El tocario, es un grupo de lenguas indoeuropeas, el tocario A y el tocario B, que constituyen la rama más desconocida de los idiomas del grupo indoeuropeo. Formado por dos idiomas, tocario A (turfanio, arsi o tocario oriental) y tocario B (kucheano o tocario occidental). Estas lenguas se hablaron aproximadamente entre los siglos VI y VIII, antes de que se extinguieran al asimilarse sus hablantes con las tribus uigures.
Hacia el 176 a. C. pueblos mongoles atacaron a los reinos de la Cuenca del Tarim, refugiados de esos reinos marcharon masivamente hacia la Bactriana y actuales territorios del Kirguistán, y Afganistán, es por este motivo que en el siglo II a. C. los griegos los encuentran y les dan el nombre de τóχαροι (tokharoi), de allí el latín tocharii (en singular tocharius). Algunos testimonios de tal apelativo griego se encuentran documentados por Estrabón (11.8.2) y luego por Ptolomeo (6.11.6); este último les llamaba tagouraioi). Ahora bien, Thagurus era el nombre que en la Antigüedad los latinos le daban a la Serindia (es decir al territorio principal recorrido por la Ruta de la Seda). Este mismo territorio era llamado Tukaras o Tusharas (en sánscrito) y Tu-hu-lo (en chino). La instalación de este pueblo en la Bactriana hizo que tal territorio fuera denominado por los persas Tojaristán, y también como fue conocido como Tokaristán o Tokaria durante todo el primer milenio de la era cristiana. Para entonces un texto en turco designa a la lengua hablada en dicho país como twqry.
El lingüista Friedrich W. K. Müller propuso llamar a las lenguas y pueblo recién descubiertos tocarios. Parecía además corresponderse con aquellos a los que las fuentes chinas llamaban tu-ho-lo y las indias tukharas. Pero se trató de un error de interpretación en el pie de texto de un manuscrito y, a pesar del equívoco, el término se impuso irremediablemente. Finalmente, quedaron bautizados como tocarios, y a las variedades lingüísticas se las llamó tocario A y tocario B. Este desliz inicial, aunque proveyó de un nombre al nuevo hallazgo, no esclareció ni mucho menos la identidad de este pueblo. Y en el presente se siguen manteniendo bastantes hipótesis al respecto. Las fuentes en su mayoría son externas, relatos legendarios y textos de otros pueblos como chinos, hindúes o greco-romanos.
La existencia de los idiomas y el alfabeto tocario no se sospechaba siquiera hasta la exploración arqueológica de la cuenca del Tarim por Aurel Stein a principios del siglo XX, quien trajo a la luz fragmentos de manuscritos en un idioma desconocido.
Pronto se hizo evidente que estos fragmentos fueron escritos en dos idiomas distintos, pero relacionados que pertenecían a una rama desconocida del Indo-Europeo, ahora se conocen como tocario. El descubrimiento del tocario perturbó algunas teorías sobre las relaciones de las lenguas indoeuropeas y revitalizó su estudio.
Antes del descubrimiento del tocario, se pensaba que la división entre Centum y lenguas Satem era una simple división este-oeste, con lenguajes Centum en el oeste. Para esta teoría, son una excepción geográfica importante, sin embargo, pues son la rama más oriental pero sin embargo pertenecen a la división Centum. La identificación actual de la rama de Anatolia, también Centum pero en una ubicación relativamente oriental, acabó de enturbiar la teoría. El resultado fue una nueva hipótesis, a raíz de la "ola" teoría de Johannes Schmidt, lo que sugiere que la isoglosa Satem representa una innovación lingüística en la parte central del área de distribución Proto-Indo-Europea, mientras que las lenguas Centum a lo largo de la periferia oriental y occidental no se sometieron a ese cambio.
¿Qué impacto tuvieron los documentos tocarios sobre los estudios de IE? Obviamente, el descubrimiento de un lenguaje indoeuropeo desconocido hasta ahora prometió dar a los lingüistas acceso a información nueva y valiosa sobre la familia lingüística en general. Sin embargo, gran parte de la información que fue obtenida a partir del análisis de la lengua llegó a tener un efecto "negativo", ya que los datos perturbaban el conjunto de isoglosas aseado y cómodo que los lingüistas que estudiaban lenguas IE manejaban. Por ejemplo, antes del descubrimiento de tocario, la ocurrencia de -r como un sufijo de la forma del verbo medio-pasivo fue sólo fundamentada en las ramas celtas e itálicas. El hecho de que estos dos grupos son relativamente geográficamente cercanos unos de otros ayudaba a explicar cómo podía haber sucedido. Sin embargo, el tocario, alejado hacia el este, también tenía esta característica.
Una implicación más importante del descubrimiento de tocario era el efecto que tuvo en la división centum-satem que los lingüistas habían elaborado. Antes de que saliese a la luz el tocario, las lenguas de IE podían ser claramente divididas en dos grupos: aquellas en Occidente que tenía reflejos velares (lenguas centum) y los del este, que tenía reflejos sibilantes (idiomas satem). Sin embargo, el tocario deshizo esta distinción ya que, a pesar de que estar más al este que cualquier otro lenguaje de IE, era centum: la palabra para 'cien', tanto en tocario A como B era känt y kante, respectivamente.
Origen
La cultura de Andrónovo (Андро́новская культу́ра, andrónovskaya kultura) se desarrolló del 2000 a. C. al 1200 a. C. Se han hallado restos arqueológicos en el norte de Asia Central y el suroeste de Siberia. En la región de Minusinsk se superpuso con la cultura afanásievo. La cultura de Andrónovo se extendió sobre un gran territorio desde la Siberia meridional al noreste, hasta el río Sir Daria al sur, y de este a oeste entre la cordillera de Altái y los montes Urales.
Esta cultura pasó por tres períodos diferentes: fase antigua (siglos XVII a XVI a. C.), fase desarrollada (XV a XIV a. C.) y fase reciente (XIII a IX a. C.).
Resulta muy probable que los andrónovos junto a los afanásievos fueran los ancestros de los tocarios.
Desarrollo
Gran parte de los datos históricos se basa en los hallazgos arqueológicos y en relatos casi legendarios realizados por gentes de otros pueblos (chinos, griegos, persas, hindúes), de este modo es que gran parte de la actual historia que se puede mencionar en relación a los tocarios se confunde con la protohistoria y por tal motivo de lo poco que aún sabemos mucho ya se ha dicho en el acápite «arqueología y protohistoria».
Las fuentes chinas de la dinastía Han señalan que hacia el siglo II a. C. los yuezhi de la Cuenca del Tarim y Turpan fueron atacados y vencidos por los nómadas procedentes de la actual Mongolia llamados por los chinos como xiongnu. Por este motivo, tras la derrota sufrida ante los xiongnu en el 162 a. C. gran parte de los yuezhi emigró al territorio llamado actualmente Ganzu por una parte y por la otra -mientras eran perseguidos por la coalición de xiongnu y wusun, los yuezhi/tocarios atacaron a un reino sai (saka) ubicado en la zona del Ili y el lago Ysik Kul, tras esto marcharon sobre los territorios de la civilización eminentemente urbana llamada por los chinos Ta-Yuan (Fergana), luego avanzaron más al sur desplazando a los sakas de Sogdiana, pero los wusun en el 132 a. C. volvieron a derrotarlos y les forzaron a migrar hacia la Bactriana, en este último país es donde los griegos los encontraron y, como se ha visto, les llamaron tocarios. Por otra parte es altamente probable que una buena cantidad de integrantes de este pueblo se hayan mantenido en la zona de la ciudad de Karachahr y allí hayan fundado el reino llamado por los hindúes (en sánscrito): Agní, ello explicaría que la misma lengua se hablase en Bactriana y en la zona de Karachahr.
En tiempos de la dinastía Han los chinos respondieron a los ataques de los Xiongnu con fuertes contraataques en la Cuenca del Tarim, de modo que los yuezhi o tocarios se encontraron en una penosa situación entre ambos poderosos rivales, tal situación duró centurias. El emperador han Wudi intentó llevar a cabo una operación diplomática en el año 138 a. C. enviando un emisario, Zhang Qian, hacia el territorio de los llamados yuezhi con el fin de organizar un frente común para frenar el poder y agresividad de los xiongnu. Aprovechando la misión, este diplomático habría recogido información de las regiones por las que pasó, incluyendo la de los tocarios, y estableciendo alianzas con todos ellos. Habría observado la presencia de productos chinos en la zona, hecho que evidenciaba la existencia de alguna ruta comercial desconocida por la corte imperial han y que unía el sur de China con la India (Shendu) y los reinos de Asia central.
Los relatos de los esfuerzos diplomáticos desplegados por los chinos para obtener la sumisión de los reinos y pueblos de la Cuenca del Tarim, en donde la situación de guerra era continua atiborran las crónicas chinas de la dinastía Han. Pero tales crónicas mencionan los conflictos entre los reinos y nada dicen de la situación interna de cada reino yuezhi. De los textos tocarios que nos han llegado casi no se obtiene información útil. Se sabe que los reyes de Kuchi y de Agni se proclamaban Grandes Reyes siguiendo el modelo de los grandes reyes hindúes (los Maharajá). Para esa época se mencionan a reyes que usaban nombres sánscritos, tal como Suvarna Pushpa (‘flor de oro’) quien reinó al menos desde el 618 d. C. y su hijo Suvarna Deva (en el dialecto tocario de Kucha: Sarainatepe (dios de oro) quien reinó en Agni/Karachahr a partir del 624. Lo concreto es que en el siglo V de la era común ya se habían restablecido los estados tocarios de la Cuenca del Tarim y gozaban de prosperidad, mientras que desde el 125 a. C. los tocarios establecidos en Bactriana, atacaban a los últimos reyes helenísticos y luego invadían el norte de la India (incluyendo la mayor parte del territorio correspondiente al actual Pakistán) creando el llamado Imperio kushán.
Los reyes tocarios establecidos en Bactriana tendieron a imitar muchas de las costumbres griegas de los reyes greco-bactrianos, entre otras usaron el alfabeto griego tal cual se observa en la numismática que realizaron. Un hecho importante de la historia tocaria fue la conversión al budismo, más precisamente a la escuela búdica llamada sarvāstivāda rama del budismo theravāda o hināyāna.
Situación Actual
El Tocario probablemente desapareció después del 840 D.C. cuando los uigures, expulsados de Mongolia, se trasladaron a la cuenca del Tarim. Esta teoría es apoyada por el descubrimiento de las traducciones de textos tocarios en uigur. Durante el gobierno de Uyghur, los pueblos tocarios fueron mezclados con los uigures para producir gran parte de la población moderna de lo que es ahora Xinjiang.
El núcleo histórico de la civilización tocaria fue el actual Sinkiang, más exactamente esta civilización prosperó en la Cuenca del Tarim. El territorio en cuestión era estepario ya hace cuatro mil años, desarrollándose importantes ciudades en los oasis, el elenco de las más importantes actualmente conocidas es de este a oeste el siguiente: Hami, Turfán (o Turpán), Karachahr, Kucha, Aksui y Kashgar (téngase en cuenta que casi todos estos topónimos son muy posteriores al poblamiento tocario). Todas las ciudades reseñadas resultaron capitales de reinos tocarios otras ciudades y otros reinos —aún más ignotos— han existido en el sur de la Cuenca del Tarim pero han desaparecido ante el avance de las arenas. Esta civilización no poseía un estado unificado tocario debido principalmente a las grandes distancias existentes entre los oasis.
La Ruta de la seda recorría la Cuenca del Tarim hasta el antiguo límite occidental chino en las Puertas de Lulán, los oasis en los cuales vivían los tocarios eran jalones o etapas obligadas de tal ruta, de modo que los pueblos tocarios, al tiempo que cultivaban sus tierras fértiles, se vieron beneficiados con el comercio que por ella se desarrollaba. No sólo mercancías discurrían de un extremo al otro de Eurasia por tal ruta sino —quizá lo más importante—información en forma de rasgos culturales (por ejemplo: artes, religiones, formas de escrituras etc.).
Hacia el verano del año 629 d. C. el célebre monje budista chino Xuanzang se dirigió a la India atravesando territorios tocarios, respecto a uno de los principales reinos de este pueblo, el reino de Kucha, refiere: «El suelo es favorable al sorgo rojo, y al trigo, produce además la raíz llamada gengtao (probablemente el ginseng), vides, granadas, gran cantidad de peras, duraznos y almendras. Se encuentran minas de oro, cobre, hierro, plomo y estaño».
Al sur de Karachahr o Karashahr se hallaban importantes minas de plata usadas para la acuñación de monedas. Poco tiempo después del año 400 d. C., otro viajero chino, Zhimeng, relata que en «la ciudad de Kucha existen altas torres y palacios de varios pisos decorados con oro y plata». Los chinos quedaron embelesados por el magnífico palacio real de tal ciudad en donde las salas estaban ricamente exornadas con oro, jade y langgan. El langgan sería una variedad roja de jade que las poblaciones de la Cuenca del Tarim vendían a China. De tales magnificencias sólo restan algunos escritos y ruinas.
El tocarólogo Douglas Q. Adams ha estimado que hacia el siglo VIII d. C. sólo el reino de Kucha (y sus vasallos) tenía una superficie de aproximadamente 140.000 km² y una población de 450.000 habitantes (aproximadamente la misma cantidad que en la Inglaterra de entonces). En los textos chinos la ciudad capital de tal reino era llamada Yiluolu y a tal ciudad le estimaban una circunferencia de casi 10 km.
Los tocarios A y B no eran mutuamente inteligibles. Propiamente hablando, basándose en la interpretación de twqry como relacionado con tokharoi, sólo al tocario A se le puede llamar Tocario mientras que el tocario B debería ser llamado cucheano (su nombre nativo podría haber sido kuśiññe), pero puesto que sus gramáticas se suelen tratar juntas en los libros especializados, los términos A y B resultan de utilidad. La lengua común, proto-tocario, debió preceder en varios siglos a estas dos lenguas, siendo probablemente del primer milenio antes de Cristo.
Como la mayor parte del material no litúrgico descubierto: cartas, contabilidad, paso de caravanas, etc, está en el tocario occidental, eso hace suponer que esa era la lengua coloquial, mientras que la oriental, con un sustrato más antiguo fue preservada para propósito cúlticos.
Estos dos dialectos con muy diferentes entre sí, tanto en léxico como en gramática, hasta el punto de que podemos considerarlos dos lenguas distintas, que se separaron la una de la otra en un periodo de 500-1.000 años a pesar de estar separadas solamente por unos cientos de kilómetros. Si hubiera que indicar una fecha para la existencia de un proto-tocario se podría sugerir el primer milenio a. C.
En opinión de George S. Lane, el hogar original de la proto-Tocharios habría estado en algún lugar en las estepas del sur de Rusia. "Tenían frontera, por tanto, en el oeste y sur con los traco-frigios, los armenios y los griegos, al oeste y al norte por los alemanes y los balto-eslavos, en las proximidades de pueblos fino-ugrios en el este y el norte". Sobre la base de las similitudes entre tocario y las ramas itálica y celta, especialmente la terminación de mediopasivo en -r y el subjuntivo en -a, postula "en vez de un largo período de contacto [entre estas ramas diferentes IE] después de la separación del tocario del más cercano de sus familiares, el traco-frigio (y tal vez el armenio)". Sin embargo, esto no quiere decir que el tocario no hubiera tenido contacto con otras lenguas indoeuropeas en este momento también. Douglas Adams, señalando la función similar de PIE en los sustantivos y adjetivos en ambos proto-germánico y el proto-tocario, concluye que "tanto germánico y tocario habrían pertenecido a un grupo de dialectos indoeuropeos, incluyendo también latín y griego.
A medida que los tocarios comenzaron a moverse hacia el este, los últimos contactos que tuvieron con otros pueblos indoeuropeos (antes de su interacción mucho más tardía con los hidúes e iraníes) fue con los eslavos, de lo que resulta una cierta influencia eslava en el léxico, pero no influye en la estructura esencial de la lengua. Sin embargo, existe un análisis alternativo por un lingüista eslavo, que cita semejanzas fonológicas, morfológicas y léxicas entre tocario y balto-eslavo, es que "en algún tiempo muy remoto, los antepasados de las tribus germánicas, los balto-eslavos y los tocarios formaron un grupo de dialectos septentrionales del indoeuropeo que se separó del IE común en una fase muy temprana y, más tarde (probablemente durante el cuarto milenio A.C.) se disolvió en germano-balto-eslavo y tocario".
Después de salir de la patria indoeuropea, los tocarios pueden haber sido influenciados por las lenguas fino-ugrias. Dos características que se asumen para el proto-ugrofinés, a saber, una "pobreza en el sistema de oclusivas orales" y "una larga serie de africadas y sibilantes" puede haber influido en el proto-tocario. Lane también apunta a algunas similitudes entre el tocario y ciertas lenguas urálicas. Las influencias lingüísticas más recientes sobre el tocario serían iraníes y el sánscrito, como resultado de los misioneros procedentes de Irán y la India, que llevaron el budismo a los tocarios. El efecto principal de estas lenguas en tocario fue la de préstamos de palabras en el léxico, sobre todo en la terminología religiosa.
Los sistemas vocálicos de los dos dialectos son básicamente idénticos: ä, a, a, e, o, i, u. Si bien los alfabetos indican una distinción entre i y u cortas y largas, este "parece ser más una cuestión de capricho de escribas que una indicación de una distinción real de peso". Una reconstrucción del proto-tocario da prácticamente el mismo sistema, con la e tocaria que tiene su origen en el proto-tocario œ. Sin embargo, a pesar de sus similitudes en A y B, "es posible derivar el sistema vocálico de cada dialecto por un camino diferente desde el sistema proto-tocario, por lo que representa el hecho de que a pesar de un punto de partida común en indoeuropeo y un sistema común como producto final, las correspondencias no permiten suponer un desarrollo común después de la etapa de Proto-tocario".
En ambos, A y B, las vocales en ciertos contextos pueden ser nasalizadas. Además, el B ha heredado dos diptongos del PIE, es decir, ai (<* oi, * ai) y au (<* ou, au *), que fueron posteriormente convertidas en una sola letra en ë, y ö, respectivamente. Hay reliquias del antiguo sistema PIE, con cambios vocálicos internos en diferentes formas verbales. Había también tres tipos de diéresis en Proto-tocario que afectaron a A y B.
En cuanto a las consonantes tocarias se refiere, dos hechos son dignos de mención. En primer lugar, las tres series de paradas PIE (sin voz, voz y voz aspirada) se han unido en una única serie que no tiene voz: p, t, k. En segundo lugar, las consonantes palatales son frecuentes en el lenguaje. Como Werner Winter, una autoridad en tocario, explica, "el sistema consonántico relativamente simple de Proto-tocario posteriormente se complicó de nuevo por el fonemización de la diferencia entre las variantes palatalizadas y palatalizada de las consonantes, las variantes que originalmente eran predecibles en cuanto a los siguientes fonemas vocálicos". En ambos A y B, hay versiones no palatalizadas y palatalizada de s, n, y l. Además, el B tiene una palatalizada p, k, y m. Otras consonantes en ambos dialectos incluyen la c (que puede considerarse como una versión de paladar de t), m, n, r, w, e y. El tocario A también tiene ts.
La colocación del acento en tocario es bastante complicada y no se entiende completamente, aunque se ha postulado que el acento en el Proto-tocario estaba originalmente en la penúltima sílaba.
El tocario mantiene el sistema gramatical de género como el PIE: masculino, femenino y neutro con sustantivos, pronombres y adjetivos (aunque el neutro está ausente en el caso de los adjetivos). A las categorías de número del PIE, que el lenguaje tiene: singular, plural y dual, según algunos estudiosos, agregó paral (utilizado para indicar un par de origen natural) y posiblemente plurativo (utilizado para indicar un sustantivo que pertenece a más de una persona). El siguiente ejemplo de tocario B ilustra la ocurrencia de la forma Paral siendo: okso: 'buey', y oksaine pl. oksain: "yuntas de bueyes, '. Sin embargo, como resultado de volver a examinar los datos de los nominales y pronominales, Winter sostiene que "no hay necesidad de operar con un contraste de doble y 'paral' en tocario. Ya que no podemos considerar el "plurative" una categoría fexiva establecida, por tanto, el sistema de numero del tocario sigue siendo un representante muy conservador del sistema normal indoeuropeo. Los sustantivos se clasifican tanto como temáticos (que terminan en vocal) o atemáticos (que terminan en consonante) y debe haber un acuerdo con los modificadores.
El sistema de casos en tocario es bastante complejo. En ambos, A y B, hay tres casos primarios heredados de PIE: nominativo, genitivo y oblicuo (el último funcionando como acusativo). El dialecto B también tiene un caso vocativo. Para el caso oblicuo se usan sufijos para formar los casos secundarios. Este elaborado y fácilmente analizable sistema de casos secundarios (las terminaciones son uniformes para todos los géneros y números) tiene una fuerte función sintáctica en la lengua y, posiblemente, refleja la influencia de las lenguas turcas, que también hacen un gran uso de sufijos y que fueron trascendentales en la cultura de Asia Central durante el período en que se dataron los documentos tocarios.
Hay tres tiempos verbales básicos en A y B: presente, imperfecto y pretérito (pasado), con la adición de un pretérito intensivo en tocario B. La forma del pretérito parece provenir del preterito perfecto PIE. Los tiempos perifrásticos se forman mediante la adición de otros elementos, tales como participios. Los verbos tocarios preservan la PIE distinción entre voz activa y medio-pasiva. En presente, el medio-pasivo termina en -r, aunque se piensa que es un fenómeno de la supervivencia de un rasgo arcaico, que una vez fue compartido por todo el grupo indoeuropeo, una característica que se mantuvo sólo en las ramas Céltica, Itálica y Asiática. Hay cuatro modos: indicativo, subjuntivo-futuro, optativo, e imperativo. Los verbos tocarios se conjugan tanto en el singular como en el plural, y muy rara vez, el doble o dual.
El tocario (A o B) es una lengua SOV. Sin embargo, la naturaleza de los textos sobre los que basamos nuestro conocimiento actual de tocario presenta algunos problemas al tratar de reestructurar la sintaxis del lenguaje. Un problema es que, dado que gran parte del material se compone de traducciones del sánscrito, no sabemos cuando las características de este lenguaje se han inmiscuido en la traducción. Tal vez lo más potencialmente engañoso es el hecho de que gran parte de nuestro material está en forma métrica, lo que significa que antes de que podamos sacar conclusiones, por ejemplo, el orden de las palabras, tenemos que eliminar todas las distorsiones que se hayan introducido para que el texto se ajuste a los requisitos de la métrica.
Aunque el número de elementos léxicos en tocario que son reflejos claros del léxico del PIE original no es grande, hay algunos obvios. Se pueden ver textos en los dos idiomas en los apartados correspondientes.
Sin embargo, las etimologías de un gran porcentaje del léxico son inciertas. Esto no es sorprendente si tenemos en cuenta la fecha tardía de los documentos existentes y el relativo aislamiento del tocario con otras lenguas indoeuropeas. Winter resume el problema de encontrar etimologías fiables para muchas palabras tocarias de la siguiente manera: "En primer lugar está un núcleo de buenas y generalmente aceptadas etimologías. En constituyen material bien conocido a partir de un gran número de lenguas indoeuropeas. Aparte de este vocabulario básico, hay una gran variedad de material insuficientemente comprendido. En lo referente a las palabras préstamo, el léxico sí muestra la influencia de otras lenguas, principalmente los términos sánscritos e iraníes (sobre todo religiosos y técnicos - debe tenerse en cuenta que estos son en su mayoría préstamos atrasados, el resultado de la actividad misionera del budismo en el área), y en menor medida, algunos idiomas que no son IE, incluyendo tibetanos, chinos y uigures.
Como se señaló anteriormente, la naturaleza de los documentos tocarios que tenemos actualmente disponible es una fuente de problemas en el área de la sintaxis. Esto también es cierto de los intentos de reconstruir el léxico tocario. Una de las dificultades principales es la de que los dominios semánticos son muy limitados. Los textos religiosos, filosóficos, didácticos sobre la naturaleza, no nos dan una buena muestra del vocabulario básico del idioma tocario. Lo que queda son esencialmente elementos del vocabulario que se produjeron en los escritos budistas de la época.
Hacia finales del siglo XIX D.C. se descubrieron en la India algunos manuscritos que mostraban una nueva lengua escrita en un sistema relacionado con un gupta denominado "oblicuo" o "inclinado". Se hizo posible su desciframiento porque algunos eran bilingües, siendo el sánscrito la lengua conocida.
Este material reveló que, hacia el final del primer milenio d. C., vivió entre las orillas del río Tarim y las montañas T'ien-shan un pueblo cuya lengua pertenecía a la familia de lenguas indoeuropeas, si bien poseía varias características que la hacían particular. Pronto se descubrió que, de hecho, había dos dialectos, denominados al principio "Dialecto A" y "Dialecto B"; al primero se denominó agneo, del antiguo reino de Agni más tarde conocido como Qarashahr; al segundo como kucheo, pues era la lengua del viejo reino de Kucha o Kuci.
Ambos dialectos dieron origen a dos sistemas de escritura: agneo y kucheo basados en una variante occidental del gupta. Los textos en agneo registran casi en su totalidad obras religiosas.
El sistema de escritura kucheo (denominado incorrectamente tokario) es silábico y procede del gupta. Probablemente comienza su existencia hacia el siglo IV d. C. El sentido de la escritura es horizontal de izquierda a derecha.
La escritura es una variante del tipo occidental del gupta. Igual que en las otras escrituras hindúes, el kucheo lleva una a inherente en cada consonante básica, pero tiene signos especiales con una ä inherente. Dado que el gupta no tenía signos para todos los sonidos de las lenguas indígenas, fue preciso eliminar algunos signos y añadir otros. En total fueron añadidos 12 signos.
Todos los documentos tocarios están fechados en un período más o menos entre los siglos VI y VIII D.C. Los materiales son principalmente las traducciones de textos budistas que estaban en circulación común en Asia Central. Esto por supuesto es una espada de doble filo: por un lado, el contenido bien conocido asiste en el proceso de desciframiento; por otro lado, proporciona muy poca información acerca de las personas que hablaban el idioma. Hay, sin embargo, algunos textos que no son traducciones de progenitores budistas, incluyendo cartas monásticas y de negocios, tarjetas de caravanas, y graffiti. Estos documentos seculares están todos escritos en tocario B, lo que lleva a algunos estudiosos a concluir que el tocario A, por los documentos que se conservan, puede haber sido una lengua extinta, conservada sólo como lengua litúrgica (como el latín era, en Europa). La relativa escasez de tales documentos seculares, sin embargo, necesariamente hace tales conclusiones provisionales.
La mayoría de los textos tocarios eran originariamente parte de las colecciones de las bibliotecas monásticas, o dejados en los monasterios como ofrendas votivas. A menudo, partes de estos documentos fueron arrastrados por el viento y barridos hacia el desierto, por lo que el número de documentos completos tocarios es muy pequeño y hace que la recuperación a veces sea azarosa. Los documentos tocarios no se encuentran aislados. Manuscritos tocarios de las bibliotecas de monasterios, naturalmente, se encuentran lado a lado con los manuscritos en sánscrito de la misma época. A veces los textos en otros idiomas, como el persa antiguo y uigur, se encuentran junto a los textos tocarios. De vez en cuando los documentos en GandʰAri, un idioma indio Medio, se encuentran en las mismas zonas, pero fechados en una época anterior. Los propios textos fueron escritos en su mayor parte en una variante del alfabeto septentrional Brāhmī de la India. Sin embargo, hay algunos documentos en tocario B que emplean alfabeto maniqueo (utilizado para difundir escritos de la religión maniquea, que se originó en la región de Mesopotamia).
Disponibles en cada una de las lenguas, cuando es posible.
Tocario A, se conoce por textos hallados en las ciudades de Karashar y Turfán, por lo que a veces se le conoce por Turfaniano aunque también se le denomina agneo, del antiguo reino de Agni.
La denominación de Tocario A es funcional y dada por los estudiosos de las lenguas Tocarias que, durante mucho tiempo, sostuvieron que se trataba de una sola lengua. En ocasiones es conocido como Agneo, del reino de Agni.
En el Turkestán oriental, en la cuenca del río Tarim, a finales del siglo XIX se encontraron en un monasterio budista una serie de manuscritos –siglos V-VIII d. C.– que contenían, aparte de las esperadas lenguas afines a la zona –chino, mongol, sánscrito y variedades iranias–, dos completamente desconocidas.
Tras varias expediciones internacionales posteriores y los consiguientes hallazgos de más manuscritos, en 1908 los alemanes Emil Sieg y Wilhelm Siegling lograron descifrar esas dos lenguas y, lo más extraordinario, establecieron que su carácter era indudablemente indoeuropeo.
Dos lenguas indoeuropeas totalmente aisladas, rodeadas de un océano de variedades chino-tibetanas y uralo-altaicas; y lo más desconcertante: esas dos lenguas nuevas poseían rasgos que las vinculaban con las del tronco indoeuropeo del oeste de Europa –itálico, germánico, celta–, no con las más próximas geográficamente de Oriente –indoiranio–. Las dos nuevas lenguas, que comenzaron denominándose kuchita y turfanés –por las ciudades donde fueron halladas, Kucha y Turfán–, eran ininteligibles entre sí. No obstante, se descubrió que una de ellas era una variedad muchísimo más arcaica, y ambas procedentes a su vez de una lengua común, probablemente del primer milenio antes de Cristo. Tras estas revelaciones, las preguntas ulteriores resultaron ser una cascada lógica: ¿Quiénes hablaron estas lenguas? ¿De dónde vinieron? ¿Cuándo llegaron, desaparecieron y por qué?
Aún hoy no tenemos respuestas infalibles a estas cuestiones. Los problemas sociales, económicos y políticos que a lo largo del siglo XX sacudieron la región, impidieron y ralentizaron las investigaciones. Sin embargo, aunque son pocas las luces todavía, son suficientes para otear un panorama donde las piezas del puzzle pueden ir encajando poco a poco.
Origen
El origen del Tocario A, separado de un posible proto-tocario, anterior, permanece oscuro, pero posiblemente ocurrió en torno a algún momento del primer milenio antes de nuestra era.
Desarrollo
Separar la historia del Tocario A de la del Tocario B es una tarea mal resuelta en esta clasificación, pero considero suficiente la inclusión de la historia de la rama en la descripción general de la misma.
El budismo parece haber tardado siglos en imponerse sobre las antiguas tradiciones religiosas de los tocarios. Por ejemplo en Agni, datadas de inicios del siglo II, se han encontrado estelas que corresponden a la antigua religión tocaria. Es evidente que se produjo una síncresis entre el budismo y los antiguos cultos, por esto, lo mismo que el budismo devino chino en China, tibetano en el Tibet, japonés en el Japón, también fue tocario entre los tocarios.
Situación Actual
Parece ser que el Turfanio, Agneio o Tocario A, se extinguió un poco antes que su hermano el Kucheo o Tocario B, pero no está clara la fecha de su desaparición. Hay quien sostiene que pudo permanecer usado durante un tiempo como lengua litúrgica, pero hay pocos testimonios que lo demuestren.
Un texto chino datado en el siglo I, proveniente de Dunghuang (en el extremo oriental de la Cuenca del Tarim) comenta que el reino que se encontraba entre Kucha y Turfán —es decir el llamado en sánscrito Agní, cuya capital era la ciudad llamada Karachar— estaba poblado por los yue-che o yuezhí. En chino esta palabra significa ‘linaje de la luna’ (yue: ‘luna’, che o zhi: ‘linaje’), quizás porque los antiguos tocarios rindieron un especial culto a la luna como deidad de la fertilidad, o, probablemente porque yuezhi mantenía cierta parofonía con la denominación original que los tocarios se daban a sí mismos. Pese a las diferentes familias de lenguas, existe alguna similitud entre kushiññe y la palabra compuesta china yuezhí, en cuanto al nombre kushiññe y el de la importantísima parcialidad que los chinos llamaron guishuang, la relación es casi obvia.
La ecuación yuezhi = tokharoi está admitida por numerosos especialistas, aunque aún es difícil demostrarla de un modo absoluto.
No se conocen variantes del Tocario A
Clasificada como una de las dos lenguas de las que se tiene constancia de la rama asiática de la familia de lenguas indoeuropeas.
Durante un tiempo, se consideraron el Tocario A y el Tocario B, dos dialectos procedentes de la misma lengua con una mutua inteligibilidad, pero se ha descartado esta hipótesis.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
El sistema de escritura agneo es silábico y procede del gupta. Probablemente comienza su existencia hacia el siglo IV d. C. El sentido de la escritura es horizontal de izquierda a derecha.
tre: 'tres' *trei-
stwar 'cuatro': *kwetwor-
päñ 'cinco': *penkwe
okät 'ocho': *okto
ñu 'nueve': *newn
känt 'cien': *kmtom
tu: 'Tú' *tu-
säm: 'mujer' *gwena
pacar: 'padre' *pater
macar: 'madre' *mater-
pracar 'hermano': *bhrater-
ckacar 'hija': *dhughater-
ak 'ojo': *okw-
wak 'voz': *wekw-/*wokw-
ko: 'vaca buey' *gwou-
yuk: 'caballo, yegua' *ekwos
ku: 'perro' *kwon-
pält 'hoja': *bhel-
kukäl 'vagón, carruaje': * kwel-/*kwol-
por 'fuego': *pur-
rtär: 'rojo' *reudh-
käm-: 'venir' *gwem-
päk: 'cocinero, madurar' *pekw-/* pokw-
sas, wu, tre, śtwar, päñ, säk, spät, okät, ñu, śäk
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Tocario B u occidental conocido como kucheo, se denomina así por los textos hallados en Koucha. La región geográfica en la actualidad corresponde a la provincia china de Xinjiaáng.
El nombre tocario parece haberles sido dado por los griegos probablemente a partir de fuentes hindúes o persas. Sin embargo los hindúes —que padecieron su invasión y la instalación de un imperio dominado por este pueblo— les llamaron kushán o kushan, es probable que el nombre hindú sea más próximo al nombre que a sí mismos se aplicaban en esa época los tocarios.
En efecto, el nombre tocario no corresponde al nombre que se daban los tocarios del importante reino de la Cuenca del Tarim, cuya capital estaba en la ciudad aún hoy llamada Kusha o Kucha.
Merced a textos de este reino se sabe que el gentilicio singular que usaban era el de kushiññe. Por otra parte el antiguo nombre de la ciudad de Turfán fue Kushí o Gushí. Según algunos investigadores, los tocarios —o parte de ellos—se autodenominaban arcia y seras (lo cual explicaría un poco el apelativo to-caroi o luego tocario que les dieron los griegos), por tal motivo se dice que su territorio ancestral fue llamado Serica pasando, por metonimia, luego tal nombre a ser aplicado por los europeos a China con el significado de ‘país de la seda’. El nombre Kushan se habría generalizado (acaso substituyendo en gran medida al de Arcia), cuando en el siglo I a. C. la parcialidad guishuang se transformó en la predominante.
Los hallazgos arqueológicos aún no han develado el «misterio tocario», pese a haberse encontrado escritos (muchos de ellos realizados sobre papel que los tocarios adquirían de los chinos) e incluso pinturas que los figuran. Faltan coherentes crónicas o historiografías que puedan haber sido desarrolladas por el pueblo que es llamado tocario.
Origen
Junto con el Tocario A, pudo proceder de un antepasado común llamado habitualmente por los filólogos como proto-tocario, si bien cabría nombrar a aquel ancestro como Tocario, de modo que sus descendientes A y B tuviesen los nombres propios que les corresponden: Agneo o Turfanio para el A, y Kucheo o Koshi para el B
.
Esta separación se produjo, posiblemente, en algún momento impreciso del milenio I antes de nuestra era, si bien, hasta el Siglo II D.C., gracias a los testimonios de las Dinastías Han con quienes parece ser que estuvieron en contacto, no se pueda hablar claramente de dos culturas separadas asociadas.
Desarrollo
Separar la historia del Tocario A de la del Tocario B es una tarea mal resuelta en esta clasificación, pero considero suficiente la inclusión de la historia de la rama en la descripción general de la misma.
Se ignora aun cuando se inició la conversión al budismo, aunque se sabe que ya hacia el 300 d. C. el budismo se encontraba floreciente en la importante ciudad de Kuchi. Entre los pueblos convertidos al budismo junto a los tocarios se encontraban los jotanios, pueblo de lengua irania establecido en Jotán o Khotan en el suroeste de la Cuenca del Tarim, ciertos términos búdicos usados por los tocarios kuchianos son de origen jotanés. En el siglo IV el tocario ya se escribía en una variante antigua de sánscrito llamada brahmi. En tocario con alfabeto brāhmī se encuentran traducidos varios sutras.
Por ejemplo los habitantes del reino de Kuchi creían en deidades sincréticas tales como el Dios-Sol-Omnisciente (El Omnisciente es Buda, y Dios Sol es el nombre de una antigua deidad tocaria). Este pueblo veneraba al sol (al cual como se ha dicho, se asociaba el color blanco), en particular al sol naciente: para ellos el Este era la dirección de referencia (su Norte). Así los textos del budismo tocario hablan de la «elevación del Dios-Sol de la Omnisciencia» y de Ylaiñäkte (el dios del trueno). Por su parte los tocarios, en gran medida merced al Imperio kushán y a las traducciones de los textos sánscritos han contribuido a la difusión del budismo en China. En 1913 Sylvain Lévi ha señalado que ciertas expresiones del budismo chino no provienen del sánscrito sino del tocario. Por ejemplo, el hecho de hacerse monje se dice en sánscrito «marchar hacia adelante», en cambio los textos del tocario kuchiano y los chinos usan la expresión «salir de la casa». Para designar a las «herejías», los kuchianos han usado términos del sánscrito tales como mithyā drishti (‘visión o doctrina engañosa’), pero también un adjetivo en su idioma: pärnaññe (‘exterior’, ‘extraño’) y los chinos llamaron a las herejías wai-tao o waidao (‘camino externo’). De este modo la Cuenca del Tarim ha sido más que un simple segmento en la ruta del budismo hacia el Oriente de Asia, con los tocarios el budismo ha obtenido una «coloración local» antes de reemprender su marcha.
Situación Actual
A raíz de movimientos de población de los uigures, la cultura Tocaria fue siendo absorbida por los nuevos pobladores hasta su asimilación y desaparición. Parece haber indicios de que el Tocario B perduró algo más que el Tocario A, pero la información al respecto es bastante especulativa. Tan solo consta el hecho de que hay traducciones de Tocario B al Uigur, pero no hay evidencias de que el Tocario A no se hablase o no se utilizase.
Existen diversas fuentes occidentales que se han relacionado posterior y necesariamente con los tocarios y que nos muestran la existencia del país de los seres –Serica, “país de la seda”–, ubicado en Asia Central. Ptolomeo y Plinio el Viejo, por ejemplo, lo sitúan con Escitia al oeste, la India al sur y los sinae –chinos– al este. Este último hizo además una elocuente descripción de los seres, que siempre se había considerado incongruente, pero que en el nuevo paisaje tocario adquirió un sentido clarificador: “Esta gente (…) excede la estatura ordinaria humana, posee cabellos del color del lino, ojos azules y hacen una especie de ruido tosco al hablar, no tienen una lengua apropiada para el comercio.” Naturalis Historia Libro VI capítulo XXIV.
Obviamente, se refería a un pueblo caucasoide, indoeuropeo, y el historiador y geógrafo griego Pausanias también compartía esa visión.
El Imperio romano, aparentemente y según sus registros, no llegó a contactar directamente con el pueblo chino, sino más bien con los habitantes de diversas ciudades-estado sitas en la Ruta de la Seda. Pero el hecho de que estos individuos sí mantuvieran relaciones comerciales con los sinae, suponía un adelanto de varios milenios en los cálculos que se conjeturaban sobre los primeros intercambios culturales entre indoeuropeos y poblaciones chinas.
No se conocen variantes del Tocario B
Clasificada como una de las dos lenguas de las que se tiene constancia de la rama asiática de la familia de lenguas indoeuropeas.
Durante un tiempo, se consideraron el Tocario A y el Tocario B, dos dialectos procedentes de la misma lengua con una mutua inteligibilidad, pero se ha descartado esta hipótesis.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
Los datos de Fonología, Morfosintaxis y Léxico o Semántica se encuentran agrupados en los de la descripción de la gramática de las lenguas Tocarias. No he logrado encontrar una gramática independiente para cada una de las lenguas, estando en todo momento vinculadas, incluso aunque se reconoce que no eran mutuamente inteligibles.
El kucheo es más cursivo que el agneo y además de registrar textos religiosos, también conserva obras médicas y comerciales.
trai: 'tres' *trei-
stwer 'cuatro': *kwetwor-
pis 'cinco': *penkwe
okt 'ocho': *okto
ñu 'nueve': *newn
kante 'cien': *kmtom
tu: 'Tú' *tu-
sana: 'mujer' *gwena
pacer: 'padre' *pater
macer: 'madre' *mater-
procer 'hermano': *bhrater-
tkacer 'hija': *dhughater-
ek 'ojo': *okw-
wek 'voz': *wekw-/*wokw-
keu: 'vaca buey' *gwou-
yakwe: 'caballo, yegua' *ekwos
ku: 'perro' *kwon-
pilta 'hoja': *bhel-
kokale 'vagón, carruaje': * kwel-/*kwol-
puwar 'fuego': *pur-
ratre: 'rojo' *reudh-
käm-: 'venir' *gwem-
päk: 'cocinero, madurar' *pekw-/* pokw-
se, wi, trai, śtwer, piś, skas, sukt, okt, ñu, śak
Si deseas patrocinar, puedes aportar un donativo de 10€ por cada una de las lenguas en las que desees participar como micromecenas.