que significa cocina.
La historia registrada de la lengua polaca comienza con una bula papal redactada en latín en 1136 al arzobispo Gniezno, en la que se contienen 410 nombres polacos personales y geográficos. El registro polaco más antiguo está fechado en el siglo XIII, siendo del siglo XIV el texto continuo más antiguo; en el siglo XVI ya se puede hablar de una lengua literaria más o menos normativa.
Los documentos más antiguos que se conocen escritos en polaco se reducen a unas glosas sobre los documentos latinos (sobre todo la bula del papa del 1136) y una mera serie de nombres. En el siglo XVI emergió la literatura expresada en los dialectos que rodean Poznan, al oeste de Polonia. Esta lengua ha permanecido bastante pura, asimiló los préstamos medievales del checo, germánico, latín y más recientemente ha recibido neologismos de origen ruso, ucranio, francés e inglés.
La lengua literaria del siglo XVI contiene algunas características del dialecto de la región de Wielkopolska, al oeste de Polonia, y de la región de Malopolska, al sudeste, estando la historia temprana de Polonia conectada con centros político-religiosos de esas regiones (Gniezno, Poznan y Cracovia). Las influencias de ambas diferencias dialectales se saldaron en ocasiones con la selección de la variante más cercana a la lengua checa, la cual tuvo fuerte influencia a comienzos del siglo X, cuando el cristianismo entró en Polonia vía Bohemia. La lengua literaria polaca ha tenido un desarrollo continuo desde entonces, aunque tuvo un serio competidor en el latín, no pudiendo desembarazarse de dicha competencia hasta el final del siglo XVIII.
En 1924 el novelista Wladyslaw Reymont ganó el Premio Nobel de Literatura. Otros novelistas y poetas que lo ganaron fueron Henryk Sienkiewicz en 1905, Czeslaw Milosz en 1980, Wislawa Szymborska en 1996.
jeden, dwa, trzy, cztery, pięć, sześć, siedem, osiem, dziewięć, dziesięć
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El silesio o silesia superior (silesio: ślōnskŏ gŏdka, ślůnsko godka, en checo: Slezský jazyk, en polaco: język śląski, "el lenguaje de Silesia") es un idioma o variedad lingüística eslava occidental, estrechamente relacionada con el polaco y el checo.
Los nombres de Silesia en distintos idiomas en la mayoría de los casos comparten su etimología: En Latín e Inglés: Silesia; en Polaco: Śląsk; En antiguo Polaco: Ślążsk[o]; en Silesio: Ślůnsk; En alemán: Schlesien; En silesio germánico (bajo silesio): Schläsing; en checo: Slezsko; en eslovaco: Sliezsko; en casubo: Sląsk; en sorbio superior: Šleska; en sorbio inferior: Šlazyńska.
Todos los nombres lo relacionan con el de un río (ahora llamado Ślęza) y una montaña (Mount Ślęża) en la mitad meridional de Silesia. La montaña se cree que sirvió como lugar sagrado en tiempos prehistóricos.
Ślęża es listado como uno de los numerosos pre-indoeuropeos nombres topográficos de la región.
De acuerdo a algunos eslavistas polacos, el nombre ‘Ślęża’ [ˈɕlɛ̃ʐa] o ‘Ślęż’ [ˈɕlɛ̃ʐ] está directamente relacionado con las palabras de antiguo eslavo "ślęg" [ˈɕlɛ̃ɡ] or "śląg" [ˈɕlɔ̃ɡ], que significan humedad.
El estudio del silesio tiene mucho que ver con su clasificación, siempre polémica por los diversos tintes nacionalistas que surgen en torno a las demandas territoriales asociadas. El idioma es conocido desde hace siglos, pero no parece haber tenido una clara identidad nacional hasta hace un siglo.
Origen
Los primeros habitantes de Silesia fueron los silingos, un pueblo germánico, y los celtas. Debido al periodo de las grandes migraciones los eslavos entraron en Alta Silesia a partir del siglo VIII, mezclándose con los germánicos y celtas que todavía vivían allí.
En el siglo IX, Alta Silesia era parte de la Gran Moravia, integrada como región en el primer estado europeo. Luego el estado de Gran Moravia se convertió en parte de Bohemia. El Reino de Polonia conquistó Alta Silesia en 1012/1013.
Tras la conquista de Alta Silesia, la dinastía de los Piastas fueron los duques de Silesia. Los Piastas siempre buscaron hacer contacto con occidente, es decir con el Sacro Imperio Romano Germánico, y siempre tenían esposas alemanas. Alta Silesia era una región disputada por Bohemia y Polonia.
Desarrollo
A partir del siglo XIII, las tierras subdesarrolladas y poco pobladas por los eslavos, fueron repobladas por los duques del este como los Piastas, con colonizadores alemanes, aunque los colonizadores alemanes llegaban en menos cantidad a Alta Silesia que a Baja Silesia. Esa época bastante importante para Alta Silesia es conocida como Ostsiedlung. La intensificación de la conexión con la aristoracia alemana, y las perdidas tras la Batalla de Liegnitz contra los mongoles, fueron los motivos básicos de la recolonizacion forzada. Los colonizadores cultivaron y desarrollaron Alta Silesia, las primeras minas de plata en Alta Silesia se establecieron a partir del siglo XIII. Entre 1200 y 1350 los colonizadores alemanes construyen 83 ciudades y 1.713 pueblos. La influencia y las raíces alemanas se pueden ver hoy día en la estructura de los pueblos y las ciudades, en sus nombres o en muchos apellidos. Con la peste en los países alemanes, la repoblación de Alta Silesia termina poco a poco. Hubo una mezcla con los eslavos silesianos, y se establece una nueva "tribu" alemana, con los colonizadores que vinieron sobre todo de Turingia, Franconia, Sajonia, Baviera y Hesse. La mezcla de eslavos y alemanes en Alta Silesia se nota mucho más que en Baja Silesia por su idioma, el idioma silesiano.
En 1146 los duques de la dinastía de Piasts se unieron con el Imperio Alemán. En esa época Silesia era un ducado libre y un estado de facto independiente. La población mezclada alemana-eslava (más alemana que eslava) crecía mucho y rápido, y la construcción de pueblos y ciudades continuaba.
En 1335 Silesia se convertió en parte de la corona bohemiana, que era parte del estado del Sacro Imperio Romano Germánico, la entonces Alemania medieval. El rey polaco Casimiro III de Polonia confirmó en 1335, en el contrato de Trentschin con Juan I de Bohemia, que nunca más reivindicaría Silesia. Silesia se convertió en uno de los ducados más desarrollados y ricos de Bohemia. La pertenencia de Alta Silesia a Alemania dura hasta 1921 / 1945.
Tras la Batalla de Mohács, Bohemia se convertió en un reino bajo el poder del Imperio Austriaco. Tras la reforma protestante de Martín Lutero, la casa católica de Habsburgo hizo la Contrarreforma sobre todo con eclesiásticos que vinieron de Polonia. Así una "reeslavización" empezaba, cambiando nombres y apellidos, que fueron polonizados. Alta Silesia se convertió en una región menos avanzada que Baja Silesia.
En el siglo XVIII, Prusia conquistó Silesia tras tres guerras con Austria. Un parte pequeña permanecía como Silesia austríaca. Bajo Prusia, Alta Silesia se convertió en una región avanzada, organizada y civilizada. Sobre todo durante la industrialización, Alta Silesia se convertió en la región más poderosa y desarrollada de Prusia (y a partir de 1871 de Alemania), y del continente europeo.
Situación Actual
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, muchos silesianos perdieron la vida como soldados alemanes en los campos de batallas. Su restablecimiento a Polonia llamaba la atención de los políticos polacos, por la riqueza de la región, y sobre todo por que los silesianos seguían hablando, además del alemán, su segunda idioma materna, el idioma silesiano, una mezcla del polaco antiguo, alemán y checo. La condición de vida de la clase trabajadora antes de la primera guerra mundial no se mejorará. Los trabajadores, sobre todo la prole de la inmigración polaca durante los años 1880, provocaban la primera insurreción con motívo de la unificación con Polonia, sobre todo para mejorar la situación social. La insurreción no estaba apoyada por gran parte de la población silesiana, por lo que acabó muy rápido. Polonia, siguiendo con su interés de una ocupación y integración en su estado, apoya y provoca dos insurrecciones más, en 1920 y en 1921. Durante estos dos insurrecciones se formaba también un movimiento contra los motivos de los insurgentes, una milicia, el Selbstschutz Oberschlesien (Autodefensa de Alta Silesia), también por el terrorismo de los insurgentes a la población nativa. Está probado que los insurgentes polacos fueron apoyados con armas, munición y logistica por el estado polaco, el estado alemán tenía prohibido apoyar y ayudar al Selbstschutz Oberschlesien. Hoy se habla de una guerra civil silesiana entre 1919-1921. la batalla más grande entre los insurgentes y el Selbstschutz Oberschlesien fue la batalla sobre el monasterio de Sankt Anna, donde el Selbstschutz Oberschlesien junto con los Freikorps vencieron a los insurgentes pro-polacos. La propaganda polaca acusaba de la guerra civil sobre todo durante la época posguerra por su interés, e interpretó la guerra civil como la voluntad de los Alto Silesianos de formar parte de Polonia. En 1920 soldados franceces, italianos y británicos ocuparon Alta Silesia como tropas de paz. Para calmar la situación, los partidos acordaron hacer un referendun sobre el futuro de Alta Silesia. Tuvo lugar el 20 de marzo de 1921. El 60% de los votos fueron por Alemania, 40% por Polonia. Para solucionarlo, los Aliados parten Alta Silesia en dos, la parte más pequeña pero más rica, con casi 75% de la industria, fue a Polonia, el oeste parteneciá con Alemania.
Entre 1939 y 1945 se reunificó Silesia tras la invasión ruso-alemana y la divisón de Polonia. La gran mayoría de los Silesianos apoyaban la reunificación con Alemania. A partir de 1945 los Soviéticos ocupaban el parte este del Reich alemán, incluyendo Alta Silesia. Con ellos, el ejército polaco llegó a Alta Silesia. Matanzas, violaciones y deportaciones de muchos Silesianos, así como la expulsión de muchos Silesianos a las zonas ocupadas (Alemania de oeste y Alemania de este), lo que es conocido como la tragedia silesiana. Los idiomas maternos de los alta silesianos, el silesiano y el alemán, fueron prohibidos durante el gobierno de la Alemania oriental que se extendió entre 1945 y 1989. Aunque 14 millones de alemanes fueron expulsados, casi un million de ellos permanecen en Alta Silesia. Su idioma eslavo-alemán y sus raíces parcialmente eslavas los salvaron de la expulsión, además de que el estado de Polonia necesitaba trabajadores con experiencia para las minas de carbón.
Alta Silesia fue integrado en el nuevo estado polaco, aunque la población estaba oprimida en su cultura y sus idiomas maternos, con sus muchos elementos alemanes. Según los oficiales de Polonia, no había alemanes en la República Popular de Polonia. Más de un millón de Silesianos salíeron legal o ilegalmente de Alemania Occidental, como Silesianos con raíces alemanas.
Tras el cambio político de 1989/1990 en Polonia, la persecución de la cultura silesiana/alemana acabó oficialmente. El número de pueblos bilingües (polaco y alemán) crece de forma rápida, sobre todo en el oeste de Alta Silesia. Hoy en día hay un gran movimiento para la recuperación del estado autonómico fiscal, político y cultural de Alta Silesia en sus fronteras históricas. El censo demográfico de 2012 comprobó que 820.000 Alto Silesianos declararon pertenecer a la nacionalidad silesiana, y 130.000 a la nacionalidad alemana, aunque la nacionalidad silesiana todavía no existe como nacionalidad minorítaria oficial en Polonia.
Los hablantes de silesio actualmente viven en la región de Alta Silesia, que se divide entre el suroeste de Polonia y el noreste de la República Checa. En la actualidad el silesio se habla comúnmente en la zona comprendida entre la frontera histórica de Silesia en el este y una línea de Syców a Prudnik en el oeste, así como en el área de Rawicz.
Según el último censo oficial en Polonia en 2011, alrededor de 509.000 personas declararon el silesio como su lengua materna (en el censo de 2002, cerca de 60.000), y en los censos de Polonia, República Checa y Eslovaquia, cerca de 0,9 millones personas declararon ser de nacionalidad Silesia.
Dialectos del Silesio, son Cieszyn, Lach, Gliwice, Sulkovian, Prudnik, Niemodlin, Opole, Kluczborky Jabłonków.
El silesio o silesiano, es un idioma del subgrupo lequítico, del grupo occidental de las lenguas eslavas.
No hay consenso claro sobre si el silesio es una lengua separada o un dialecto ligeramente divergente del polaco. La cuestión permanece en gran medida sin respuesta sobre la base de criterios lingüísticos, debido a la existencia de un continuo dialectal entre el polaco y checo formado por las variedades de silesio y dialectos Lach.
La cuestión de si las formas del lenguaje como el silesio o los dialectos Lach representan lenguas minoritarias por sí mismas es bastante polémica en Europa debido al aumento de los derechos lingüísticos y políticos en general que disfrutan los hablantes de lenguas minoritarias reconocidas y Silesia no es una excepción. En este caso, los silesios locales tienden a abogar a favor de la condición de lengua, mientras que los polacos y los checos de otras regiones tienden a abogar en contra de este.
Lingüistas internacionales tienden a darle estatus dialecto, si bien, Ethnologue ha acabado por aceptar la solicitud de indepencia lingüística, adjudicando un único código ISO-639-3, así como denominando al silesio como idioma, diferenciándolo, en algunos de sus artículos, de otros dialectos polacos o chechos próximos al mismo. En esta clasificación, nos ceñimos a esta última interpretación.
No tiene nada que ver con el Bajo Silesio, que es un dialecto del Algo Alemán, por tanto, una variedad lingüística germánica y no eslava.
Tampoco hay que confundirlo con el Alto Silesio, que realmente es un dialecto del polaco.
Por lo general, el acento recae sobre la sílaba penúltima, por ejemplo. Amerika (América). Por supuesto, hay algunas excepciones. Los sustantivos que terminan en -cyjo, syjo-,-zyjo, -ńijo, tienen dos variantes de acentuación. Lo que es interesante, algunas palabras de origen griego y latino, de los cuales la acentuación es irregular en polaco, es normal en silesio, por ejemplo, matematyka (matemáticas) en polaco sería matematyka, los silesianos dirían por lo general matymatyka.
En silesio se usan diferentes casos. El caso base es el nominativo. Cuando nos dirigimos a alguien en Silesiano, solemos cambiar la forma de un nombre. Se podría decir que esto es un juego de palabras Jun (lit. el Sr. John). Algunas palabras son las mismas en nominativo y vocativo, por ejemplo půńi.
Los nombres en silesio están divididos en tres grupos: masculinos, femeninos y neutros. La regla general es que:
En silesio no hay artículos como un, una, los. Así que "la escuela" y "una escuela" es sólo šula.
Si bien las diferencias morfológicas entre el silesio y el idioma vecino de Polonia han sido ampliamente investigadas, no se han estudiado las diferencias gramaticales con gran profundidad. Un ejemplo de ello es que, a diferencia del polaco, el silesio conserva el pluscuamperfecto (joech śe była uobaliyła - "Yo había deslizado") y el pasado condicional compuesto (jo bych śe była uobaliyła - "Me hubiera deslizado").
Otra diferencia importante es la relacionada con la forma de las interrogaciones. En Polaco, las preguntas que no contienen palabras interrogativas se forman ya sea mediante el uso de la entonación o la partícula interrogativa czy. En el silesio las preguntas que no contienen palabras interrogativas se forman mediante el uso de la entonación (con un patrón de entonación muy diferente que en polaco) o mediante inversión (por ejemplo, je to na mapie?), no hay ninguna partícula interrogativa.
Su vocabulario se ha visto influenciado significativamente por la lengua alemana, debido a la existencia de numerosos hablantes del Silesio Germánico (o Silesio Inferior) en el área antes de la Segunda Guerra Mundial y después, hasta la década de 1990.
El Padre Nuestro en Silesio:
Uojcze nasz, kery jeżeś we ńebje,
bydź pośwjyncůne mjano Twoje.
Przińdź krůlestwo Twoje,
bydź wola Twoja,
jako we ńebje, tak tyż na źymji.
Chlyb nasz kożdodźynny dej nům dźiśej.
A uodpuść nům nasze winy,
jako a my uodpuszczůmy naszym wińńikům.
A ńy wůdź nos na pokuszyńy,
nale zbow nos uode złygo.
Amyn.
El "Ślabikŏrzowy szrajbōnek" es un relativamente nuevo alfabeto silesio creado por la organización Pro Loquela Silesiana para cubrir el habla de todos los dialectos del silesio.
Es una variedad del alfabeto latino, con algunos signos diacríticos añadidos para adaptarse a la fonética eslava:
A, Ã, B, C, Ć, D, E, F, G, H, I, J, K, L, Ł, M, N, Ń, O, Ŏ, Ō, Ô, Õ, P, R, S, Ś, T, U, W, Y, Z, Ź, Ż.
A veces también se utilizan otros alfabetos, por ejemplo "Tadzikowy muster" o el alfabeto polaco, sin embargo, la escritura en estos alfabetos es problemática, no es posible guardar y destacar adecuadamente todos los sonidos del silesio.
Escritores y poetas que escriben en el dialecto Silesio Cieszyn incluyen a Adolf Fierla, Paweł Kubisz, Władysław Młynek, Józef Ondrusz, Karol Piegza y Adam Wawrosz.
Sin datos disponibles
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El idioma ruso (ruso: русский язык, romanización: russki yazyk, pronunciación: [ˈruskʲɪj jɪˈzɨk]) es una lengua indoeuropea de la rama eslava oriental, e idioma oficial en Rusia, Bielorrusia, Kirguistán, Kazajistán, Abjasia y Osetia del Sur; de amplio uso en Ucrania (lengua materna del 77% de la población en Crimea, 75% en la provincia de Donetsk, 69% en la provincia de Lugansk), siendo cooficial en algunas regiones y ciudades como la República Autónoma de Crimea; de amplio uso en Estonia y Letonia (cuyas poblaciones están compuestas entre un cuarto y un tercio por rusoparlantes) y de facto oficial en Transnistria (región de Moldavia).
Es hablado también por importantes sectores de la población de las otras naciones alguna vez pertenecientes a la Unión Soviética.
Es el más hablado entre los idiomas eslavos, y el séptimo entre todos los idiomas del mundo (por número de hablantes nativos), siendo el cuarto idioma más hablado del mundo teniendo en cuenta los hablantes totales.
El ruso ha sido la lengua oficial del Imperio zarista ruso y de la antigua URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas); todavía hoy es la segunda lengua oficial de estas repúblicas.
El ruso estándar, basado en la norma culta del habla de Moscú, es una de las seis lenguas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas.
Se le ha llamado también gran ruso o ruso mayor.
El origen del nombre RUS es objeto de controversia. En general, la hipótesis de E. Kunic y Vilhelm Thomsen ha sido la más aceptada. Según ellos, esta apelación deriva de las lenguas finesas. El nombre de Suecia en finés es Ruotsi; en estonio: Rootsi. Este nombre es comúnmente aceptado como un derivado de Roslagen, las zonas costeras de la provincia de Uppland en Suecia.
El estudioso danés T.E. Karsten ha señalado que el territorio que ahora ocupan las áreas de Uppland, Sodermanland y el este de Gotland, en tiempos antiguos eran conocidos como Rođer o rođin. Thomsen, en consecuencia, ha sugerido que Rođer deriva probablemente de rođsmenn o rođskarlar, significando gente de mar o remeros.
También se ha sugerido, sin embrago, que el nombre rus bien pudo tener su origen en el nombre iraní del río Volga (por F. Knauer Moscú, 1901), así como el Rosh de Ezequiel. Prof. George Vernadsky sugirió una derivación de la roxolani o de la ronsa, término ario (humedad, agua). Hay una repetición de nombres en los ríos como el Ros en Europa del Este.
Otra teoría es que el nombre proviene de Rüstringen en Frisia, una tierra gobernada por el vikingo danés Rorik de Dorestad, de quien se ha sugerido que es el mismo que Rúrik de Nóvgorod.
Algunos también conjeturan que el nombre rus provino de una forma más antigua del 'rojo', posiblemente denotando la piel rojiza o el pelo rojo. Por ejemplo, la palabra "rojo" ("красный"), en ruso fue un precursor del término actual "hermoso".
Unas de las primeras citas que mencionan al pueblo rus en la forma Rhos remonta desde el año 839 d.C en la crónica franca Annales Bertiniani, identificadas por las autoridades de los Francos como una tribu Germánica llamada Suecos. De acuerdo a la Primera Crónica Rusa o Crónica de Néstor de la rus de Kiev compilada alrededor de 1113, estos eran un grupo de Varegos, Normandos ("hombres del norte"), los cuales se trasladaron primero de Escandinavia al noreste de Europa y, de ahí, al sur, en donde debieron haber creado el estado medieval de Kiev.
La lengua literaria rusa, que hasta cierto punto era continuación de la lengua literaria de Kiev (s. XI-XIII) y del antiguo eslavo eclesiástico, fue fijada y dotada de normas en el s. XVIII. Su principal artífice fue Mijail Lomonosov (1711-65), erudito y poeta, cuya Retórica (1748) y más tarde la monumental Gramática rusa (1757) constituyen una importantísima etapa en la historia de la lengua rusa en general, y de la literaria en particular. Al crear un sistema lingüístico y estilístico reformado, Lomonosov puso fin a la confusión entre el ruso hablado y el eslavo eclesiástico, precipitó la indispensable fusión entre las formas arcaicas y las vivas de la lengua, e influyó en la normalización y unificación de la lengua literaria.
Origen
Se sabe muy poco sobre los eslavos orientales hasta aproximadamente el siglo IX después de Cristo. Esta ausencia de datos fiables se justifica por la aparente falta de un lenguaje escrito (el alfabeto cirílico se crearía sobre el 863) y por la lejanía de las tierras eslavas de los centros culturales de la época. Los escasos conocimientos de la cultura eslava primitiva provienen de la arqueología, crónicas de extranjeros que llegaron a visitar Rutenia y, por último, los resultados de análisis lingüísticos comparativos de las lenguas eslavas.
Con excepción del polémico Libro de Veles, se han descubierto muy pocos documentos en ruso previos al siglo XI, y ninguno anterior al IX. El manuscrito ruso más antiguo del que se tiene noticia es la Crónica de Néstor, escrita a finales del siglo XII o principios del XIII. Enumera las doce plemená (alianzas tribales o naciones) eslavas que se habían establecido sobre el siglo IX entre el Mar Báltico y el Mar Negro. Estas plemená fueron las siguientes: polanos, drevlianos, dregóviches, radímiches, viátiches, kríviches, eslovenos de Ilmen, dulebes (más tarde conocidos como volynios y buzhanos), croatas blancos, severianos, úliches, tívertses.
Sobre el 600 D.C. los eslavos se dividieron lingüísticamente en las ramas meridional, occidental y oriental. Los eslavos orientales se asentaron a lo largo del río Dniéper, en el territorio de la actual Ucrania; desde allí se distribuyeron al norte, hacia el valle del Volga, al Este de la actual Moscú y al Este de las llanuras de los ríos Dniéster y Bug Occidental, en la actual Moldavia y sur de Ucrania. Su situación les permitió controlar las rutas comerciales que comunicaban Escandinavia y el Mar Báltico con las colonias griegas de la costa norte del Mar Negro. De hecho, entablaron relaciones comerciales tanto con los vikingos como con los bizantinos. Kiev - la futura capital del principado - fue fundada presumiblemente entre los siglos V y VI como una fortaleza que controlaba el curso del Dniéper, y empleada para recaudar impuestos de las naves que regresaban de Bizancio. Muchas otras ciudades se construirían a lo largo de los siguientes 500 años.
La lengua rusa, russki yazyk, en su forma actual, especialmente su codificación por escrito, resulta ser el fruto de un desarrollo evolutivo que para nada es lineal. Lo que hoy es la región de la lengua rusa tuvo sus comienzos antes de la cristianización de Rusia en 988, en puntos septentrionales de la confederación de Kievan (Novgorod, Smolensk y Pskov, primero, y luego Rostov y Suzdal). La disolución de esta confederación por el período mongol (desde 1240 a la liberación de Moscú en 1480) permitió desarrollar a Moscú una fortaleza (kreml') que se constituyó en poder imperial a finales del siglo XV, poniendo bajo su control las antiguas potestades del norte.
En el siglo X, tras la conversión de los pueblos eslavos al cristianismo, se inicia la escritura. La lengua escrita que introdujeron los misioneros fue el antiguo eslavo (o eslavonio) eclesiástico, también llamada antiguo búlgaro o eslavón antiguo. En el momento de su introducción, la comprendían prácticamente todos los eslavos orientales. Sin embargo, las diferencias entre la lengua hablada y la escrita fueron aumentando paulatinamente, y la lengua hablada fue sufriendo una simplificación de sus estructuras fonológicas y morfológicas.
Si se juzga por los registros históricos, a comienzos del siglo XI, el grupo que predominaba sobre la mayoría de las modernas Rusia europea, Ucrania y Bielorrusia era la rama oriental de los eslavos, que hablaban una serie de dialectos muy relacionados entre sí. La unificación política de la región en la Rus de Kiev, de la cual tanto Rusia como Ucrania se originan, fue seguida poco después por la adopción del Cristianismo en 988 y la fundación del eslavo eclesiástico antiguo como la lengua litúrgica y literaria. Fue en esta época cuando los préstamos y calcos del griego bizantino empezaron a entrar en la lengua vernácula, y simultáneamente el lenguaje literario comenzó a modificarse para asemejarse al eslavo oriental.
En el siglo XI todas las tribus de los eslavos orientales formaban parte de la Rus de Kiev. Una lengua única, el ruso antiguo, empezó a formarse con algunos dialectos territoriales. Solo en el siglo XIII, cuando el estado ruso único se dividió, el idioma ruso, el idioma ucraniano y el idioma bielorruso empezaron un desarrollo independiente. Por eso estas tres naciones poseen un periodo común en la historia de sus literaturas.
El ruso antiguo, que también podríamos llamar Eslavo Oriental, que existió entre los siglos VI y XIV sirvió de base para tres lenguas eslavas orientales, el ruso, el bielorruso y el ucraniano, que se formaron entre los siglos XVII y XIX.
Desarrollo
La diferenciación dialectológica se aceleró tras la ruptura de la Rus de Kiev en 1100, y con la conquista mongola del siglo XIII. Tras la separación del yugo tártaro a finales del siglo XIV, el centro político y lingüístico de la Rusia europea se trasladó a Moscú. Hay algún consenso acerca de que el ruso y ucraniano se pueden considerar idiomas distintos a más tardar desde este periodo. Hasta finales del siglo XVII un derivado del eslavo eclesiástico fue el idioma oficial, pero, a pesar de los intentos de estandarización, por personajes como Meletius Smotritski (circa 1620), su integridad ya estaba por entonces comprometida por una incipiente literatura seglar.
La escritura durante el período de Kievan fue predominantemente en eslavo eclesiástico, pero en el período moscovita el uso del lenguaje secular de las cancillerías se difundió del ámbito administrativo a otras funciones, siendo el vehículo para los préstamos culturales y lingüísticos de Polonia en el siglo XVII y de la Europa occidental al comienzo del reinado de Pedro el Grande (1696-1725). Esa lengua moscovita, mezcla de la lengua escrita administrativa y del dialecto oral moscovita, (a su vez una mezcla de características septentrionales y meridionales), fue responsable de las normas implícitas de uso y de su propagación nacional.
Las reformas políticas de Pedro el Grande fueron acompañadas por una reforma del alfabeto, y se consiguió el objetivo de secularización siguiendo el modelo occidental. Grandes cantidades de vocabulario especializado se introdujeron en el ruso procedentes de Europa occidental. En 1800, un número significante de la aristocracia hablaba diariamente francés, y en menor número alemán.
Hasta finales del siglo XVII el antiguo eslavo eclesiástico se siguió empleando como lengua literaria y únicamente estaban libres de su influencia los documentos de carácter administrativo y legal.
En el siglo XVIII, durante el reinado de Pedro I el Grande, tuvo lugar la secularización de la cultura rusa y todo el Imperio miró hacia Occidente y recibió las influencias europeas, lo que provocó un verdadero cataclismo en el idioma. La lengua escrita, tanto la eclesiástica como la administrativa, no eran capaces de expresar la gran cantidad de conceptos nuevos procedentes de la vida científica, técnica, cultural y política, introducidos por las reformas de Pedro I. Esto hizo necesaria la creación de una nueva lengua escrita a partir de las formas existentes, que tomó palabras del eslavonio arcaico, la vernácula y ciertos elementos tomados de Occidente. En la primera mitad del siglo XIX la lengua rusa alcanzó su situación actual.
Situación Actual
El desarrollo culmina con Pushkin (1799-1837) cuyo lenguaje poético fue admirado 'como una manifestación del milagro pentecostal, al combinar el idioma humilde del pueblo de Dios con el don profético de los padres bíblicos y la sabiduría de los filósofos clásicos'. La historia posterior de la lengua literaria se caracteriza por una tensión continuada entre nativismo y europeísmo y entre populismo y elitismo.
El lenguaje literario moderno se considera que data de la época de Aleksandr Pushkin en el primer tercio del siglo XIX.
La agitación política de principios del siglo XX y los cambios radicales de ideología política dieron al ruso escrito su apariencia moderna tras la reforma ortográfica de 1918. Las circunstancias políticas y los logros soviéticos en las ramas militar, científica y tecnológica (especialmente en la carrera espacial) dieron al ruso un prestigio internacional, si bien a veces de manera resentida.
Tras el colapso de 1990-1991, la moda por el estilo occidental, las incertidumbres económicas y las dificultades con el sistema educativo hacen que sea inevitable un rápido cambio en el lenguaje. El ruso de hoy es una lengua en ebullición.
El año 2007 fue designado Año Internacional de la Lengua Rusa.
El ruso se habla principalmente en Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Kazajistán, Kirguistán y, en menor medida, en los otros países que constituyeron la URSS y Mongolia. Hasta 1917, fue el único idioma oficial del Imperio ruso. Desde el periodo soviético, fluctúa la actitud frente a las lenguas de las otras etnias. Aunque cada una de las repúblicas soviéticas tenía su propia lengua oficial, el prestigio superior fue reservado para el ruso. Después de la desintegración en 1991, las naciones nuevamente independientes han promovido sus lenguas nativas. Esto ha fomentado la disminución del conocimiento del ruso por algunas naciones, aunque permanece como idioma de intercambio político y económico en la región.
En Letonia su reconocimiento oficial y su legalidad en las aulas ha sido un tema de debate importante en un país donde más de un tercio de la población habla ruso, sobre todo entre los que emigraron tras la Segunda Guerra Mundial de Rusia u otras partes de la URSS (Bielorrusia, Ucrania). De manera similar, en Estonia los inmigrantes de la época soviética y sus descendientes constituyen aproximadamente la cuarta parte de la población actual. En cuanto a Lituania, una población mucho menor rusoparlante ha sido asimilada tras la independencia y actualmente representa menos de una décima parte de la población total del país.
En el siglo XX, el ruso fue enseñado a menudo en las naciones comunistas del antiguo Pacto de Varsovia y en otros países satélites, como Polonia, Bulgaria, y Checoslovaquia. No obstante las generaciones más jóvenes no lo dominan, ya que el ruso no es obligatorio en su sistema educativo.
En Israel viven unos 750.000 inmigrantes judíos de la antigua URSS, y la prensa israelí frecuentemente publica en ruso. También en Norteamérica y Europa occidental, hay cientos de miles de personas de habla rusa. En general, los descendientes de los emigrantes pierden el habla rusa antes de la cuarta generación. Las comunidades rusoparlantes en Europa occidental totalizan aproximadamente 3 millones.
Antiguamente los descendientes de emigrantes rusos tendían a perder el lenguaje en la tercera generación. En la actualidad dada la facilidad de viajar y el acceso a TV y páginas web rusos, es probable que sobreviva más tiempo.
La lengua rusa está constituida por tres grupos dialectales:
Grupo septentrional, que se extiende del Mar Blanco hasta cerca de Moscú al sur y, al este, hasta los Urales y Siberia.
Grupo meridional, que se extiende por el sur de la Rusia europea y por el Cáucaso norte, cuyo límite septentrional pasa por Mozháisk, Podolsk y Riazán.
Grupo central, situado entre los dos anteriores desde Pskov a Penza y el Volga, pasando por Moscú.
A pesar de la igualación a partir de 1900, especialmente en lo concerniente al vocabulario, existe un gran número de dialectos en Rusia. Algunos lingüistas dividen los dialectos del ruso en dos grupos regionales principales, el "norteño" y el "sureño", con Moscú como zona de transición entre ambos. Otros lo dividen en tres grupos: "norteño", "central" y "sureño", con Moscú en el grupo central. Los dialectólogos reconocen dentro de Rusia docenas de variedades menores.
Los dialectos norteños tienen como característica más notoria la pronunciación clara del fonema /o/ en posiciones átonas -fenómeno denominado ókanye (оканье)-, mientras que en los acentos del centro del país y sureños -incluyendo Moscú- pasa a pronunciarse /ʌ/, ákanye (aканье). Asimismo, en el acento sureño se palataliza el fonema /t/ en posición final y se aspiran los fonemas /g/, que pasan a ser más similares al fonema /h/. También son estas características comunes con el ucraniano moderno, lo que indica la influencia entre ambos.
Los grupos dialectales central y meridional se caracterizan por lo que se llama akan'je, que es la fusión de algunas vocales átonas.
Entre los primeros en estudiar la dialectología rusa estuvo Lomonósov en el siglo XVIII. En el siglo XIX Vladímir Dal compiló el primer diccionario que incluía vocabulario dialectal. El estudio detallado de los dialectos del ruso comenzó a principios del siglo XX. Destaca el Atlas dialectológico de la lengua rusa (Диалектологический атлас русского языка), publicado en tres volúmenes entre 1986-1989, tras cuatro décadas de trabajo.
La lengua coloquial está basada en los dialectos centrales.
Algunos dialectos (o variedades ligüísticas) sociales que ha generado el desarrollo del idioma ruso son:
Trasianka. Lenguaje mixto en Bielorrusia, formada sobre la base del vocabulario ruso, pero con fonética y gramática del bielorruso. Tiene una historia bastante larga, desde que el territorio de Bielorrusia entró a formar parte del Imperio Ruso a finales del siglo XVIII. Los primeros testimonios escritos están fechados a finales del siglo XIX. Surgió como medio de comunicación entre campesinos, para quienes la lengua natal era el bielorruso, y habitantes de las ciudades, “rusificados” por orden real. En la época soviética el dialecto se desarrolló aún más debido a que en la educación básica y superior, en la televisión, en la radio y en los periódicos la lengua utilizada era el ruso ya que Bielorrusia careció de lengua oficial hasta el año 1990, cuando la República se proclamó Estado independiente.
Súrzhyk . Es una mezcla de vocabulario ruso y ucraniano modificados con fonética y gramática ucranianas. Fue registrado por escrito ya en 1819. Según los datos del Instituto Internacional Sociológico de Kiev, hoy en día lo hablan entre un 11% y un 18% de la población de Ucrania, es decir, entre 5,1 y 8,3 millones de personas.
Runglish. La lengua pidgin ruso-inglesa que usan los emigrantes rusos que residen en países anglófonos. La comunidad más famosa donde se utiliza es la de Brighton Beach, en Brooklyn, Nueva York. Se caracteriza por el vocabulario inglés, pero con algunas inclusiones rusas, y por la fonética y gramática rusas.
Deutschrussisch. La lengua pidgin ruso-alemana, caracterizada por la formación del vocabulario sobre la base de raíces alemanas pero con prefijos y sufijos rusos, cuyas palabras se flexionan después según las reglas de la gramática rusa.
Fenya. La jerga criminal, compuesta a base de morfología y gramática rusas pero con un vocabulario muy peculiar. Se formó en la Rusia de la época medieval y originalmente fue una lengua clandestina que usaban entre sí los comerciantes y viajantes.
El idioma estándar está basado en el dialecto moscovita con su característico ákanye (por ejemplo, спасибо -gracias en ruso-, en vez de spasibo, se pronuncia spasiba).
El ruso es un idioma eslavo, de la familia indoeuropea. Teniendo en cuenta solamente el habla, las lenguas más semejantes son el bielorruso y el ucraniano, las otras lenguas nacionales en el grupo eslavo oriental.
Junto al bielorruso, el ucranio y el rusino configuran la rama oriental de las lenguas eslavas.
El vocabulario básico, la morfología y el estilo literario han sido influidos por el eslavo eclesiástico, lengua del grupo eslavo meridional que era usado por la Iglesia ortodoxa rusa. Por eso, mucho del actual vocabulario literario es más semejante al búlgaro que al ucraniano o al bielorruso. Sin embargo, las formas del eslavo oriental permanecen en los varios dialectos, resultando en casos en que se usan ambas formas, con sentidos ligeramente diferentes (cf. huir y fugir).
El sistema fonológico del ruso es una herencia del eslavo común, pero sufrió un gran número de cambios en sus primeras etapas históricas, antes de establecerse de manera global hacia el siglo XV.
El idioma tiene cinco vocales, que a su vez corresponden dos letras a cada una, dependiendo de si palatalizan a la consonante previa o, en contextos de inicio de palabra, si presentan un apéndice palatal articulado como /j/. Las consonantes, asimismo, pueden clasificarse en parejas según se realicen palatalizadas o no. La lengua estándar, basada en el dialecto moscovita, tiene un acento prosódico muy fuerte y una modulación moderada del tono (el cual, no obstante, no actúa como diferenciador léxico). Las vocales tónicas se alargan hasta cierto punto en ciertos contextos fonológicos y según las necesidades expresivas y entonativas, mientras que las vocales átonas tienden a reducirse a una schwa. Los grupos consonánticos de tres o más elementos suelen simplificarse.
En su sistema de sonido el ruso tiene numerosas consonantes sibilantes y grupos de consonantes, así como una serie de consonantes palatalizadas que contrastan con otra serie de no palatalizadas (las consonantes palatalizadas se producen con el medio dorso de la lengua contra el paladar duro, conociéndose a menudo como consonantes suaves). Las vocales reducidas ī y ū del eslavo arcaico se han perdido en ruso en posición débil.
Los diferentes dialectos pueden mostrar variaciones radicales en la fonética.
La estructura de la frase es sujeto, verbo y objeto, pero el orden de las palabras varía, dependiendo de qué elementos son ya familiares en el discurso.
Su ortografía es básicamente fonética y sus reglas de pronunciación son pocas y muy sencillas. Carece de artículos.
Posee tres géneros, masculino, femenino y neutro, que se declinan con variaciones de caso y número.
Los casos son seis: nominativo, acusativo, genitivo, dativo, instrumental y preposicional; los números son dos: singular y plural.
Los adjetivos concuerdan con los nombres en género, número y caso.
Los verbos tienen tres tiempos, pasado, presente y futuro, además de aspecto, que son dos, el imperfectivo, que presenta la acción como proceso repetido, y el perfectivo, que presenta la acción como única y en bloque, generalmente como acción concluida.
La distinción aspectual se conserva en los tres modos, indicativo, subjuntivo- condicional e imperativo. Como posee declinación y conjugación, no es una lengua rígida en cuanto al orden de las palabras en la oración.
Los pronombres personales son los siguientes: singular 1 ja, 2 ty, 3 on/ona/ono; plural 1 my, 2 vy, 3 oni; todo ellos declinados en los seis casos. Los pronombres demostrativos son etit/eta/eto, plural eti 'esto/estos'; tot/ta/to, plural te 'eso/esos'. El interrogativo es kto '¿quién?', što '¿qué?'. El relativo masculino es kotoryj, femenino ktoraja, neutro ktoroe.
El número total de palabras en ruso es difícil de calcular dada la habilidad de aglutinar y crear múltiples compuestos, diminutivos, etc. Los filólogos han estimado que hoy en día el idioma puede contener entre 350.000 y 500.000 palabras.
Algunas palabras rusas han pasado a muchas lenguas, como vodka, zar, pope, gulag, duma, dacha, balalaica, pogrom, troika, estepa y tundra.
Una nota característica de su léxico es la amplitud de las familias de palabras derivadas de una misma raíz por medio de prefijos y sufijos.
Los rusos poseen un nombre patronímico (patrónimo) compuesto por el nombre de pila del padre más los sufijos ovich (oвич) o evich (eвич), que significan "hijo de", el equivalente para las mujeres son evna (евна) u ovna (овна), "hija de". Por último, en el apellido de la familia existe la distinción entre hombre y mujer: ov (oв) o ev (eв), para los hombres, y ova (oвa) o eva (eвa), para las mujeres. Por ejemplo: Fiódor Mijáilovich Dostoyevski (hijo de Mijaíl) o Zhanna Vladímirovna Kopylova, hija de Vladímir; Dmitri Yúrievich Ivanov (hijo de Yuri Ivanov, masculino) o Yekaterina Yúrievna Ivanova (hija de Yuri Ivanov, femenino).
Texto de muestra
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Все люди рождаются свободными и равными в своем достоинстве и правах. Они наделены разумом и совестью и должны поступать в отношении друг друга в духе братства.
Para escribir ruso se usa una versión moderna del alfabeto cirílico.
Durante el reinado de Pedro el Grande (mediados del siglo XVIII) se introdujo el alfabeto civil (grazhdánskaja ázbuka) en lugar del eslavo eclesiástico. En 1917/8 ciertas letras redundantes fueron desechadas.
La tabla siguiente presenta sus formas mayúsculas, con transcripción del sonido típico de cada letra en el AFI:
А /a/ |
Б /b/ |
В /v/ |
Г /g/ |
Д /d/ |
Е /ʲe/ |
Ё /ʲo/ |
Ж /ʐ/ |
З /z/ |
И /i/ |
Й /j/ |
К /k/ |
Л /l/ |
М /m/ |
Н /n/ |
О /o/ |
П /p/ |
Р /r/ |
С /s/ |
Т /t/ |
У /u/ |
Ф /f/ |
Х /j/ |
Ц /ʦ/ |
Ч /ʨ/ |
Ш /ʂ/ |
Щ /ɕː/ |
Ъ /-/ |
Ы /ɨ/ |
Ь /ʲ/ |
Э /ɛ/ |
Ю /ʲu/ |
Я /ʲa/ |
Los primeros textos escritos en ruso antiguo que se conocen están fechados en el siglo XI. Es todavía una mezcla de dos lenguas: del eslavo antiguo, creado por los santos Cirilo y Metodio, y del ruso, la lengua hablada del país.
Como material para los documentos laicos se utilizaba corteza de abedul. Los textos preservados muestran correspondencia particular, documentos comerciales, testamentos y protocolos de tribunales. Además, aparecen textos escolares, abecedarios, tareas de casa o dibujos infantil. Hay también textos folclóricos, chistes, adivinanzas y recetas.
En las épocas posteriores el alfabeto cirílico, empleado en la vida cotidiana, sufrió cambios, y el trazo contemporáneo de las letras del ruso moderno hoy día se distingue mucho del del eslavo eclesiástico, que sigue usándose como lengua litúrgica de los oficios religiosos.
El ruso antiguo empleó la misma escritura que el eslavo antiguo, formado a base de protoeslavo, y el eslavo eclesiástico.
La literatura rusa escrita empezó a desarrollarse después de que el país adoptara el cristianismo y el alfabeto cirílico. Los libros fueron un medio de propagar la fe y servir en los oficios religiosos. Los primeros libros que aparecieron en Rusia fueron traducciones del griego.
Los trabajos más importantes originales de la antigua literatura rusa son:
Crónica de Néstor (Póvest vremennyj let) (la segunda mitad del siglo XI - principio del siglo XII) Es una crónica importante, donde se exploran los orígenes de Rusia y se enlaza su historia con la de los países colindantes. La crónica cubre el periodo desde 852 a Vladímir II Monómaco.
La Loa de san Vladímiro (Discurso sobre la ley y la gracia; Slovo o zakone i blagodati) (1037-1050) por Hilarión de Kiev, metropolita de Kiev (hacia 1050). En este temprano trabajo propagandístico, Ilarión compara la Ley Judía y el Cristianismo (Gracia). Señala que la nueva Gracia divina pertenece equitativamente a cada nación y que Bizancio no puede monopolizarla.
El texto laico más famoso es el Cantar de las Huestes de Ígor (finales del siglo XII). El libro está basado en un ataque sin éxito llevado a cabo por el Príncipe Ígor Sviatoslávich de Nóvgorod-Síverski (del Principado de Chernihiv de la antigua Rusia) contra los polovtsianos o cumanos de la región del Bajo Don en 1185. El autor apela a los belicosos príncipes rusos, llamándolos a la unidad ante la constante amenaza de los pueblos turcos del este.
La Homilía de Vladímir II Monómaco (Pouchenie Vladímira Monomaja) (cerca 1117). Es un testamento moral, en que Vladímir II Monómaco explica el deber de un príncipe, esboza los principios morales de un duque y cita su vida como ejemplo.
El Viaje del abad Daniil a tierra sagrada (Jozhdenie igúmena Daniila v Svyatúyu zemlyu) (principio del siglo XII). En el Viaje se trata el itinerario a Palestina de forma realista y se recopilan distintas leyendas religiosas.
Siglos X-XI
El honor de ser considerado el primer libro en eslavo eclesiástico lo ostenta el llamado Código de Nóvgorod, hecho de madera de tilo. Fue descubierto en el año 2000, tiene cuatro páginas y data de finales del siglo X. Es una selección de salmos.
A finales del siglo X apareció también una breve crónica sobre los hechos de san Vladímiro el Grande, gran príncipe de Kiev. El Estado ruso antiguo, dividido en varios principados, cada uno con su propio gobernante, se llamaba la Rus de Kiev y estaba dirigido por el príncipe de la ciudad de Kiev, capital de la actual Ucrania, la más poderosa e influyente de aquel entonces, entre 980 y 1015. San Vladímiro recibió el bautismo en el año 988 e inició la transición del país al cristianismo. Entre finales del siglo X e inicios del siglo XI fue registrado por escrito un ciclo de poemas heroicos folclóricos sobre el santo, ya no en eslavo antiguo, sino en ruso antiguo.
Otra etapa de la literatura popular la marcaron las obras en corteza de abedul fechadas entre los siglos XI y XV: encantamientos, chistes, enigmas, selecciones de recetas y muchas otras.
En la literatura rusa existía una distinción muy clara: los textos religiosos estaban escritos en eslavo eclesiástico, mientras que los laicos se escribían en ruso antiguo, la lengua de comunicación en la vida cotidiana. Uno de los textos eclesiásticos más famosos de este período es El cantar de la ley y de la gracia de Dios del primer metropolitano de toda Rusia, Hilarión, fechado entre 1037 y 1050. La obra está dedicada al tema de la igualdad de los pueblos ante Dios y la Iglesia universal.
Siglos XII-XV
A finales del siglo XII apareció la obra más famosa de la literatura rusa antigua: El cantar de las huestes de Ígor. El argumento de ese poema anónimo en eslavo antiguo está dedicado a una campaña perdida en 1185 por los príncipes rusos contra las tribus de cumanos que amenazaban la región con constantes incursiones. La obra representa una sorprendente mezcla del cristianismo con el todavía existente paganismo: en el fragmento más famoso del poema, “El llanto de Yaroslavna”, la mujer del príncipe llora la batalla de su marido con el enemigo desde la muralla de su castillo, invocando a los elementos: al sol, al viento, al río Dniéper... Los versos están llenos de simbolismo poético, de metáforas insólitas y llamamientos políticos bastante drásticos a los príncipes gobernantes para que unan sus esfuerzos contra un enemigo común. La notable diferencia de esta epopeya frente a otros textos de la época hizo que los especialistas llegaran a considerar que se trataba de una falsificación posterior, del siglo XVIII. Sin embargo, hoy domina la opinión de que es auténtica. Muchos expertos coinciden en que la obra forma parte de una tradición épica de la Rusia antigua totalmente perdida en la actualidad.
En el siglo XIII aparecieron las primeras obras de género epistolar. Uno de los ejemplos más destacados es La plegaria de Daniil el Prisionero, una petición del autor a Yaroslav II, el príncipe de Pereslavl en aquel entonces, que más tarde, en 1236, se convertiría en el gran príncipe de Kiev y desde 1236 también en el gran príncipe de Vladímir. El texto está fechado entre 1213 y 1236. Combina citas de la Biblia y crónicas de la época con elementos de la lengua oral y sátiras contra los nobles y las autoridades eclesiásticas. No se dispone de datos biográficos acerca del autor pero una de las versiones populares afirma que Daniil fue un exiliado o un recluso que se dirigía al príncipe en busca de ayuda.
Mientras el siglo XIV se caracterizó por un fuerte desarrollo del género de “peregrinajes” (descripciones muy solemnes en eslavo antiguo de viajes a lugares santos), fue en el siglo XV cuando apareció la primera obra laica de este tipo: El peregrinaje a través de tres mares del comerciante de la ciudad de Tver Afanasi Nikitin. Afanasi fue un mercader que entre 1466 y 1474 emprendió un viaje a la India. Sin embargo, su expedición no le trajo ningún éxito comercial, con lo cual no tuvo recursos para regresar a casa. Finalmente, eligió un camino de vuelta a través de Persia, Somalia, Omán y Turquía. Sin embargo, jamás consiguió volver a ver su hogar: murió en el camino, en la ciudad de Smolensk, que en aquel entonces pertenecía al Gran Ducado de Lituania. Todas las aventuras que vivió y los países que visitó los describió en un diario que llevaba consigo. Su obra llegó a manos de un funcionario de Moscú y su texto se registró en las crónicas.
Siglo XVI
En los siglos XV y XVI en la literatura rusa siguió desarrollándose el género epistolar, de hecho, el siglo XVI está marcado por una obra maestra de este tipo: Cartas entre el zar Iván el Terrible y el príncipe Andréi Kurbski, un exiliado que obtuvo la fama de ser el primer “disidente” ruso, al escapar de las represalias del zar a Lituania, parte del Imperio polaco de aquel entonces. Hoy en día se conocen cinco cartas: dos de Iván IV y tres de Kurbski. Los temas principales son cuestiones sobre el poder eclesiástico en el país y el carácter de la monarquía; el príncipe argumentaba a favor de limitar la monarquía y de aumentar el papel de los nobles en la dirección del Estado, mientas que el zar declaraba el poder absoluto como única opción. Aparte, los mensajes de Iván el Terrible estaban llenos de drásticas acusaciones, maldiciones y groserías contra el traidor: “perro” y “consejos que hieden más que excrementos” fueron de las más suaves.
Otra obra maestra del siglo fue Domostrói (“Estructura del hogar”), una selección de reglas, instrucciones y consejos acerca de cómo debe administrarse la casa y la vida dentro de una familia: incluía recetas, prescripciones de qué vestir en diferentes ocasiones, de cómo y cuándo rezar y muchos otros detalles. A pesar de estar escrita en eslavo antiguo y no en ruso antiguo, contenía muchos proverbios y refranes. Reflejaba la ideología patriarcal de la época y entre las frases más famosas del libro está: “una esposa buena, trabajadora y silenciosa es una corona para su marido”, “no lamentes golpear a un joven: si lo castigas con una varilla, no morirá sino que se hará más fuerte”.
Después de 1547 apareció El relato de Piotr y Fevronia de Múrom. La peculiaridad de esta obra es que estaba basada en leyendas orales y cuentos folclóricos y reflejaba motivos mitológicos: una lucha contra una serpiente y una muchacha que resolvía enigmas.
Siglo XVII
El siglo XVII siguió modificando el género hagiográfico y vio el primer experimento laico de estilo. El innovador texto de Vida del arcipreste Avvakum, escrito por el mismo religioso entre 1672 y 1673, fue una pura autobiografía. El autor, el arcipreste Avvakum, fue un sacerdote que se opuso a la reforma religiosa que quería acercar la liturgia de la Iglesia ortodoxa rusa a la griega y encabezó masas de creyentes ordinarios que no querían traicionar la fe y las tradiciones de sus padres. Los llamados “viejos creyentes” perdieron y Avvakum fue perseguido, torturado y desterrado. Pasó quince años en el exilio y murió en la hoguera acusado de injurias al zar. La Vida fue escrita precisamente durante el período de destierro. En el texto, Avvakum abarca tanto debates religiosos e ideológicos como recuerdos personales, aventuras y sus pecados más íntimos. Las innovaciones penetraron en el estilo propio de las descripciones también: el lenguaje de la obra es una mezcla de elementos solemnes y habla popular.
Siglo XVIII
En el siglo XVIII empezó a desarrollarse muy rápidamente la lengua literaria propiamente rusa, mientras que los ámbitos de uso del eslavo eclesiástico se fueron reduciendo.
Clasicismo
Durante el siglo XVIII en la literatura rusa reinó el clasicismo. La corriente presuponía que una obra literaria debía componerse en conformidad con unas reglas estrictas, reflejando así la estructura armónica del universo. El objeto siempre era algo eterno y “elevado” y el propósito, destacar algunos rasgos característicos, dejando aparte todo lo intrascendente, es decir, lo individual. Los personajes carecen de dinámica, no cambian ni sus posturas, ni menos su carácter durante la acción y se dividen muy explícitamente en “buenos y malos”, los primeros suelen transmitir al público el punto de vista del autor.
En Rusia, el clasicismo se desarrolló bajo la fuerte influencia de la Ilustración y sus ideas de igualdad y justicia, con lo cual, los autores se centraban en dar sus propias valoraciones de la realidad histórica. Desde este punto de vista, la obra más representativa de los géneros “inferiores” es la comedia de Denís Fonvizin El menor (1782), la cual, a través de sus personajes grotescos y caricaturescos, revela todos los vicios de la sociedad aristocrática provincial de la época: falta de educación básica, violencia doméstica y tiranía. El protagonista, un adolescente de familia noble, a pesar de su edad bastante madura ni siquiera sabe contar; sus instructores tampoco saben lo que supuestamente tienen que enseñar; y su madre no vacila en golpear tanto a sus siervos como a su marido.
En los géneros “elevados” el pionero resultó ser Mijaíl Lomonósov con sus odas. Lomonósov era un astrónomo, químico y físico ruso que además formuló las leyes del clasicismo (originado en Francia) para la literatura rusa y sistematizó elementos de diferentes estilos funcionales, del estilo hablado, del estilo comercial y jurídico y del estilo alto libresco.
Sentimentalismo
A finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX la literatura rusa adopta las ideas del sentimentalismo, corriente que apareció en Europa en 1720 a raíz del llamamiento de Jean-Jacques Rousseau a aproximarse a la naturaleza. El sentimentalismo ruso se caracteriza por una aproximación muy subjetiva a la realidad, al culto a las emociones, a la naturaleza y a la pureza innata. Defiende la riqueza espiritual y la ausencia de vicios en los representantes del estado llano.
La obra más famosa del género es Pobre Liza (1792) de Nikolái Karamzín. Liza, una campesina pobre, conoce a un joven noble y se enamoran. El aristócrata le comunica que debe participar en una campaña militar y por eso la abandona. La joven, enamorada, se atreve a acostarse con su amado antes de su partida. Al cabo de unos días él se va. Pasados unos meses, Liza ve a su enamorado en la calle en un carruaje de lujo y recibe la noticia de que va a casarse con una mujer rica: había perdido su fortuna jugando a las cartas. Liza se suicida.
Siglo XIX
Romanticismo
En el siglo XIX la corriente sentimentalista en la literatura rusa desemboca en el romanticismo. El romanticismo afirma el culto a la naturaleza, a los elementos y a la armonía entre estos y el ser humano. Aparece el personaje del “noble salvaje”, armado con una sabiduría natural y sin estar viciado por la civilización. Se acentúa el interés hacia los motivos mitológicos y los personajes legendarios y se canta a la libertad y al individualismo. La poesía adquiere un nuevo valor, empieza a considerarse un modo de expresar las aspiraciones ideales, las más espirituales del ser humano.
En Rusia el romanticismo se asocia, en primer lugar, con la poesía de Vasili Zhukovski de la primera década del siglo XIX. Sus baladas se basaban en traducciones o adaptaciones a la realidad rusa de obras europeas.
El poeta romántico más destacado del país fue Mijaíl Lérmontov (1814-1841), a veces llamado “el Byron ruso”. Estuvo considerado la figura más importante de la poesía rusa desde la muerte en duelo de Alexandr Pushkin en 1837 hasta la suya propia, cuatro años más tarde, también en un duelo. En sus poesías la figura central es una “persona superflua”; el término denomina a alguien que, a pesar de tener talento o capacidades destacadas, no puede desarrollarlo y vive un destino trágico.
El romanticismo ruso llegó a su culminación en 1840 en las obras de otro poeta, Fiódor Tiútchev, en cuyos versos medita sobre el universo, el destino humano y la naturaleza.
Realismo crítico
En 1830 y principalmente en 1840, en la literatura rusa se desarrolla el realismo crítico: corriente que representa personajes humanos en sus vínculos con las circunstancias sociales y se centra en analizar el mundo interior del individuo. Aparece entonces la figura de la “persona pequeña”, es decir, ordinaria e insignificante; se trata de un tipo de personaje de una posición social bastante baja, sin ninguna capacidad destacada ni fuerza de voluntad, que no hace nada malo a nadie, con sus historias dramáticas pero muy cotidianas. Su objetivo principal es presentar “la verdad” de la vida.
Por diferentes que sean, entre los escritores realistas se encuentran Dostoyevski, Tolstói, Gógol, Nekrásov y Saltykov-Schedrín.
Mezcla de corrientes
El primero en presentar a una “persona pequeña” al lector fue el gran poeta y escritor, creador de la lengua literaria rusa, Alexandr Pushkin. Un romántico en muchos de sus versos, en su serie de obras en prosa Los relatos de Belkin (1830) se convierte en realista y describe tragedias cotidianas de personas corrientes. Pese a que cada uno de los cinco relatos introducía un nuevo tipo de personaje que transgredía todos los cánones existentes de la literatura de aquel entonces, el global de la obra correspondía a un género tradicional de la época: algunos relatos al sentimentalismo y otros al romanticismo.
Otro notable experimento de mezcla de géneros lo emprendió una década antes que Pushkin Alexandr Griboyédov con su comedia La desgracia de ser inteligente, finalizada en 1824. La obra literaria de este destacado diplomático ruso combina elementos de clasicismo (unidad de acción: veinticuatro horas), romanticismo (el fracaso total de un personaje de talentos fenomenales pero desperdiciados) y realismo a la vez. La comedia, de la cual multitud de frases se han convertido en refranes y proverbios, es una atrevida sátira contra la alta sociedad moscovita, donde reinaban la falsedad, la hipocresía y el favoritismo.
Realismo sociológico
El fin del siglo XIX es la época de Antón Chéjov en la literatura rusa. Varios críticos denominan a este periodo “realismo sociológico” ya que los temas principales del escritor y dramaturgo son los problemas y los cambios en la sociedad y el destino de los individuos en ella. Fue pionero en emplear el método del “fluir de la conciencia” (un monólogo interno del personaje que reproduce sus impresiones, asociaciones y pensamientos inmediatos en el momento del habla), posteriormente adoptado por los modernistas y por James Joyce en primer lugar.
Los primeros años tras la llegada de los bolcheviques al poder en 1917 fueron turbulentos en todos los aspectos y el panorama cultural cambió de manera muy activa en Rusia. Salieron a primera plana nuevas fuerzas sociales, liberadas tras el derrocamiento de la autocracia y surgieron múltiples grupos literarios opositores. Estos años fueron, en el sentido literal de la palabra, el único periodo verdaderamente revolucionario en el desarrollo del arte de la Unión Soviética. La lucha principalmente se desplegó entre los que pertenecían a la tradición literaria clásica del realismo del siglo XIX y los que promulgaban una nueva cultura proletaria.
Literatura revolucionaria
Se dio una calurosa bienvenida al espíritu innovador en la poesía, una tradicional anunciadora de la revolución. La poesía futurista de Vladímir Mayakovski (1893-1930) y de sus seguidores, cuya inspiración provenía del “encargo social”, representaba una ruptura total con la tradición. Algunos escritores adaptaban a los nuevos temas los medios antiguos de expresión; así, por ejemplo, Serguéi Yesenin (1895-1925) elogiaba con el estilo lírico tradicional la nueva vida que se esperaba en los pueblos con la llegada del poder soviético.
Algunas obras de la literatura posrevolucionaria se crearon en el espíritu del realismo del siglo XIX. El tema principal de este periodo fue la sangrienta y fratricida guerra civil de 1918 a 1920, que causó un fenómeno extendido en todo el país en el que los miembros de una misma familia se colocaban en los lados opuestos de las barricadas.
En la prosa temprana de los “compañeros de viaje de la revolución”, según una expresión de Lev Trotski,el tema predominante era la lucha trágica entre la atracción por lo nuevo y el apego a lo antiguo, la consecuencia continua de la guerra civil. El vínculo con los escritores del pasado de manera especial se siente en la trilogía monumental de Alexéi Tolstói, Peregrinación por los caminos del dolor (1922–1941), que ilustra la Rusia prerrevolucionaria, revolucionaria y posrevolucionaria.
En condiciones de ausencia de censura política durante los primeros años del poder soviético, los escritores satíricos tenían gran libertad. Se burlaban del nuevo régimen en todos los tonos, como por ejemplo, Yuri Olesha en su refinada novela satírica La envidia (1927), o Valentín Katáyev en la novela Desfalcadores (1926), un excelente retrato de la estafa de dos burócratas soviéticos. También cabe destacar a otro gran satírico de la época soviética, Mijaíl Zóschenko, autor de numerosos relatos mordaces y tristes.
Primeras injerencias políticas en la literatura
Con el comienzo del primer plan quinquenal (1928–1932) el Partido Comunista inició la reglamentación oficial de la literatura. La Asociación Rusa de Escritores Proletarios (RAPP) contribuyó intensamente a este proceso, lo que llevó a la aparición de una cantidad ingente de literatura, prosa y dramaturgia de estilo industrial, que casi nunca se elevaba por encima del nivel de la propaganda y monótonos reportajes. Hazañas laborales o construcciones gigantescas se convertían en el tema principal de las obras literarias. De la gran cantidad de novelas sobre la colectivización se encuentra muy lejos la obra Campos roturados (1932) de Mijaíl Shólojov, probablemente porque su protagonista, Davýdov, presenta una imagen muy profunda, dotada de gran encanto personal, que no tiene nada que ver con las imágenes esquemáticas de la prosa industrial.
En 1932, el Comité Central del Partido Comunista ordenó la disolución de todas las asociaciones literarias y la institución de la Unión de Escritores Soviéticos, única para todo el país, que dos años más tarde sería establecida en el Primer Congreso Nacional de Escritores Soviéticos.
Cada vez más difícil se hacía la situación de los escritores que criticaban el régimen o de alguna manera se oponían a él. Sin embargo, al considerar las necesidades de la campaña de propaganda internacional que el régimen estaba llevando a cabo en los años treinta, se mostró cierta tolerancia respecto a los escritores más famosos. Pero como modelo se consideraba precisamente la literatura reglada desde el punto de vista político. Así, por ejemplo, la obra que correspondía de manera más precisa a las indicaciones oficiales, fue la novela autobiográfica de Nikolái Ostrovski, Así se templó el acero (1934), que tuvo un éxito aplastante. Su protagonista, Pável Korchaguin, se convirtió en ejemplo de “protagonista positivo”, o “nuevo hombre soviético”, pero su carácter carece de credibilidad, porque el mundo donde vive y lucha, tiene un tinte artificial en blanco y negro.
Durante este período Mijaíl Shólojov (galardonado con el premio Nobel en 1965) concluye su novela más famosa El Don apacible (1928–1940), considerada una obra clásica de la literatura soviética. La novela representa un amplio panorama épico de los acontecimientos de la guerra civil, la Revolución y las discordias fratricidas, que culminan con la conquista de los cosacos por el Ejército Rojo.
El realismo socialista y la amenaza de la represión
Los realistas socialistas produjeron una gran cantidad de obras teatrales privadas de dramatismo, que contaban las realidades soviéticas contemporáneas. Entre los ejemplos más destacados está la obra Los aristócratas (1934), de Nikolái Pogodin, que trata de la construcción del canal del mar Blanco al mar Báltico por mano de obra presidiaria, y otras dos obras del mismo autor sobre Lenin, El hombre del fusil (1938), y Las campanas del Kremlin (1941).
En la poesía se observaba el mismo proceso de separación entre los autores “del régimen” y los que escribían “para sí mismos” (o sea, a los que ya no se publicaba). Durante la represión de la segunda mitad de la década de 1930 muchos escritores fueron detenidos, algunos luego fusilados y otros enviados a pasar largos años en campos de trabajo. Después de la muerte de Stalin algunas víctimas de la represión fueron rehabilitadas a título póstumo, como en el caso de Ósip Mandelshtam, y a otras, excomulgadas de la literatura como, por ejemplo, Anna Ajmátova, les permitieron volver a publicar.
Muchos escritores de la época de Stalin, tratando de evitar el peligro de la temática contemporánea, comenzaron a componer novelas y obras teatrales históricas. El recurso de la historia de repente se popularizó en el trasfondo de una oleada de sentimiento patriótico, al que el Partido Comunista exhortaba ante la creciente amenaza de guerra. Los momentos clave del glorioso pasado militar de Rusia a menudo atraían la atención de los escritores. La mejor novela histórica de aquel tiempo fue Pedro I (1929–1945) de Alexéi Tolstói.
Inmediatamente después de la invasión alemana en 1941, la literatura se movilizó para el apoyo del país en guerra, y hasta 1945 casi cada palabra publicada de una u otra manera contribuía a la defensa de la patria.
La producción creativa de aquellos años en su mayor parte no fue de mucho valor. Sin embargo, algunas obras de escritores talentosos poseían gran mérito artístico. Borís Pasternak, Konstantín Símonov y Olga Bergolts crearon bellos ejemplos de lírica. Publicaron varios poemas impresionantes de carácter narrativo sobre la guerra, entre ellos El meridiano de Púlkovo (1943), de Vera Ínber, y Vasili Tiorkin (1941–1945), de Alexandr Tvardovski, que muestran la imagen del soldado ruso que se convierte en personaje legendario. Las obras más notables de la prosa de ficción de los tiempos de la guerra son Los días y las noches (1944), de Konstantín Símonov; Hijo del regimiento (1945), de Valentín Katáyev; y La guardia joven (1945), de Alexandr Fadéyev. Entre las piezas de mayor éxito de los tiempos de guerra se encuentran Frente (1942), de Alexandr Korneichuk, en la que denuncia la incompetencia de los generales soviéticos de la antigua escuela; Personas rusas (1943), de Símonov, una ilustración del sacrificio de soldados soviéticos y ciudadanos sencillos antes de morir; y las piezas de Leónov sobre la lucha encarnizada del pueblo ruso durante la ocupación alemana.
Los escritores soviéticos esperaban que el Partido extendiera los límites de la relativa libertad creativa que les fue concedida durante la guerra. No obstante, la resolución del Comité Central del 14 de agosto de 1946 sobre cuestiones literarias acabó con estos anhelos. “El arte debe inspirarse políticamente, y el ‘partidismo’ y el realismo socialista deben ser la guía para el escritor”, afirmó el político soviético Andréi Zhdánov.
Voces de protesta y antiguas obras que ven la luz
Después de la muerte de Stalin en 1953, un creciente descontento por la estricta reglamentación se manifestó en la novela de Iliá Erenburg (1954) El deshielo, sobre la difícil situación de los artistas obligados a crear bajo la supervisión de las autoridades.
Y aunque las autoridades sometieron a una seria reprimenda a los escritores rebeldes en el Segundo Congreso de Escritores (1954), el discurso del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Nikita Jruschov, originó una ola de protestas contra la injerencia en el proceso creativo. En muchas obras de poesía, prosa y drama, los escritores jóvenes no solamente denunciaban los abusos del poder del período de Stalin, sino también las repugnantes manifestaciones de la realidad contemporánea. La novela de Vladímir Dudíntsev, No solo de pan (1956), que gozó de gran éxito público con su crítica a la burocracia del Partido, fue el indicio de la nueva postura en la literatura. En 1957, cuando el espíritu rebelde empezó a molestar a los poderes, Jruschov recordó a los escritores que debían seguir la ideología comunista. La prensa del Partido condenó severamente la novela de Pasternak Doctor Zhivago, publicada en el mismo año en el extranjero (Pasternak incluso se vio obligado a rechazar el premio Nobel en 1958). El sonado escándalo que causó este libro ayudó a dominar la agitación literaria y ya en el Tercer Congreso de Escritores reinaba un ambiente de resignación.
A principios de 1960 la necesidad de una mayor libertad de expresión artística en la literatura y el arte se expresó con una nueva fuerza, especialmente por medio de los “jóvenes airados”, entre los que los poetas Yevgueni Yevtuschenko y Andréi Voznesenski fueron los más populares. La poesía de Voznesenski se distingue por los experimentos con el lenguaje, las imágenes audaces y la diversidad de temas, que ilustran de modo brillante sus mejores libros La pera triangular (1960) y Antimundos (1964).
Los años 60 del siglo XX fueron notables no solo por las nuevas obras, sino también por las antiguas, publicadas por primera vez. Así, los lectores tuvieron la posibilidad de conocer, por ejemplo, la labor creativa de Marina Tsvetáyeva (1891-1941). De nuevo en la prensa apareció el nombre de Borís Pasternak, aunque solamente publicaron sus versos; Doctor Zhivago se publicó en la Unión Soviética treinta años más tarde que en Occidente. El descubrimiento literario más importante de la década fue la obra creativa de Mijaíl Bulgákov (1891-1940), anteriormente conocido por su escenificación de Almas muertas, una novela de Gógol, y por la novela La guardia blanca (1924), en la que, a diferencia de la mayoría de las obras de la literatura soviética, los adversarios del poder soviético durante la Guerra Civil no se presentan como canallas despreciables, sino como personas desorientadas que defienden una causa perdida. Las novelas y narraciones de Bulgákov, publicadas a título póstumo, le valieron la reputación de fino satírico y, en general de ser uno de los mejores escritores rusos. Entre sus obras dadas a conocer en esos años destacan Novela teatral, publicada en 1965, una caricatura humillante del famoso director de teatro Konstantín Stanislavski; la novela El maestro y Margarita (1966-1967), que incluye una gran variedad de temas relacionados con el arte y el sentido de culpa; y Corazón de perro, publicada en el extranjero en 1969, una historia pintoresca sobre un experimento científico que convirtió un animal corriente en un ser humano despreciable que reunía las peores cualidades humanas y caninas, lo que los poderes consideraron una parodia peligrosa de la experiencia soviética de la formación de un hombre nuevo.
En los años sesenta paulatinamente renació el teatro soviético tanto a consecuencia de la aparición del nuevo repertorio (por ejemplo, obras de Víktor Rózov y Alexéi Arbúzov), como por la reanudación de la experimentación teatral de los años 1920. Los nuevos talentos, como Bela Ajmadúlina y Novela Matvéyeva, enriquecieron la poesía. Algunos novelistas jóvenes, como Yuri Kazakov y Yuri Naguibin, buscaban usar la experiencia de maestros rusos de género de la época prerrevolucionaría como Chéjov; otros, como Vasili Axiónov, tomaban como modelo las obras de los escritores contemporáneos occidentales como J. D. Salinger.
Los años setenta y el exilio
Los acontecimientos literarios más importantes de los años sesenta fueron la publicación en 1952 de la novela de Alexandr Solzhenitsyn Un día en la vida de Iván Denísovich y el proceso judicial de los escritores Andréi Siniavski y Yuli Daniel en 1966. Las obras posteriores de Solzhenitsyn y Siniavski, dos autores de primera fila de la época postestalinista, reflejan el desarrollo de la literatura soviética durante la era de Brézhnev.
Tras la publicación de Un día en la vida de Iván Denísovich, que le granjeó fama entre todo el público, Solzhenitsyn logró publicar solamente algunos de sus relatos, el mejor de los cuales es La casa de Matriona (1963), tras el cual las puertas de las editoriales soviéticas se cerraron para él. Sus novelas El primer círculo y Pabellón del cáncer se publicaron en el extranjero en 1968, y ya en 1969 quedó excluido de la Unión de Escritores Soviéticos. En 1970 lo galardonaron con el premio Nobel de Literatura. En 1971 en Occidente publicaron la novela Agosto de 1914, la primera de una serie de novelas históricas en las que el autor trató de investigar las causas, el desarrollo y las consecuencias de la llegada de los bolcheviques al poder. La siguió en 1973 el primer tomo de la investigación monumental de carácter artístico y documental del sistema soviético de campos de trabajos forzados: Archipiélago Gulag (Solzhenitsyn expresó lo que sabía él mismo de primera mano ya que pasó como preso en los campos unos ocho años). En pleno ardor del escándalo causado por esta publicación, Solzhenitsin fue privado de su ciudadanía soviética y expulsado del país. Algún tiempo después se estableció en EE. UU., donde continuó trabajando en el ciclo de novelas históricas y publicó sus memorias durante la época de Jruschov en El roble y el ternero (1975). Hasta 1994 el escritor no pudo regresar a Rusia.
Siniavski tras cumplir casi la totalidad de su condena fue puesto en libertad y le permitieron volver a Moscú. En 1973 emigró a Francia, donde publicó sus estudios críticos sobre Pushkin y Gógol (Caminando con Pushkin y A la sombra de Gógol) y las memorias de los gulags Voces del Coro (1976). La novela autobiográfica ¡Buenas noches! se publicó en 1984.
En los tiempos de Brézhnev el control oficial sobre la literatura soviética no se debilitó y muchos autores talentosos se vieron obligados a emigrar de la Unión Soviética. Entre los emigrantes más destacados estuvieron el poeta Iósif Brodski, el satírico Víktor Voinóvich y el escritor y filósofo Alexandr Zinóviev. En 1964 Brodski fue condenado por "parasitismo social" y enviado al destierro a trabajos forzados. Alcanzó la libertad en 1965, cuando la publicación de su primer libro de versos en Occidente atrajo la atención sobre sus circunstancias pero en 1972 lo forzaron a emigrar. En 1987 se convirtió en el quinto escritor ruso laureado con el premio Nobel, y en 1991 fue honrado con el título de poeta laureado de EE. UU. Por su parte, Voinóvich emigró a Alemania occidental en 1981. Su libro más famoso, Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin (1975), se publicó en Occidente, así como la mayoría de sus obras posteriores. Al igual que Voinóvich, Zinóviev publicó su obra más famosa, una mezcla extravagante de ficción artística, filosofía y sátira social bajo el título Cumbres abismales (1976), antes de emigrar en 1978, pero también en el extranjero continuó escribiendo y publicando prolijamente.
Algunos de los escritores destacados que se quedaron en la Unión Soviética trataron de hacer frente a la omnipotencia oficial sobre la edición y la distribución de la literatura. Las obras que no alcanzaban el visto bueno de las autoridades, empezaron a aparecer en 1960 publicadas por vía samizdat, literalmente “autoedición”, y la circulación de las reimpresiones no censuradas aumentó de modo considerable después del proceso judicial contra Siniavski y Daniel. Otros escritores, según lo expuesto más arriba, se publicaban en tamizdat (literalmente “edición de allí”, es decir del extranjero); en particular, Gueorgui Vladímov, cuya novela Fiel Ruslán, que representaba la realidad soviética vista a través de los ojos de un perro de la ex guardia de campo, se publicó en Occidente en 1975. El ejemplo más famoso lo representa la antología Metropol, donde se reunieron las obras tanto de autores bastante conocidos como de los noveles. La censura soviética no permitió la publicación de esta colección pero se divulgó ostentosamente en Occidente. A consecuencia del escándalo surgido, Vasili Axiónov, uno de los participantes más destacados de la antología, se vio obligado a emigrar. En el extranjero publicó obras prominentes como La quema (1980) y La isla de Crimea (1981).
Aunque el período del "estancamiento" desvitalizaba la literatura, seguían publicándose en la Unión Soviética y en los tiempos de Brézhnev obras merecedoras de atención. En la literatura rusa desde 1950 cada vez fue obteniendo más peso el grupo literario de los “campesinos” (en ruso derevénshiki). En sus obras describían una vida desbordada del dolor del pueblo ruso, estaban llenos de nostalgia del pasado y se distinguían por la inclinación hacia la generación de una ficción a base de acontecimientos reales en el campesinado ruso. Los representantes principales de este grupo eran Fiódor Abrámov, Valentín Rasputin, Vasili Belov y Víktor Astáfiev. Algunos escritores se concentraron en la vida de la intelectualidad urbana. Yuri Trífonov atrajo la atención con novelas en las que investigaba el “aburguesamiento” de los intelectuales y el conjunto de los problemas morales relacionados con las represiones de Stalin y sus consecuencias, como en la novela La casa del malecón, 1976.
Al igual que Trífonov, Andréi Bítov eligió como personaje colectivo a la intelectualidad rusa. En los años setenta lo seguían publicando en la Unión Soviética pero su obra principal de aquel entonces, la novela de compleja estructura La casa de Pushkin, no se pudo publicar por completo en Rusia hasta la época de la perestroika, aunque había apareció en Occidente en 1978. El que impuso con mayor coherencia el modernismo en la literatura rusa en los años 1960-1970 fue Katáyev con sus memorias El pozo santo (1966) y La hierba del olvido (1967), comenzando así una serie de publicaciones que acuñó bajo la corriente del “movismo” (del francés mauvais), que escribió y editó hasta su muerte.
Últimos años de la Unión Soviética
Para principios de los años ochenta, la literatura rusa se había dividido en dos comunidades: emigrantes y escritores soviéticos. El panorama de la literatura legal dentro de la Unión Soviética se apagó de manera considerable cuando muchos escritores destacados como Trífonov, Katáyev y Abrámov murieron en los primeros años de la década y no apareció en la prensa ninguna evidencia de que surgieran talentos nuevos. Una excepción sustancial fue Tatiana Tolstaya, cuya primera novela corta, En el porche de oro, fue publicada por una de las revistas de Leningrado en 1983. Más tarde una colección bajo el mismo nombre se publicó en 1987. Su segunda colección, titulada Sonámbula en la niebla, se publicó en inglés en Estados Unidos en 1991.
odin/odna/odno, plural odni, dva (masculino y neutro) dve (femenino); tri, chetyre, pa'at', šest', sem', vosem', dev'at', des'at'
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El idioma rusino (русинська мова; rusynska mova) es un idioma eslavo oriental (junto con el ruso, bielorruso y ucraniano, que comparten un antecedente lingüístico común), que es hablado por los rusinos.
El primer país en reconocer el idioma rusino, más exactamente el rusino panónico, fue oficialmente la ex Yugoslavia. En 1995, los rusinos fueron reconocidos como una realidad lingüística de Eslovaquia, disfrutando del estatus de Idioma Oficial en los ayuntamientos donde más del 20% de sus habitantes hable rusino.
La palabra proviene al parecer de la latinización usada en Europa Occidental durante la Edad Media para referirse a la antigua región de Rus. Hoy en día el territorio histórico de Rus, en el más amplio sentido, está formado por los territorios de Ucrania, Bielorrusia, la Rusia europea, una pequeña parte del noreste de Eslovaquia y una estrecha franja de Polonia Oriental.
El término Rutenia puede sugerir diferentes cosas según quien lo diga y al periodo al que se refiera, y parece que los vaivenes historicos le convierten en un punto de contacto entre los pueblos eslavos y otros eslavizados por la expansion de estos hacia el oeste.
Los intentos de estandarizar el idioma han tenido dificultades al estar divididos entre cuatro países, por lo que en cada uno de estos ha derivado en una ortografía separada (en cada caso con letras cirílicas) y normas gramaticales basadas en los diferentes dialectos rusinos. El centro cultural de los carpato-rusinos es Prešov en Eslovaquia, Uzhgorod y Mukáchevo en Ucrania, Krynitsa y Legnica en Polonia, y Budapest en Hungría. Muchos rusinos viven en Canadá y en los Estados Unidos.
Origen
Su origen esta aún sin dilucidar, aunque es evidente que forman parte de los pueblos eslavos. Sin embargo, algunas teorias dicen que se trata de pueblos celtas eslavizados. En este sentido, son citados por Cesar en su Guerra de las Galias, como pueblo celtas asentados en la Galia Narbonensis, afirmacion que tambien apareceen Plinio el Viejo.
Sin embargo parece que su origen esta ligado indisolublemente al del mismo pueblo ruso, del que se separaron por motivos religiosos o politicos. De hecho el principado que dio origen a Rusia, en torno a Kiev, era conocido como Rus o Rutenia.
Un momento significativo para la historia del este de Europa es la llegada de los magiares a Panonia, que para algunas fuentes medievales anonimas da origen a los rutenos (estos serian todos los pueblos eslavos en el territorio invadido por los magiares).
Desarrollo
En el siglo XII exiten ya formaciones preestatales de los rutenos, que se hayan en conflicto con el reino hungaro. En la Edad Media se les conocera ya tanto como rutenos como rusinos. En la Enciclopedia de la Historia y Cultura Rusina, Paul Robert Magocsi afirma que el termino "ruteno" es usado para pueblos no eslavos, y el segundo, "rusino", para eslavos que viven en la Region Transcarpatica.
Tras la Paz de Karlowitz (1699), el Imperio Habsburgo se convierte en una gran potencia, integrando en su territorio Hungria, Croacia, la Transilvania bajo soberania hungara y Bucovina. Una importante parte de los rutenos es integrada enel Imperio por el Diploma Leopoldino, que hace referencia a griegos, rumanos y rutenos de Hungria, Croacia, Eslovaquia y Transilvania.
Testimonios escritos de la Edad Media, como la Gesta Hungarorum o la Cronica del Rey Bela, el Almanaque Hildersheim, o la Historia de los Mongoles, citan a los rutenos y al pais de los rutenos, aunque no lo delimitan con exactitud. Igualmente sucede con otros textos posteriores, como el testimonio de Enea Silvio Picolomini, el papa Pio XII, o Georg Reicherstorffer.
La Revolucion de 1848 determino grandes cambios en Austria. El lider ruteno, Aleksander Dukhnovici, presenta en Viena un plan para la constitucion de una provincia autonoma, la de Rutenia, que no se lleva a cabo.
Situación Actual
En 1918 se constituye el Consejo Nacional Ruteno en Ungvar, Presov y Sighet, pero la falta de apoyo hace que el estado de Rutenia no se acabe de constituir. Solo en Chevoslovaquia, entre 1919 y 1938, funcionara una region autonoma rutena, llamada Rusia Carpatica.
La mayoria de los rusines que hay en Rumania se encuentran en la Bucovina rumana y, sobre todo, en Maramures, ambas regiones divididas entre Rumania y Ucrania.
En la Rumania actual hay, segun el censo de 2002, 61.353 ucranianos(de la cual la mayoria son rutenos), representando un 0,3% de la poblacion.
La Union Cultural de los Rutenos de Rumania se creo en el año 2000, como una necesidad de organizar a la minoria ruteno-rusina, teniendo un diputado en el Parlamento del Pais.
El rusino es hablado en el Oblast de Zakarpattya en Ucrania, en el noreste de Eslovaquia, el sureste de Polonia (donde usualmente reciben el nombre de łemkowski 'Lemko', por su característico uso de la palabra lem/лєм solo'), y Hungría (donde tanto las personas como el idioma son llamados rutenos).
Los rutenos o rusinos son una minoria etnica de origen eslavo que habita en la Europa del este, al norte y al sur de los Montes Carpatos. La conocida como Rusia Subcarpatica se extiende entre los límites actuales de Ucrania, Eslovaquia y Polonia. Son conocidos con multiples denominaciones, entre ellas rusos carpaticos, rusinos, rusinos ucranianos, rutenos, o rutenos transcarpaticos.
Actualmente se encuentra dividida entre varios estados, y suele llamarse "rutenos" a los ucranianos occidentales (la parte que pertenecio al Imperio Austrohungaro), y, en muchos casos, a los ucranianos que en lugar de adherirse a la iglesia ortodoxa, se adhieren a la Iglesia católica rutena, una de las varias Iglesias orientales católicas presentes en Ucrania. Los rutenos se localizan, por tanto, principalmente en el occidente de Ucrania, con significativa dispersión por los países de la Cuenca Carpática (Polonia, Hungría, Eslovaquia y Serbia).
Es muy difícil contabilizar los rusino-hablantes, pero su número puede ser estimado sobre el millón de personas, la mayoría de ellos en Ucrania y Eslovaquia.
Habitualmente se considera que el idioma rusino está dividido en las siguientes variedades:
Lemko, hablado principalmente fuera de Ucrania en la región de Prešov de Eslovaquia, a lo largo de la ladera sur de los Cárpatos. Antes era hablando en la ladera norte de estas montañas, en lo que hoy día es el suroeste de Polonia, con anterioridad a la Operación Vistula, pero nuevamente está reviviendo.
Rusino Doliniano o Rusinos Subcarpático, es hablado en el Óblast de Zakarpatia en Ucrania.
Rusino Pryashiv, es el rusino hablado en la región de Prešov (en rusino: Pryashiv/Pryashuv) en Eslovaquia, así como en algunas comunidades de emigrados, principalmente en los Estados Unidos.
Rusino Panónico, es hablado en el noroeste de Serbia y este de Croacia. También llamado dialecto Bachea (Bačka), y es uno de los idiomas oficiales de la provincia autónoma serbia de la Voivodina.
Hutsul, hablado en las zonas montañosas de las provincias de Suceava y Marmures en Rumanía, y los extremos sur del Óblast de Ivano-Frankivsk en Ucrania (así como partes del Óblast de Chernivtsi y del Oblast de Zakarpattya), y en la ladera norte de los Cárpatos, en la región de Hutsulshchina.
Boiko, hablado en el área septentrional de las montañas de los Cárpatos en los Óblast de Lviv e Ivano Frankivsk en Ucrania, en la región de Boikivshchina. Se puede escuchar a lo largo de la frontera en el Voivodato subcarpático en Polonia.
Los dialectos Boiko, Hutsul y Doliniano (conocido este último también como la variante transcarpática del ucraniano) son identificados por algunos lingüistas y por sus propios hablantes como dialectos ucranianos y no rusinos, considerándose variedades del ucraniano.
Las opiniones difieren entre los lingüistas con respecto a si el rusino es un idioma distinto al idioma eslavo oriental o un dialecto del ucraniano. Las implicaciones políticas se añaden a la controversia.
En esta clasificación, asumimos que es un posible derivado del ruteno antiguo, antecesor común del ucraniano, el bielorruso y el rusino, conformando con ellos el subgrupo ruteno del grupo de lenguas eslavo-orientales de la rama eslava de las baltoeslavas.
El Idioma Rusino Panónico en Serbia es algunas veces incluido dentro del grupo idiomático rusino, aunque algunos lingüistas lo consideran incluido en el grupo eslavo occidental. En Ucrania, el rusino es en ocasiones considerado como un dialecto del ucraniano, ya que está muy cercano el dialecto ucraniano Hutsul, aunque algunos de sus hablantes prefieren considerarse a sí mismos como diferentes de los ucranianos.
Hay innumerables problemas sin resolver actualmente en el área del lenguaje rusino, entre otros, no existe un sistema de descripción a nivel acústico del lenguaje, lo que contendría la fonética, la fonología o las reglas de pronunciación que deben ser tenidas en el lenguaje hablado, así como ortográfico en la forma escrita, no hay una descripción gramatical normativa sistematizada conteniendo la morfología o la sintaxis del idioma y no hay, por último, un sistema normativo de descripción a nivel léxico del lenguaje rusino.
Los rutenos o rusinos no utilizan una terminología gramatical común, con algunas regiones que se refieren a часослово (la variante lemko, o la variante Prešov), otros a глагол (Subcarpatia), o дієслово (Vojvodina) para la misma parte de la oración, el verbo. No hay ni siquiera un alfabeto Rusyn común con algunas letras que no aparecen en todas las variantes (ы y i no existen en Vojvodina, ї no existe en la variante lemko), otras letras sólo en una región (ё en la variante Prešov, ō en un diccionario Subcarpatiano; ± en una gramática subcarpatiana), y una letra en orden alfabético diferente (ы siguiendo a и en el lemko y Prešov, pero después de щ en un diccionario Subcarpatiano). Más problemático es el grafema utilizado para describir varias vocales que reemplazaron el fonema o en sílabas recién cerradas. Un ejemplo clásico de este fenómeno existe en dialectos Subcarpatianos para la palabra que originalmente existía como конь, pero ha llegado a ser pronunciado como кунь, кüнь, кінь, кынь. Ninguna de estas variantes predomina en todo el área dialectal subcarpatiano. En realidad, el problema de cómo representar los diversos fonemas fue abordada por los gramáticos subcarpatianos en la primera mitad del siglo XX y se resolvió mediante el uso de un solo grafema, ya sea ô (Avhustyn Voloshyn e Iván Pan'kevych) o o (Ivan Haraida).
Desafortunadamente, prácticamente toda los gramática y el diccionario se ha introducido una o más letras con símbolos añadidos -î, ō, á, ÿ, ü, ô- en un intento de indicar diferentes variantes dialectales de la pronunciación. El resultado para el lector es el caos gráfico y confusión semántica.
Otro tipo de confusión semántica se refiere a la propia denominación etnónima Rusyn. Tradicionalmente, los Cárpatos rutenos se describieron con la formulación: Я руськый, o Я бісідую/говорю по-руськы. Por otra parte, cada gramática de la lengua Rusyn que apareció antes de 1945 se refirió a la rus'kyi iazŷk. En la actualidad, dos de las cuatro variantes de la lengua literaria Rusyn preservan la forma históricamente correcta adjetival del etnónimo: руски (Vojvodina ) y руській (lemko variante) para describir su propio pueblo. Las otras dos variantes (Región de Prešov y Subcarpatiana) usan руськый como adjetivo no para describir su propio pueblo, sino más bien para describir a la Gran Rusia. Tal vez una lengua está realmente en problemas cuando ni siquiera puede decidir sobre la etnominia apropiada para las personas a las que supuestamente representa.
La lengua se ha descrito como una mezcla de elementos de origen ucraniano, polaco y eslovaco, lo que la sitúa en la frontera entre el eslavo oriental y el occidental, y como tantas otras hoy esta amenazada.
Lo que esta claro es que el pueblo rusino, o ruteno, es un ejemplo de la gran suma de influencias y cambios de fronteras del entorno carpático a lo largo de la historia, provocando una diversidad de lenguas, dialectos, nacionalidades y diversidad cultural que provoca una gran riqueza no demasiado fomentada por los nacionalismos uniformizadores.
Letras y símbolos del alfabeto carpato-rusino. Es una variante más del alfabeto cirílico, si bien hay diferencias entre las distintas variedades o dialectos rusinos.
Mayúscula Minúscula Nombre Translit. Pronunciación Notas
А а a a /a/
Б б бы b /b/
В в вы v /v/
Г г гы h /ɦ/
Ґ ґ ґы g /g/
Д д ды d /d/
Е е e e /je/
Є є є je /je/
Ё ё ё jo /ʏ/ no existe en el Rusino panónico
Ж ж жы ž /ʒ/
З з зы z /z/
И и и y /ɪ/
І і i i /i/ no existe en el Rusino panónico
Ы ы ы y /ɨ/ no existe en el Rusino panónico
Ї ї ї ji /ji/
Й й йы j /j/
К к кы k /k/
Л л лы l /l/
М м мы m /m/
Н н ны n /n/
О о o o /o/
П п пы p /p/
Р р ры r /r/
С с сы s /s/
Т т ты t /t/
У у у u /u/
Ф ф фы f /f/
Х х хы x, ch /x/
Ц ц цы c /ts/
Ч ч чы č /ʧ/
Ш ш шы š /ʃ/
Щ щ щы šč /ʃʧ/
Ѣ ѣ їть /ji/,/i/ Usado antes de la Segunda Guerra Mundial
Ю ю ю ju /ju/
Я я я ja /ja/
Ь ь мнягкый знак (ірь) ′ /ʲ/ signo que precede a la palatalización de una consonante
Ъ ъ твердый знак (ір) ′ no existe en el Rusino panónico
La historia de la literatura rusina parece haberse iniciado en los siglos XII y XIII, tal vez incluso antes. En este momento los primeros textos religiosos aparecieron en los Cárpatos Rus', a pesar de que no fueron escritas en la propia región. El género incluye libros de oraciones, Minei (lecturas mensuales), prólogos (misceláneas y epístolas de interpretación) , y evangelios, así como los textos de otra literatura religiosa, todos escritos en la variante rusa de eslavo eclesiástico. En uno de los documentos más antiguos existentes escritos en los Cárpatos Rus' en sí, de la región fronteriza rusino-rumana en el Monasterio Hrushevo y que data de 1404, elementos lingüísticos rutenas vernáculas aparecen en el texto. Tales elementos vernáculos también aparecen en el siglo XVI en el prólogo de Tereblia y en toda una serie de otros textos religiosos.
A partir de principios del siglo XVII, una parte de la población de los Cárpatos Rus' aceptó la Iglesia de Unión con Roma, por lo que en el siglo XVIII, la Iglesia Católica Uniate o griega se convirtió en la religión dominante en la región. Aparte de los textos en eslavo eclesiástico varios en Rusyn vernácula también se encuentran en este período: religiosos-didácticos, cuentos, polémicas y colecciones de poesía.
Un trabajo original en la literatura Carpato-Rusina fue el Evangelio de Niagovo, o postilla (literalmente: evangelio interpretativo). Sus copias existentes datan de los siglos XVII y XVIII, aunque la paleografía parece ser del siglo XVI. El Niagovo fue escrito "en un lenguaje que la gente habla para que los fieles pobres puedan entender." El mismo espíritu anima otros evengelios interpretados, cuyo vocabulario se ve influido por el polaco.
Sumamente importante para el uso posterior de la lengua vernácula Rusyn fue el desarrollo de la forma oficial del ruso de curia o cancillería y otros documentos en los que la lengua hablada se reflejó con fuerza. Entre dichos documentos fueron los relacionados a la Reforma urbarial de la emperatriz María Teresa durante la segunda mitad del siglo XVIII.
єден, два, три, штыри/штырi, пят, шист, сім, вісем/осем, девят, десят
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
El bielorruso (bielorruso: Беларуская мова, romanización: Biełaruskaja mova) o ruso blanco es el idioma oficial de Bielorrusia, uno de los tres idiomas eslavos orientales.
La lengua bielorrusa que fue antiguamente conocida como ruteno blanco o ruso blanco y es la lengua eslava oriental materna de la mayoría de los bielorrusos.
El prefijo bielo- se traduce a "blanco" así esta gente era llamada a veces "rusos blancos", aunque no deben ser confundidos con el grupo político al que se oponían los bolcheviques durante la Guerra Civil Rusa. Este nombre tuvo vigencia en Occidente durante un cierto periodo histórico, junto con las denominaciones de rutenos blancos, rutenios blancos y formas similares. Los orígenes del término bielorrusos se remontan al pueblo de Rus.
A partir del Siglo XIX estudiosos rusos y polacos comenzaron, principalmente por cuestiones de índole política, a estudiar la mayoritaria población campesina de los territorios recién adquiridos, con la intención de demostrar que esas gentes eran o «rusas» o «polacas». En el transcurso de estas investigaciones, se puso de evidencia la riqueza de su folklore y se demostró la existencia de una lengua claramente independiente.
Origen
El pueblo bielorruso encuentra su cultura distinta a la del Gran Ducado de Lituania, Samogitia y a la de del Principado de Polatsk. La mayoría de los bielorrusos son descendientes de las tribus eslavas orientales de los krivichí, dregovichí y radímichi. Los primeros eslavos orientales se mezclaron también con los baltos locales, especialmente en el oeste y noroeste de la Bielorrusia actual. En la Edad Media, los bielorrusos eran conocidos en su mayoría bajo el nombre de Litvins (lituanos), el cual se refiere al estado del Gran Ducado de Lituania (Litva, Vialikaja Litva) de la cual las tierras rutenias blancas eran parte desde el siglo XII y el idioma ruteno era una lengua oficial. Sobre las bases del dominio de la lengua rutena (la cual evolucionó más tarde en el idioma bielorruso moderno) algunos bielorrusos consideran que el Gran Ducado de Lituania fue su primer estado nacional durante su existencia.
Etapa antigua. Durante los siglos XII y XIII hay en Bielorrusia una lengua puesta por escrito que es traída hasta centros de cultura tales como Polach y Turau, pero esa lengua escrita es la eslava eclesiástica; sin embargo, una antigua forma de bielorruso fue usada como lengua oficial de la administración entre los siglos XIV y XVI en el Gran Ducado de Lituania, que incluía la actual Bielorrusia, Lituania y Ucrania. Durante este período se normalizan las reglas gramaticales del antiguo bielorruso, a pesar de la tendencia a preservar las formas tradicionales del eslavo eclesiástico.
Desarrollo
Etapa de esplendor. Esta lengua escrita alcanzó su máximo nivel en el siglo XVI, época en la que fue utilizada por Francišak Skaryna (1485-1551 aprox.) como base para sus traducciones de muchos de los libros de la Biblia (publicada en Praga y Vilna -Vilnia en bielorruso; Wilno en Polaco-) y, sobre todo, en sus discursos de los prólogos a cada libro. Fue esta forma de bielorruso la que se utilizó para las enzarzadas polémicas religiosas de la época, así como para las tres versiones de los códigos legales del gran ducado de Lituania (1529, 1566, 1588). La influencia del polaco, tanto en gramática como en vocabulario, comienza a hacerse patente tras la Unión de Lublín en 1569. En 1696, el polaco fue declarado la única lengua para la administración de la Commonwealth polaco-lituana. Las clases sociales más educadas eligieron la lengua y cultura católica polaca. El bielorruso desapareció prácticamente de la literatura; tan sólo era utilizado como efecto cómico en las obras de teatro de algunos dramaturgos polacos.
Etapa de decadencia. Hacia el final del siglo XVI, tras la unión de Brest (1596), se origina un declive gradual en el uso del bielorruso escrito en favor del latín, debido al intento de unificar las Iglesias ortodoxas con la Católica, y luego en favor del polaco a partir del siglo XVII, hasta el punto de quedar prohibido su uso en todos los documentos oficiales en 1697, prohibición que marca el punto de inflexión más bajo en toda la historia de esta lengua. Durante el siglo XVIII el bielorruso escrito se mantuvo vivo a intervalos gracias a su uso en dramas escolares realizados en festividades religiosas y otras fiestas públicas. Tras la división de la unión Polaco-Lituana (1792-95) Bielorrusia se convierte en parte del Imperio Ruso, lo cual no fue motivo de ganancia para el desarrollo cultural y lingüístico del bielorruso, pues las autoridades zaristas trataron al país como a una provincia de Rusia y a su lengua como a un dialecto del gran ruso, prohibiéndolo como medio de instrucción en las escuelas y poniendo un embargo sobre las publicaciones en bielorruso anunciadas en los periódicos rusos, cosa que sólo fue anulada en 1905. Por lo tanto al comienzo del siglo XX, el bielorruso no tenía un alfabeto codificado ni normas ortográficas y gramaticales. Tras el año 1914 se establecen alfabetos estándar, latino y cirílico, y poco después se afirman normas gramaticales y ortográficas.
Situación Actual
Etapa de resurgimiento. La escisión de la Commonwealth polaca constituyó en cierta medida el motivo del renacimiento de la lengua en el siglo XIX. La totalidad de los territorios bielorrusos pasaban ahora a formar parte del Imperio Ruso.
Iósif Stalin puso en práctica una política de sovietización que consistía en aislar a la RSS de Bielorrusia de influencias occidentales. Esta política incluía el envío de personas de diversas nacionalidades de la Unión Soviética para colocarlos en posiciones claves en el gobierno de la República Socialista Soviética de Bielorrusia. El uso oficial del idioma bielorruso y la gran mayoría de los aspectos culturales fueron limitados por Moscú. Después de la muerte de Stalin en 1953, el sucesor de Nikita Jruschev continuó con este programa.
La mayoría de los gobiernos centrales de la URSS favorecieron la difusión del ruso y como resultado su uso está ampliamente extendido en la educación y en la vida pública en Bielorrusia.
En marzo de 1990, se llevaron a cabo las elecciones para obtener escaños en el Soviet Supremo de la RSS de Bielorrusia. Aunque el Frente Popular Bielorruso Pro-Independentista tomó sólo el 10% de los escaños, el pueblo estaba contento con la selección de los delegados. Bielorrusia se declaró soberana el 27 de julio de 1990, mediante la emisión de la Declaración de Soberanía de la República Socialista Soviética de Bielorrusia de la Unión Soviética. Con el apoyo del Partido Comunista, el nombre del país fue cambiado al de República de Bielorrusia el 25 de agosto de 1991.
A partir de ese momento, comienza un tímido auge del uso del bielorruso, aunque, no obstante, sigue siendo minoritario con respecto al extendido empleo del ruso en toda Bielorrusia.
El bielorruso tiene reconocimiento oficial tanto en Bielorrusia como en Podlaquia (Polonia), sin embargo, en ninguna de las dos regiones es la lengua mayoritaria a pesar del reconocimiento oficial.
A pesar del abandono de Bielorrusia de la URSS en 1991, el uso del bielorruso está descendiendo en favor del ruso. De acuerdo con un estudio del gobierno bielorusso en 2009, el 72% de los bielorrusos hablan ruso en casa, mientras que el bielorruso sólo lo usan en el hogar un 11,9% de los bielorrusos. Sólo un 29,4% puede escribir, hablar y leer bielorruso correctamente, aunque el porcentaje sube al 52,5% cuando se examina cuantos pueden hablarlo y leerlo. De acuerdo con el mismo estudio uno de cada diez bielorrusos no entiende el bielorruso.
Según el censo de 1979 había 9,5 millones de bielorrusos en la antigua Unión Soviética, de los cuales tres cuartas partes consideraban al bielorruso su lengua nativa. Hoy hay una clara evidencia de resurgimiento político, cultural y lingüístico en Bielorrusia.
Fuera del antiguo territorio de la Unión Soviética hay una minoría nacional considerable en la región de Bialystok, al este de Polonia y también existen comunidades emigradas a Europa occidental, América del Norte y Australia.
El bielorruso forma un puente entre el ruso y el ucraniano pues sus dialectos gradualmente se solapan con los dialectos rusos y ucranianos en sus respectivas fronteras.
Los dialectos del bielorruso se dividen convencionalmente en dos o tres grandes grupos; ambas clasificaciones reconocen a los grupos nororientales y suroccidentales, habiendo un tercero que recorre el país de este a oeste en su franja central. Precisamente es éste último al que se considera el germen de la lengua literaria moderna y la base del bielorruso normativo. En el extremo suroccidental hay un dialecto especial, el grupo Palesio de la región de Palessie, que comparte ciertos rasgos con el ucraniano, habiendo existido varios intentos de elevarlo a la categoría de lengua literaria bajo el nombre de palessiano.
El bielorruso es un descendiente directo de un idioma llamado ruteno blanco, o una variante del antiguo eslavo oriental, junto con el Ucraniano y el Rusino forman el subgrupo, llamado ruteno en esta clasificación, que, con el Ruso, conforman el grupo de lenguas eslavas orientales.
Las vocales e dividen en duras: I, e, a , o, u, y suaves: i, ye, ya, yo, yu.
El acento tónico se puede poner en cualquier sílaba y es movible.
El apóstrofo se utiliza entre una consonante y una vocal débil (е, ё, ю, я) para indicar que no hay palatización de la consonante precedente, pronunciándose así la vocal tal y como se haría al principio de una palabra. En lacinka se hace a través de la letra j, comparar: "Сям'я" con "Siamja".
El bielorruso como las otras lenguas eslavas es una lengua flexiva de tipo fusionante. En el nombre, el pronombre y el adjetivo se usa caso gramatical.
Hay 6 casos: Nominativo (nazouny), Genitivo (rodny), Dativo (davalny), Acusativo (vinavalny), Instrumental (tvorny) y Locativo (mesny). Existe un séptimo caso, vocativo (klichny), pero se usa muy poco en el bielorruso moderno.
Pronombres (zajmiennik): En bielorruso hay 8 tipos de pronombres (zajmiennik):
Posesivos (прыналежныя): мой (mi, mío); твой (tuyo); яго, ягоны (suyo); яе, ейны (suyo de ella); наш, наскі (nuestro); ваш (vuestro); іх, іхны (de ellos), свой (mío propio).
Personales (асабовыя): я (yo), ты (tú), ён (el), яна (ella), яно (ello), мы (nosotros), вы (vosotros), яны (ellos);
Negativos (адмоўныя): ніхто, нішто, нічый ніякі ніводзін, ніводны
Definidos (азначальныя): сам; самы увесь усё усе усякі, усялякі кожны іншы
Indefinidos (няпэўныя): нехта нешта нейкі (а); нечы некаторы некалькі (хтось, хтосьці штось, штосьці чыйсьці якісьці, які-кольвек хто-небудзь, хто-кольвек што-небудзь, што-кольвек чый-небудзь абы-што абы-чый абы-які
Interrogativos-comparativos (пытальныя): хто што які каторы чый колькі
Demostrativos (указальныя): той гэты гэны такі гэткі, гэтакі столькі, гэтулькі. El pronombre demostrativo es getI 'esto, toy 'eso'. El interrogativo es xto '¿quién?'; što '¿qué?'
Reflexivos (зваротны): сябе
Hay tres géneros: masculino, femenino y neutro, distinguiéndose tres declinaciones:
a-, mayormente femenina, como rabota 'trabajo', plural rabotI.
o-, masculino y neutro, como stol 'mesa', plural stalI.
i-, femenino, miš 'ratón', plural mIšI.
La numeración es formalmente como en ruso, aparte de pronunciaciones diferentes. El sistema verbal de aspecto, modo y tiempo del ruso y el ucraniano es compartido por el bielorruso.
El orden de la frase es como en ruso.
En términos léxicos, el bielorruso está más relacionado, en primer lugar con el ucraniano, después con el polaco y por último con el ruso.
Tiene muchos préstamos procedentes del polaco.
Agunos ejemplos básicos:
вітаю (vitaju) - hola
як (jak) - como
як маесься? (jak majeśsia?) - ¿Cómo estás?
добрай раніцы (dobraj ranicy) - Buenos días
дабранач (dabranač) - buenas noches
дзякуй (dziakuj) - gracias
калі ласка (kałi łaska) - por favor, de nada
спадар / спадарыня (spadar / spadarynia) - señor/señora
добра (dobra) - bueno / bien
кепска / дрэнна (kiepska / drenna) - malo / mal
выдатна (vydatna) - excelente
цудоўна (cudoŭna) - maravilloso
дзе (dzie) - donde
адкуль (adkul) - ¿de dónde?
чаму (čamu) - ¿por qué?
я разумею (ja razumieju) - entiendo
нічога не разумею (ničoha nie razumieju) - no entiendo nada
Texto de muestra
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Усе людзi нараджаюцца свабоднымi i роўнымi ў сваёй годнасцi i правах. Яны надзелены розумам i сумленнем i павiнны ставiцца адзiн да аднаго ў духу брацтва.
Hasta el siglo XVII el bielorruso usó solamente el alfabeto cirílico, aunque en el siglo XIX se introdujo el latino en una variante modificada de la ortografía polaca. El primer periódico publicado, el Nasha Niva ('Nuestro Trigal'), que se comenzó a imprimir en 1906, se hizo en cirílico y latino, reflejando la división del pueblo bielorruso entre ortodoxos y católicos. Ocasionalmente, el alfabeto árabe también fue usado por tártaros bielorrusos para escribir glosas al Corán. Sin embargo, el alfabeto oficial es el cirílico.
Antes del comienzo del uso del alfabeto cirílico, el bielorruso se escribía en su propio alfabeto, el łacinka (лацінка) basado en el alfabeto latino y en escritura árabe. Hoy en día, no se usa el alfabeto árabe. Algunas personas continúan escribiendo en el łacinka, pero oficialmente sólo se utiliza el cirílico.
El alfabeto łacinka es una variante del alfabeto latino que se utiliza para escribir el idioma bielorruso. Los primeros textos que utilizaban el alfabeto łacinka aparecieron en el siglo XVI. Su uso oficial concluyó con la incorporación de Bielorrusia a la Unión Soviética en 1921; al final de la Segunda Guerra Mundial era prácticamente inexistente.
Tras la caída de la Unión Soviética y la independencia de Bielorrusia algunos grupos han defendido la revitalización del alfabeto łacinka, pero en la actualidad muy pocos lo hacen.
El alfabeto łacinka está relacionado con los actuales alfabetos polaco y lituano, siendo su rasgo más notable la letra Ŭ (U breve), que no se encuentra en ninguno de los otros dos alfabetos (aunque se utiliza en esperanto).
Antes de 1933, aparte de la letra Ge (Гг), el alfabeto bielorruso contaba con la letra Ghe (Ґґ). Algunos lingüistas bielorrusos han solicitado la recuperación de esa letra, pero oficialmente no se ha aprobado.
Alfabeto cirílico bielorruso
Аа Бб Вв Гг Дд (ДЖдж ДЗдз) Ее Ёё Жж Зз Іі Йй Кк Лл Мм Нн Оо Пп Рр Сс Тт Уу Ўў Фф Хх Цц Чч Шш Ыы Ьь Ээ Юю Яя
Alfabeto latino bielorruso (łacinka)
Aa Bb Cc Ćć Čč Dd (DŽdž DZdz) Ee Ff Gg Hh Ii Jj Kk Ll Łł Mm Nn Ńń Oo Pp Rr Ss Śś Šš Tt Uu Ŭŭ Vv Yy Zz Źź Žž
La literatura de Bielorrusia comenzó en el siglo XI siendo en un principio escritura religiosa hasta el siglo XIII, la poesía del siglo XII de Cirilo de Turaw es representativa. En el siglo XVI, Francysk Skaryna, un residente de Polotsk, tradujo la Biblia al bielorruso. Se publicó en Praga y Vilna entre 1517 y 1525, lo que es el primer libro impreso en Bielorrusia o en cualquier lugar de Europa Oriental.
La época moderna de la literatura bielorrusa comenzó en el siglo XIX, un autor importante fue Yanka Kupala. Muchos escritores notables de Bielorrusia de la época, tales como Uladzimir Zylka, Kazimir Svayak, Yakub Kolas, Źmitrok Biadula y Maksim Haretski, escribieron para un periódico bielorruso llamado Nasha Niva, publicado en Vilna. Después de que Bielorrusia se incorporó a la Unión Soviética, el gobierno soviético tomó el control de los asuntos culturales de la República. El libre desarrollo de la literatura bielorrusa tuvo lugar en la parte ocupada por los polacos, hasta la ocupación soviética en 1939. Varios poetas y autores se exiliaron después de la ocupación nazi en la República Socialista Soviética de Bielorrusia, para no volver hasta la década de 1960. La última gran renovación de la literatura de este país se produjo en la década de 1960 con las novelas publicadas por Vasil Bykaŭ y Uladzimir Karatkievich.
adzín, dva, try, čatýry, piać, šesć, sem, vósem, dzéviać, dzésiać
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.
Lengua ucraniana, es una de las tres lenguas (si no tenemos en cuenta el rusino) que forman el grupo oriental de las lenguas eslavas; las otras dos son el ruso y el bielorruso. En la actualidad se habla este idioma en Ucrania y en algunas zonas de Polonia y Eslovaquia.
De las tres lenguas eslavas, la ucraniana es la más divulgada.
El nombre de esta lengua eslava deriva de ukraina, es decir, 'zona fronteriza', el dominio de los cosacos lindando con los principados eslavos del norte y del oeste y de las hordas turcas al sur.
Los rasgos que diferencian esta lengua aparecen por vez primera en unos manuscritos del siglo XII, y son más acusados en los escritos del siglo siguiente, una vez que se produjo la caída de Kíev. De hecho esta lengua es descendiente directa de la lengua que se hablaba en el principado de Kíev (siglos X al XIII). La norma literaria culta se configuró a partir de la coloquial durante los siglos XVII al XVIII.
La historia literaria de la lengua ucraniana, ukraïns'ka mova, tiene su origen en otros países eslavos, principalmente Bulgaria y Macedonia, y fue el vehículo de difusión del cristianismo. Los antiguos textos ucranianos sólo tienen atisbos de lenguaje coloquial, el resto es común a todos los eslavos cristianizados de rito bizantino. Con la incorporación del país al Gran Ducado de Lituania (y parcialmente a Polonia) en el siglo XIV, se produce una evolución, sobre todo en las cancillerías, hacia una nueva lengua literaria que unificara a bielorrusos y ucranianos.
Todos estos ingredientes: eslavo eclesiástico, ucraniano, bielorruso y polaco, participaron en diversas proporciones en la lengua literaria de los siglos XVI al XVIII. Pero a finales del XVIII y principios del XIX se produce una revolución: muchos de los componentes no nativos del lenguaje fueron eliminados y la lengua fue reestructurada sobre la base dialectal ucraniana.
Una complicación añadida se produjo entre 1863-1905 cuando la mayoría de los ucranianos, que vivían bajo el Imperio Ruso, se enfrentaron con la prohibición de usar el ucraniano en la vida pública y, especialmente, en las escuelas (hasta 1917). Incluso el nombre ucraniano fue prohibido y reemplazado por otro que no tuviera connotaciones políticas como el término 'pequeño ruso'.
Tras la revolución de 1917 el desarrollo del ucraniano tuvo sus altas y bajas, a veces de carácter drástico. Todas las causas anteriores han dejado su huella sobre la posición de la lengua y su uso.
Origen
Los orígenes del ucraniano, del bielorruso y del ruso comparten un periodo histórico común enlazado al estado del Rus de Kiev. Es solo a partir del siglo XIII que comienza a haber cierto grado de diferenciación lingüística apreciable así como histórica.
En el siglo IX, gran parte del territorio de la Ucrania moderna estaba poblado por los rus', quienes fundaron el Rus de Kiev, el cual abarcaba casi todo el territorio de las actuales Ucrania, Bielorrusia y Rusia europea. Durante los siglos X y XI, se convirtió en el Estado más grande y poderoso en Europa. En los siglos siguientes, sentó las bases para la identidad nacional de ucranianos, bielorrusos y rusos. Kiev, la capital, se convirtió en la ciudad más importante del Estado. Según la Crónica de Néstor, la élite de la sociedad rus' inicialmente constaba de varegos provenientes de Escandinavia. Más tarde los varegos fueron asimilados por la población eslava local y formaron parte de la primera dinastía del Rus, la dinastía Rurik. El Rus de Kiev estaba compuesto por varios principados gobernados por los príncipes Ruriks, que se encontraban relacionados entre sí. El trono de Kiev, el más prestigioso e influyente de todos los principados, se convirtió en objeto de muchas rivalidades entre los Rurik como el premio más valioso en su búsqueda por el poder.
La edad de oro del Rus de Kiev comenzó con el reinado de Vladimir I de Kiev (980–1015), quien convirtió a los rus' al cristianismo ortodoxo. Durante el reinado de su hijo, Yaroslav I el Sabio (1019–1054), el Rus de Kiev alcanzó el cénit de su desarrollo cultural y su poder militar. Esto fue seguido por la fragmentación del creciente Estado, ya que la importancia relativa de los poderes regionales aumentó de nuevo. Después de un resurgimiento final bajo el reinado de Vladimir II Monómaco (1113–1125) y su hijo Mstislav I de Kiev (1125–1132), el Rus de Kiev finalmente se desintegró en principados separados tras la muerte de Mstislav.
En los siglos XI y XII, constantes incursiones de las tribus nómadas túrquicas, tales como los pechenegos y los kipchak, provocaron una migración masiva de la población eslava a las regiones más seguras del norte. La invasión mongola del siglo XIII devastó el Rus de Kiev y la ciudad de Kiev fue totalmente destruida en 1240.15 En el territorio ucraniano, el Estado del Rus de Kiev fue sucedido por los principados de Halych (Galitzia) y Volodymyr-Volynsky, que se fusionaron en el principado de Halych-Volynia.
Desarrollo
A mediados del siglo XIV, el principado de Halych-Volynia fue conquistado por Casimiro III de Polonia, mientras que el corazón del Rus, incluyendo Kiev, cayó en poder del Gran Ducado de Lituania, después de la batalla del río Iren. Tras la unión de Krevo en 1386, una unión dinástica entre Polonia y Lituania, la mayoría del territorio de Ucrania fue controlado por el Gran Ducado de Lituania. En este momento fue cuando se comenzó a utilizar las formas latinizadas del vocablo "Rus", Rutenia y rutenos, para designar a la tierra y al pueblo de Ucrania, respectivamente.
En 1569, la unión de Lublin formó la República de las Dos Naciones, y como la administración de gran parte del territorio ucraniano se había transferido a la Corona polaca, Rutenia fue anexada a Polonia. Bajo la presión cultural y política de la «polonización» gran parte de la clase alta de Rutenia se convirtió al catolicismo y se volvió indistinguible de la nobleza polaca. Así, los plebeyos ucranianos, oprimidos por sus propios líderes entre la nobleza Rutenia, se volvieron aliados de los cosacos, un pueblo nómada del área que continuaban siendo cristianos ortodoxos y que recurrían a acciones violentas contra los que percibían como sus enemigos, especialmente el estado polaco y sus representantes.18 Así mismo por el sur el territorio de Crimea fue gobernado por kanes musulmanes aliados o vasallos del Imperio Otomano que ejercían influencia desde el sur.
A mediados del siglo XVII, un semi-estado militar cosaco, Zaporozhia, fue establecido por los cosacos del Dniéper y los campesinos rutenos que aún huían de la servidumbre polaca. Polonia tenía poco control real de esta tierra y encontraron en los cosacos un útil aliado en su lucha contra los turcos y los tártaros, y a menudo ambos combatían juntos en campañas militares. Sin embargo, los continuos enfrentamientos entre los campesinos y la nobleza polaca, provocados por la explotación de la mano de obra y la supresión de la iglesia ortodoxa, hizo que los cosacos dejaran de confiar en el gobierno polaco. Aspiraban a tener un representante en el Sejm de Polonia, el reconocimiento de las tradiciones ortodoxas y la expansión gradual del ejército cosaco, pero todo esto fue negado por la nobleza polaca. Finalmente, los cosacos acudieron a la protección de la iglesia ortodoxa de Rusia, una decisión que más adelante provocaría la caída del estado polaco-lituano, y la preservación de la Iglesia ortodoxa en Ucrania.
En 1648, Bogdan Jmelnytsky condujo el levantamiento cosaco más grande contra la República de las Dos Naciones y su líder Juan II Casimiro Vasa. Tras la firma del Tratado de Pereislav de 1654 y la guerra ruso-polaca, el Margen izquierdo de Ucrania eventualmente se integró a Rusia como el Hetmanato cosaco. Después de las particiones de Polonia al final del siglo XVIII, Halych fue tomada por el Imperio austríaco, mientras que el resto de Ucrania se fue incorporando progresivamente al Imperio ruso. Intento de crear La Mancomunidad polaco-lituano-ucraniana, al final del siglo XVII fracasado. Desde el principio del siglo XVI hasta el final del siglo XVII, las bandas de tártaros de Crimea hicieron incursiones casi anuales a las tierras agrícolas eslavas buscando cautivos para vender como esclavos, aunque estas cesaron tras la anexión rusa del Kanato de Crimea en 1783, cuando la región fue poblada por los emigrantes de otras partes de Ucrania. A pesar de las promesas de autonomía dadas por el Tratado de Pereislav, la élite ucraniana y los cosacos nunca recibieron las libertades y la autonomía que esperaban de Rusia. Sin embargo, dentro del imperio, varios ucranianos llegaron a las magistraturas más altas del estado y de la iglesia ortodoxa rusa. En un periodo posterior, el régimen zarista llevó la política de "rusificación" a las tierras de Ucrania, la cual intentó suprimir el uso del idioma ucraniano en forma impresa y pública, en medios de comunicación, discursos y trámites legales.
Situación Actual
Con el colapso de los imperios de Rusia y Austria después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa de 1917, reapareció el movimiento nacional ucraniano para la independencia. Entre 1917 y 1920, surgieron varios estados ucranianos autónomos: la República Popular Ucraniana, el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austro-húngaro brevemente surgió la República Nacional de Ucrania Occidental. En medio de la guerra civil, un movimiento anarquista llamado el "ejército negro", dirigido por Néstor Majnó, se desarrolló en el sur de Ucrania. Sin embargo, a la derrota de Ucrania occidental en la guerra entre Polonia y Ucrania le siguió el fracaso de la ofensiva polaca que fue repelida por los bolcheviques. Ucrania y Polonia firmaron una alianza anti-soviética ( Acuerdo de Varsovia en 1920). De acuerdo a la Paz de Riga, celebrada entre los soviéticos y Polonia en marzo de 1921, Ucrania occidental se incorporó oficialmente a Polonia que reconocía a su vez a la RSS de Ucrania, la cual posteriormente se hizo uno de los miembros fundadores de la Unión Soviética en diciembre de 1922.
Desde finales de la década de 1920, Ucrania se vio envuelta en la industrialización soviética y en la década siguiente la producción industrial de la república se cuadruplicó.30 Sin embargo, la industrialización tuvo un costo alto para los campesinos, que eran demográficamente la columna vertebral de la nación ucraniana. Para satisfacer la demanda de alimentos cada vez mayor del Estado y para financiar la industrialización, Stalin instituyó un programa de colectivización, mediante el cual, el Estado usurpaba las tierras y el ganado de los campesinos y las agrupaba en granjas colectivas, haciendo cumplir esta política por medio de las tropas regulares y la policía secreta. Quienes se resistieron fueron arrestados y deportados, disminuyendo el número de campesinos. Sin embargo, el estado bolchevique siguió demandando la misma producción por lo que al haber menos campesinos, aumentaba la cuota individual de producción de cada uno de ellos, al igual que su miseria. La colectivización tuvo un efecto devastador en la productividad agrícola. Los miembros de las granjas colectivas no podían recibir grano hasta que se hubieran cumplido unas cuotas inalcanzables y el hambre en la Unión Soviética se hizo generalizada. Entre 1932 y 1933, millones murieron a causa de una hambruna provocada por esta política, conocida como Holodomor. Los estudiosos aún debaten sobre si esta hambruna puede o no ser considerada como genocidio, pero para el parlamento ucraniano y para más de una docena de países lo fue.
Por las cláusulas secretas del tratado de no agresión firmado en 1939 entre Alemania y la URSS, la Ucrania Occidental, que pertenecía a Checoeslovaquia, Polonia y Rumania, fue incorporada a la URSS ese año. En 1940, Ucrania se vio ampliada con Besarabia y Bukovina del Norte. En 1941, los nazis invadieron Ucrania y se generó un fuerte movimiento guerrillero de resistencia. Terminada la Segunda Guerra Mundial, todas las tierras de la etnia ucraniana quedaron agrupadas dentro de la URSS. Ucrania participó en la fundación de la ONU como Estado separado.
En 1954, el poder central soviético, encabezado por Nikita Khruschev, ex primer secretario del Partido Comunista de Ucrania (KPU) y máximo dirigente del PC de la Unión Soviética (PCUS), entregó a Ucrania la región de Crimea, hasta entonces parte de la Federación Rusa.
El 26 de abril de 1986, en la central de Chernobyl, 130 kms. al norte de Kiev, se produjo el más grave accidente nuclear de la historia. La explosión de un reactor afectó un área con 600 mil habitantes, de los cuales hasta 1993 habían fallecido 7 mil a causa de las altas radiaciones recibidas y habían sido evacuados 135 mil. El reactor fue recubierto con una capa de cemento de varios metros de espesor, formando una estructura bautizada como el sarcófago. La nube radiactiva de Chernobyl no sólo afectó a Ucrania y Rusia: también la actual Belarús, Polonia y regiones de Suecia y Finlandia fueron contaminadas seriamente. En los años siguientes, investigadores extranjeros registraron en la zona un aumento de los casos de cáncer y otras enfermedades asociadas con la radiactividad.
En el marco de las reformas iniciadas en 1985 por el presidente Mijaíl Gorbachov en la URSS, comunistas y nacionalistas ucranianos fundaron el Movimiento Popular Ucraniano por la Perestroika (RUKH), que reivindicó una mayor autonomía económica y política. En los comicios legislativos de marzo de 1990, los candidatos del RUKH obtuvieron un amplio respaldo. El 16 de julio de 1990, el Soviet Supremo (Parlamento) de Ucrania proclamó la soberanía de la república. El 24 de agosto de 1991 aprobó el Acta de Independencia y convocó un plebiscito para ratificarla.
En diciembre de 1991, el 90% de los ucranianos ratificó la independencia. En el mismo acto fue electo presidente Leonid Kravchuk, ex primer secretario del KPU. El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Ucrania, la Federación Rusa y Bela
El idioma ucraniano está actualmente emergiendo de un largo periodo de declive. Aunque hay casi cincuenta millones de ucranianos en todo el mundo, incluyendo 37,5 millones en Ucrania (77,8% de la población total), solo en Ucrania occidental el ucraniano es el idioma que prevalece. En Kiev se habla tanto ruso como ucraniano, un cambio notable desde el pasado reciente cuando la ciudad era principalmente rusoparlante. El cambio ha sido causado en gran medida por la influencia de la población rural y las migraciones desde las regiones occidentales de Ucrania, pero también por algunos nativos de Kiev que recurrían al idioma que hablan en casa y en la vida cotidiana. En el norte y centro de Ucrania, el ruso es la lengua de la población urbana, mientras que el ucraniano es mucho más común en las zonas rurales. En el sur y este de Ucrania, el ruso prevalece incluso en las áreas rurales, y en Crimea el ucraniano está casi ausente.
Puede esperarse un aumento del uso del idioma ucraniano en Ucrania, mientras la población rural (aún abrumadoramente ucranófona) migre hacia las ciudades y se origine un uso más amplio en Ucrania central. La tradición literaria del ucraniano se está desarrollando rápidamente, superando las consecuencias de un largo periodo de obstaculización a su desarrollo por supresión directa o simplemente por la carencia de políticas incentivas por parte del estado.
La lengua ucraniana es hablada por unos 60 millones de personas, la mayor parte de los cuales viven en Ucrania y el resto en zonas contiguas de Polonia, República Checa y Rumania, y en ultramar en USA y Canadá.
La larga división del territorio ucraniano entre varios Estados a lo largo de su historia, como Polonia, Rusia, Checoslovaquia, Rumania, Austria-Hungría, también ha dejado su huella en el desarrollo del lenguaje escrito y hablado.
El ucraniano actual está basado principalmente en el grupo de dialectos surorientales, concretamente los hablados en las zonas de Cerkasy, Poltava y al sur de Kievan, aunque también ha experimentado la influencia de los dialectos suroccidentales de Lvov, importante centro cultural.
Esta influencia se ha ejercido, desde la Edad Media, especialmente en el léxico pero también en la fonología, mas incluso en tiempos modernos ha sido muy fuerte, sobre todo en los siglos XIX y XX. Como resultado, se puede hablar de una doble influencia dialectal sobre el ucraniano normativo, aunque la influencia suroriental es la más importante.
El cárpato, también denominado cárpato-rusyn, ruteno o rusino ha sido considerado una lengua aparte. En 1995 una forma de ruteno codificado se presentó en Eslovaquia, permitiendo eso la enseñanza del ruteno en las escuelas.
Grupo septentrional
Polesio
Polesio occidental
Polesio central
Polesio oriental
Grupo sudoriental
Dniéper (poltavo)
Slobozhano
Estepa
Grupo sudoccidental
Volinio
Nadsiano
Galitziano (o del Dniéster superior)
Lemko
Boiko
Transcarpático
Doliniano
Hutsúl
Bucovino (pocutio o pocutio-bucovino)
Podolio
El ucraniano (ucraniano: украї́нська мо́ва, romanización: ukrayins'ka mova, pronunciación: /ukrɑ'jinʲsʲkɑ ˈmɔʋɑ/) es una lengua eslava oriental, una de las tres (cuatro si incluimos el rusino como idioma diferenciado) que forman este grupo de lenguas; las otras dos son el ruso y el bielorruso. El ucraniano escrito guarda ciertas similitudes con ambas lenguas, aunque con notables diferencias.
El bielorruso y el ucraniano, así como el rusino, surgieron del idioma ruteno antiguo o medio, de ahí que en esta clasificación se separen del ruso mediante la creación de un subgrupo ruteno.
No obstante, el ucraniano hablado se asemeja más al vocabulario polaco, que algunos atribuyen, en parte, a la influencia del polaco sobre el rutenio y el ucraniano.
Clasificación de las vocales
Dos clasificaciones diferentes de las vocales se pueden hacer: una desde la perspectiva histórica y desde perspectiva moderna.
Desde una perspectiva histórica, las vocales de Ucrania se pueden dividir en dos categorías:
Vocales duras (en cirílico: а, и (del eslavo común *ы), о, e y o transcrito como a, y (del eslavo común *y), o, u)
Vocales suaves (en cirílico: е, і y и (del eslavo común *и) o transcrito como e, i y y (de Slavic Común *i). Las vocales iotificadas se considera que son vocales suaves.
Desde una perspectiva moderna, las vocales de se pueden dividir en dos categorías:
Vocales duras (en cirílico: а, е, и, і, о y у o transcritas como a, e, a, i, o, u).
Vocal Iotificadas (en cirílico: я , є , ї y ю o transcritas como ja, je, ji, y ju). A esta categoría también se puede añadir la combinación de letras йо (transcrito como jo)
Clasificación de las consonantes
En Ucrania, las consonantes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Labiales (en cirílico: б , в , м , п y ф o transcritas como b, v, m, p, f): Estas letras son casi siempre duras en ucraniano (hay excepciones ortográficas), nunca podrá ser dobladas, ni pueden, en general, ser seguidas por una vocal iotificada (excepción: en combinaciones CL donde C es una dental y L es un labial, una vocal suave puede seguir, por ejemplo, svjato/свято).
Sibilantes post-alveolares (en cirílico: ж , ч y ш o transcritas como ž, č, and š. El dígrafo щ (čš) también debe ser incluido). Estas letras eran en eslavo común palatales (blandas). En ucraniano, estas se endurecen, lo que lleva a la creación de la declinación mixta de los sustantivos. Ninguno de ellos puede ser seguido por un signo blando (en cirílico: ь; transcrito como apóstrofo (')) o cualquier vocal iotificada. Todas menos el dígrafo se puede doblar, en cuyo caso pueden ser seguidas por una vocal suave, por ejemplo, zbižžja/збіжжя.
Dentales (en cirílico: д , з , л , н , с , т y ц o transcritas como d, z , l, n, s, t, y c): Como en eslavo común, estas letras pueden ser tanto duras como blandas. Nunca pueden (a menos que sean la última letra en un prefijo) ser seguidas por un apóstrofe. Por otra parte, estas letras pueden ser dobladas.
Alveolar (en cirílico: р o transcrito como r): Esta letra puede ser dura o blanda. Siempre es dura al final de una sílaba. Por lo tanto, r es siempre dura al final de una palabra y nunca es seguida por un signo suave. r nunca se puede doblar, excepto en palabras extranjeras (como сюрреалізм).
Velares (en cirílico: г , ґ , к y х o transcrito como h, g, k, y x): En eslavo tanto ucraniano como común, estas letras son siempre duras. En caso de que alguna vez sean seguidas por una vocal iotificada o suave, a continuación, se someten a las primera y segunda palatalización. Por lo tanto, estas cartas no pueden ser duplicadas o seguidas de un apóstrofe.
La declinación nominal tiene siete casos (nominativo, genitivo, dativo, acusativo, instrumental, locativo y vocativo), en dos números (singular y plural), y género gramatical (masculino, femenino y neutro). Los adjetivos, pronombres y los dos primeros números cardinales tienen formas específicas de género.
Un tercer número, el doble, también existía en el antiguo eslavo oriental, pero a excepción de su uso en los casos nominativo y acusativo con los números dos, tres y cuatro, por ejemplo, dvi hryvna / дві гривні vs Dvoje Hryven '/ двоє гривень (recategorizados hoy como un nominativo plural), se ha perdido. Otros restos de el doble se pueden encontrar cuando se hace referencia a los objetos de los que hay normalmente dos: los ojos, los hombros, las orejas, por ejemplo, plečyma. En ocasiones, las formas duales pueden distinguir entre significados.
Hay 4 tipos de declinación. La primera declinación se utiliza para la mayoría de los sustantivos femeninos. La segunda declinación se utiliza para la mayoría de los sustantivos masculinos y neutro. La tercera declinación se utiliza para los sustantivos femeninos terminan en ь o sibilantes post- alveolar. La cuarta declinación se utiliza para los sustantivos neutros terminan en я / а (eslava común *ę).
La mayoría de los tipos consisten de 3 subgrupos diferentes: duros, mezclado, y suaves. El subgrupo suave consta de los nombres cuyas raíces terminan en una letra sonora (seguido de vocal iotified o vocal suave). El subgrupo mixto formado por los nombres cuyas raíces terminan en una sibilante post-alveolar u ocasionalmente r. El grupo duro se compone de todos los demás nombres.
El orden básico de las palabras, tanto en conversación como en la lengua escrita, es sujeto-verbo-objeto. Sin embargo, debido a que las relaciones están marcadas por la inflexión, se permite una considerable libertad en el orden de las palabras, y todas las permutaciones se pueden utilizar.
A diferencia del inglés, latín y otros idiomas, el ucraniano permite varias negaciones, como en "nixto nikoly nikomu ničoho ne proščaje" ("nadie nunca perdona nada a nadie").
Los verbos ucranianos tienen las siguientes formas gramaticales:
Los verbos ucranianos tienen estas categorías gramaticales:
Junto a otras propiedades morfológicas y sintácticas, posee varios fonemas vocálicos y consonánticos que no existen ni en ruso ni en bielorruso, aunque éstas, gracias a una serie de dialectos, se encuentran más próximas y casi forman una cadena de lenguas. El ucraniano contiene una serie de palabras de origen polaco.
La lengua ucraniana se parece a la rusa menos que a la bielorrusa, aunque las tres son parcialmente inteligibles mutuamente. Al igual que la última, contiene una gran número de palabras prestadas del polaco aunque tiene menos del eslavo eclesiástico de las que la tiene el ruso.
Texto de muestra
(Artículo 1 de la Declaración Univesal de los Derechos Humanos)
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Всі люди народжуються вільними і рівними у своїй гідності та правах. Вони наділені розумом і совістю і повинні діяти у відношенні один до одного в дусі братерства.
El alfabeto ucraniano es una de las variantes del alfabeto cirílico.
Treinta y tres letras del alfabeto ucraniano, mayúsculas y minúsculas.
А а | Б б | В в | Г г | Ґ ґ | Д д | Е е | Є є | Ж ж | З з | И и |
І і | Ї ї | Й й | К к | Л л | М м | Н н | О о | П п | Р р | С с |
Т т | У у | Ф ф | Х х | Ц ц | Ч ч | Ш ш | Щ щ | Ь ь | Ю ю | Я я |
El alfabeto ucraniano presenta las siguientes características:
La Ve representa /ʋ/ (que puede ser pronunciada [w] en última posición de una palabra y antes de las consonantes).
La He (Г, г) representa una fricativa glotal, (/ɦ/).
La Ge (Ґ, ґ) aparece luego de la He, representa /g/. Parece una He con un "cuerno" arriba a la derecha de la barra superior. (Esta letra no era oficialmente usada en la Unión Soviética luego de 1933, por lo que no se encuentra en las fuentes cirílicas más antiguas.)
La Е (Е, е) representa /ɛ/.
La Ye (Є, є) aparece luego de la E, representa /jɛ/.
La Y (И, и) representa /ɪ/.
La І (І, і) aparece luego de la Y, representa /i/.
La Yi (Ї, ї) aparece luego de la I, representa /ji/.
La Yot (Й, й) representa /j/.
La Shcha (Щ, щ) representa ʃtʃ.
Un apóstrofo (’) es usado para marcar la despalatalización de la consonante precedente.
Como en el cirílico bielorruso, los sonidos /dʒ/, /dz/ son representados por los dígrafos Дж y Дз respectivamente.
Hasta las reformas en 1990, El Signo blando (Ь, ь) aparecía al final del alfabeto, luego de la Ju (Ю, ю) y Ja (Я, я), en lugar de antes, como en el alfabeto ruso. Muchos hablantes nativos siguen ignorando esta reforma.
Orígenes
La creación literaria no apareció al mismo tiempo que el Estado. Los monumentos escritos de la época de la Rus de Kiev son el resultado de un largo proceso de evolución cultural. Se puede dividir en dos periodos:
El periodo del mar Negro y del Danubio (s. IV-IX)
La herencia cultural y la tradición literaria de este periodo se compone de dos ciclos: el nórdico y el del sur.
Norte: era la cultura agrícola, los cultos paganos y la religión naturalista.
Sur: influyeron las relaciones con la vida cultural de otros pueblos. En la creación literaria existían dos tendencias: militar, heroica (El cantar del príncipe Igor) y urbana (civilización greco-romana).
El periodo de Galitzia y Volinia.
Las influencias culturales condicionó el desarrollo simultaneo de varias tendencias literarias: la literatura de viajes y peregrinaciones, poesía épica heroica; y después del bautismo de la Rus de Kiev la literatura religiosa cristiana.
Siglos XIV-XVII.
Durante esta época tuvo lugar la formación de las naciones eslavas orientales, este proceso se desarrolló en complicadas condiciones histórico-sociales. Durante la constante lucha contra las invasiones exteriores se formó la nación ucraniana en el territorio sudoeste de la antigua Rus de Kiev. Al mismo tiempo, entre los siglos XIV y XVI se formalizaron los rasgos fonéticos, morfológicos y léxicos del ucraniano, bielorruso y ruso. En esta época todavía persistía la lengua rusa antigua, como lenguaje literario, aunque los elementos del habla popular ucraniana aparecía ya en manuscritos: “Crónica de Galitzia y Volinia”, “Hagiografías de Simón y Policarpo”.
A principios del siglo XVI los cosacos se convirtieron en el centro del movimiento independista antifeudal de la lucha por la integridad de las tierras ucranianas. Las canciones más antiguas reflejan los episodios de esta lucha por la libertad, elogian a los líderes cosacos militares... Estas canciones eran interpretadas por los cantantes populares. De los siglos XIV-XVI conocemos canciones y dumas como: “Arden fuegos en la otra orilla del río”, “El llanto de los cautivos”.
“La crónica de Galitzia y Volinia”. Se compone de dos partes, una sobre Galitzia y otra sobre Volinia. Las ideas son el amor a las tierras natales y la fuerza del poder de los príncipes kievitas.
“El Patericón del Monasterio de las Grutas de Kiev”. El manuscrito consiste en la correspondencia de un monje, un obispo y un abad. En sus misivas el obispo acusaba al monje de ambiciones desmedidas. A estas cartas le unieron otros relatos hagiográficos y escenas de la vida cotidiana en el monasterio.
A finales del siglo XV apareció la imprenta en cirílico. El primer editor fue el erudito ucraniano-bielorruso Svajpol't Fiól'. Con él también se desarrolló la imprenta cirílica e las regiones balcánicas de Montenegro y Valaquia y en Venecia.
A finales del siglo XVI la prosa polémica destacó llegando a su máximo esplendor y ofreció un amplio panorama de las complicadas relaciones políticas, sociales y religiosas del pueblo ucraniano con el Estado polaco.
En el último cuarto del siglo XVI principios del XVII se desarrolló la poesía ucraniana que se empezó a publicar en Ucrania con la introducción de las primeras imprentas. En las escuelas se estudiaba retórica y poética y los sistemas silábico y métrico de los versos. Surgieron las primeras “Gramáticas” que trataban este tema. Estos sistemas de versificación no tuvieron éxito y se desarrolló entonces el sistema silabo-tónico.
El siglo XVII en Ucrania fue una época de revueltas campesinas y de sublevaciones de los cosacos que terminaron con el tratado de unión de Ucrania con Rusia. Durante la guerra contra Polonia los territorios quedaron repartidos a la vez que persistían los ataques turcos. En la segunda mitad del siglo se trata de restaurar la jerarquía feudal. En esta época surge un auge económico, se fomenta la labor educativa y crece la actividad de escritores, pintores y músicos. A lo largo del siglo XVII fue el Barroco el estilo predominante en la literatura ucraniana.
Siglo XVIII.
La historia ucraniana del siglo XVIII fue turbulenta y trágica. Las tierras ucranianas fueron repartidas entre los Estados ruso, austrohúngaro y polaco Por un Real Decreto del gobierno Zarista ruso y del Sínodo prohibió publicar en Ucrania obras originales pero la literatura ucraniana no murió. En Kiev se abrió el único centro ucraniano de estudios superiores. La mayor parte de las principales obras literarias fueron escritas en ucraniano, fueron anónimas, tan sólo se puede nombrar a Feofan Prokopóvyc, Antón Holovatyj... sin embargo, se desconocen los autores de muchas obras importantes como “La Crónica del Testigo”, “Historia de los rusos”... En el siglo XVIII la poesía popular se convirtió en el punto de atención de los escritores. Se recogieron y recopilaron canciones populares “La descripción de los rituales nupciales del pueblo ucraniano”. Muchos eruditos ucranianos tuvieron que emigrar a las tierras moscovitas para poder continuar sus estudios e impartir la docencia.
Los temas principales de las obras en prosa del siglo XVIII fueron la guerra independista de 1648-1654 y la unión de Ucrania con Rusia. El personaje central de este tipo de literatura procede de Bohdan Chmel'nyckyj al que le atribuyen cualidades de héroe épico. “Crónicas cosacas”. Las crónicas cosacas se distribuían escritas a mano. En el último cuarto del siglo XVIII apareció otro documento anónimo “Historia de los rusos” que resultó ser un legado interesante de las memorias históricas.
En el siglo XVIII la obra más conocida fue “La Peregrinación” de Vasyl' Hryhorovic-Barskyj. Se esmeró en la descripción de las costumbres, el arte, la vivienda y la vida cotidiana de los pueblos visitados.
En la poesía del siglo XVIII todavía es característico el verso silábico, aunque en la segunda mitad del siglo apareció el verso silabo-tónico. “El heraldo de Dios”.
Siglos XIX-XX.
En la frontera de los siglos XVIII y XIX la literatura ucraniana se acercó más a la nueva literatura europea La penetración de los elementos de la cultura popular en los principales géneros del clasicismo motivó la temprana aparición del naturalismo. La nueva literatura ucraniana de las primeras décadas se formó tanto en Ucrania como en San Petersburgo. El tema de Ucrania traspasó a la literatura rusa e influyó en la creación de muchos escritores rusos del siglo XIX.
En la segunda mitad del siglo XIX la literatura ucraniana se desarrolló en unas condiciones extremadamente duras de opresión. Entre los años 70-90 el interés hacia la literatura ucraniana se incrementó en los círculos intelectuales de la Europa central y oriental.
Ucrania era una provincia y una especie de colonia zarista, cuya lengua, cultura y literatura quedaban fuera del reconocimiento y la legislación oficial. Sin embargo, la evolución de la cultura y la literatura ucranianas siguieron y progresaron de modo natural. A la literatura entre los siglos XIX y XX le fueron propios la exaltación de la antigua mitología. Las fábulas adquirieron un carácter de parábola y la literatura en general, un mayor grado de convencionalismo. El estilo dominante a principios del siglo XX fue definido como un realismo subjetivo, como neorromanticismo y como realismo impresionista, psicológico, filosófico y social.
odýn, dva, tri, čotýry, pyat', šist', sim, vísim, devyat', desyat'
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.